Cuando la ves vestida de princesa en una asunción o parada en un escenario con un blusón de lana que le queda grande, la ves tan pequeña, tan frágil que sentís ganas de protegerla y abrazarla.
Su gran inteligencia la llevó a la ONU y a distintos parlamentos latinoamericanos y europeos desde donde deslumbró con sus discursos caracterizados por la profundidad y la franqueza, para que todxs pudieran entender. De pie enfrentó al Fondo Monetario Internacional (FMI) como nunca nadie lo había hecho. Así, defendió a su pueblo con seguridad y terminó con la deuda.
Cristina le dio dignidad a nuestro pueblo. Entregó asignaciones por hijo, becas para estudiantes y, ante la sorpresa de muchxs, creó universidades públicas en los municipios más pobres del país. Sí, educación para todos y todas. De su mano creció la industria y abrió fábricas para que miles de trabajadorxs tengan un empleo digno. Además, a partir de sus políticas, logró un desarrollo tecnológico que hace que aún hoy se me caigan las lágrimas cuando recuerdo el día del lanzamiento y puesta en órbita del satélite ARSAT. No lo podíamos creer, nuestro país estaba de pie.
Soportó de pie la muerte de su compañero de toda la vida, el gran político y, en ese momento tan difícil, tampoco nos abandonó. Jamás renunció a la lucha por y para nosotrxs a pesar de ser traspasada por el dolor. Ahora, nos demuestra ser la más humilde de todas, la que ocupó el cargo más alto, hoy vuelve para mostrarnos cómo se debe hacer política. En las calles, en las fábricas y en los barrios. Como una más.
Todos los latinoamericanos la amamos porque ella, la más grande mujer, abrió la puerta a todxs.
Hoy los niños dicen Cristina antes que mamá y con sus pequeños deditos hacen la V de la victoria.
El enemigo la quiere destruir y para eso la difama e inventa mentiras pero lo que no saben es que ella, como Juana Azurduy y Eva Perón, ya pasó a la historia de nuestra amada Patria.
Con ella al frente el triunfo está asegurado porque millones saben que es la única que nos puede devolver la dignidad.
Te queremos, Cristina. Y por eso estaremos siempre a tu lado, siempre.
Gracias por tanto.
¡Viva la Patria!
Hebe