Como todos los jueves, en la tarde de hoy se desarrolló la marcha semanal de las Madres de Plaza de Mayo que correspondió a la número 2210. Una vez más, la misma se realizó a través de las redes sociales, debido al aislamiento social obligatorio por la pandemia de coronavirus, que impide hacerla en la Plaza de Mayo. En esta oportunidad hablaron la presidenta de la Asociación, Hebe de Bonafini; el representante del grupo Kabawill – El otro soy yo (grupo de apoyo a las Madres nacido en la ciudad de Pescara, Italia), Renato Di Nicola; y el poeta y periodista, Demetrio Iramain.
Durante su discurso Hebe cuestionó al ministro de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Arroyo, “que tuvo que devolver los fideos y el arroz que había comprado mucho más caros que lo que salían”. Aquel hecho, señaló Hebe, “quedó tapadito, pero la gente del pueblo no se olvida, porque los barrios siguen teniendo hambre, siguen sin tener agua y luz y menos aún calefacción”.
Sin embargo, agregó, “Arroyo vuelve a hacer una reunión y a hacer más promesas de no sé cuántos miles de puestos de trabajo. ¡No prometas más nada, por favor; ponete a trabajar en serio para lo que te nombraron, porque mientras vos hacés las comisiones se van a morir miles y miles de pibes de hambre, de frío, de sarampión, de bronquitis”.
En la misma línea, Hebe exigió al presidente que “si no sirve el ministro, échelo, cámbielo, no tenga miedo de cambiar un ministro cuando no sirve. No es que se desestabiliza un gobierno cuando dice ‘este no sirve’. Al contrario: se limpia. Eso ha pasado siempre y también es necesario ahora. Usted hace cosas impresionantemente bien hechas, y cualquier ministro de estos tira abajo todo lo que usted hace, todo lo que usted nos quiere dar y todo el país que usted sueña. No se deje engañar”.
Enseguida, Hebe, dirigiéndose al mandatario, señaló: “Sabe qué pasa, señor presidente: usted es uno, y yo siento que tengo millones y millones de pibes y pibas chiquititos, por los cuales mis hijos y mis hijas dieron la vida. Y entre usted y ellos, los elijo a ellos. Perdóneme, señor Presidente, pero los elijo a ellos, porque ellos estaban con una preocupación inmensa. Usted se ocupaba muy bien de la vida, yo lo sé; por eso está trabajando en la pandemia. Pero el hambre también trae la muerte y es una muerte silenciosa que nadie paga. Es una muerte por tuberculosis, por problemas físicos, psíquicos, respiratorios, sociales. Señor presidente, en un barrio no hay nada. No hay agua, no hay luz, no hay jabón, no hay alcohol en gel, no hay lavandina, no hay toallitas higiénicas ni toallas para secarse, no hay mantas suficientes para taparse, no hay estufas para calentarse. Esto son nuestros barrios, nuestras mal llamadas villas de emergencia, que la emergencia viene durando años y años. Los bolsones tienen cada vez menos comida. No le cuento lo que es la rata de Larreta, las mentiras y cómo le miente descaradamente a usted”.
En otro tramo, Hebe apuntó al Jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, “que es peor y más cínico que Macri, y que ahora abrió los comercios de Once y Retiro y cuando fueron los manteros la policía fue y les robó todo. Larreta, ponete de acuerdo: si abrís el lugar, los dejás o los echás. Pero él miente, y después resulta que la mentira tiene patas cortas”.
Antes, Hebe había recordado a los héroes de Trelew, fusilados en esa ciudad de la Patagonia el 22 de agosto de 1972, hace 48 años. “Qué falta nos hacen hoy, chicos”, señaló la titular de Madres sobre aquellos revolucionarios “asesinados cobardemente en la cárcel”. “Las Madres –añadió Hebe- los tenemos como parte de nuestro hijos, en lo más profundo de nuestro corazón, de nuestra barriga, de nuestro cuerpo; hombres y mujeres jóvenes, tan entregados, que soñaban con ese mundo que todos todavía soñamos hoy, sin diferencias, sin hambre, sin mentirosos, falsos y ladrones”.
“Tenemos que recordarlos como la mejor juventud que tuvo este país”, consideró, antes de nombrarlos uno a uno y también a los tres sobrevivientes de la masacre que contaron lo sucedido y cayeron luego, durante la dictadura iniciada el 24 de marzo de 1976.
Al comienzo de la transmisión, Demetrio Iramain había repetido la convocatoria formulada por Hebe de Bonafini días atrás, para que los muralistas de la Argentina inicien una campaña de pintadas de paredes y muros en todo el país, en agradecimiento al personal médico que arriesga su vida en la lucha contra la pandemia. Para Iramain, la propuesta “no es sólo un homenaje a los que dieron su vida, sino una respuesta política a una derecha muy agresiva cuya única agenda es la muerte”.
En tanto, el militante italiano Renato Di Nicola, describió cómo se atravesó el peor momento de la pandemia en su país, destacó el tratamiento de la crisis que hace el gobierno argentino, y fue muy crítico con el hecho “de que aquí no se suspendió la producción de armas siquiera”.