Este miércoles 30 de abril la Asociación Madres de Plaza de Mayo celebró el 48º aniversario de su primera Marcha con un emotivo acto unificado en el Espacio Cultural Nuestros Hijos (ECuNHi), dentro del predio de la ex ESMA. Bajo el lema “48 años de amor y coraje – La lucha es para siempre”, la jornada volvió a demostrar que las banderas de las Madres siguen en alto, atravesadas por el arte, la memoria y el compromiso político. El encuentro sirvió también para conmemorar los aniversarios de tres de los proyectos que expresan y profundizan su legado transformador: los 17 años del ECuNHi, los 20 años de la radio AM530 y los 25 años de la Universidad Nacional de las Madres de Plaza de Mayo (UNMa).
En un auditorio colmado, se escucharon las palabras de las Madres Carmen Arias, Josefa «Pina» de Fiore, Irene Molinari de Chueque y Sara Mrad, que estuvieron presentes en el anfiteatro del ECuNHi, y a las Madres Evel «Beba» de Petrini, María de Domínguez y Azucena Díaz, que saludaron mediante videos y cartas. Cada intervención aportó memoria, fuerza y una clara dirección política: no claudicar nunca ante la injusticia, y sostener el sueño de los 30 mil en cada acción.
Antes, un audio de Hebe de Bonafini trajo su presencia entrañable. “Nadie veía nada ante las atrocidades de la dictadura”, denunció al recordar los inicios de la lucha, y agregó: “El motor es la Marcha, es el motor de todo lo que hacemos”, en referencia a la Marcha de los Jueves que hoy cumple 48 años.
Desde Suecia, Ana María Sabio, con el pañuelo en alto, afirmó: “Desde el corazón y el alma estoy con ustedes”, y saludó cálidamente a los trabajadores del ECuNHi, a la radio, a la Universidad y a las Madres. En el mismo video, Renato Di Nicola, integrante del grupo de apoyo a las Madres en Italia llamado “Kabawil – El otro soy yo”, sostuvo: “Con los dos fascistas que tenemos, en Argentina y en Italia, la lucha es muy grande y combativa”.
Desde Mendoza, María de Domínguez envió una carta que fue leída ante todo el anfiteatro. : “siempre nos han atacado los genocidas, sus cómplices y los que deciden mirar para otro lado. Les molesta, los jodemos. Muchas Madres, como yo, entendimos entonces el amor, el deseo y el compromiso con su pueblo con que lucharon nuestros hijos, por eso los fueron a buscar. Queridas Madres, compañeras, tenemos muchos motivos y 30.000 razones para celebrar: el ECUNHI, la UNMA, la AM530 y la Marcha de los Jueves, eterna como Hebe», afirmó.
Azucena Díaz, en un video, expresó: “Hace 48 años que hemos salido a la calle. Les mando muchos saludos, besos, y siempre cargo en mi corazón a los que acompañan la marcha. Ustedes son los que levantan el pañuelo de los 30 mil”. Sus palabras arrancaron un gran aplauso que conmovió a todo el auditorio.
Beba de Petrini también dejó su mensaje: “Hoy para mí es un día muy especial, de mucha alegría y amor. Hemos luchado por la libertad del país, por el amor de la gente y, sobre todo, por nuestros hijos. Ellos lo hicieron todo con amor y fuerza, y nos lo transmitieron. Esto no se va a parar nunca. Nuestros hijos entregaron toda su fuerza, su amor, en la lucha por la solidaridad del mundo y de la vida. A los jóvenes les digo: trabajen y luchen con toda la fuerza de su corazón”.
