La Asociación Madres de Plaza de Mayo realizó, este sábado 22 de abril, un festival de “música y lucha” para celebrar sus 40 años. La actividad se realizó en la calle, en la puerta de la sede de Madres, sobre Hipólito Yrigoyen y Virrey Cevallos, con el propósito de iniciar una serie de conciertos para celebrar con alegría, aún en un contexto político adverso para el campo popular, el histórico aniversario.
Bajo un cielo gris, muchísima gente comenzó a acercarse a los pies del escenario donde, a las 17 horas, hizo su presentación Cumbia hasta el lunes. Con ritmos pegadizos, hicieron bailar hasta a las hojas de los árboles. Luego, se presentó la Orkesta Popular San Bomba con su fiesta de cada show. Pedro Rosemblat, conocido como “El Cadete” por su personaje en el programa de Roberto Navarro, y Diego Lorenzo.
Tras las dos primeras bandas, Luis Zarranz, periodista del área de Prensa Madres, hizo uso de la palabra en representación de sus compañeros y compañeras. Zarranz ponderó la lucha de las Madres y sostuvo que con ellas es posible predecir el futuro ya que pase lo que pase “siempre, siempre, los jueves, a las 15:30 comenzará una marcha en Plaza de Mayo con el pañuelo blanco como referencia”.
Posteriormente, el Festival continuó con la presentación del rapero Daniel Devita que emocionó al público presente con su tema “Mama”, en homenaje a las Madres. Tras él, la periodista Julia Mengolini celebró la actividad y sostuvo que atravesábamos “una época oscura”.
El día ya era noche cuando el frío otoñal se hizo presente obligando a mover aún más los cuerpos para entrar en calor. La Chancha Muda le puso rock a la celebración, con las Madres siguiendo todo con atención desde la primera fila. El siguiente orador fue el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, que tal como lo hiciera Néstor en la ONU, se consideró “hijo de las Madres”. “Sin ella, no hubiéramos recuperado la democracia. Construyeron una historia gigante”, postuló.
Antes de que Palo Pandolfo pusiera su clásico repertorio arriba del escenario y que la Joven Guarrior cerrara la jornada a pura fiesta, hizo uso de la palabra la presidenta de la Asociación, Hebe de Bonafini. “Anoche pensé en un discurso de alegría y cuando veía todo lo que pasó en Santa Cruz. Decidí cambiar. Acabo de ver el video que grabó Cristina, da terror. Rompieron todo, entraron a la casa de la gobernadora y faltaba poquito para que entraran al comedor y las cinco mujeres como pudieron pusieron la mesa, un escritorio, dos sillones para impedirles la entrada. Y rompieron vidrios y puertas, estaban enloquecidos. Macri les da manija y después el cínico pide disculpas. Da vergüenza tener un presidente así, da asco este presidente. No quería hablar de esto pero no puedo callarme, ¿qué quiere Macri? ¿Qué está buscando? Nos está chicaneando, nos quiere asustar, quiere que algún pibe salga y haga una macana y después los violentos somos nosotros. Los pueblos son los únicos que ponemos los muertos y estos hijos de puta siempre se la llevan de arriba”, comenzó Hebe.
Además, agregó: “Por eso me da bronca hablar de esto pero no lo quería dejar pasar. Cristina grabó un video, con una entereza, es tan inteligente. Por eso le tienen bronca, por eso le tienen envidia. De ellos no van a hablar ni la madre, ni el padre ni los nietos, nadie se va a acordar. Sin embargo a Néstor, Cristina, a los imprescindibles los vamos a recordar siempre. Nuestros nietos, bisnietos, tataranietos sabrán de ellos y estos doce años de felicidad. Y los que próximamente, cuando Cristina se presente como candidata, seguiremos siendo felices. Habrá que construir otra vez, seguramente, y lo construiremos entre todos con buenos dirigentes, como decía recién Jorge Ferraresi, porque necesitamos buenos dirigentes, dirigentes que no piensen en ellos, que piensen en el pueblo y que pongan el cuerpo”.
“Y ahora voy a hablar de las Madres, claro que sí. 40 años, hace cuarenta años ya Azucena Villaflor había dicho que había que ir a la plaza. Y a los pocos días, aquel 30 de abril de 1977, fuimos por primera vez. Cuando nos decían que a lo mejor pasaríamos unos meses sin ver a los hijos decíamos: ‘No, nos vamos a morir, ¿cómo no los voy a ver?’. Y uno se encontraba con padres o madres que decían: ‘Sí, a mí me falta hace ocho meses’ y decíamos que no, que cómo puede ser. Y no los encontrábamos y no los encontramos. Empezamos a darnos cuenta que teníamos que hacer lo que ellos hacían para que las nuevas generaciones levantaran sus mismas banderas, y no nos equivocamos. Muchos años peleamos y luchamos, siempre hubo jóvenes a nuestro lado. La música, el arte y la pintura dijeron tantas cosas que entonces no se podían decir”, añadió Hebe entre aplausos.
