Este jueves 13 de julio las Madres de Plaza de Mayo realizamos la Marcha N° 2361 en la Plaza junto al compañero Demetrio Iramain, al Padre Adrián Bennardis, cura párroco del barrio Ramón Carrillo, en Villa Soldati, e integrante del Equipo de Curas de Villas y Barrios Populares de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires, y a toda la militancia que se acercó.
En un primer término, Demetrio tomó la palabra y leyó un comunicado que este jueves emitieron las Madres en repudio a la salvaje represión que está ejerciendo el gobierno del Gobernador de Jujuy Gerardo Morales.
Acto seguido, bajo el título “JUJUY: NO AL TERRORISMO DE ESTADO DEL GOBERNADOR MORALES”, y en nombre de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, y filiales Mar del Plata, Mendoza y Tucumán, Demetrio leyó:
“Las Madres de Plaza de Mayo alertamos al pueblo y a la comunidad internacional sobre el avance represivo de los poderes político y judicial en la provincia de Jujuy, donde se ha instalado una variante particular de Terrorismo de Estado, con detenciones selectivas incluso a menores y personas con discapacidades, causas judiciales armadas, balazos a los ojos, allanamientos ilegales, violaciones de domicilio e ingresos policiales sin autorización a sedes universitarias, entre otras indiscriminadas prácticas de violencia institucional.
Responsabilizamos al gobernador Gerardo Morales; al Fiscal de Estado, Miguel Rivas; al titular del Ministerio Público de la Acusación provincial, Sergio Lello Sanchez; al Jefe de la Policía de Jujuy, Héctor Herbas Mejía, y al Ministro de Seguridad del gobierno, Guillermo Corro, por su actuación coordinada tendiente a imponer terror en la comunidad, provocar parálisis social y promover la desmovilización pacífica del pueblo jujeño en lucha por sus derechos.
Lo que ha sucedido en el día de ayer en Humahuaca, y continúa ocurriendo, donde ya hay una decena de detenciones sobre un total de varias más órdenes de aprehensión libradas, debe generar el repudio de todo el país, antes de que se extienda al resto de la provincia.
El pueblo no va a permitir este regreso a la dictadura del 1976 por parte de uno de los responsables de la masacre de diciembre de 2001. ¡Ni un paso atrás!”, pronunció.
“Desde aquí les mandamos toda nuestra fuerza al pueblo jujeño y todo nuestro repudio al criminal Gerardo Morales. No al terrorismo de Estado”, agregó Demetrio levantando a la militancia que cantó en contra de la dictadura del gobierno macrista de Jujuy.
Más adelante, presentó al invitado de la fecha, el Padre Adrián Bennardis, quien agradeció a las Madres la oportunidad “de poder caminar con ustedes”, y recordó su presencia en la Marcha de la Resistencia. “Estos son tiempos especiales también, porque desde el equipo de curas de las villas estamos caminando hacia los 50 años del martirio del padre Carlos Mujica, que entregó su vida el 11 de mayo de 1974. Le sacaron la vida”, dijo y remarcó el reconocimiento al obispo Ponce de León. “No fue un accidente lo que le pasó, sino que justamente quisieron sacarle la vida igual que lo hicieron con monseñor Angeleli”, denunció y afirmó: “La Justicia, en los dos casos probó que no era accidente”.
Más adelante, Bennardis leyó un texto que con el equipo de curas de las villas publicaron el pasado domingo 9 de julio, titulado “NO SE OLVIDEN DE LOS POBRES”.
“Este año celebramos agradecidos los 40 años del retorno de la democracia, y volvemos a decir Nunca más a su interrupción, ello trajo mucho sufrimiento a nuestra Patria. Con la vuelta de la democracia se generó un vendaval de esperanza. La democracia podía resolver los problemas concretos de la gente, se volvería a vivir con dignidad.
