Las Madres de Plaza de Mayo realizaron la Marcha N°2363 de los jueves en la Plaza de Mayo junto a la militancia que, a pesar del frío marchó junto a estas incansables luchadoras. Una vez finalizada escuchamos a los compañeros Demetrio Iramain, Jorge Giles, y el cierre de Carmen Arias.
En un primer término, tomó la palabra Demetrio Iramain, quien habló de Eva Duarte de Perón tras un nuevo 26 de julio, a 71 años de la partida de “esa enorme compañera de nuestro pueblo”.
En ese sentido, Demetrio señaló que se trató del primer 26 de julio sin nuestra compañera eterna Hebe de Bonafini, a quien “se le iluminaban los ojos” cada vez que leía el texto Los Fanáticos, escrito por Evita. “Se le iluminaban los ojos a Hebe cuando lo leía, le brillaba la mirada”, agregó.
“Trataba de pensar a Evita, a Hebe hoy, en estas circunstancias, y en qué nos puede servir ambos ejemplos”, dijo y citó un texto que la abanderada de los humildes escribió en el libro ‘La Razón de Mi Vida’, que se llama “Una Semana de Amargura”. Comentó que un año antes de su fallecimiento Eva visita una huelga de trabajadores ferroviarios y ve “el peligro que está al frente del peronismo, que son peligros muy similares a los que hay ahora”, reflexionó y aseguró que no podía entender cómo trabajadores ferroviarios que tenían trabajo gracias a Juan Domingo Perón, “le estén haciendo una huelga, que no entiendan el enemigo y las circunstancias que estaba atravesando la Argentina”, planteó.
“También el papel de Evita es a veces amargo. Toda esta semana pasada, por ejemplo, me ha resultado amarga.
Ha habido una huelga y ésta tuvo que ser declarada ilegal por injusta.
Yo sé que malos dirigentes -los viejos dirigentes del anarco sindicalismo y del socialismo y los infiltrados comunistas- han dirigido todo esto.
Sé que la mayor parte del gremio, y que todo el pueblo ha repudiado el proceder de esos ingratos, indignos de vivir en esta Nueva Argentina de Perón.
Sé todo eso y sin embargo toda la semana he vivido amargada. Solamente me consolé cuando decidí salir a recorrer los lugares de trabajo y conversar con los mismos obreros en huelga.
Quise hacer esta salida sin guardias ni escoltas que nunca uso y menos en esta ocasión en que iba a ver qué ocurría con los obreros en huelga”, leyó Demetrio, y vinculo el escrito con un recuerdo de Hebe y las Madres, “yendo a los conflictos, a veces a increparlos, me acuerdo de uno del 2001, se había organizado en julio agosto de ese año, con una situación social muy crítica, una asamblea nacional piquetera en La Matanza, donde tenían que analizar cómo continuar la lucha y había mucha presión política y mediática, y judicial, de que los piqueteros con sus cortes de ruta impedían la circulación y eso perjudicaba a los pocos trabajadores que tenían empleo, y se debatía si dejar caminos alternativos de circulación o no”, contó.
En este marco, Hebe “muy enojada” participó junto a las Madres de esa asamblea encabezada por los dirigentes Luis D’Elia y Juan Carlos Alderete, donde planteó que “cortar es cortar” y exigió a los piqueteros que profundicen la lucha sin modificar los piquetes, ni siquiera para dejar un carril para la circulación.
“Cuando se lanzó el plan de lucha de piqueteros y hubo un montón de cortes programados, las Madres estuvieron cortando varias veces en una misma semana el tránsito de Avenida de Mayo y Saenz Peña, y se ponían con una bandera que cruzaba toda la Av de Mayo, sentaditas en una silla, y sostenían que ‘cortar es cortar’ y no pasaba nadie durante 4 o 5 horas”, recordó y volvió a relacionar la actitud de las Madres con la de Evita ante la huelga de ferroviarios.
