Este jueves 16 de mayo, en la Marcha de los Jueves N° 2405, las Madres de Plaza de Mayo marcharon junto a la militancia, los invitados Sabrina Sirenfrost, activista trans, lesbiana y poeta, militante de HIJOS; Walter Correa, Ministro de Trabajo bonaerense y Demetrio Iramain. Además, el cierre de Carmen Arias.

En un comienzo, tomó la palabra Demetrio, quien saludó a las Madres presentes y a las que se encuentran en Tucumán, Mar del Plata, y otros lugares del país, siguiendo atentas a todas las compañeras.

A su vez, Iramain habló del lawfare, la persecución judicial que desde hace al menos una década persigue a dirigentes opositores a los planes de la Embajada de los Estados Unidos en nuestro país, y trabaja a favor del gobierno macrista de Javier Milei.

“Ustedes saben, hemos hablado muchas veces del lawfare, de este sistema, este verdadero aparato judicial mediático que combina servicios de inteligencia, embajada norteamericana, por supuesto, medios de comunicación y jueces y fiscales”, comenzó.

“Siempre dijimos que nunca se fue, está intacto. Había desaparecido de las primeras planas y estos días volvió, volvió como farsa. No volvió ampliando el angular, ya no solamente los dirigentes kirchneristas del gobierno nacional y popular de los 12 años maravillosos que tuvimos con Néstor y con Cristina, sino ahora también con los compañeros y compañeras de los merenderos, de los comedores, de las organizaciones sociales que hacen malabares para multiplicar los panes y los peces y poder ayudar a la alimentación de nuestro pueblo, que la está pasando realmente muy mal”, advirtió.

En el mismo tono, apuntó contra jueces y fiscales “serviles” y periodistas también, “que no son periodistas, que son operadores, que le hacen mucho daño al oficio, ese oficio maravilloso que dignificó Rodolfo Walsh, pero que se hacen llamar así, periodistas, también haciendo su parte en esta gran operación para corrernos del eje”, lanzó.

“¿Y de qué los acusan? De extorsión. Miren qué figura. Además del Código Penal, fueron a buscar justamente ellos que están permanentemente amenazando a los gobernadores, que si no aprueban la ley bases no va a haber acuerdo fiscal para que tengan dinero para pagar y llevar la economía de sus provincias. Ellos, que si los periodistas no dicen lo que a ellos les gusta, los tildan, los señalan, ellos acusan de extorsión a los que están más abajo de todo”, denunció.

“Nos tiene que llamar mucho la atención, nos tiene que generar mucho repudio, mucha bronca esta situación. Porque, así como ahora lo están haciendo con los compañeros de los barrios populares, objetándolos de organizar a las barriadas. Ni más ni menos, hay que organizarlas políticamente, claro que sí, para enfrentar a este sistema que los deja sin trabajo y los deja sin el plato de comida. ¿Qué delito hay ahí? Ningún delito, al contrario, delito sería no organizarlos políticamente. Delito sería solamente darles el plato de comida y no explicarles que se están quedando de hambre por culpa de este gobierno miserable. Ese sería el delito. Todo lo demás es obligación que lo hagamos”, aseguró Demetrio.

En otro fragmento, el compañero de las Madres, docente de la Universidad Nacional Madres de Plaza de Mayo, se refirió a lo que sucede en el Congreso. “¿Qué es lo que está pasando en el Senado?”, cuestionó. “Están avanzando para tratar de sacar esa ley base que, si sale, compañeros y compañeras, ténganlo en cuenta, si sale va a ser grave para nuestro pueblo, muy grave para el futuro”.

“No digo que se acaba el futuro porque el futuro lo vamos construyendo cada vez que salimos a la calle y luchamos y nos organizamos, y mientras haya lucha habrá futuro. Pero sepamos que, si sale, será más difícil y esa lucha tendrá que ser más ardua y más compleja. Si sale, claro, van a decir que estamos liquidados. No, no estamos liquidados porque vamos a salir a resistir y vamos a ganar finalmente, pero será más difícil todavía. Estamos peleando para que no salga”, alertó.

“Desde aquí, le decimos a los senadores y senadoras que no se coman la curva de las redes sociales del éxito de la inflación. ¿Dónde se vio que es un éxito económico que la inflación baje al 8%, que esté en un dígito, cuando la pobreza en la Argentina está más del 50%? Baja la inflación y sube la pobreza. ¿Qué éxito es eso? No existe, es una mentira, es una construcción, es una construcción para las redes sociales”, afirmó.

