La Asociación Madres de Plaza de Mayo realizó, ayer, el anunciado juicio ético y político a los jueces y fiscales actuales y al Poder Judicial, en el auditorio de su sede, con la conducción del periodista Javier “El Profe” Romero.
El mismo contó con la participación de destacados profesionales del ámbito judicial como Eduardo Barcesat, María Laura Garrigós de Rébori, Luis Alén, Carlos Rozanski, Luis Arias, Gabriel de Vedia, Enrique Arias Gibert, Juan Manuel Morente, Nora Merlín y Demetrio Iramain, entre otros y otras. En primera fila, las Madres siguieron con atención la actividad que promovieron e impulsaron con entusiasmo y coraje.
Minutos después de las 19, Romero comenzó leyendo un breve texto, que se proyectó en la pantalla ubicada sobre el escenario, como cada acontecimiento del juicio. Bajo el título “¿Por qué un juicio ético y político a los jueces?”, el texto firmado por la presidenta de la Asociación, Hebe de Bonafini, brindaba algunos de los argumentos desarrollados a lo largo de juicio: “Porque reclamamos Justicia, porque no son probos, no son lo que dicen. Nunca estuvieron con el pueblo; entonces, las Madres decidimos que el pueblo los condene ética y políticamente porque son hombres que se entregaron al poder político de Mauricio Macri. Por eso, juicio a los jueces y al Poder Judicial, no a la Justicia. ¡Justicia es lo que reclamos!”
Posteriormente, el abogado Luis Alén, ex subsecretario de Derechos Humanos durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, actual director de la carrera de Justicia y DD.HH. de la Universidad Nacional de Lanús (UNLa) brindó los fundamentos del juicio. Tras ello, en la instancia de la acusación se pudo escuchar al juez de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, Enrique Arias Gibert, quien a través de un video brindó testimonio sobre la complicidad, por acción u omisión, en la destrucción de la Justicia por parte de integrantes del Poder Judicial.
A su turno, María Laura Garrigós de Rébori, ex jueza de la Cámara Criminal y Correccional de Casación Penal, leyó una contundente acusación desde el escenario, acompañada por el testimonio grabado del constitucionalista Eduardo Barcesat.
Luego, el periodista Romero se encargó de leer los legajos de seis de los acusados, claros exponentes de la destrucción del Estado de Derecho y de haber convertido al Poder Judicial en una maquinaria persecutoria: Así, se pudieron escuchar y leer, a través de la pantalla, los antecedentes –una especie de prontuario– de Carlos Rosenkrantz, presidente de la Corte Suprema que inicialmente aceptó ser nombrado por decreto; Claudio Bonadio, nombrado sin concurso durante el menemismo; Martín Irurzun, presidente de la Cámara Federal en Comodoro Py; Carlos Stornelli, uno de los fiscales más cercanos a Mauricio Macri, ya que fue uno de los que integró la Comisión de Seguridad de Boca; Guillermo Marijuan, el primer fiscal que se puso a disposición del Gobierno para perseguir a los ex funcionarios kirchneristas; y Julio Conte Grand, actual procurador general de la provincia de Buenos Aires y ex funcionario del gobierno de María Eugenia Vidal.
Además de los seis mencionados, el proceso incluyó a otros jueces y fiscales, representativos del estado actual en el que se encuentra el sistema de administración de justicia nacional, federal y provincial: los miembros de la Corte: Ricardo Lorenzetti, Horacio Rosatti, Elena Highton de Nolasco y Juan Carlos Maqueda; el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi, “célebre” por haber querido meter presa a Hebe de Bonafini un jueves, minutos antes de la marcha de las Madres; los jueces Clara Langhe de Falcone, Pablo Pullen Llermanos, Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi, Juan Carlos Gemignani; los fiscales Germán Moldes y Raúl Pleé y la familia Mahiques (papá Carlos, camarista de la Casación; e hijos: Ignacio, fiscal de instrucción porteño; y Juan Bautista, consejero de la Magistratura en representación del Poder Ejecutivo nacional).
De todos ellos se distribuyó información respecto a su accionar a través de un cuadernillo elaborado por el periodista e investigador Ari Lijalad para la ocasión, que circuló entre las y los presentes.
Tras la lectura de antecedentes, se invitó a los acusados “o alguien entre los presentes”, para que ejerza la defensa de los imputados.
Nadie se ofreció a tal cosa.
Posteriormente, a través de diversos videos, varios testigos dieron testimonio y pruebas sobre el accionar criminal de los magistrados acusados: el ex juez federal Carlos Rozanski sobre las persecuciones en su contra, al igual que el testimonio enviado por Luis Arias, ex juez Contencioso Administrativo de Buenos Aires. En tanto, el público escuchó consternado las palabras de Bernardo Villalba, de 27 años, detenido en la Unidad Penitenciaria de Florencio Varela, por el delito de ser pobre; de Amado Boudou, ex preso político y ex vicepresidente de la Nación, ideólogo de la estatización de las AFJP y la nacionalización de los fondos de jubilación; y de Matilda Rojas, mamá de Elías Soto, uno de los 10 jóvenes asesinados en la masacre de la Comisaría Tercera de Esteban Echeverría, durante el incendio ocurrido en ese lugar inhabilitado para alojar detenidos. Gabriel de Vedia, fiscal de la Seguridad Social, también fue contundente para explicar el estado actual del Poder Judicial.
Finalmente, llegó el momento de la sentencia en la que el público, convertido en jurado, levantó unánimemente la mano para declararlos CULPABLES de violar la Justicia.
Tras ello, y para finalizar, Hebe de Bonafini brindó fundamento de la sentencia. Indignada por el accionar de estas personas, que había quedado visiblemente expuesto durante el juicio ético, reclamó quitar la palabra “Judicial” al término “Poder Judicial” debido a que lo que había quedado claro era cómo usaban el Poder para someter al pueblo. Hebe exigió, además, que el pueblo deje de acudir a Tribunales ya que la Justicia está lejos de encontrarse allí. “Delante de nuestros hijos, los hemos juzgado ética y políticamente por lo mierda que son”, cerró.
VER LA TRANSMISIÓN DEL JUICIO: