Como cada jueves desde hace más de 42 años las Madres realizaron, esta tarde, una nueva Marcha en Plaza de Mayo. Ni el frío ni la lluvia lograron amedrentar a las Madres, ni a las cientos de personas que, detrás de una bandera con la inscripción “Los revolucionarios en el corazón del pueblo”, completaron dos vueltas alrededor de la Pirámide para firmar un nuevo capítulo, el Nº 2166, de la historia argentina. No fue un jueves cualquiera; la Marcha de las Madres coincidió con el Día de la Lealtad peronista, celebrando el  74º aniversario de la gestación del movimiento de masas que aún hoy marca los tiempos de la política nacional. Al término de la Marcha fue momento de los discursos habituales, en esta ocasión a cargo del periodista de Prensa Madres, Martín Smoje; la historiadora, escritora y candidata a Concejal de Moreno, Araceli Bellota; y la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini.

El primero en hacer uso de la palabra fue el integrante de Prensa Madres que celebró un nuevo jueves de ocupación política en Plaza de Mayo y luego se refirió al Día de la Lealtad peronista. “Hoy no es cualquier jueves, es 17 de octubre, Día de la Lealtad peronista; a 74 años de esa jornada histórica que culminó en esta misma plaza. Una jornada que marcó el inicio de un movimiento que, 74 años después, está más vigente que nunca”, aseguró Smoje.

Y en el mismo sentido, continuó: “Un movimiento que hoy, en Alberto y Cristina, tiene la llave para terminar en las urnas con cuatro años de sufrimiento,  poner al país de pie y alcanzar una Patria Justa, Libre y Soberana; una Patria con Justicia Social”, manifestó Martín Smoje.

Y, para finalizar, consideró que “para alcanzar esa Patria se necesitan muchas cosas, pero sobre todo dos valores que las Madres nos remarcan día a día y jueves a jueves: la solidaridad y la lealtad; en este día y cada día”.

A continuación fue el turno de la historiadora y candidata a Concejal del Municipio de Moreno, Araceli Bellota, quien agradeció la invitación de las Madres en esta jornada tan especial. “La verdad que estar en esta Plaza un 17 de octubre, a pesar del clima y de la lluvia, hace pensar en aquel 17 de octubre de hace 74 años cuando el pueblo salió a defender a Perón que estaba preso”, inició su discurso.

“Pero más que defender a Perón, salió a defender sus propios derechos y se adelantó a la CGT, que había llamado a un paro para las 0 horas del 18 de octubre. Pero el pueblo empezó a venir solo. Venían desde Avellaneda, Berisso, Ensenada pero también venían desde el oeste; de Merlo y Moreno. También en el interior del país se produjeron movilizaciones con obreras que iban a la Casa de Gobierno de cada lugar para pedir la libertad de Perón. ¿Y por qué pedían la libertad de Perón? Porque les había derechos, derechos que nunca antes habían tenido”, reveló Bellota y agregó que “desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, Perón había firmado más de 400 convenios colectivos de trabajo que incluían aguinaldo, vacaciones pagas y estabilidad laboral; cosas que antes de Perón no existían”.

En lo que fue una clase abierta de historia peronista, Bellota explicó que, en definitiva, “lxs obrerxs y lxs trabajadorxs empezaron a tener dignidad” y reveló un dato poco conocido: “Cuando diez años después de aquel 17 de octubre, al conservador Robustiano patrón Costas que había significado aquella jornada, este conservador contestó: `pasó que desde entonces nos empezaron a mirar a los ojos´. ¿Cómo podía un trabajador o trabajadora atreverse a mirar al patrón? Eso fue el 17 de octubre del `45: el pueblo en la calle defendiendo sus derechos y su dignidad”.

Bellota consideró que, años después, “fueron las Madres las que tomaron ese espíritu”. “Fueron las Madres en la Plaza desafiando al poder de la dictadura y a los militares, fueron las Madres pidiendo por la aparición de sus hijos”, sostuvo la escritora.

“Y cuando pedían por la aparición, pedían por la dignidad de todos nosotros. Esto fueron las Madres desde entonces y hasta el día de hoy en la Plaza sin interrupción; dando vueltas a la Pirámide. Pidiendo por la dignidad de sus hijos y de todo el pueblo argentino”, manifestó en otro pasaje de su discurso.

Luego se refirió a las elecciones del 27 de octubre: “En 10 días tenemos la posibilidad y la obligación de repetir esa gesta; porque la historia se construye cuando una generación toma la posta de la otra. Hoy tenemos un Gobierno que nos condena al hambre, a la desocupación, a la falta de medicamentos, educación y salud. Es un Gobierno que nos desprecia y desde hace cuatro años nos mira preguntándose cómo nos atrevemos a mirar al patrón”, señaló Bellota.

