Un nuevo jueves en la plaza. Las Madres realizaron su marcha número 2167 junto a cientos de personas que acompañaron una nueva cita en esta histórica plaza. Fue el último jueves previo a las elecciones del domingo 27 de octubre, jornada en la que el pueblo recordará un nuevo aniversario del paso a la inmortalidad de Néstor Kirchner, con la esperanza de terminar en las urnas con un modelo neoliberal excluyente que sumió en la pobreza a la mayoría de lxs argentinxs.

Luego, al completar las dos vueltas a la Pirámide de Mayo, el epicentro se mudó al ámbito de las palabras y fue momento de los discursos en el espacio de “La Hormiguita Colorada”, en esta ocasión a cargo de Demetrio Iramain, periodista y poeta; la periodista y docente, Mariana Moyano; y Hebe de Bonafini, presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo.

El primero en hacer uso de la palabra fue Iramain quien resaltó la importancia de un nuevo jueves de ocupación política en el sitio que parió la lucha de las Madres, en aquel abril de 1977. Iramain dedicó la primera parte de su discurso a la coyuntura latinoamericana y envío “un fuerte abrazo  y al solidaridad al pueblo chileno en lucha contra la represión salvaje de Sebastián Piñera”, en referencia a la avanzada militar ordenada por el empresario chileno que ocupa el Palacio de la Moneda y que ya se cobró 18 víctimas.

A continuación celebró la gesta “del heroico pueblo boliviano que ha ganado las elecciones y confirmó a Evo Morales en la presidencia” pero criticó la intervención imperialista que “a través de la Organización de los Estados Americanos (O.E.A.), asedia al pueblo boliviano y, aunque reconoce que no hubo fraude, sugiere una segunda vuelta”. El periodista calificó como “una vergüenza” el accionar de la O.E.A. y criticó que “en vez de observar la represión en Chile se pone a mirar con lupa a la democracia boliviana”.

Iramain recordó que la economía boliviana “nunca creció tanto como durante los años de Evo”, a quién calificó como “el gran héroe de la historia de Bolivia”. Y consideró que con el resultado de las elecciones, “el pueblo ha demostrado en las urnas que el proceso de transformación no se va a detener”. 

Al referirse a las elecciones locales, Iramain criticó “las operaciones mediáticas ejecutadas por los servicios de inteligencia  y el Partido Judicial”, las calificó de “manotazo de ahogado” y vaticinó un triunfo de la fórmula Fernández – Fernández el domingo 27 de octubre.

Al referirse a la “resucitación de los cuadernos”, Iramain advirtió que la repentina aparición “puede hacer caer la causa dado que en el primer testimonio de Oscar Centeno, él había declarado que los había quemado en una parrilla”. “Es un manotazo de ahogado en una causa inventada”, manifestó Iramain que, al mismo tiempo, aseguró que “aunque machaquen con esto de acá al domingo, el pueblo ya no les cree nada”.

A continuación fue el turno de la periodista Mariana Moyano quien consideró “un privilegio” la invitación de las Madres. “Me acuerdo que después de la derrota en 2015, durante un tiempo buscaba excusas para ir a visitar a las Madres, charlar con ellas… siguiendo eso que dicen: `cuando no sepas dónde ponerte, anda dónde están las Madres que no se va a equivocar´. Hebe siempre dice que no hay que enojarse, que hay que hacer cosas y eso siempre me dejó pensando… me costó tiempo procesarlo y volverlo un concepto. Pero me di cuenta que durante este proceso hemos aprendido algunas cosas: durante mucho tiempo estuvimos equivocados, disputando con el poderoso enemigo que tenemos, la agenda de los temas. Queríamos discutir temas nada más que con palabras…. y me di cuenta que las Madres, durante más de 40 años, nos han enseñado a disputar la agenda del estado de ánimo”, manifestó Moyano.

Y en el mismo sentido, agregó: “Muchas veces dijimos `el amor vence al odio´ pero lo dijimos enojados, solo con palabras, lo dijimos indignados… y esta es la era política de la indignación. Nos quieren enojados porque cuando uno se enoja no puede pensar, no puede ver al que tiene al lado, ni siquiera sonreír”.

“En tiempos donde la comunicación pasa mucho por la violencia en las redes sociales, la agresión, las palabras ofensivas y ese tipo de discusiones sin conceptos profundos… hemos encontrado el tono de la campaña. Ya no tenemos atriles sino que conversamos, todxs lxs candidatxs sonríen pese al sufrimiento que vive el pueblo porque transmitir la alegría es un enorme concepto político…”, consideró la comunicadora social.