En ese sentido, continuó leyendo el texto de Eva Duarte. “Iba pues como amiga, y como amiga no podía presentarme ante ellos con miedo. ¡Ni siquiera con precaución!”, continuó Demetrio, quien aseguró que Eva se enojó con ellos, “porque veía que los trabajadores no compartían, o no sabían las razones del paro, y veía que había un manejo de la dirigencia para llevar y profundizar ese conflicto”, afirmó Demetrio y continuó con la lectura: “me di cuenta de que no sabían, tampoco me alegré: pensé que aun quedaba mucho por hacer, hasta que la masa obrera argentina tenga plena conciencia de la responsabilidad de su misión histórica, que es nada menos que enseñarle al mundo a vivir feliz; a la sombra del Justicialismo de Perón”.
En este punto, Iramain sostuvo “como tantas veces Hebe fue crítica de los dirigentes de los movimientos sociales que muchas veces llevan a los compañeros de los barrios, los más humildes, a luchas que desconocen incluso los compañeros por lo que están reclamando, y son instrumentos de esos dirigentes. Hebe muchas veces dijo eso y se peleó con esos dirigentes”, completó Demetrio.
Continuando con el texto de Eva Perón, Demetrio leyó:
“Pero nosotros -dice siempre Perón- venceremos con la verdad.
No diremos nunca, que vivimos sin problemas ni preocupaciones.
Eso sería mentira y nadie nos creería.
No. Tenemos problemas. Tenemos preocupaciones. Sufrimos también nuestras amarguras”, leyó Iramain y agregó, “como tantas veces Hebe que citando al Ché decía ‘la verdad ajustada como un guante siempre, aunque duela’, como decía Eva, como nos dijo Hebe tantas veces, también lo repetiría hoy: ‘para ser fanáticos, tambien hace falta la ética de la responsabilidad’ es un momento complejo, difícil, el enemigo es muy similar y tenemos que actuar con mucha responsabilidad”, expresó
“Siempre siguiendo la verdad ajustada como un guante de los pañuelos blancos de las Madres de Plaza de Mayo y el ejemplo extraordinario de Eva Perón y de Hebe de Bonafini”, cerró Demetrio levantando a la militancia.
En segundo lugar, tomó el microfono el compañero, militante peronista, periodista y amigo de las Madres, Jorge Giles, quien dirigió el Museo Malvinas, estuvo preso durante la dictadura y fue muy cercano a nuestra presidenta eterna y las Madres.
En un comienzo, Giles agradeció a las Madres por la invitación y aseguró que “este momento no lo voy a olvidar hasta el último minuto de vida. Eterno agradecimiento”, señaló.
“Es la primera vez que hablo sin Hebe, he hablado en otra oportunidad, entonces le decía a las Madres lo revuelto que uno tiene el alma y los sentimientos de saber esta verdad amarga de que no está Hebe”, sostuvo y contó como forjó su amistad con Hebe.
“Fue una compañera, compañero de un compañero preso que visitaba Hebe, la querida Ana María Sabio, la que nos fue presentando. Escribía cartas a Hebe y ella me escribía, por supuesto haciendo trampa porque nosotros teníamos prohibido escribir”, explicó. “Yo escribía a mi vieja, y con ella habíamos convenido que cuando decía ‘la mamá grande’ todo lo que venía a continuación era para Hebe. Y de vuelta había otra clave que empleaba Hebe a través de la letra de mi vieja, y así nos fuimos conociendo”, relató.
En este fragmento, Giles recordó que al salir de prisión a la primera persona que pidió ver fue a Hebe, quien lo esperó con una fuente de empanadas. “Después de eso no nos dejamos de ver nunca más”, afirmó.
