Tras el gran festejo que significó el 48 aniversario de la primera Marcha de los Jueves celebrado este miércoles 30 de abril en el Ecunhi, las Madres de Plaza de Mayo marcharon en la Plaza junto a Demetrio Iramain y el invitado del día, Fabián Grillo, padre de Pablo, el fotoperiodista herido por la salvaje represión del gobierno fascista de Javier Milei y su cómplice Patricia Bullrich.
Para el cierre, escuchamos a las Madres Josefina «Pina» de Fiore, Carmen Arias, a Sara Mrad de la filial Tucumán, e Irene de Molinari de Mar del Plata, que estuvieron presentes en la Plaza.
Para comenzar, Demetrio saludó a todos los presentes y recordó la importancia de la Marcha de los Jueves, a 48 años de aquel 30 de abril de 1977: “Esta es la marcha 2455 de las Madres de Plaza de Mayo. Todos los jueves las Madres están aquí a esta misma hora desde hace 48 años. Han venido un 1° de enero, un 25 de diciembre, durante paros generales y también un 1° de mayo, como hoy”.
Con firmeza, subrayó que se trata de una cita ineludible para quienes militan por una patria justa: “Es importante que todos los compañeros y compañeras lo sepan, más allá de dónde militen, de su encuadre político, y que respeten esta marcha histórica que no se interrumpe nunca. Insisto: si cae jueves a las 15:30, las Madres están en la Plaza”. Y añadió, sin rodeos: “Algunos compañeros, desgraciadamente, no lo saben, se olvidan y no respetan esta marcha, pero nosotros estamos aquí. Es lo que las Madres nos han enseñado, y es lo que nos comprometemos jueves a jueves a continuar”.
Más adelante, destacó el carácter especial de la jornada: “Esta es una marcha muy especial porque es el 1° de mayo, el Día de la Clase Trabajadora en todo el mundo. Es nuestro día, compañeros y compañeras. Y qué mejor que marchar junto a las Madres, que le han dado pelea al capitalismo en esta Plaza en el peor momento de nuestra historia contemporánea”.
En ese marco, Demetrio presentó con emoción al invitado del día: “Para este jueves tan especial, porque además ayer las Madres cumplieron 48 años de lucha, hemos querido invitar a un gran compañero que la está peleando muy fuerte desde hace unos meses, y que nos da mucho orgullo”.
Se refería a Fabián Grillo, padre del fotoperiodista Pablo Grillo, herido de gravedad durante la brutal represión ordenada por Javier Milei y Patricia Bullrich. “El mismo día que su hijo fue herido gravemente en esa manifestación —recordó Demetrio—, por la noche, cuando lo estaban operando, con total entereza y dignidad, dijo delante de todos los medios: Pablo, mi hijo, es un militante. Estaba ahí en esa marcha militando. No era un simple fotógrafo, no era un simple trabajador de prensa. También lo era, pero además estaba ahí por su militancia, por sus compromisos, por su lucha”.
Finalmente, trazó un puente directo con la historia de las Madres: “Eso nos da mucho orgullo, porque es también parte del ejemplo y de la enseñanza que nos han dejado ellas, que toda la vida nos han dicho: nuestros hijos no cayeron por perejiles, cayeron porque eran militantes, y es el orgullo más grande que han tenido: haberlos parido y que con su lucha hayan parido a las Madres”.
Y así, con aplausos, presentó: “Por eso, en esta marcha tan especial, está con nosotros el compañero Fabián Grillo, el padre de Pablo”.
Conmovido, Fabián Grillo tomó la palabra en nombre de su hijo Pablo, fotoperiodista herido de gravedad durante la represión. “Me honra, es mucho esto”, dijo con la voz quebrada por la emoción y la injusticia. Y anunció: “En un ratito entro a terapia para saludar a Pablo. Le voy a llevar el saludo de todos y les digo que pronto va a estar acá con ustedes”.De inmediato, la Plaza respondió con un canto sostenido por la esperanza y la lucha.
Con gratitud y firmeza, Fabián se sumó al reclamo por justicia: “Ahora que se haga justicia, que sea el tiempo que sea, ojalá que sea pronto”. Y cerró con palabras cargadas de sentido histórico: “Las Madres nos enseñaron, la mejor enseñanza que tuvimos son estas preciosas maestras. Nos espera un camino largo en la Justicia, y la vamos a llevar. Muchas gracias”.
Acto seguido, Demetrio dio la palabra a Pina que con su ternura que la caracteriza saludó a toda la plaza, recordó sus primeros años de lucha en Quilmes. «Acá estoy con 93 años. Todavía estoy. Un beso para todos ustedes, son mis hijos», aseguró Pina levantando la Plaza en un enorme aplauso.
Por su parte, Carmen Arias tomó la palabra para saludar a quienes luchan con su trabajo día a día: “Antes que nada, quiero desearles un feliz Día del Trabajador a todos los trabajadores y trabajadoras del país. Es del mundo, en realidad, pero en este país, más que nunca, lo necesitamos por el gobierno que tenemos”.
En ese tono crítico y sin medias tintas, apuntó con firmeza: “Este gobierno estafador, como le decimos nosotros, en vez de darle trabajo a la gente está tratando de despedirla, de que se queden sin nada”. Por eso, sostuvo: “Muy feliz Día del Trabajador, y tenemos que seguir la lucha”.
