Este jueves 11 de abril, las Madres de Plaza de Mayo realizaron la Marcha de los Jueves Nº 2400 junto a la militancia que marchó junto a ellas. En una fecha marcada además por el 24 aniversario del inicio de la Universidad Nacional Madres de Plaza de Mayo, acompañaron a las Madres Demetrio Iramain; Alfredo Alfonso, Rector de la Universidad de Quilmes (UNQui) y Federico Montero de CONADU, la Federación Nacional de Docentes Universitarios.

En un comienzo, tomó la palabra Demetrio que celebró que las Madres hayan alcanzado las 2400 marchas y recordó «a las que están, a las que ya no están, a las que siguen estando siempre, a nuestra Hebe, a las que están y no pueden venir a la plaza porque el tiempo pasa factura. Nuestra Visitación, nuestra Beba, nuestra María de Domínguez en Mendoza, siempre atentas a lo que pasa en esta Plaza», dijo.

Además, Demetrio puso en alto el repudio a “la represión de ayer contra los movimientos sociales que se movilizaron a la Avenida 9 de Julio para pedir comida, alimentos, y que además de ser reprimidos salvajemente, fueron reprimidos a traición. Porque los compañeros y compañeras que allí estaban contaron que la represión se inició cuando los convocaron a asistir a una reunión con la Ministra de Capital Humano en la otra punta de la Avenida 9 de Julio, donde ellos estaban. Y cuando se dirigieron hacia allí, se dieron media vuelta y fueron para allá, se encontraron con la policía federal y de la Ciudad de Buenos Aires, que actuaron en conjunto para reprimirlos. Así que fue a traición, fue una emboscada”, denunció.

“Hicieron creer que había una propuesta de solución y la usaron para desorganizar a las columnas y luego pegarles más fuerte. Así que desde acá, toda la solidaridad con los compañeros y todo el repudio y el asco a la policía de Patricia Bullrich y de Jorge Macri, porque son los dos, nada de hacerse que la ciudad son buenos, o más buenos que los más malos, que son los del gobierno nacional. Son iguales, son del mismo espacio político, son de la misma ideología, odian al pueblo y no se dan cuenta de que lo que van a cosechar de nuestro pueblo es cada vez mayor repudio, mayor rechazo, más organización y más compañeros y compañeras en la calle. Porque no nos vamos a dejar bajar los brazos ni dejarnos amedrentar fácilmente, vamos a seguir en la calle”, agregó.

Más adelante, tambien hizo mención a la efeméride que se cumplió el pasado 6 abril cuando se cumplieron 24 años del inicio de lo que en la actualidad es la Universidad Nacional Madres de Plaza de Mayo.

En este punto, se refirió a una reunión que mantuvieron rectores y rectoras de todas las universidades nacionales que se encuentran perjudicadas por el brutal ajuste del gobierno macrista de Javier Milei, donde criticaron a la rectora de una UNMa, Cristina Caamaño. “Se basó en un ninguneo absoluto de la autonomía universitaria que rige en la Argentina desde hace muchísimos años y este gobierno insiste en negarla”, dijo y apuntó contra Alejandro Álvarez, subsecretario de políticas universitarias de Milei, a quien acusó de informarse con un bot, en referencia al papelón que protagonizaron tanto Milei como el ministro de Economía Luis Caputo esta semana.

“Para enterarse de lo que pasa en las universidades nacionales, está siguiendo el mismo bot de Jumbo que sigue Milei y Caputo para ver el estado de los precios. Porque no se enteró de que la Universidad de las Madres está plenamente normalizada, que no hizo una asamblea para elegir autoridades, sino dos. Primero, una ordinaria y después una extraordinaria, en la que fueron resueltas sus autoridades y Cristina Caamaño fue elegida por unanimidad de todos los asambleístas que estaban aquel día, el 6 de marzo”, relató Demetrio.

“El 5 de marzo fue la primera y el 6 de marzo fue la segunda rectora de la universidad. Así que eso de que usurpa, eso que usurpa, lo invitamos a que lo venga a discutir a la Plaza de Mayo, a ver si se anima a decir a las Madres que usurpan la Universidad que crearon hace 24 años y la compañera que ellas y toda la comunidad resolvió que esté al frente”, completó.

