Este viernes 14 de febrero, se llevó adelante en la Plaza de Mayo otra histórica Marcha de la Resistencia en defensa de los trabajadores y trabajadoras, pero con un detalle especial. A diferencia de todas las anteriores, esta vez la iniciativa de marchar 24 horas sin parar en la Plaza fue organizada por el compañero e hijo de las Madres, Daniel «El Tano» Catalano.
Desde un comienzo, llegando a las 17 horas, la Plaza estalló de militantes de distintas organizaciones políticas, sindicales y sociales, que se hicieron presentes en esta nueva aventura contra el gobierno macrista de Javier Milei. Carmen Arias, presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, estuvo presente desde el primer momento y marchó junto a los trabajadores y trabajadoras.
Durante toda la jornada, en un escenario construido a metros de la Pirámide, diversos artistas acompañaron con música y alegría a la militancia que nunca dejó de marchar sobre las baldosas que vieron nacer a las Madres.
Para el cierre de las 24 horas de marcha ininterrumpida, Carmen Arias tomó la palabra.
«Ayer cuando llegué e iniciamos la Marcha, me vinieron a la cabeza y al corazón muchos recuerdos de nuestras Marchas de la Resistencia. Hoy las Madres no podemos hacer algo de eso, pero también me vino a la cabeza lo que dijo Hebe en aquel momento, que la Marcha deben ser los jóvenes y los trabajadores.
Les quiero agradecer al Tano Catalano y a todos los trabajadores, organizaciones y sindicatos que se han unido para hacer esta hermosa marcha. Les quiero pedir que no sea la única, tenemos que seguir haciendo marchas, haciendo todo lo necesario para echar a este gobierno fascista que tenemos en este momento. Espero, y sé que lo van a hacer, que sigamos marchando, saliendo a la calle, para demostrarle al gobierno que es el pueblo quien tiene la verdadera fuerza», cerró Carmen.
El discurso de Carmen Arias no solo rescató el legado de las Madres de Plaza de Mayo y de Hebe de Bonafini, sino que también reafirmó la necesidad de mantener viva la resistencia en las calles frente a un gobierno que ataca derechos fundamentales. La mención a los jóvenes y trabajadores como herederos de esta lucha se convirtió en un llamado urgente y claro, un recordatorio de que la organización popular sigue siendo el principal bastión contra las políticas de ajuste y represión.
La iniciativa de Catalano, hijo de las Madres, también marca un hito: es la continuidad generacional de una lucha histórica que se renueva y fortalece. La Plaza, testigo inquebrantable de esas luchas, volvió a ser escenario de la resistencia, con la fuerza y el coraje que caracterizan a las Madres y a quienes siguen sus pasos.