Cuatro décadas después, constatamos que algunos de esos sueños siguen pendientes y es oportuno recordarlos. Hoy vemos que la brecha con los últimos se agranda. Hay al menos 40% de pobres, la mitad de los trabajadores sin derechos, precariedad en el acceso a la vivienda. Hay barrios enteros donde sus vecinos resisten como pueden al narcotráfico, que amenaza llevarse su tesoro más preciado, sus hijos e hijas adolescentes. Hay miles de personas viviendo en la calle, y sabemos bien que la calle no es un lugar para vivir. Se respira un ambiente de resignación, de conformismo, como que esto es así y no se puede cambiar, o tal vez lo que es peor aún, la aceptación de la idea de que algunos nacieron con más derechos que otros.
El anuncio del Evangelio de Jesús nos invita al compromiso por el otro y a apostar por la vida comunitaria. ¡Cómo olvidar la cercanía de Jesús con el ciego Bartimeo, un descartado al borde del camino de la vida: “¿Qué querés que haga por vos?” ¡Cómo no dejarse interpelar por su exigencia! Con los apóstoles delante de una multitud hambrienta, Jesús dijo: “denle ustedes de comer”. Ahí nos paramos, y desde allí afirmamos que los derechos humanos hoy son ineludiblemente derechos sociales. La democracia no debe dejar a nadie afuera, debe incorporar a todos, especialmente a los rotos, hacerles lugar. ¡No dejemos que nos roben esa esperanza!
Muchas veces vemos a las dirigencias de diversos ámbitos desconectadas de la vida concreta de las mayorías, envueltas en internismos, buscando ocupar espacios de poder. No abundan las propuestas concretas que expresen vocación de transformar, de imaginar un sueño que ayude a poner de pie y caminar tras de él. Las y los más pobres se volvieron casi invisibles para la agenda política y mediática, cuando no son objeto de declaraciones insensibles que denotan violencia y aporofobia.
Siguiendo al Papa Francisco, afirmamos que es imperiosa una política de fraternidad y amistad social arraigada en la vida del pueblo. Sobre todo, se trata de encontrar mecanismos para garantizar a todas las personas una vida digna de llamarse humana. Por eso valoramos profundamente la vocación política, la política como servicio, que abre cauces nuevos para que el pueblo se organice y se exprese. Una política no solo para el pueblo sino con el pueblo, arraigada en sus comunidades, y en sus valores, también los religiosos.
La principal herramienta de transformación que tiene el que gobierna es el Estado. En las villas o barrios populares necesitamos de una presencia inteligente del Estado, de un Estado emprendedor, pero sobre todo de un Estado que entre en la lógica del cuidado de los más frágiles.
Es verdad que hay algunas políticas que se vienen enfocando en este sentido, como las vinculadas a la integración socio-urbana de los barrios populares o los programas de abordaje comunitario de las personas que padecen adicciones, pero entendemos que resultan insuficientes. La pobreza no es solo escasez de recursos materiales. El lazo social que se rompe en las crisis no se recupera automáticamente en tiempos de bonanza económica. Para revertir las heridas de la crisis, la violencia, la vida en calle, la marginalidad, la adicción, las fatales consecuencias de la desesperanza, la falta de educación, no solo se necesita dinero, sino también poner mucho el cuerpo y mucho tiempo.
Urge consolidar y profundizar los programas de cuidado, que organizan la comunidad para la reconstrucción del tejido social. Para abordar la pobreza multidimensional hay que profundizar estos caminos: techo, tierra, trabajo y reconstrucción de la comunidad. Otra vez el pueblo argentino debe volver a saber que es posible alcanzar una tierra para trabajar, para construir un techo y así cuidar de una familia. Debe redescubrir el camino de la educación como la mejor política de seguridad. Debemos recuperar el cuidado de las infancias, respetar a los abuelos y abuelas, cuidándolos, y aprendiendo de su sabiduría de vida.
En definitiva, en este tiempo electoral el resumen de lo que queremos expresar es: No se olviden de las y los pobres.
Que la Virgen de Itatí a quien hoy celebramos, nos inspire los caminos para cuidar la fragilidad de nuestro pueblo”, leyó.
