Este jueves 27 de abril las Madres de Plaza de Mayo realizaron la Marcha N° 2350 junto a la militancia. Una vez finalizada, tomaron la palabra el compañero Demetrio Iramain y las Madres de Plaza de Mayo Sara Mrad, de la filial Tucumán, y Carmen Arias.

En un comienzo, Demetrio comentó que fue un día como hoy, pero de 2003, cuando Néstor Kirchner a poco de las elecciones de ese año, decidió publicar en la calle un afiche con la frase “Ni un paso atrás. Por el trabajo y la producción”, junto a una imagen con el ex vicepresidente Daniel Scioli.

En ese momento, recordó que “Hebe lo insultó fuerte a Néstor”, y lo cuestionó: “¿Quién es este tipo para apropiarse de una consigna de las Madres de Plaza de Mayo y utilizarla en su campaña?”, contó y agregó que fue “repudiado fuertemente” por nuestra compañera eterna.  “Uno viendo el tiempo me aparece que Néstor estaba enviando un mensaje bien claro de hasta dónde quería ir. Esa consigna era de las Madres desde el año 96, cuando cumplieron mil jueves”, detalló.

“Néstor estaba mandando un mensaje y quién primero que reconoció fueron las Madres, la propia Hebe que a la semana de asumir la presidencia lo fue a ver y al salir de la entrevista comentó públicamente que acababa de pedirle perdón por los insultos que le había dado en la Plaza”, relató.

En ese punto, remarcó que “las primeras en confiar en Néstor fueron las Madres y tardó mucho el campo popular para confiar en Néstor y muchos las trataban de loca como en el 77’, el 84 cuando decidieron seguir marchando aun cuando venía la democracia”, agregó.

Más adelante, Demetrio señaló que “nunca la circunstancias son iguales”, en relación a aquel presente de 2003 que encontró a las Madres abrazando a Néstor, “pero sí dejan elementos y ejemplos, y enseñanzas para usar en los tiempos que vienen. Uno es que no hay ninguna condición que no nos impida sacar lo mejor que tengamos para pensar y proyectar un futuro. Y pensar que por más que aquel Néstor y Cristina que tuvimos durante 12 años fue extraordinario, tenemos que seguir pensando siempre que el futuro va a ser mejor”, remarcó. “Lo que viene adelante tiene que ser mejor y va a ser mejor. Eso aprendimos de las Madres y de Néstor y de Cristina, que todavía la tenemos y estamos seguros que la construcción de un futuro mucho mejor va a ser con Cristina candidata, o conduciendo, o las dos cosas”, remató ante los aplausos de la militancia.

Acto seguido, tomó la palabra Sara Mrad de filial Tucumán, quien leyó un texto que emitió en el programa de radio en Radio Metropolitana junto a Luis Gómez Sala y Pina Garbarino, “y yo he traído para compartir con ustedes el último editorial que hice para ese programa”, contó, y expresó:

“Cómo nos gustaría ser portadora de buenas noticias, pero en los tiempos que corren parece poco probable. Sin embargo, nuestras manos son capaces de izar las banderas de la esperanza porque nuestra Asociación es un colectivo de lucha compartida.

En tiempos inciertos y preocupantes no hay nada mejor que el espacio de militancia compartida con quienes, como nosotras, son capaces de imaginar un mundo mejor y posible. Cuando la realidad azota y el látigo que lacera los cuerpos es la pobreza, la miseria, el hambre, no podemos menos que estrechar nuestros lazos para que esa realidad sea otra: la del plato cotidiano servido en las mesas familiares.

Cuando la desmesura es sostener la lógica perversa del costo inaccesible de los alimentos y la violencia política es la herramienta elegida para sostener esa realidad lacerante aquí estamos, para desbaratar los discursos violentos de las imposibilidades.

Cuando el contexto social, la situación de precariedad para las mayorías que cargan en sus espaldas una deuda externa injusta, ilegal extrema, aquí estamos para unir esfuerzos. Para exigirle a los funcionarios al presidente mismo que no mire para otro lado cuando el sufrimiento y la desprotección es la forma de vida de los que más necesitan de un Estado que hasta ahora parece ciego, sordo y mudo, y no se hace cargo de que del plato suculento han elegido repartir sólo las migajas que quedan cuando se es consecuente y obediente con el Fondo Monetario Internacional.

