Este jueves 15 de junio desde las 15 horas las Madres de Plaza de Mayo realizaron la Marcha N°2357 en la Plaza junto a la militancia. En una tarde marcada por el frío, el primer orador en tomar la palabra fue Demetrio Iramain. Más adelante escuchamos a Carlos Cuevas, referente de La Puiggros La Matanza, y nieto de Esther Ballestrino de Careaga, una de las tres Madres de Plaza de Mayo secuestradas, torturadas y asesinadas en dictadura.
En un primer término, Demetrio se refirió al cierre de listas para las PASO del día de ayer, miércoles 14 de junio, donde el Frente de Todos se anotó bajo otro nombre: Unión por la Patria. “Vamos a estar todos militándolo porque es lo único que tenemos, la única esperanza que nos queda reivindicando la conducción de Cristina (Fernández de Kirchner) también en este proceso electoral que va avanzando cada vez más”, lanzó y aseguró, “Estamos seguros que lo importante, más que el nombre, es el contenido”.
“Lo que está adentro es lo que todavía resta definir, que es ese programa político del que nos habla Cristina desde hace varias de sus intervenciones y en el que tenemos que avanzar”, señaló y aseguró: “No nos asustan las internas, las discusiones, los debates al interior. Sí nos repugna la traición y eso sí no lo podemos tolerar, lo vamos a cuestionar y denunciar siempre, y hoy la traición se llama no hacer lo que hay que hacer para que en diciembre no esté la derecha gobernando el país”.
“Lo que esta en frente no es joda compañeros y compañeras, es un enemigo muy poderoso, muy brutal, dispuesto a todo. Ya lo han demostrado con el intento de asesinar a Cristina que era la opción más extrema de un proyecto político que busca proscribirla”, agregó Demetrio.
“Quieren terminar con nosotros, por eso la traición sería no hacer lo que hay que hacer para que la derecha no gane. Así que a todos los dirigentes de nuestro espacio les pedimos que se pongan las pilas porque hay un pueblo que no soporta ni un solo dolor más, ni una sola traición más, ni un solo error más. Es momento de acertar”, sentenció Demetrio.
Acto seguido, tomó la palabra el compañero Carlos Cueva, quien comenzó su discurso mencionando a su abuela, Esther de Careaga, una de las tres Madres de Plaza de Mayo que fue torturada, secuestrada y asesinada por la dictadura, al igual que María Ponce y Azucena Villaflor de De Vincenti, en un operativo en la iglesia de la Santa Cruz.
En ese sentido, comenzó cómo fue que su abuela se unió a la lucha de las Madres, explicó que Esther “en un principio salió a buscar a mi viejo, que si bien no era su hijo lo empezó a buscar y después se sumó la búsqueda de su tía, Ana María (hija de Esther), que la secuestraron, pero la soltaron. Una vez que la sueltan, con mi madre y otra tía, tomamos la decisión de viajar a Suecia, de exiliarnos”, relató y detalló que en aquel entonces y en varias oportunidades la dictadura había allanado el domicilio donde se encontraban.
En este punto, explicó que la familia le pidió a Esther que se vayan del país. “Ya era el año 77’, la dictadura se veía que era muy cruenta, y ese fue el pedido”. Sin embargo, “no hubo forma de convencerla para que se venga con nosotros”, afirmó.
A su vez, explicó que su madre y su tía salieron del país “por otro lado”, y en ese momento Esther decide quedarse en la Argentina, con las Madres “porque ella decía que todos los desaparecidos son mis hijos e iba a seguir luchando por todos”, remató.
Más adelante, Cuevas habló del proyecto que lleva adelante en La Matanza con la agrupación Puiggros, donde mantienen un CENS, una escuela de adultos que tiene varias sedes en todo el partido. “Hemos tenido a Azucena Díaz, como estudiante”, dijo.
“La verdad quería reivindicar también, primero la librería de Madres, y luego la Universidad que fundaron las Madres en el 2000”, agregó y contó que nuestra compañera eterna Hebe de Bonafini la llamó “orgullosamente revolucionaria y orgullosamente clandestina”.
“Esa enseñanza que recibimos en esos años en ese espacio que se creó tan maravilloso, donde se pensaba en la importancia que tiene la formación, la educación, para poder transformar, que tiene que haber militantes que sientan lo que le pasa al otro y tengan la necesidad de transformar las cosas”, advirtió.
A partir de la noticia de la llegada al país del avión en el cuál la dictadura llevó adelante los vuelos de la muerte y las Madres rechazaron, Cuevas recordó una anécdota con nuestra compañera Hebe, del día que aparecieron los restos de su abuela Esther. “Nos llamó a la familia y compartimos una tarde con ella en la Casa de las Madres. Pasamos una tarde maravillosa y ella fue muy cálida. Quiero recordar ese momento porque la recuerdo con mucho afecto y cariño, y como a todos, nos hace mucha falta”, cerró Cuevas levantando a la militancia que empezó a cantar consignas de amor hacia Hebe.
Por último, llegó el momento de escuchar a Carmen Arias: “Hebe decía que la oposición de derecha no era un rival político del peronismo, era enemiga del pueblo ¡Cuánta razón tenía! Juegan a la democracia, pero la detestan. Su único objetivo no es desarrollar el país ni hacer más compleja su estructura productiva, ni mejorarle la vida al pueblo, sino defender espesos intereses concentrados cueste lo que cueste. Y si cuesta tener presos políticos, proscribir a Cristina, o matarla, o terminar con la democracia incluso, no se hacen ningún problema.
Esa oposición ha creado dos verdaderos monstruos que se vuelven encontrarle porque adquieren vida propia. De tanto reivindicar solapadamente a la dictadura, una dirigente de ese espacio, avisa que sus contendientes en la interna de la derecha no se detendrían hasta desatar una represión fatal contra los trabajadores y las capas medias, y cometer delitos de lesa humanidad.
De tanto valerse del partido judicial, ya totalmente desatado, los jueces se burlan deliberadamente de Cristina. Dejan sin investigar siquiera la intencionalidad política del plan para asesinarla. Y benefician a Mauricio Macri con la segura impunidad que habrá en la causa por espionaje a los familiares de los muertos en el submarino ARA San Juan.
El país atraviesa una gravísima crisis institucional. Así como en 1983, las Madres de Plaza de Mayo reclamábamos una convención bicameral y no una selección de notables nombrados a dedos como fue la CONADEP de Alfonsín, para que todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria se comprometieran a la investigación y al juzgamiento de la dictadura, hoy volvemos a exigir lo mismo: compromiso real, verdadero, consecuente, de todas las fuerzas políticas que se dicen democráticas para ponerles un freno a la derecha brutal que honra abiertamente a la dictadura, niega el genocidio, amenaza con volver a cometerlo y al partido judicial en especial a la Corte Suprema que llegó al extremo de proscribir a la líder indiscutida del pueblo trabajador, Cristina Fernández de Kirchner
Cuando a democracia está en peligro lo único que no está permitido es defenderla. Abramos los ojos ante la gravedad de los hechos. Los discursos circulantes y la amenaza que se despliega para el futuro inmediato ante nosotros.
¡Ni un paso atrás compañeros!”, dijo Carmen.
Acto seguido, la Madre de Plaza de Mayo saludó a la militancia e invitó a todos y a todas a la Marcha N° 2358 del próximo jueves 22.