Antes del cierre, Bennardis agradeció a las Madres la ayuda que estas luchadoras realizan con el barrio donde vive. “Ayudando desde hace mucho tiempo de manera muy concreta. Antes de la pandemia nos llegaban unos zapatos que de distintos grupos llegaban a las Madres, y ahí llamábamos y veníamos”, dijo y envió el saludo del Comedor San Juan Bautista a las Madres. “Ustedes ayudan toda la semana en el barrio La Esperanza, un asentamiento al ladito de Los Piletones donde de manera concreta se expresa el amor. Ustedes son luz para nuestro pueblo, y ejemplo a seguir”.
Por último, tomó la palabra la Madre de Plaza de Mayo Carmen Arias, quien centró su discurso en la inauguración del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner del pasado domingo.
“Las Madres de Plaza de Mayo estamos muy orgullosas de que el gobierno haya planificado, construido, y puesto en funcionamiento en tiempo récord el gasoducto Néstor Kirchner, el 9 de julio.
A ese gasoducto lo sentimos como parte de nuestra lucha, porque las Madres le pusimos el cuerpo a la recuperación de YPF que fue el paso previo e indispensable para que esta gran obra de ingeniería industrial se pudiera concretar.
Definitivamente, no habría recuperación de YPF sin Néstor y Cristina y sin tantos trabajadores del petróleo que sufrieron la privatización de esa empresa clave para el desarrollo nacional. En 1997, cuando se produjo la poblada en Cutral Co las Madres estuvimos ahí bajo el frío y el viento, en la ruta. Con Hebe al frente para acompañar a los fogoneros, como se llamaba a los trabajadores que cortaban rutas.
Cuando el 30 de abril de 1997 cumplimos nuestros primeros 20 años de lucha, las Madres invitamos a los fogoneros a marchar con nosotros en esta plaza. Esa marcha significó la primera vez que un grupo de desocupados que cortaban rutas venía a Buenos Aires. Nadie los apoyaba, ni los partidos políticos que no podían satisfacer sus reclamos dentro de la ley de convertibilidad, ni los sindicatos porque eran desocupados y no podían aportar la cuota sindical, siquiera.
Luego, en el año 2000 cuando el país se caía a pedazos las Madres acompañamos también con el cuerpo a los ex trabajadores de YPF que cortaban las rutas en el extremo norte del país, en General Mosconi, Salta, exactamente. Por lo mismo que lo hacían los fogoneros en la Patagonia, recuperar YPF, resistir la privatización y entrega, y exigir la recuperación.
Es más, un año antes en octubre del año 2000, las Madres tuvimos que soportar una enorme operación de prensa y política nacional e internacional en nuestra contra que pretendía vincularnos a la organización vasca ETA. ¿Por qué?, porque Hebe había estado en España y repudió a viva voz la compra y vaciamiento de la empresa española REPSOL, que estaba siendo nuestra gloriosa YPF.
Por eso, tenemos fundamento y razón cuando nos sentimos orgullosas de la construcción del gasoducto, y nos repugna que Macri, con todo Juntos por el Cambio, lo critiquen y quieran sacar chapa por la obra siendo que no hicieron nada ni por el Gasoducto, ni por YPF, ni por Vaca Muerta, ni por los trabajadores, ni antes ni ahora.
Las cosas están demasiado claras. A un lado, están quienes quieren un país desarrollado con el pueblo siendo protagonista del desarrollo para todos. Al otro, están quienes quieren el atraso para las mayorías y el hiper lujo para unos pocos, cada vez más pocos.
Las Madres de Plaza de Mayo sabemos muy bien de qué lado queremos pararnos. Nunca pero nunca, nunca, al lado de los poderosos que odian al pueblo y lo dejan sin trabajo
¡Viva el Gasoducto Néstor Kirchner!
¡Viva la patria!”
Sin más, Carmen saludó a la militancia e invitó a todos y a todas a la marcha N° 2362 del jueves 20 de julio.