En contrapartida, lamentó que “hay muchos senadores que, en vez de mirar a la calle, en vez de mirar la contundencia del paro general, en vez de mirar la Plaza de Mayo llena el día de la marcha por las universidades, en vez de mirar la plaza del 24 de enero ahí en el Congreso, miran los noticieros de TN, miran La Nación, quieren quedar bien con ellos. Entonces están dispuestos a hacer lo que el pueblo no está dispuesto a permitir que pase”, disparó.

“Sepan que, si pasa, va a haber reacción popular. La reacción popular va a ser en la calle y va a ser fuerte, y la vamos a construir, y esta ley no se va a poder aplicar si es que llega a pasar. Mientras tanto, tengan un cacho de cordura y rechacen esa ley”, culminó Iramain.

Acto seguido, en una semana marcada por el cobarde ataque contra cuatro mujeres realizado con un artefacto explosivo por Justo Fernando Barrientos, en un hotel familiar donde vivían y que derivó en un triple lesbicidio, tomó la palabra Lorena Sirenfrost, militante trans, lesbiana.

En un comienzo, saludó a las Madres, agradeció por la invitación, y condenó el trágico suceso. «Quiero decir que para HIJOS, regional CABA, dentro de la red nacional de HIJOS, estar acá acompañada de todes por nuestras Madres en un momento como este habla de la solidaridad y de la empatía, no solamente con las causas de la memoria, verdad y justicia, sino que también habla del sueño de nuestros viejos, del país de los 30 mil, que muy lejos está la Argentina hoy en día de parecerse al país por el que nuestros viejos, y los hijos de estas viejas dejaron la sangre, la vida, en un proyecto que continúa hasta hoy en día en esas banderas que todos los días y todos los jueves levantamos en esta plaza, desde hace más de 40 años», comenzó.

Más adelante, apuntó contra el gobierno y afirmó que «Los crímenes de odio, los actos de odio, son un acto de decisión política avalado por el poder ejecutivo nacional, de la mano del gobierno de Javier Milei, de la mano de Victoria Villarruel en el Senado de la Nación, y todos sus esbirros en el poder judicial y en los poderes mediáticos concentrados. Esa es la realidad que hoy el colectivo de mujeres, de disidencias, de mujeres pobres, de lesbianas, sufre las consecuencias de este ataque atroz, que es el crimen de odio más aberrante en la historia de la Argentina moderna», señaló y ratificó: «Cuatro mujeres fueron atentadas por ser mujeres, por ser lesbianas y por ser pobres».

Además, relató lo que le ocurrió al presentar en la Feria del Libro, junto a Demetrio. «Se presentaba efectivamente el libro en el que yo había escrito hace muy poco, un libro sobre justamente mujeres, sobre lesbianas, y a muy pocos metros se presentaba el libro de Nicolás Márquez, que es el biógrafo del presidente actual, en videoconferencia con Agustín Laje, personaje siniestro que hace más de 20 años viene sembrando discursos de odio y generando un plafón cultural para legitimar estos discursos y la tercerización de la violencia», contó.

«Pocos días antes del 8M de este mismo año, nos encontrábamos con una situación particular que en ese momento me tocó vivir a mí. Dos personas me secuestraron en mi propia casa, me torturaron y me pintaron toda la casa con siglas de La Libertad Avanza. Eso fue lo que las Madres y los organismos de Derechos Humanos denunciaron ese 24 de marzo. Pero no es la cuestión lo que le pasó a Sabri o lo que le pasó a la compañera de Hijos. Es lo que está pasando todos los días a través de una construcción de sentido que va en el marco del odio y en el marco del exterminio de aquel otro que entendemos que no tiene lugar en esta sociedad», agregó.

A modo de conclusión, expresó que ahí radica «el problema que hoy nos enfrentamos políticamente. ¿Quiénes forman parte de la ciudadanía de la Argentina? ¿Quiénes son esos que ellos llaman «los argentinos de bien»? Y en ese sentido, entonces, ¿quiénes somos nosotres? Si nosotros no entramos en esa discusión de sociedad, es ahí donde nos encontramos con nuevos atentados y crímenes de odio», disparó Sirenfrost.