Más adelante, se refirió al presente que atraviesa el país, y tras dejar el título “La derecha se prepara para el asalto final a la democracia” en el aire de la Plaza, explicó:
“Hoy estamos viendo algunos hechos que no son para tomar en broma, o como un exabrupto de un dirigente, o ‘mira como se matan entre ellos’, hay algo mucho más profundo. Repasaba los índices de presencia y ausentismo en las elecciones nacionales desde que la Argentina recuperó la democracia en 1983, que salíamos de la dictadura y fue a votar aproximadamente el 85%, 86% del padrón electoral nacional. Es decir, que había un ausentismo casi de naturaleza humana de 14%, 15%”, advirtió.
“En la segunda votación grande para presidente, también hubo un alto porcentaje, aproximadamente el 83%. Después sí, comienza una montaña rusa digamos en el índice de presentismo ausentismo, y hoy nos encontramos en las elecciones provinciales que están ocurriendo con cifras que en el mejor de los casos están en el 70%”, alertó.
“El 60% votó en Córdoba. Venimos de aquel 85% y hubo ausentismo, pero ¿Saben cuál fue el piso más bajo de ausentismo? El 2021. Son, aproximadamente, cuatro millones y medio de compatriotas que no fueron a votar”, señaló.
“Lo grave que tiene esto, es que corremos el riesgo que se vacíe la democracia. Corremos el riesgo de que no solamente se fracture la voluntad popular, sino que entremos en una etapa de anomia, o sea, no hay musculatura dentro de la democracia y por lo tanto no hay musculatura para salir a pelear en defensa de nuestro derecho”, sostuvo.
En este punto, Giles se refirió al ataque del partido judicial sobre Cristina Fernández de Kirchner. “Cuando vino la dictadura, luchando contra la prescripción de Perón, por la vuelta de Perón, estoy hablando los años 70’. Y hoy ocurre la proscripción de Cristina y ocurre algo más grave que es la naturalización de la proscripción. Eso es gravísimo, porque quiere decir que el poder las clases dominantes, la derecha, puede hacer lo que quiera con nosotros, con nuestros dirigentes, con nuestros líderes populares”, señaló.
“Entonces, la reflexión que uno intenta decir todos los días de la manera que puede, es empecemos a ver este peligro que corremos. Nosotros tenemos que fomentar a que la gente vaya a votar. Tenemos que fomentar que la gente se queje, que la gente pueda protestar, pueda luchar por sus derechos. Nos sacaron el derecho a votar a Cristina Fernández de Kirchner”, aseguró y exigió, “no podemos naturalizar esa situación como si fuera parte de la naturaleza de la democracia”.
“Es peligroso el mensaje violento de la derecha que no podemos confundir. No es un mensaje violento entre ellos. La excusa es entre ellos, pero el mensaje violento es para nosotros como pueblo, y no nos equivoquemos pensando en que se están peleando, se están matando entre ellos. No. Están unificando personería. Están buscando a ver quién es el más violento (…) quien tiene la faca, el puñal, el cuchillo más afilado para pasar a degüello a todas las ideas y vestigio de la historia nacional y popular”, marcó.
En este sentido, apuntó contra la precandidata del macrismo Patricia Bullrich, “una señora innombrable”, que estos últimos días fue noticia por cantar consignas de odio contra el peronismo y Cristina Fernández de Kirchner. “Es gravísimo. No es para tomarnos a la chacota. Está anunciando, la derecha siempre hizo eso, te anuncia lo que va a hacer y después trata de hacerlo. Va a estar en nosotros organizarnos, convocar a la juventud para pelear”, insinuó.
“Ellos no vienen a ganar el gobierno como lo hicieron en el 2015”, continuó. “Acordémonos de la campaña del 2015, era ‘no se va a tocar nada lo que está hecho vamos a respetar y vamos a mejorar aquellas cosas que nos parece que hay que mejorar’. Entonces era ‘la revolución de la alegría’. Y eso, aunque nosotros los militantes nos riamos, lo cierto es que eso era una táctica de la derecha para ganar ese gobierno que para ellos quedó trunco en el 2019.
Ahora vienen sin ningún tapujo a decir que van a quitar todos los derechos. No mienten esta vez, dicen toda la verdad y se juegan a ganar con eso. Entonces, por eso digo que se están preparando para el asalto final.