“Recuerdo la primera vez que invite a Hebe a un programa de Radio Nacional, le dije algo que pensé que se iba enojar… le dije: `Hebe tengo la sensación de que a vos Néstor Kirchner te desenojó´ y Hebe se quedó pensando y me dijo que sí…. Ese profundo cambio político de dejar de estar enojados nos convierte en personas mucho más pensantes y abiertas, desde un lugar de mucha reflexión”, puntualizó Mariana Moyano e insistió en cuidar el “enojo”.

“Aquí hemos encontrado la manera de convertir el enojo en participación ciudadana, en calma alegría y temple. Para algunos podrá parecer mezquino pero lo que hacemos es garantizar que no haya muertos”, señaló en línea con un concepto que Hebe repite al denunciar que “los muertos siempre los pone el pueblo”.

Ante esto, Moyano consideró que “ha sido un aprendizaje muy duro pero hay que celebrar que encontramos un nuevo modo de comunicación política: el de la importancia de la alegría”.

Para finalizar, resaltó: “Hay un lema que dice `la felicidad del pueblo y la grandeza de la Nación´. Pero ningún pueblo puede ser feliz si él que está al lado es infeliz; y ninguna Nación es grande sin un pueblo que no sea feliz. Y esto que parece tan sencillo es muy complejo… pero hemos podido aprehenderlo para nuestra práctica política”.

El cierre, como de costumbre, estuvo a cargo de la presidenta de la organización, Hebe de Bonafini. “Cuando escuchaba a Mariana me acordaba de mi hijo Raúl. Cuando se lo llevaron a Jorge me junte con Raúl en una confitería por acá en el centro y me dice: `mira mamá, la situación es grave, no sé qué me va a pasar a mí´. Me dijo que no se iba a ir, que se iba a quedar a acompañarme para buscar a Jorge, pero me advirtió que no sabía que es lo que iba a pasar. Y me dijo: `mamá, yo te pido que si me llevan a mí -y estoy seguro que Jorge diría lo mismo- nunca dejes de hacer lo que estabas haciendo. No dejes de disfrutar de la música ni de las sonrisas. No dejes de hacer lo que hacías antes porque si no, no vas a poder luchar”, recordó Bonafini.

“Esas palabras siempre me rondaron en la cabeza, por eso cuando hablo siempre me gusta poner un tono distinto, alguna picardía, hacerlos reír… porque nos hace falta cortar un poco el drama, la tragedia y el horror con una sonrisa”, agregó.

“Y está bien eso de ser más prudentes pero nos falta un paso… y ese paso es estar cerca de los que no tienen trabajo, de los que no comen, de los que están inundados.  Y no quiero que el discurso de ser mejores y estar tranquilos evite que seamos `violentos´, pero en el sentido de que nos dé muchísima bronca y mucho odio que en un país tan rico haya nenes que no coman”, destacó.

“Tenemos que estar mucho más cerca, falta solidaridad y mucho trabajo político. Por eso me gustó mucho el plan “Argentina sin hambre” que anunció Alberto Fernández… es un gran paso. A veces cuando uno tiene todo puede decir mucho, pero falta que nos duela en serio, falta que compartamos lo que tenemos aunque sea poco, para los que no tienen”, indicó la dirigente y ponderó la solidaridad de lxs compañerxs que, semana a semana, se acercan a la sede de la Asociación Madres de Plaza de Mayo para dejar sus donaciones.

“Tenemos que dar todavía más, todavía hay mucho egoísmo. Nuestros hijos nos enseñaron que hay que dar más de lo que uno tiene. Seamos buenos, prudentes, no rompamos nada porque no hay necesidad… pero tengamos bronca y odiemos al enemigo con toda la fuerza. Si uno no odia al enemigo no puede luchar. El odio es un sentimiento, como el amor: hay que saber dónde ponerlo. La lucha es eso… por eso las Madres nunca pedimos pena de muerte ni los queremos colgar ni tampoco quemarlos vivos”, sostuvo Hebe.

Luego se refirió a la desopilante que vivió Mauricio Macri junto a un grupo de pastores evangélicos: “¿Vieron que lo bendijo un pastor? Él está esperando un milagro…lo que no sabe es que los pastores no hacen milagros. Son los santos que están en el Vaticano con Bergoglio….y justo Bergoglio mucho no lo quiere a Macri”, lanzó y, con una sonrisa en su rostro, aclaró: “Digo Bergoglio para no meter al Papa en este lío, vean que estoy separando”. Y para finalizar, señaló: “Veremos qué pasa el domingo, estoy segura que vamos a ganar y me gustaría que también ganemos en la Ciudad de Buenos Aires porque si no… nos queda el hijo de puta de Larreta. Y si, las malas palabras también son necesarias”.

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