Pina tomó la palabra en el anfiteatro con la ternura que la caracteriza. Contó cómo empezó a luchar en Quilmes tras la desaparición de su hijo y aseguró que, a pesar de ser italiana, “es más argentina que nunca”. Irene Molinari, con claridad y coraje, reflexionó: “Hace 48 años que estamos peleando. Seguimos mirando a ese pueblo que lucha, que tal vez parece dormido pero que se levanta cuando siente que sus derechos son vulnerados. Los 30 mil desaparecidos militaron, trabajaron, ayudaron a sus compañeros, luchaban por nuestro país. Querían a esta Argentina. No querían ser ni españoles ni italianos, sentían orgullo de ser argentinos. Hoy tenemos que defenderla frente a este gobierno rapaz, salvaje, represor, inhumano, que no sabemos qué calificativo agregar”. Irene reivindicó la historia compartida de las Madres: “Llorábamos juntas, reíamos juntas. No fue fácil, pero supimos vencer los obstáculos. Aprendamos de esta experiencia: cada uno de nosotros es responsable de la defensa de nuestro país. El enemigo es fuerte, lo tenemos en la Casa Rosada, pero lo vamos a vencer. Como derrotamos a la dictadura, a este gobierno lo vamos a echar. No nos cabe duda: vamos a vencer y vendrá un gobierno popular y democrático que piense en el pueblo y defienda nuestra patria”.
Carmen Arias agradeció a los trabajadores del ECuNHi por el amor y el cuidado con que sostienen el espacio. “Mi emoción es muy grande. Cada vez está más lindo. Infinitas gracias a la gente que nos acompaña todos los jueves. Sola no hubiésemos podido. Ustedes nos dan la fuerza para seguir”, dijo. Y recordó a Hebe: “La única lucha que se pierde es la que se abandona. Un revolucionario se levanta todos los días pensando qué hacer por el otro”.
Sara Mrad, Madre de la filial Tucumán, celebró el compromiso del ECuNHi: “Este lugar es inmenso, no solo por lo físico, sino por los corazones inmensos que lo sostienen. Nosotros, que venimos de otra provincia, sentimos una alegría enorme de estar acá”. Y agregó: “Nosotras elegimos luchar para siempre. Es una forma de vida. El compromiso es permanente. Armamos este colectivo de lucha para luchar no solo por nuestros hijos, sino por nuestro pueblo. Porque cada uno tiene derecho a vivir con dignidad. Como decía Hebe: donde hay lucha, hay esperanza. Y en este espacio se dedican flores y soles. Las flores son las luchas y los soles la esperanza”.
Por último, con la ternura que la caracteriza, Visitación de Loyola emocionó a todos: “Cómo no voy a saludar y querer tanto a los que están haciendo cosas por el país, por nosotros. El ECuNHi trabaja y lucha por la felicidad de todos. Nunca voy a dejar de decir lo que siento: Axel presidente, Cristina conducción”. El auditorio estalló en aplausos. “Yo digo lo que pienso”, retrucó Visi con una sonrisa. “Les mando un cálido abrazo al ECuNHi, que da tantas satisfacciones a todos”. Como siempre, el cántico “¡Ole ole ole, Visi, Visi!” no se hizo esperar y contagió a todo el anfiteatro.
Después llegó el momento de la torta: se soplaron las velitas por los 48 años de Madres, mientras todo el público cantó el feliz cumpleaños con emoción. Uno de los momentos más intensos de la tarde fue la entrega del Pañuelo Blanco —símbolo histórico de la lucha— al ECuNHi. “Este regalo importante es nuestro pañuelo, conocido en el mundo, y hoy queremos que esté en el ECuNHi”, dijeron al descubrir el cuadro con el pañuelo que quedará para siempre en ese espacio. En él puede leerse: “APARICIÓN CON VIDA DE LOS DESAPARECIDOS – MADRES DE PLAZA DE MAYO”, junto a una placa que dice: “Por mantener vivas las flores y los soles de las Madres. LUCHAR SIEMPRE».
La música también abrazó la jornada. Los Tamborcitos del ECuNHi dirigidos por Luciano Molina, el Coro del ECuNHi con la dirección de Eduardo Ferraudi, y la murga marplatense Lávate y vamo llenaron el aire de ritmo, canciones y abrazos en la ex ESMA.
En cada palabra, en cada canción, en cada pañuelo, se respiró la certeza de que, como enseñó Hebe: la lucha es para siempre.