“Nos atrevemos porque existió el 17 de octubre del `45, porque hubo generaciones enteras que tomaron la posta y dieron la vida por esos principios; como los hijos de estas M    adres… y fueron ellas después las que tomaron esa posta para darnos a todxs lxs argentinxs una lección de dignidad”, sostuvo la candidata.

Y recalcó: “La dignidad no se negocia, no tiene precio. La dignidad  del pueblo argentino no se negocia. Vamos entonces, compañeras y compañeros, en diez días vamos a hacer nuestro 17 de octubre: el 27 de octubre de 2019, nos toca a nosotros”.

Para finalizar, enfatizó: “Nos sacaron la fuente así que no vamos a poder poner las patas como aquella vez, pero podemos poner los votos en las urnas. Y las vamos a reventar para que a este Gobierno le quede claro que nunca más se puede condenar al pueblo argentino al hambre y a la desocupación. Y para que nunca más se metan con nuestra dignidad”.

El cierre, como de costumbre, estuvo en la voz de Hebe de Bonafini. “Que día para hablar de la lealtad. Desde ayer que escuchamos la Marcha Peronista, discursos de Perón y de Eva y yo quiero aprovechar esta oportunidad que tengo, dado que somos las únicas que estamos en la plaza este 17 de octubre. La voy a aprovechar para pedirles a todos los que ingresaron al Frente de Todos que por favor sean leales y que las palabras lealtad y solidaridad sean los principios básicos para hacer política”, exigió Hebe y, a futuro, pidió paciencia “para que primero solucionen los problemas de los que menos tienen”.

“Le pido a Massa, porque hay muchos que desconfiamos, que sea leal a lo que prometió cuando ingresó al Frente de Todos. Pero también se lo pido a muchos otros que tal vez no conocemos y que ingresaron con la idea de tener un cargo. No, no… lo que tienen que hacer es entregarse a esta fórmula que armó Cristina, la formula Fernández – Fernández. Es un lugar en que todos tenemos que entrar para dar y no para pedir. Los cargos políticos se ganan cuando los compañeros los nombran o eligen. No cuando nos elegimos nosotros mismos, a veces con intereses espurios, para conseguir un cargo. A esos me dirijo, quizás sea un poco dura, pero en una de esas algo les entra… esperen a que el pueblo los elija, el pueblo sabe”, lanzó, fiel a su estilo, Bonafini.

Luego, retomó las palabras de Araceli Bellota y se refirió al 17 de octubre de 1945: “Yo tenía  17 años. Ese día mis padres me llamaron para que viera como del otro lado del río pasaban los carros y camiones desde Berisso y Ensenada, llenos de trabajadores que iban camino a Buenos Aires a esa gesta maravillosa. Había mucha esclavitud. Eso de mirar al patrón a los ojos era cierto. Lo vivimos en carne propia cuando la fábrica donde trabajaba mi padre cerraba un mes `por balance´ y no le pagaban a nadie”, recordó Hebe de Bonafini.

A continuación se refirió a Eva Perón: “Esa mujer que marcó un camino increíble, que brilló poco pero que tanto hizo, la que le dio la espalda a los ricos, esa que se vestía como una princesa pero que sabía embarrarse hasta donde fuera necesario”. En esta jornada tan significativa, Hebe leyó dos fragmentos de “Mi mensaje”, el último libro de María Eva Duarte de Perón:

 “(…) Tenemos que convencernos para siempre: el mundo será de los pueblos si los pueblos decidimos enardecernos en el fuego sagrado del fanatismo. Quemarnos para poder quemar, sin escuchar la sirena de los mediocres y los imbéciles que nos hablan de prudencia. Ellos, que hablan de la dulzura y del amor se olvidan que Cristo dijo: ¡Fuego he venido a traer sobre la tierra y qué más quiero sino que arda! Cristo nos dio un ejemplo divino de fanatismo. ¿Qué son a su lado los eternos predicadores de la mediocridad?”.

Y, a continuación, otro fragmento de la misma obra:

“(…) Nosotros somos un pequeño pueblo de la tierra, y sin embargo con nosotros Perón decidió ganar, frente al imperialismo capitalista, nuestra propia justicia y nuestra propia libertad. Y somos justos y libres. Podrá costar más o menos sacrificio ¡pero siempre se puede! No hay nada que sea más fuerte que un pueblo. Lo único que se necesita es decidirse a ser justo, libre y soberano. ¿Los procedimientos? Hay mil procedimientos eficaces para vencer: con armas o sin armas, de frente o por la espalda, a la luz del día o a la sombra de la noche, con un gesto de rabia o con una sonrisa, llorando o cantando, por los medios legales o por los medios ilícitos que los mismos imperialismos utilizan en contra de los pueblos”.

Para finalizar tuvo palabras para el mandatario que ocupa el sillón de Rivadavia en Balcarce 50: “No quiero ensuciar este día nombrando al innombrable… pero es el pueblo, con su voto, el que lo va a castigar y enterrar para siempre el próximo domingo 27, cuando votemos Fernández – Fernández”.

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