Jueves 17-03-2022

En la marcha 2292 convocada por la Asociación Madres de Plaza de Mayo tomaron la palabra: Hebe de Bonafini, Noelia López, directora de Salud Comunitaria de la provincia de Buenos Aires,  y Demetrio Iramain, secretario adjunto del SITRAJU. 

Hebe de Bonafini: “No le echemos más la culpa a la guerra, la culpa es de un gobierno que no sabe gobernar y que no le importan los pobres”.

Al iniciar su intervención Hebe de Bonafini recordó al actor Arturo Bonín, recientemente fallecido, quien siempre acompañó a las Madres. Lo despidió expresando que “está y estará presente junto a nuestras hijas e hijos”.

Hebe, en representación de las Madres, se refirió a la carta firmada por 500 intelectuales que analiza el momento político que estamos viviendo en el país: “Les quiero responder a los intelectuales que firmaron un documento hablando de  ‘moderación’. Claro, es muy fácil hablar de la moderación, porque ya sabemos que los intelectuales son moderados. Son los que nunca estuvieron al frente de una marcha porque se ponen atrás para salir rajando cuando reprime la policía. Dejan que te caguen a palos y nunca van a buscar a nadie a la comisaria. Esos son los moderados, ¡no me quiero ni parecer a los moderados!” 

En ese sentido, se pronunció sobre la visita del presidente Alberto Fernández a una clase de gimnasia acuática en Tortuguitas: “No se embarra, no va donde está la señora que tiene la olla vacía, donde están los nenes con mocos. Siempre se junta con los que más tienen, eso no va a cambiar, y no lo vamos a traer para nuestro lado ni con cuatro bueyes”.

Atado a esta caracterización del mandatario, profundizó sobre las diferencias de clase: “No me olvido que, cuando todavía no había llegado el peronismo, mi padre había un mes al año que no trabajaba. La fabrica cerraba, y no por vacaciones (aún no existían), cerraba porque había balance. Y entonces, el pobre que trabajaba no cobraba, y se las tenían que rebuscar, en cambio los patrones sí se iban de viaje con la familia. Mi mamá tenía una libretita negra donde anotaba todo; a ver si le alcanzaba para vivir. ¿Qué me van a venir a contar? Estamos volviendo a la misma: al trabajador explotado, a la gente joven sin oportunidades, a ellos les pido perdón y disculpas. Los chicos están siendo cartoneros y cartoneras -no es que sea malo- pero es muy triste que hayan aumentado los cartoneros en vez de que aumenten los estudiantes en las universidades, me da vergüenza”.

En otro segmento de su discurso abordó el tema que más afecta a la población: la suba de precios en los alimentos. “El mismo pedido de la verdulería de la semana pasada me costó 300 pesos más. El que no tiene, ¿qué hace? ¿Qué va a pasar con el trigo y con el pan? La calidad del pan es malísima, inclusive del pan más caro que es el Bimbo, no me quiero imaginar lo que es el pan del pobre. Y no es que hablamos porque hablamos, y que somos unas renegadas, es que nos da mucha bronca que nos digan siempre que estamos equivocadas, aunque hablemos a partir de nuestra propia experiencia.  Siempre nos mandan a alguien para querer cambiarnos la cabeza.  La jubilación se va en impuestos y servicios: gas, agua, luz, eso si tenés casa, o en alquiler, si no la tenés. En eso se va la plata de la jubilación. Dios, me libre y me guarde si hay que pagar algo del médico. Entonces, que no nos vengan a decir que las Madres estamos equivocadas, que no sacamos bien las cuentas. Ahora el presidente le echa la culpa a las guerras, pero siempre hubo guerras: la de Irak, la de Yugoslavia, la de Palestina, la de Siria. ¿Quiere que le cuente las guerras que hacen los yanquis todos los días? Putin está haciendo una guerra contra la OTAN que es casi lo mismo que los yanquis. Pero no le echemos más la culpa a la guerra.  La culpa es de un gobierno que no sabe gobernar y que no le importan los pobres.”