Además, adelantó que “el martes 23 vamos a estar en la calle en todo el país va a salir la comunidad universitaria a expresarse, a reclamar lo que le corresponda y hacer que se cumpla la ley. Las universidades deben estar financiadas por el Estado Nacional, porque es el compromiso básico que tiene el Estado en materia de Educación Superior. En el caso de la UNMa no han girado ni un peso, y a pesar de ellos, la Universidad sigue en pie, se sostiene por la militancia, el empuje, el compromiso de toda la comunidad, desde los estudiantes, los docentes, y los y las trabajadores no docentes”, avisó Iramain.

A continuación, presentó a Federico Montero, secretario de organización de CONADU, quien tomó la palabra, se mostró honrado por la invitación aunque reconoció estar en un estado de nervios por hablar en la Plaza, y pasó a contar “la situación en la que estamos en el marco de discusión que tenemos”.

“Este aniversario de la creación de la Universidad Popular de Plaza de Mayo nos encuentra dando una gigantesca pelea, como tiene que ser, porque por algo fue una Universidad Popular de Plaza de Mayo, para dar una pelea que es política, cultural y por la memoria histórica de nuestro pueblo”, comenzó.

“Nos encuentra peleando en esta coyuntura en muchos planos. En el plano inmediato, una pelea que tiene que ver por el reconocimiento por parte del Estado nacional y del gobierno de turno de lo que corresponde: que el Estado tiene que ser responsable de sostener a la universidad pública en Argentina”, aseguró.

“Ese es un mandato legal y constitucional que no surge de la nada, que surge de la rica historia de lucha de nuestro pueblo. Porque a lo largo de la historia, los ataques contra la universidad pública siempre coincidieron con los momentos contra el ataque contra el conjunto del pueblo. Fue durante las dictaduras, después del golpe contra Perón, después del golpe de Onganía, durante el golpe del 76 cuando fueron contra las universidades, y fue durante los 90 con la traición a la historia del movimiento popular, que también fueron contra las universidades”, relató Montero.

“Por eso, no sorprende que este ataque contra la Universidad Nacional de Madres de Plaza de Mayo se realice en este contexto. Y eso es muy importante entenderlo, porque nosotros defendemos la universidad pública, pero no la defendemos como una isla democrática en el marco de un país que se viene abajo. No la defendemos como un espacio de privilegio donde es posible que las fuerzas de la represión castiguen salvajemente, como vimos ayer a nuestros hermanos compañeros y compañeras que pelean para que les den comida en los comedores. No la sostenemos como una cosa que le dé la espalda a la pelea de los miles de compañeros y compañeras estatales que fueron despedidos, más de 15,000 despedidos, en un proyecto que pretende destruir el estado nacional y cualquier base de soberanía. No la defendemos de espalda a lo que hace un presidente que va de rodillas a recibir a la generala Richardson a Ushuaia y que hoy está de gira en Miami para ver si consigue volvernos a meter adentro de la OTAN, que es la organización del Tratado del Atlántico Norte, para volvernos a meter en el marco de la política imperialista norteamericana. La defendemos en el marco de un proyecto nacional, en el marco de un proyecto popular que tiene que ver con la historia de lucha de nuestro pueblo, que tiene que ver con la memoria de nuestros 30,000 compañeros y compañeras desaparecidos, y que tiene que ver con la necesidad que tiene nuestro pueblo para dar una pelea estratégica, que es no bajarnos de nuestras convicciones”, aseguró.

A su vez, tildó de “provocadores de turno”, y de ser “funcionarios de cuarta, de tercera, de cuarta categoría”, los que “buscan provocarnos para que después le pasen el videíto a sus jefes políticos y sumar puntos para ver quién es más obsecuente en la línea de las provocaciones del presidente Milei”.

“Pero tanto ellos como el presidente Milei, en realidad, son títeres, son provocadores del gran poder económico transnacional que es el que se está viendo hoy al gobierno de Milei. Porque si vamos a mirar las grandes corporaciones de nuestro país, los grandes grupos empresarios tienen más funcionarios en el gobierno nacional que la propia Libertad Avanza”, completó Montero.

