Este jueves 6 de agosto, la Marcha Nº 2208 de las Madres de Plaza de Mayo, una vez más se dio a través de las redes, debido al aislamiento obligatorio por la pandemia de coronavirus. En esta oportunidad, las palabras de la presidenta de la organización, Hebe de Bonafini, tuvieron la introducción de Demetrio Iramain y el periodista Raúl Dellatorre.
Demetrio Iramain se refirió al escrito presentado por Hebe de Bonafini a la Justicia federal, en el que denunció el comportamiento de la Justicia, y anunció su renuncia total a participar de las audiencias y a continuar el juicio que se le sigue por la estafa que sufrieron las Madres en el seno de la Fundación Madres de Plaza de Mayo. “Estafa en la que extrañamente, para la Justicia Federal no fueron entendidas como víctimas las Madres, sino como las victimarias. Por esa razón Hebe fue procesada en pleno lawfare, en pleno macrismo, y enviada a juicio oral por la fiscal federal Paloma Ochoa y el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi”.
A su vez, aludió a la decisión del mismo juez, Marcelo Martínez de Giorgi, de procesar a los policías que tirotearon y golpearon a las Madres el 20 de diciembre de 2001, 19 años tarde. “Evidentemente ese juez quiere lavar las culpas en algún lado. Y las Madres no le van a prestar seguramente ninguna palangana para que lave esas culpas”.
El periodista Raúl Dellatorre se refirió al preacuerdo alcanzado por el Gobierno nacional en relación al pago de la deuda, que –consideró- “es un cambio de escenario importante. En principio Argentina se está sacando de encima compromisos de pago en estos años por más de 42 mil millones de dólares. Se genera una situación en la que el gobierno va a tener la posibilidad de llevar adelante el plan de recuperación económica para después de la pandemia”. Ahora viene una “negociación con el Fondo Monetario Internacional”, y el gobierno “no acepta ninguna política de ajuste fiscal o de ajuste monetario que prolongue la recesión”.
Remarcó asimismo la importancia de que se avance en otros planos, como el “control de los puertos, del comercio exterior, y de las actividades a través de las cuales muchas grandes empresas están fugando plata y evadiendo impuestos”. Señaló además la necesidad de “una política de reactivación, que mire al mercado interno, a la regulación del trabajo y de la producción”.
Hebe de Bonafini, una vez más con su cocina convertida en la Plaza, comenzó cuestionando la pasividad de los jueces ante el viaje de Mauricio Macri, ante los casos de corrupción y fuga de dinero, en un contexto de pobreza creciente:
“Hoy estoy con la gran preocupación de los ladrones sueltos. No puedo creer que no haya un solo juez que quiera condenar a los ladrones. Fueron cómplices en la dictadura del asesinato de miles y miles de pibas y pibes. Nunca salvaron a nadie, ni en la dictadura ni después. Nunca quieren condenar a los que nos roban. ¿Cómo puede ser que Macri se fue del país y nadie le dice nada?
Hebe remarcó que “según la UNICEF, va a haber a fin de año 8 millones de niños hambrientos en la Argentina. Y los señores paseando. Y los jueces, ¿con la conciencia tranquila? El hambre es un crimen que también hay que condenar. La deuda no se puede pagar con el hambre de los niños”, afirmó.
“No va a alcanzar con cambiar el Poder Judicial. Quiero mano dura con los que robaron y saquearon el país. No podemos todavía querer tener un diálogo con ellos. No dialoguemos con los que llevaron a nuestros niños, junto con su familia, a pasar hambre, mientras Vicentin se llenó de oro, mientras hay 26 puertos en el río Paraná, que no sabemos ni qué entran ni qué sacan, y son las riquezas del país. ¿No vamos a meter mano tampoco en eso? El río es nuestro”, señaló.
“A la fiscal que quiere meter mano en el Correo la acusan de cualquier cosa. Cuántos jueces cómplices. Todos”.
También se refirió al jefe de Gobierno porteño: “Rodríguez Larreta es un corrupto. También tiene que ir preso. Porque miente, no tiene hospitales, no tiene nada, está mandando a todos para la provincia, y sale a decir que tiene de todo. Y se tienen que terminar los hospitales que no terminó Vidal. Y se quieren presentar de candidatos”, criticó.
Hebe insistió en describir la dramática situación de muchos argentinos: “Lo que está repartiendo el gobierno no alcanza. Porque nos piden a nosotras, nos llaman por teléfono: ‘Madres, no hay comida’. ¿Lo sabe el señor presidente? ¿Lo sabe el ministro de Desarrollo Social, que habla tanto y hace tan poco? No llega la comida a los barrios que tienen hambre. No alcanza. Hay montones de niños descalzos”.
“Ocho millones de niños hambrientos, y cientos de atorrantes, ladrones, chorros y asesinos del gobierno de Macri sueltos, fuera del país y dentro del país burlándose, poniendo piedras todo el tiempo al gobierno de Fernández. ¿Y queremos seguir dialogando?
Y no hay ni un solo juez que haga algo. ¿Esos jueces no tienen familia, hijos, nietos? no tienen alma, no les importa. Tienen odio al peronismo, odio a los pobres. Y ese odio no los deja pensar. Y ojalá no los deje vivir, ni disfrutar de sus riquezas”.
Finalmente se refirió al juicio que está haciendo por amenazas: “Ustedes saben que me amenazaron de muerte, muy mal, muy feo. Se inició un juicio. El seños juez estuvo avanzando todo este tiempo, y hay algunas religiosas mentiras. El teléfono era de una exmonja. Pero tengo algo para decirles: el obispo de Avellaneda, Frassia, el que pintó rápido las imágenes de las Madres en el barrio cuando echó al Padre Paco, acaba de renunciar. Quiero que todos los que me escuchan se pregunten por qué renunció el obispo, que tiene tanto poder y tantos amigos poderosos.
Las Madres no nos vamos a quedar calladas. Porque el silencio no es salud, es cómplice. Las Madres no vamos a parar hasta que los culpables de la llamada, que no sabemos si podía terminar en un atentado.
La Plaza, que siempre nos ayudó tanto, y los que escuchan se tienen que empezar a preguntar, y hacerlo correr: ¿Cuántos tienen que ver o han pasado sufrimientos por culpa del obispo? Quiero que se pregunten por qué renunció. Que el país se lo pregunte. No es fácil. Cuando uno dice la verdad, y abre grande la boca para defender todo lo que hay que defender, se llena de muchos, de millones de amigos, pero también hay grupos de enemigos muy fuertes que nos amenazan. Pero no nos hicieron callar los militares, no nos hicieron callar los jueces, no nos hicieron callar los periodistas. No nos va a hacer callar, porque somos la voz de miles y miles de pibes y pibas, más de treinta mil, que dieron su vida por esta patria. Y esos sí que alzaron la voz. Esas sí que se jugaban la vida. Nosotros seguimos su camino. El silencio no es salud, el silencio es cómplice”.