Noelia López: “Un pueblo sano es un pueblo que lucha”

La directora de Salud Comunitaria de la provincia de Buenos Aires agradeció la invitación de las Madres y reconoció que ellas les han enseñado, a los y las militantes, que la organización vence al tiempo. Durante su intervención narró cómo fue estar al frente del organismo en tiempos de pandemia, y qué sigue haciendo falta para superar al Covid. “Veníamos de una crisis económica y social muy importante, que fueron los últimos cuatro años de neoliberalismo, y nos encontramos, al llegar a la gestión de salud de la provincia con la pandemia. Esto implicó un enorme esfuerzo para fortalecer el sistema de parte del Estado, y fue posible también por la organización de la comunidad. Me parece que naturalizamos mucho los procesos que vivimos en tan poco tiempo: interrumpir nuestras vidas, encuarentenárnos, y nosotros, como gobierno, pensar cómo podíamos acercarnos a nuestro pueblo y ver qué le estaba pasando. Por eso, fue muy importante el trabajo de articulación entre el Estado y las organizaciones sociales, no solamente para hacer un recorrido casa por casa para ir a buscar a las personas que tenían síntomas, o para saber si tenían para comer, sino para transmitirle a la comunidad qué era lo mejor en materia de cuidados con respecto a la pandemia. Luego, llegó la vacunación, y eso es algo que nos permite compartir con nuestras familias la proyección de un futuro. En ese sentido, la organización nos demuestra que la salida es colectiva. Hoy venimos con una campaña de vacunación exitosísima, en la provincia de Buenos Aires estamos vacunando de manera federal, sin mirar el lugar de residencia de las personas, y de manera libre. Tenemos altísimos porcentajes de vacunación de la primera y segunda dosis, y necesitamos un esfuercito más para que se apliquen la tercera dosis. Necesitamos que la gente no se relaje con respecto a los cuidados: el lavado de manos, la ventilación de los ambientes, el uso del tapa boca, el distanciamiento. La pandemia generó algo positivo que es repensar el sistema de salud, un sistema que responda a las necesidades de nuestro pueblo, y algo que nos parece esencial es la participación de la comunidad en todos los procesos. Valoramos mucho este espacio de lucha, este espacio de resistencia porque creemos que es la clave para seguir construyendo la memoria de nuestro pueblo, y para construir un futuro. Un pueblo sano es un pueblo que lucha”.

Demetrio Iramain: “Para que el pueblo coma tenemos que librar una batalla muy fuerte contra el poder judicial concentrado y siempre amigo de los poderosos”.

El secretario adjunto  del SITRAJU consideró muy relevante la medida cautelar que presentó la Sociedad Rural Argentina ante la justicia de Córdoba el pasado 21 de febrero con el objetivo de eliminar las retenciones. Explicó cómo se vincula este pedido con el acceso -o no- a los alimentos por parte de la población de nuestro país. “El presidente anunció que mañana, viernes, empieza la guerra contra la inflación, así lo dijo y una de las medidas que  trascendió es que se aumentaría dos puntos las retenciones al aceite y la harina de soja. Esperemos que esta vez sí avance sobre el poder económico concentrado, que es el del sector agropecuario. Sabemos que ese sector corre muy ligero, y que quieren que el Poder Judicial decrete la inconstitucionalidad de las retenciones. Por eso, presentaron la medida de amparo en Córdoba. Imagínense, si en aquel momento, no había razones para fallar a favor de los sectores del campo, mucho menos lo hay ahora que tenemos una guerra. Ellos fueron beneficiados por esta situación; ganaron más de 2 mil millones de dólares, es decir, a la ganancia que tienen normalmente le han sumado 2 mil millones de dólares, en menos de un mes, que es el tiempo que está durando la guerra en Europa.  Tenemos que estar atentos porque sabemos quiénes son los jueces, sabemos qué intereses defiende la Justicia Federal, sobre todo la de Córdoba donde la frontera entre poder político, sectores concentrados de la economía, y medios de comunicación es tan difusa y conforman un mismo bloque. Tenemos que estar atentos porque el expediente que, desde el 21 de febrero no se había movido, se movió la semana pasada. El juez Ricardo Bustos Fierro decidió admitir el recurso y empezó a estudiarlo y se cree que dentro de un mes, aproximadamente, va a dictar una resolución. Este fallo puede ser apelado, si eso ocurre resolverá la Cámara. Qué sepa, el Señor Presidente, que si va a ir a la guerra contra la inflación, el poder judicial tiene un arsenal muy poderoso. Por eso, nosotros, desde este espacio, lo denunciamos cada jueves. Para que el pueblo coma tenemos que librar una batalla muy fuerte  contra el poder judicial concentrado y siempre amigo de los poderosos”. 

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