En ese tono, lamentó que en la mañana de ese jueves «a un compañero del centro de estudiantes de la Universidad de Rosario le dejaron una nota y una bala diciéndole: ‘Para vos, cárcel o bala. BLLC. ¡Viva la libertad!'», reveló.

«La misma firma que pintaron en la casa mía, la misma firma que dejan cuando vandalizan las baldosas de los compañeros detenidos desaparecidos en los colegios secundarios, como pasó en el colegio Carlos Pellegrini, como pasó en el Manuel Belgrano, como pasó en los colegios normales, como pasó en la estación Rodolfo Walsh. Porque no nos tenemos que olvidar que ahí también destruyeron y vandalizaron», aseguró.

«Entonces, la cita de hoy en día también es para ver en clave de memoria, en clave política, qué está pasando con el poder ejecutivo y qué es lo que vamos a hacer nosotres con esos discursos y esos actos de odio», completó.

Antes del cierre, comentó que la Feria del Libro «no se quedó callada», y explicó que «Más de 150 personas fueron a repudiar a ese libro y a esa presentación porque un colectivo de mujeres y disidencias decidió no quedarse callada y no seguir perpetuando la impunidad. Lo mismo que hizo la agrupación Hijos cuando decidimos nacer ese 14 de abril del 95. No queremos vivir en la impunidad, viviendo en una sociedad que odia. Queremos seguir construyendo memoria, queremos vivir en democracia y tenemos derecho a vivir».

«No nos vamos a quedar callados, no vamos a permitir que estas cosas pasen. Estas viejas nos enseñaron hace más de 40 años, 47 años, ese 30 de abril, que cuando hay voluntad política, esos sueños pueden tardar mucho, pero esos sueños van a llegar. Y de ellas aprendimos y de ellas vamos a seguir aprendiendo», concluyó Sirenfrost.

Continuando, llegó el momento de escuchar a Walter Correa, Ministro de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, quien para comenzar dijo que aprendió “con el tiempo que, cuando uno viene a un encuentro de las Madres, a un acto de las Madres, no se hacen discursos, se habla desde el corazón, desde los sentimientos. Y uno, yo entiendo que como militante, tiene que hablar desde ahí, desde lo que siente, lo que ve, de lo que está pasando, y ver el contexto, ver a los compañeros, ver a las compañeras, ver a estas Madres que son la bandera de lucha de muchos años, de muchas generaciones. Y eso también hay que ratificarlo, hay que decirlo. En estos momentos difíciles, en estos momentos donde está todo en juego, lo decía Demetrio, lo decía la compañera, hoy nosotros estamos ante la antesala de la total entrega de la patria”, aseguró.

Para comenzar, eligió empezar “con un homenaje para nosotros como trabajadores del cuero y recordar un compañero», dijo y se refirió acerca de un compañero que murió en La Real, en Avellaneda, en un encuentro con el vandorismo. «Ese compañero tenía 47 años y muchos compañeros y compañeras le decían «el viejo». Era de origen griego y algunos le decían «el griego» y otros le decían «el químico» porque en la fábrica trabajaba con productos químicos. Ese compañero era Domingo Blajaquis. Muchos pibes y pibas lo asocian con una banda de trap, pero no, Domingo Blajaquis era un compañero, un trabajador. Estaba a cargo de la tercera sección electoral. Su referente era John William, y en este bar, en este boliche, en una puja con sectores sindicales, perdió la vida, lo asesinaron. Yo quiero manifestar acá, en esta asamblea, con mis compañeros, con mis compañeras, las palabras que le dedicó un compañero, Ablis, cuando murió, cuando falleció, cuando lo enterraron», contó Correa y pasó a relatar:

«Griego, a vos te echaron los comunistas por ser peronista. Griego, a vos te encarceló y torturó la Libertadora por ser peronista. Y a vos te asesinaron aquellos pseudo peronistas por los hoteles sindicales, las conquistas de la farmacia, la salud. Había una conciencia muy alta de la clase trabajadora, por eso pasó lo que pasó, por eso vino una dictadura sangrienta que arrasó con toda una generación, 30.000 compañeros detenidos desaparecidos que seguramente están acá, compartiendo esta asamblea con nuestras Madres», aseguró.

«Pero también quiero que sepan los chicos y las chicas, los pibes y las pibas del recambio generacional, que más del 60% de esos 30.000 compañeros detenidos desaparecidos eran trabajadores, eran trabajadoras. Lo que hacían era reclamar y pelear por los derechos de sus compañeras y sus compañeros. Eso es lo que hacían estos compañeros», sentenció.