Cuando la escena impuesta es la injusticia y el espacio elegido es el Poder Judicial cínico encaramado en su palacio, habido de proteger a las clases dominantes dispuestas a no perder sus privilegios, son los pasos irredentos los que nos llevarán a enfrentar a una Corte sumida en el barro putrefacto de la soberbia y la impudicia.

Cuando las palabras obscenas emergen de la boca y las manos de un periodismo preocupado por sostener proyectos culturales de dominación y sometimiento, aquí estamos para desenmascararlos. Para enfrentarlos porque son los responsables de los escabrosos intentos de manipular la dignidad en nuestro pueblo.

Esta es la realidad abrumadora que nos impone el neoliberalismo que insiste en sostener el lado precario de la vida. Las Madres estamos convencidas, porque así nos enseñaron nuestras hijas e hijos, que de esa precariedad de la vida debe ser necesariamente la que impulse nuestra lucha solidaria, libre, alegre, colectiva, porque es la forma que tome fuerza la esperanza para convertir una patria libre, justa, igualitaria, equitativa, porque lo merecemos”, cerró Sara, levantando a la militancia.

Por último, tomó la palabra Carmen Arias que apuntó contra el Poder Judicial y el poder económico, y denunció desde un comienzo: “Desde el 24 de marzo, a 47 años del golpe, cuando el pueblo ganó masivamente las calles y marchamos por Cristina y fuimos a Tribunales donde el Padre Paco inició una semana de ayuno en la puerta, el golpe económico aumento su intensidad”, denunció.

“Primero con una grosera remarcación de precios sin justificación económica, sino política. Golpear al pueblo para afectar las posibilidades electorales del Frente de Todos antes del comienzo de la campaña electoral. Tan grave fue la remarcación que el índice de inflación del mes de marzo fue del 7.3%.

Inmediatamente después del aumento indiscriminado de precios, comenzó la corrida bancaria contra el peso para que todo salte por los aires y el Gobierno se vea forzado a realizar una devaluación brutal que consagraría una transferencia aún más regresiva del ingreso. Concentrar todavía más la riqueza en pocas manos y super empobrecer a la mayoría a través de la liquidación de los salarios.

Hay que decirlo con todas las letras: el golpe de mercado financiero aun en curso es un intento de golpe de Estado político. Una acción destituyente. No ocurre en cualquier momento. Sino cuando miles y miles de personas marchamos a Tribunales dos semanas atrás y apenas fue anunciado el acto de esta tarde de Cristina en La Plata.  

Los grupos concentrados de poder económico le tienen mucho miedo a Cristina porque saben que es la única que podría ponerle su límite a su ambición de seguir lucrando con el hambre y la desesperación de millones de hogares argentinos.

Y le tienen miedo a un pueblo movilizado y dispuesto a profundizar sus grados de organización que siguen atrás de Cristina. Las Madres estamos seguras de que el intento desestabilizador y golpista disfrazado de corrida bancaria busca condicionar la eventual candidatura de Cristina a la presidencia o su conducción política, si es que decidiera no presentarse.

Peros e equivocan, lo único que hacen los especuladores, devaluadores y concentradores de riqueza es generar las condiciones para que Cristina se vuelva ante los ojos de la mayoría de nuestro pueblo en la única garante de que todas las cosas podrían ser mejores y más justa con ella en el gobierno.

En esta Plaza de Mayo el año pasado durante su última intervención política nuestra Hebe de Bonafini, no sólo convocó a una pueblada contra la Corte Suprema, también nos desafió a preguntarnos ‘¿Qué estamos dispuestos a hacer por Cristina? No sólo pedirle, sino darle’.

Las Madres desde aquí le enviamos todo nuestro apoyo a Cristina, y le decimos que estamos para lo que ella mande.

“Como siempre, no a la proscripción Cristina conducción”, cerró Carmen.

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