En otro tramo, sostuvo: “Estos que gobiernan hoy son los que pusieron sus campos, los galpones para los campos de concentración, sus fortunas para que los milicos torturaran y mataran a nuestros hijos. Y vuelven a hacer lo mismo, esto es una dictadura por más que algunos se enojen. No me importa que lo eligió el pueblo, los pueblos también nos equivocamos y a veces también hay tipos que nos convencen tocando el timbre para tomar unos mates. ¿Qué es eso del timbre? Macri no conoce lo que es un pobre, ni le importan los pobres, los está matando este hijo de re mil puta. No quieren que putee, ¿cómo no voy a putear? Todo lo que se me canté lo voy a putear, demasiado daño está haciendo, hay demasiada gente durmiendo en las calles, demasiados niños con hambre. No me puedo callar, ¿qué menos que recontra putearlo?”.
Con la emoción a flor de piel, continuó: “Muchos años de pelea, muchos años de lucha. Nuestros hijos soñaban con un mundo mejor, Néstor y Cristina nos dieron doce años de felicidad y estábamos tan felices que ni siquiera nos pusimos un poco de abrigo para no pasar frío, hasta teníamos calor cuando hacía frío porque ellos nos daban el calor con su amor, con su fuerza y sus ganas. Nos dieron en la mano muchas responsabilidades, tal vez nosotros no lo hicimos bien. Ahora, compañeros, pongámonos a trabajar y dejemos de pensar en que nos van a decir los dirigentes, nosotros somos nuestros propios dirigentes. Ya Néstor y Cristina nos dieron un proyecto nacional y popular, luchemos por él, peleemos por él, no peleemos por un puesto de trabajo, peleemos por los compañeros que no tienen trabajo”.
“La política no es un juego, no es un camino para conseguir trabajo. La política es una forma de vida, tiene que ver con la Patria, el amor, por el amor a todos, con que está Patria sea abierta para que vengan todos los que quieran venir, bolivianos, paraguayos, peruanos, italianos, los que quieran. Es una Patria de todos y para todos. No permitamos que los echen, compañeros. Es una Patria de todos y para todos”.
“Nuestros hijos dieron lo mejor que tenían que era su vida. Por suerte, por esta lucha de las Madres el puente es muy sólido entre nuestros hijos y ustedes. Ustedes son nuestros hijos ahora y ustedes tienen la responsabilidad de seguir ese camino. No hay que dejar que se caiga ni una sola bandera, hay que levantarlas con orgullo y sobre todo, la bandera argentina, la de la Patria, no de la patria de ellos si no de nuestra Patria, la de nuestros hijos, los que dieron la vida. Y también hay hoy muchos que dan la vida, esos hombres y mujeres que no tienen casa, que no tienen trabajo, que no tienen comida para sus niños. Estos hombres que hoy están habitando aquí y duermen en la plaza, me da vergüenza que haya gente que viva en la plaza con sus hijos, que haya hombres y mujeres sin trabajo. Desde aquí, desde este lugar solo les pido perdón, compañeros, perdón porque tienen que dormir en la calle. No puedo ver gente durmiendo en la calle. Habría que agarrar las fábricas, tomar las fábricas y que ellos vayan ahí, a dormir y a trabajar. Algún día se dará que las tierras sean nuestras, que las fábricas sean nuestras y que la Patria sea nuestra: ¡Viva la Patria!”.
A esa altura, la voz de Hebe se había quebrado totalmente y su emoción se había hecho carne en varios de los presentes.
Culminó con el poema Acta de Roque Dalton:
En nombre de quienes lavan ropa ajena
(y expulsan de la blancura la mugre ajena).
En nombre de quienes cuidan hijos ajenos
(y venden su fuerza de trabajo
en forma de amor maternal y humillaciones).
En nombre de quienes habitan en vivienda ajena
(que ya no es vientre amable sino una tumba o cárcel).
En nombre de quienes comen mendrugos ajenos
(y aún los mastican con sentimiento de ladrón).
En nombre de quienes viven en un país ajeno
(las casas y las fábricas y los comercios
y las calles y las ciudades y los pueblos
y los ríos y los lagos y los volcanes y los montes
son siempre de otros
y por eso está allí la policía y la guardia
cuidándolos contra nosotros).
En nombre de quienes lo único que tienen
es hambre, explotación, enfermedades,
sed de justicia y de agua,
persecuciones, condenas,
soledad, abandono, opresión, muerte.
Yo acuso a la propiedad privada
de privarnos de todo.