Más adelante, hizo mención al acto del pasado en Ensenada, en recuerdo del 27 de abril de 1979, «donde después de haber sufrido, padecido, perseguido y asesinado a miles y miles de compañeros, el movimiento obrero organizado declaró la huelga general, el primer paro a la dictadura militar. Lo hicieron los compañeros y las compañeras, trabajadores y trabajadoras», comentó y trajo al presente una anecdota suya con el papá de Jorge Ferrari, con Roberto Digón.

En ese sentido, contó que el propio Ferraresi le dijo, «Mira, Negro, yo la verdad que tenía mucho miedo, pero más tenía vergüenza si no luchaba por mis compañeros y mis compañeras», reveló y agregó que a Digón lo llamaron a la noche a su casa y le dijeron: «Mañana te vamos a detener, mañana te vamos a meter preso.»

«Y el compañero Roberto Digón se despidió de su familia, de su mujer, de sus hijos, y al otro día fue a la huelga general, al otro día fue a la lucha. Por eso estas cosas hay que decirlas, porque fueron parte de nuestra historia. Fueron parte de nuestra historia», relató Correa.

«Yo no voy a discutir en esta Plaza ni cuestionar en esta Plaza esos dichos de muchos compañeros, muchas compañeras, muchos ciudadanos y muchas ciudadanas, que Raúl Alfonsín es el padre de la democracia. No lo voy a discutir, pero sí voy a reafirmar que la democracia argentina la parieron los trabajadores y las trabajadoras, porque dejaron el cuero, dejaron la sangre y pusieron el pecho», completó Correa e invitó a toda la militancia al próximo plenario que se va a desarrollar en Florencio Varela este sábado 25 de mayo.

Para cerrar, tomó la palabra Carmen Arias. «Vivimos tiempos difíciles, pero no son nuevos. Conocemos bien al enemigo que nos acecha. Es el mismo que desapareció a nuestros hijos, pero en cada época actúa de manera diferente. Tienen formas propias para imponer la dominación, la intolerancia ante el diferente, la persecución a quienes no encajan en el modelo capitalista, machista y excluyente. El odio de clases, que siempre estuvo entre nosotros, ahora es validado, tolerado y estimulado por el discurso del gobierno», pronunció al comienzo.

«En esa lógica se encuentra el aberrante crimen de odio en Barracas, que ya se cobró la vida de tres mujeres quemadas vivas por el solo hecho de ser pobres y lesbianas. La condición material pobre y la orientación sexual disidente, este gobierno las trata como delitos. El 12 de marzo de 2018 comenzó el juicio por el asesinato de Diana Sacayán, esa gran compañera que tantas veces habitó en la plaza, marchó junto a las madres y hasta habló al terminar en algunas de ellas. En el juicio se utilizó por primera vez la figura de crimen de odio con un agravante en el código penal», agregó y leyó las palabras de Hebe, de aquel entonces:

«Lo que hizo Diana Sacayán es hacernos mejores personas. Cuando un compañero o una compañera decide defender su derecho a elegir su sexo, su nombre y su vida, nos hace mejor a todos. Diana era un ser superior, se jugó entera. La conocí mucho, fue creativa, fue una gran compañera y su muerte no es en vano. Por eso su familia, sus amigos, sus compañeros seguimos peleando, seguimos nombrándola, trayéndola a la vida todo el tiempo. No la mataron porque sí, la mataron por su condición de travesti. La policía está preparada para odiar a los travestis porque ellos no son libres para nada y menos para decidir su sexo. Ellos son sometidos desde que entran y quisieron someterla a Diana y no pudieron, y como no pudieron, la mataron. Gracias, Diana, por tu ejemplo. Muchas gracias», leyó Arias.

«Eso decía Hebe en 2018. No en vano estos hechos aberrantes, como el de Barracas, se producen cuando gobierna esta derecha excluyente, violenta y vengadora. Por eso, la solución no es el código penal, sino la política, la organización. Validar la solidaridad, no el odio; la comprensión, no la estigmatización», afirmó Carmen levantando a la militancia.

Sin más, en nombre de todas las Madres amplió la invitación a «toda la militancia a acompañar a Axel (Kicillof) el próximo sábado en el plenario, en el acto para recordar al padre Mujica. No bajar la cabeza y seguir luchando», concluyó Carmen.

 

 

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