Con el recuerdo aún fresco del homenaje por los 48 años de la primera Marcha de los Jueves, expresó conmovida: “Ayer fue un día maravilloso. Lo que pasamos fue algo tan hermoso, tan emocionante que nos dejó a todos… Aunque se hizo tarde, aunque estábamos cansados, no importa, fue un día maravilloso”.
Desde esa emoción y esa historia, ratificó el compromiso con la lucha: “Ya van 48 años los nuestros, y tenemos que seguir, y ser más fuertes que nunca, porque lo necesitamos con esta gente que tenemos en el gobierno”.
Para cerrar, dejó un deseo profundo y urgente: “Yo quiero que los echen. No quiero esperar. Ojalá lo pudiéramos lograr, para ver si alguna vez podemos tener, como ya tuvimos en otras oportunidades, gobiernos que nos hagan felices. Que tengamos trabajo, que podamos salir adelante. Que los estudiantes, las familias, que todos podamos ser un poco más felices”.
Desde Tucumán llegó Sara Mrad, Madre de Plaza de Mayo de la filial provincial, y compartió con emoción el valor de reencontrarse en la Plaza: “Cuando uno viene para acá y nos juntamos las Madres, vuelve después a su lugar, a su provincia, con las fuerzas renovadas”. Si bien destacó que en cada territorio las Madres continúan organizadas, diferenció el calor del encuentro cara a cara: “Seguimos luchando en nuestros lugares, reuniéndonos, pero no es como estar acá, tocándonos, mirándonos, abrazándonos”.
Como hija de su tierra, trajo una memoria urgente y necesaria: “Como yo soy de Tucumán, voy a traer una pequeña referencia histórica que me parece que tiene que estar presente hoy, que es el Día del Trabajador”. Entonces recordó: “En el año 1975, el 5 de febrero, María Estela Martínez de Perón firmaba el decreto por el que se instalaba en Tucumán el Operativo Independencia. Fíjense que es en febrero del ’75: faltaba un año para que suceda el golpe militar”.
A partir de allí, Sara expuso con crudeza las consecuencias: “Ese Operativo Independencia implicó la llegada del Ejército, de las fuerzas policiales federales, más las fuerzas represivas de la provincia, y se desató una feroz represión contra el pueblo trabajador”. Y precisó el escenario: “El Operativo se instaló en la parte productiva de azúcar en Tucumán, donde los señores dueños de los ingenios prestaban sus instalaciones para que sean centros clandestinos de detención”.
Con fuerza, denunció: “La mayor cantidad de desaparecidos y de detenidos en ese momento eran los trabajadores del azúcar, ya sea del surco o de los ingenios”. Y, frente a esa historia de sangre obrera, propuso: “Hoy esta Plaza se la tenemos que dedicar a ellos. Esta Plaza donde resistimos, donde luchamos tantos años las Madres, también se la tenemos que dedicar a los trabajadores de hoy”.
Ya en el cierre, volvió al presente, cruzado por despidos masivos y empobrecimiento: “Trabajadores que sufren los salarios bajos, pero por sobre todas las cosas, que se quedan sin sus fuentes de trabajo, que son echados del Estado”. Y dejó clara su posición: “De verdad creo que este día, más allá de decirnos ‘feliz día’ porque es el Día del Trabajador, tiene que ser un día de combate, de resistencia. Y aquí estamos”.
Para cerrar, escuchamos a la Madre de Mar del Plata Irene de Molinari que, conmovida por las palabras de sus compañeras, tomó el micrófono y comenzó con sinceridad: “Compañeros, compañeras, no sé qué decir después de las palabras de mis compañeras. Aquí nos dan fuerza. Nos dan fuerza para seguir”.
Desde allí, su intervención se convirtió en un recorrido histórico y político que recordó las luchas obreras, pero también denunció los intentos del poder por vaciar su sentido: “Durante muchos años el Día de los Trabajadores fue dicho como el Día del Trabajo. Se le dio más importancia al capital y a la ganancia que a los propios trabajadores”. Frente a ese intento de despojo, Irene reivindicó con firmeza el rol del peronismo: “La dignidad y los derechos nos lo dio el gobierno del general Perón. Hay que decirlo. Las vacaciones, el aguinaldo, los derechos de la familia, los derechos sociales”.
Más adelante, señaló que esas conquistas no fueron gratuitas: “Hubo que pasar muchas cosas. Y mucho antes también se tuvo que luchar por los derechos de los trabajadores, con muertos, con detenidos, con heridos”. Y marcó un punto de quiebre fundamental: “Lo más grave fue el golpe del ’76. Como dijo Sara, trabajadores de toda la Argentina sufrieron el secuestro, la desaparición, la tortura, la violación”.
En nombre de las Madres, reafirmó un compromiso inquebrantable: “Por ellos no vamos a claudicar. Por ellos hay que seguir la lucha. Por ellos, por los que vienen y por los que luchan como Pablo, como los nuevos militantes que dan vida a esa lucha”. Con ese hilo, celebró las formas actuales de militancia: “Tienen nuevas formas, creativas, en donde vamos a pedir que se deje de lado las mezquindades para darle fuerza a la unidad con convicciones”.
Ya en el cierre, Irene sostuvo: “Reivindicamos la lucha revolucionaria de nuestros hijos y de todos aquellos que siguen luchando por defender esta patria grande, generosa, donde todos ustedes habitan y que le dan vida”. Y dejó en claro el mensaje político de las Madres ante la crisis actual: “Vivimos luchando contra la impunidad. No queremos a este gobierno. Y como dijo Carmen, lo queremos afuera al enemigo. Y está en nosotros sacarlo”.