Este jueves 14 de mayo, nuevamente bajos las condiciones que impone la emergencia sanitaria en nuestro país, se desarrolló la Marcha Nº 2196 de las Madres de Plaza de Mayo a través de las redes sociales. Las palabras de la presidenta de la organización, Hebe de Bonafini, contaron en esta oportunidad con la introducción de Demetrio Iramain, la exjueza de la Cámara Nacional de Casación, María Laura Garrigós y el exjuez de Cámara Federal, Carlos Rozanski.


Demetrio Iramain se refirió a la decisión anunciada desde su asunción por Alberto Fernández, de emprender una Reforma Judicial, un proyecto de ley que se debatirá en el Congreso. “Una Justicia que pide a gritos ser reformada”. Demetrio aludió a las presiones que se ejercieron desde el Poder Ejecutivo sobre la Justicia durante el macrismo. “Se siguen sintiendo impunes. Lo fueron y lo siguen siendo ahora. El aparato judicial que hizo posible la persecución a los opositores políticos y que convirtió al Poder Judicial en un Grupo de Tareas está intacto. Es un dispositivo muy bien aceitado: Poder Judicial, medios hegemónicos de comunicación, servicios de inteligencia –que por suerte están cambiando: al frente de la AFI está la interventora Cristina Caamaño-. Todo esto da cuenta de la necesidad de reformar rápida y profundamente el Poder Judicial. Hacia allí vamos”.

La exjueza de la Cámara Nacional de Casación y expresidenta de Justicia Legítima, María Laura Garrigós afirmó que “el Poder Judicial no ha podido cumplir mínimamente con el cometido de avanzar” con los juicios de lesa humanidad “para saber qué pasó”, y aludió a lo que sucede también con los juicios comunes. “El Poder Judicial no está sirviendo para que los ciudadanos podamos conseguir que se respeten nuestros derechos y que se ensanche nuestro concepto de igualdad. Esto necesita una reforma. Es obvio que el gobierno está interesado en hacerla”, concluyó.

El exjuez de Cámara Federal, Carlos Rozanski, manifestó que “es sabido que los cuatro años del gobierno anterior al actual han sido de saqueo del país, planificado, decidido y ejecutado. Ese saqueo organizado en primer término por el propio expresidente de la Nación, Mauricio Macri, preveía un sistema que pusieron en marcha de intromisión, de presión, de amenazas y ataques a un sector del Poder Judicial -fiscales, juezas, jueces-.

Sostuvo a su vez que “es imprescindible la democratización de la Justicia, que el Estado lleve adelante ese proceso, que no es sencillo, a partir de decisiones políticas muy fuertes, que tomen en cuenta que es un poder del Estado que necesita una reestructuración fundamental desde las propias bases”.

Hebe de Bonafini, desde su casa debido al aislamiento obligatorio por la pandemia de coronavirus, reconoció que “No es poca la transformación de haber convertido una cocina en una Plaza. Pero sí es gran transformación porque la gente lo ha tomado bien: escuchan, las Madres están contentas, ponen sus Pañuelos en las ventanas, o salen a caminar con el Pañuelo en la mano. Esperan el jueves como si fuéramos a la Plaza”.

Hebe comenzó manifestando su preocupación por la situación en la Ciudad de Buenos Aires, en particular en los barrios populares, donde se están multiplicando los casos de coronavirus, y el gobierno porteño permanece ausente: “Estamos muy preocupadas por la actitud de Larreta. Por haber dejado que la gente vaya adonde quiera, que salgan más de los que estaban previstos, o del acuerdo que él había hecho con el señor presidente. Pero lo peor que hace es el martirio al que somete a la gente de los barrios, un martirio que parece de la Edad Media. No sólo que no tienen agua –que todos los días hacen conferencias de prensa para decir que ya está-, sino que todo lo que dice que está desde el 2018 todavía no lo empezó. Y sigue mintiendo. Pero además, cuando sacan a los compañeros y las compañeras que están enfermos de la 31 y de la otra villa, y los llevan al Muñiz, los baños del Muñiz no tienen agua, no tienen papel higiénico y no tienen jabón. Y ellos están acostados en camas, algunos sin ropa de cama. Y no los atienden. Así que el martirio es doble”.

“Una pide socorro, que intervenga el ministro de Salud de la Nación. Tiene que intervenir los hospitales. No puede estar abierto un hospital que no atiende, que no tiene agua, ni papel higiénico. Ni un día aguantaría el ministro así, y pretenden que los enfermos aguanten. Yo sé que el ministro no tiene la culpa, que la culpa es de Larreta, pero saquen un cartel grande que diga: ‘La culpa es de Larreta, venimos nosotros a solucionar el problema’”.

“Larreta miente. Santilli miente. Como mintió Macri hasta que se cansó. Ellos dejaron los hospitales así”.

Luego Hebe reflexionó sobre Dios y el rol de la Iglesia, hasta despedirse reafirmando sus propias convicciones: “Muchas veces me cuestioné dónde está Dios. Y más veo injusticias, más veo niños pobres, más veo hombres y mujeres enfermas que no son atendidas, más veo el trabajo incesante que tiene el gobierno, que tiene Axel y que tienen los compañeros que trabajan en los barrios, más lejos lo veo a Dios. Y sobre todo a la Iglesia católica argentina, con este silencio que es tan cómplice. Hay iglesias que son muy fuertes, y muy comprometidas. Hay curas que dan la vida por la gente. Que los acompañan, que los van a ver cuando están enfermos, y que denuncian lo que pasa. Y hay otros que les alcanza con la misa, con pasar la bolsita todos los domingos, y tener un comedor. Ya eso justifica que son curas. Y las monjas ¿dónde están? ¿No podrían salir a atender a los enfermos, en vez de estar encerradas en los conventos? Es tan difícil entender la religión, entender a Dios. Yo lo entiendo a Jesús, ese que nació, vivió y murió, no al que resucitó. Habrá resucitado en el cuerpo de otros, como nuestros hijos, que también resucitaron, que las Madres los hicimos resucitar. ‘En cada hombre que lucha y que pelea’, ellos nos decían eso. ‘Nunca vamos a morir, mamá, mientras haya uno solo que levante nuestras banderas’. Debe ser por eso. Por ahí andamos. Jesús resucitó en otros que lucharon y pelearon como él. En eso sí que creo. Como creo en mis hijos y en mis hijas. Por ahí andamos bien”.

Hasta el jueves que viene.

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