Más adelante, escuchamos a Alfredo Alfonso, rector de la Universidad de Quilmes, quien tambien se mostró honrado por tomar la palabra en la Marcha de los Jueves N° 2400, y se refirió a las consecuencias que implicó e implica el feroz ajuste de Milei en la UNQUI.

Para comenzar, denunció que “en este contexto la universidad pública, bien lo decía Federico, está siendo avasallada, está siendo negada, está siendo despreciada, está desconsiderando todos los aportes que ha desarrollado el conocimiento en este escenario social. Si uno dice que el mayor noble, el rey más poderoso del siglo X, no podía vivir jamás con las comodidades de la clase media argentina, no está faltando a la verdad. Era así, ¿por qué? Porque todo ese desarrollo que tuvimos en estos siglos tuvo que ver con el conocimiento”, afirmó Alfonso.

“El conocimiento en el siglo X y en el siglo XX produjo una enorme transformación. Y si hoy hablamos de inteligencia artificial, si hoy hablamos de biotecnología, si hoy hablamos de una modificación genética para que el glifosato no asesine a las personas que viven cerca de donde se fumigan, es gracias al conocimiento de la Universidad Nacional. Eso lo estamos haciendo y por eso también nos quieren destruir. Por eso nos quieren minimizar al punto de decir que sólo den clases, pero den clases también en condiciones paupérrimas, en condiciones donde no tenemos salarios dignos, en condiciones en donde no tengamos un hábitat necesario para que nuestras estudiantes y nuestros estudiantes puedan cursar como corresponde”, denunció.

“Pero además, para dar clase, uno tiene que investigar. La investigación permite estar actualizado, permite tener una bibliografía actualizada, permite tener una articulación con una comunidad de conocimiento específico que luego se transfiere al aula. No es lo mismo dar clases de Medicina hoy que hace 10 años, no es lo mismo dar clases de biotecnología hoy que hace 10 años, no es dar clases de comunicación hoy que hace 10 años. Entonces, necesitamos de la investigación, necesitamos de la transferencia”, aseguró.

En este punto, explicó que “nuestras pymes y micro pymes necesitan un desarrollo de base tecnológica y la universidad puede desarrollar asistencia técnica, puede acompañar la demanda laboral insatisfecha, fortaleciendo los oficios de los trabajadores para que puedan mejorar su calidad de inserción laboral o puedan encontrar trabajo”, informó.

“A todo eso quieren destruir, todo lo que significa la universidad pública en Argentina, con 106 años desde la reforma del ‘18, con 75 años de des arancelamiento conocido como gratuidad, que es ejemplo en Latinoamérica y es ejemplo en el mundo”, completó Alfonso.

En otro fragmento, lanzó cifras que ponen en valor el impacto positivo de las universidades nacionales en el transcurso de la historia de nuestro país. “Hace 40 años, cuando comenzó este periodo institucional democrático, la universidad pública congregaba 350,000 estudiantes y el país tenía 27 millones de personas. Hoy somos 47 millones de personas y la universidad pública reúne 2.300.000 estudiantes. Es decir, el país no se duplicó y la universidad pública se multiplicó por casi siete. Eso es una realidad de mejora inclusiva para cada familia, para cada territorio, para cada contexto social, que mejora indudablemente con la presencia de una universidad pública”, explicó.

“Sin dudas, para cada familia, la gran esperanza es que sus hijas, sus hijos, sus nietos, sus nietas, sus sobrinas, sus sobrinos puedan alcanzar la formación universitaria. Y cuando hablamos de recursos, y cuando se dice hay que ahorrar, como explicaba muy bien el otro día el rector de la Universidad Nacional de Mar del Plata, que es experto además en administración financiera del estado, de 100 pesos, por poner un ejemplo sencillo, antes de este gobierno 90 se lo llevaba los salarios. Hoy, como no tienen congelados todos los otros gastos de funcionamiento, ya se lleva el 95, porque nos van achicando todo. De ese 95 pesos, cada 100, dos de esos pesos se los lleva la suba de impuestos, que además va siendo acumulativo, otros dos el mantenimiento, la limpieza, las cuestiones básicas para funcionar, recontra básicas. Es decir, estamos hablando de un peso cada 100 que además, las rectoras y los rectores por supuesto que hace mucho tiempo que trabajamos con qué eficiencia lo podemos bajar”, advirtió.