Si se llega a naturalizar esta situación de anomia”, planteó, “nos va a ir mal porque no van a ser cuatro años más donde estamos en una democracia tranquila ‘Vienen ellos, después vendremos de vuelta a nosotros’. No es así. No va a ser así. Van a ser cuatro años de lucha permanente, porque si hay algo que me parece que sí nos tenemos que juramentar nosotros es que vamos a pelear, ser dignos de Hebe de Bonafini, de nuestros 30 mil, de nuestras Madres que siguen peleando, de la historia de este pueblo”, cerró Giles.
Por último, la militancia escuchó atentamente a Carmen Arias, quien se refirió a lo expuesto por Bullrich. “Una de las precandidatas a presidenta dijo que si ganara las elecciones resolvería muy fácilmente el problema del dólar. ¿Cómo lo haría? Sencillo, negociando un blindaje con el fondo monetario internacional. No se cuidó ni siquiera de disimularle el nombre. El blindaje y el MegaCanje del año 2001 fueron las formas finales del saqueo financiero que coronó el desastre económico y social de la década del 90.
El endeudamiento es lo único que puede ofrecerle la derecha al pueblo. Lo dijo como si fuéramos tontos y no nos diéramos cuenta que semejante desembolso de dólares sería a cambio de acondicionamientos. Y lo peor, lo dijo como si este pueblo no tuviera memoria; pero el problema es que efectivamente algunos no la tienen. Por eso las madres siempre decimos que la memoria tiene que ser fértil, en movimiento, no quieta, no encerrada en sus fechas ni congelada en museos y testimonios del dolor. Tenemos que tener una memoria que nos sirva para construir un futuro mejor.
Como dijo Máximo Kirchner hace muy poquitas semanas, no se trata solo de contar los fusilamientos del 24 de marzo de 1976, el 2 de abril de 1982, o el 10 de diciembre del 83 sino también del 19 y el 20 de diciembre de 2001, el 25 de mayo de 2003, y de lo que un pueblo como el nuestro puede hacer cuando tiene una dirigencia que realmente está dispuesta a representar. Las madres lo venimos diciendo hace un montón de años. Porque como dijo Hebe alguna vez, entre ver un niño feliz y un genocida preso las madres decidimos que preferimos ver al niño feliz. Y para ver a un niño feliz lo que necesitamos es que la derecha, en cualquiera de sus formas, no gane las elecciones.
Posiblemente una porción del electorado no sepa qué pasó en diciembre de 2001 o se haya olvidado. Es nuestra obligación recordárselo, contárselo. Falta de trabajo, salarios en negro, porque la economía y la vida de millones de personas estaba en total informalidad, represión, presos políticos, miles de luchadores procesados con la espada de Damocles judicial a punto de caer sobre sus espaldas, todos los genocidas libres, mayoría automática en la Corte Suprema, economía extranjerizada, deuda externa, cuasi monedas en el interior, con el patacón en la provincia de Buenos Aires entre otras calamidades. Pero analizar el año 2001 inevitablemente nos lleva a analizar el año 2003.
No habría habido gobierno de Néstor Kirchner sin la resistencia popular del año 2001. Cuando Néstor en 2003 ganó las elecciones por abandono de su contrincante que era Menem, lo hizo en una elección anticipada cuyo apuro fue producto de la crisis que generó el fusilamiento a Kosteki y Santillán. Cuando Néstor gobernó sin represión, lo hizo porque escuchó el reclamo de un pueblo que venía enfrentando en las calles.
Si Néstor ganó aquellas elecciones aun perdiéndolas fue porque todos los votos se iban a unir para derrotar a Menen y su eventual tercer mandato presidencial. Lo mismo tiene que pasar en agosto, octubre y noviembre para que la derecha no vuelva nunca más».
Por último, Carmen saludó a la militancia e invitó a todos y a todas a la Marcha N° 2364 del próximo jueves 3 de agosto.