A Horacio González
 
Estoy leyendo en varios lugares: “Murió Horacio González”.

Quién puede creer que haya muerto un hombre que vivió 77 años con una sonrisa tibia en sus labios, que escribió las cosas más bellas, que interpretó como nadie la Historia de las Madres de Plaza de Mayo escrita por Ulises Gorini.

Que puso de pie y abierta para todos la Biblioteca Nacional.

Que amó a su mujer eternamente, Liliana Herrero.

Que cuando te saludaba, te abrazaba con su tierna sonrisa.

Que nos dejó un legado: su integridad política, la lealtad en la amistad y el amor a la Patria.

Sólo se cambió de casa. La nueva dirección: La estrella más grande y más brillante.
 
Hebe de Bonafini

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