“Entonces es una mentira absoluta, una mentira que se quiere hacer una restricción cuando no la hay. Cuando solo las universidades públicas concentran el 2.6% del presupuesto nacional, solo el 2.6%, ¿Adónde van a ahorrar allí? Todas son ventajas tener hoy en la sociedad del conocimiento”, disparó el rector de la UNQUI.

“El mundo se maneja con conocimiento, todos sabemos las grandes transformaciones del conocimiento, los saltos de escala tecnológicos que vemos de la robótica, de la mecatrónica, los autos eléctricos, todo el tiempo lo vemos. La inteligencia artificial, todo eso, o se tiene o se compra, no hay opciones para un país en este contexto. Nosotros lo tenemos, tenemos grandes desarrollos, tenemos enormes capacidades como país gracias a este modelo universitario”, concluyó.

Como cada jueves, a continuación escuchamos a Carmen Arias, quien trajo al presente un discurso de nuestra eterna compañera Hebe de mayo de 2014 en la Universidad Tres de Febrero:

“Como no tengo ningún nivel, un día me enteré que las teorías primero se escriben y después se practican. Yo no lo podía creer, porque creía que uno primero hace y después escribe la teoría.

A veces, los que estamos en la calle y pateamos la calle tenemos muchas ideas para hacer cosas. Las Madres decidimos abrir la universidad. No porque se nos ocurrió a nosotras como alucinadas. Las Madres viajamos mucho por todo el mundo, muchísimo. Hemos recorrido el mundo y sobre todo, mucho Latinoamérica.

Nos tocó estar 15 días con los sin tierra en el Mato Grosso, mientras tomaban algunas fazendas, como dicen ellos, y a la vez tenían como pequeños espacios donde después armaban una especie de universidad. Estaban intentando crear una universidad, no solo tomaban tierras. Yo estaba enamorada de lo que ellos hacían, y vimos que había una posibilidad de hacer nosotros una universidad.

Volvimos de esos viajes y de algunos otros, velamos que había mucho interés en que los jóvenes empezaran a reunirse. Era la época del menemismo, después de De la Rúa, y no pasaba, no pasaba nada, estaba todo planchado. Entonces, alquilamos un lugar muy chiquito y abrimos un pequeño café y librería para debatir.

Se elegían temas y se debatía. Un día salgo y había una cola enorme de gente. «¿A dónde van?» pregunto. «No, no vamos, venimos a la charla de las madres», me dicen. Entonces, decidimos abrir la Universidad Popular con todo el desagrado del presidente de la Rúa, que decía: «Esa mujer no tiene nivel académico. ¿Cómo va a abrir una universidad si no sabe lo que dice?».

Bueno, la intentaron cerrar y nosotros la volvimos a abrir, y después con ese coraje que nos caracteriza. Un día hicimos la inauguración oficial. Yo invité a todos los rectores de las universidades donde habíamos estado.

Me decían: «Vos sos loca. No van a venir. Primero, la universidad es ilegal». Y yo les respondía: «No ilegal no, porque nosotras hicimos un cartel que decía: ‘Esta universidad está autorizada por derecho propio, por los 30.000 desaparecidos'».

La verdad no creía que iban a venir tantos rectores. El primero que apareció fue el rector de Salamanca con el vicerrector y sus dos mujeres. Vinieron muchos rectores también de la Universidad de Castilla, y nosotros, súper emocionadas.

Abrimos la universidad en un lugar donde todavía no teníamos ni la escalera terminada. Llegaba gente y nosotros poniendo tornillos en los escalones. Ese es el coraje de las Madres, tener valor para darse cuenta de que a pesar de lo que el enemigo, el enemigo del medio, o el pelotudo diga «No, eso no se puede. Las Madres, son viejas, no van a poder”. Pavadas. No hay que escuchar, hay que hacer”, leyó Carmen.

