EN DESARROLLO
Las Madres de Plaza de Mayo realizaron la Marcha de los Jueves N° 2428 junto a la militancia, Demetrio Iramain y el invitado del día, Daniel Gollán, médico sanitarista, diputado nacional y ex ministro de Salud de los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof. En el cierre, escuchamos a Carmen Arias y Josefa «Pïna» de Fiore.
En un primer término, tomó la palabra el compañero Demetrio, que comenzó con las palabras que nuestra compañera Visitación de Loyola lanzó el pasado jueves, día de su cumpleaños, cuando con contundencia pidió «Axel presidente, Cristina conducción». Con ese mismo ímpetu, Demetrio resaltó la claridad con la que Visitación expresó algo que “es ya una consigna que surge casi naturalmente”, afirmando que “no hay que darle mucha vuelta”.
En el mismo tono, subrayó que para que haya un líder, “tiene que haber una masa, una base dispuesta a acompañarlo y a seguirlo”. Y en esa línea, enfatizó: “Está claro que esa conducción es Cristina, por supuesto que sí”. A la vez, insistió en que esa misma base tiene la certeza de que “Axel es presidente”, y concluyó: “Así que hacia allí vamos, compañeros y compañeras, como nos dijo Visitación la semana pasada, como nos dicen las Madres tantas veces”.
Demetrio luego dirigió su mensaje hacia los trabajadores y trabajadoras estatales, haciendo un fuerte llamado de solidaridad frente a las amenazas del gobierno. “Quería enviarles un saludo muy grande a los trabajadores y trabajadoras estatales que están siendo amenazados violentamente por el gobierno nacional”, expresó con preocupación.
Explicó cómo, inicialmente, el ataque fue hacia quienes tenían contratos irregulares, como los monotributistas y la planta transitoria, pero “ahora también amenaza a la planta permanente de modo sutil y perverso”. El gobierno pretende justificar esta amenaza con un “examen de idoneidad”, lo que Demetrio calificó como un ataque directo. Con tono sarcástico, añadió: “Al primero que habría que hacerle el examen de idoneidad es a Milei, un psicotécnico, a ver si lo pasa para poder estar ejerciendo la presidencia”. Sus palabras provocaron un fuerte aplauso de los presentes, especialmente cuando remarcó que el actual gobierno “es un adorno de los grupos concentrados de la economía transnacional que están dirigiendo la Argentina”.
En ese mismo tono crítico, denunció el incumplimiento de la ley del empleo público, vigente desde 1957, que garantiza la estabilidad de los trabajadores del Estado: “Lo que establece la ley del empleo público es que garantiza la estabilidad de la planta del Estado, porque eso permite que el Estado tenga políticas de Estado más allá de quienes ocupen los gobiernos”. Poner en riesgo esa estabilidad, continuó, “es atentar no solo contra los derechos laborales de los compañeros y compañeras trabajadores, sino también contra el propio Estado”.
Demetrio insistió en la gravedad de la situación, afirmando que el gobierno quiere “destruir absolutamente al Estado” y recordó que “cuando hay políticas de Estado permanentes, tienen que tener una planta permanente para poder ejecutarlas”. Advirtió que el examen de idoneidad no es más que una excusa para expulsar a trabajadores, o para forzarlos a una “jubilación compulsiva”.
En el mismo orden, denunció que el examen que impulsó el gobierno no solo implica un ataque directo a los derechos de los trabajadores, sino que también significa un deterioro en la capacidad del Estado de recaudar y financiarse: “Dicen que van a ahorrar mucho dinero a través del despido de estos 3000 trabajadores, pero en realidad, incluso en términos estrictamente económicos o financieros, es mucho más el dinero que va a perder el Estado porque va a dejar de cobrar impuestos”. Así, explicó que este despido masivo afectará gravemente la capacidad de recaudación: “Despedir 3000 trabajadores de un día para el otro implica un ataque brutal a las funciones que tiene ese organismo”.
Demetrio también se refirió al cambio de nombre de la AFIP, que pasaría a llamarse ARCA, señalando que “lo cierto es que lo que quieren es defundar el Estado”, pero advirtió que “para reprimir, el Estado va a seguir estando”. Y con dureza añadió: “Para las balas de goma, para los gases lacrimógenos, va a seguir habiendo plata”. Subrayó que el gobierno no busca mejorar el Estado, sino desmantelarlo y debilitar su capacidad de regular y controlar el capital.
Finalmente, Demetrio hizo un llamado a la unidad y a la lucha en las calles: “El límite a eso, como siempre lo decimos, se lo tenemos que construir nosotros aquí en las calles”. Con fuerza, evocó las palabras de Hebe de Bonafini: “Tenemos que hacer la pueblada, compañeros y compañeras, como nos dejó dicho Hebe la última vez que estuvo en esta plaza, para ponerle un límite a estos jueces”.
Concluyó recordando las luchas que las Madres han encabezado por décadas y su rol como faro de resistencia: “Ellos los dejan hacer, pero a nosotros siempre nos trababan con cautelares, y ya sabemos para qué intereses están jugando”. Las palabras de Demetrio resonaron entre los presentes, dejando en claro que la lucha continúa y que, como tantas veces nos enseñaron las Madres, la resistencia en las calles es el camino para enfrentar las injusticias del poder.
A continuación, Demetrio presentó al invitado del día, Daniel Gollán, médico que fue ministro de Salud de la Nación en el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, y hace lo propio en Buenos Aires bajo las ordenes de Axel Kicillof. Además, contó que Gollán fue quien más acompañó a nuestra eterna compañera antes de cambiar de casa. «Es un gran amigo de las Madres es que cuidó la salud de Hebe las últimas semanas», dijo Demetrio, emocionando al invitado de hoy.