“Gracias Hebe por no parar de hacer siempre, yendo por más. Nos quieren arrinconar en la desesperación de no poder comer o alquilar siquiera. Nosotros tenemos que hacer lo mismo que hicimos en aquellos años. Animarnos a pelear para conquistas muchas más grandes que las urgencias cotidianas.

Estudiar, disfrutar, aprender, conocer, descansar, jugar, recrearnos también son derechos esenciales que no vamos a permitir que se pierdan y siempre reivindicaremos hasta el jueves que viene”, cerró Carmen.

Antes de finalizar, escuchamos la palabra de la rectora de nuestra UNMa, Cristina Caamaño, quien relató a la Plaza la situación que atraviesa la casa de estudios de las Madres que cumplió 24 años.

“Saben que estamos pasando por un momento complicado. Me gustaría que todos se enteren de lo que está pasando en la Universidad Nacional Madres de Plaza de Mayo, que el 6 de abril pasado cumplió 24 años”, comenzó.

“Esta universidad que nació como Universidad Popular hasta el año 2014, que se transformó en instituto universitario, y que luego el año pasado tuvimos la alegría, con Carmen, de estar en el congreso cuando se sancionó la ley de Universidad Nacional Madres de Plaza de Mayo. Desde es un poco por ahí complicado, pero voy a tratar de hacerlo lo más fácil posible”, resumió.

“El instituto universitario dependía del Ministerio de Justicia. Esa fue una decisión de Hebe en su momento, de que no dependa del Ministerio de Educación. Entonces, todavía los fondos seguían estando en Justicia, que nos iba pasando todos los meses desde que fue Universidad Nacional. Nos iba depositando. ¿Por qué? Porque el OK para que se pueda cobrar lo daba Educación. Entonces, el circuito era: nosotros le pedíamos a Justicia que nos deposite para pagarle a todas les docentes y trabajadores, Justicia le pedía el OK a Educación, Educación decía que sí, y entonces se depositaba. Bueno, esto pasó hasta diciembre del 2023”, explicó Caamaño.

“En enero, con el cambio de Gobierno, nosotros hicimos el mismo trámite. De hecho, abrimos una cuenta directamente a nombre de la Universidad Nacional en el Banco Nación. Pero Justicia, cuando fue a pedir el OK a Educación, lo tienen, lo tienen cajoneado. Entonces, tenemos que ni les trabajadores ni les docentes han cobrado ni enero, ni febrero, ni marzo, y tampoco lo que va de abril”, detalló.

“Esto es una situación muy angustiante, de mucha angustia para para todos nosotros. Porque hay trabajadores que no pueden viajar, la universidad está abierta, pero está abierta porque, digamos, las autoridades van todos los días, y va uno o dos trabajadores que la pueden mantener abierta. Pero la realidad es que esto no sabemos más va a arreglarse”, lamentó.

“Pero no es solo el problema nuestro. En el resto de las universidades, como se repitió el presupuesto del 2023, también lo que recibieron no algunas les alcanza para hasta llegar a mayo, otras les alcanza para llegar a junio, pero ninguna, al no actualizarse el presupuesto, es capaz de poder sostener también su universidad”, advirtió.

“Por eso, cada vez que me entrevistan o me preguntan, yo digo: esta es una lucha. Primero, es una lucha que es como la que nos enseñaron las madres siempre, pero esta es una lucha colectiva. Ninguna universidad se salva sola. Esta es una lucha en donde todas las universidades tenemos que salir a pedir lo que corresponde para sostener estas altas casas de estudio que son las que le dan las mejoras al pueblo, lo que hablaba recién el rector de la Universidad de Quilmes”, sostuvo.

“Todas las investigaciones que no son que son científicas se aprenden en la universidad. Porque también este gobierno lo que hace es decir con la tuya, no con la tuya sostenemos las universidades, pero con la tuya después salen las vacunas que se hacen en la Argentina, todas los grandes inventos y los premios nobeles que tenemos en el mundo que son parte de lo que se logra a través de las universidades públicas. Las universidades públicas no adoctrinan, las universidades públicas, a diferencia, tienen cátedras libres y cada uno va y dice lo que quiere”, cerró Cristina Caamaño, cerrando la Marcha N°2400.

 

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