En un Anfiteatro Juana Azurduy repleto, las Madres de Plaza de Mayo celebraron el 46° aniversario de la primera marcha en la Plaza de Mayo, el 30 de abril de 1977. En la Casa de las Madres, la jornada comenzó con el grupo de percusión Sambamarta que llevó a toda la militancia hasta la vereda de Hipólito Yrigoyen 1584, y rodeados por la militancia golpearon sus instrumentos haciendo bailar a todos y a todas.
Terminado el espectáculo, las Madres condujeron a los presentes hasta el anfiteatro donde comenzó el acto político. Presentado por Kike Alcoba, comenzó el acto saludando a las Madres y a todos los presentes, e introdujo al primer orador de la jornada, Diega Belaunzaran Colombo.
En un encendido discurso, el referente de Les Jóvenes llamó a conformar un “puente generacional indispensable que logre unir aquella generación que lo dio todo y fue desaparecida, con nuestra generación, mezcla de bicentenario y pañuelo verde, que de la democracia hasta acá vivió los mejores años”, aseguró.
En este punto, cuestionó las redes sociales y preguntó: “¿El algoritmo viene a borrarnos la memoria?”. En este punto, citó a Rodolfo Walsh y la denuncia de que el poder “busca borrarnos la historia para desligar una lucha de la otra y que todo tenga que empezar de nuevo”.
Además, propuso soluciones para problemas que atraviesa el gobierno actual, como la conformación de un plebiscito para evaluar qué hacer con la deuda que contrajo el macrismo con el Fondo Monetario Internacional.
En el mismo tono, pidió por la consigna que vienen repitiendo las Madres desde hace meses: “Cristina presidenta”, que levantó a toda la militancia de sus asientos y comenzó a cantar consignas de apoyo a nuestra vicepresidenta. «Cristina vuelve», selló Diega.
Más adelante, llegó el momento de Pablo Zurro, el último compañero en recibir el pañuelo de la mano de nuestra compañera eterna Hebe de Bonafini. El intendente de Pehuajó, fiel a su estilo, ponderó la lucha de las Madres y recordó lo que sintió cuando ya comenzada la dictadura militar en nuestro país observó “un día que alguien protestaba contra los milicos asesinos. No saben lo que era ver como las Madres reclamaban por sus hijos y por los compañeros, por algo que era impensado”, reconoció. “Lo que tuvieron que aguantar”, señaló.
Acto seguido, Kike Alcoba presentó a Tristán Bauer. El ministro de Cultura de la Nación, repasó momentos que compartió con las Madres. “Yo soy un agradecido, inmenso agradecido a la vida, por haber estado tantos años y haber aprendido tanto de Hebe. Recuerdo los primeros años, estudiante de cine, ir a la Plaza y ver eso que parecía en un momento tan pequeño: un grupo de mujeres marchando en torno a la pirámide. Voces que apenas se escuchaban, después llegó el megáfono y la palabra de Hebe. Y eso que parecía tan pequeño fue creciendo y creciendo”, rememoró Bauer.
Después, llegó el momento del sentido homenaje a Hebe de Bonafini en la voz de Carlos Polimeni, que nos trajo un fragmento de su obra “Heroínas”. Acompañado de imágenes y videos, el periodista relató cómo nació la idea de pensar a Hebe en un espectáculo de teatro, y repasó hitos de las Madres y nuestra compañera eterna. “
Empiezo a buscar qué decir sobre Hebe que no esté dicho, que no sea obvio, que no sobre ni sea redundante. Hay mucha obra, mucho texto, y leo, escribo, y nada está a la altura”, aseguró.
Además, leyó poemas de nuestro compañero Demetrio Iramain, que fue la pincelada artística del homenaje que emocionó a las Madres y la militancia.
Terminado el homenaje, hablaron las Madres. En primer lugar, Sara Mrad de la filial Tucumán tomó la palabra:
“Cumplimos 46 años dentro de una organización política de lucha que tiene como único objetivo exigir justicia y enfrentar a los poderosos, porque sólo una fuerte resistencia política nos permitirá cambiar las condiciones de vida de nuestro pueblo.
En tiempos difíciles, donde la desmesura de la pobreza deteriora la existencia en los barrios más pobres. En tiempos en el que el neoliberalismo sostenido por las clases enriquecidas precariza la vida de las niñeces en esos barrios. Se hace imprescindible poner el cuerpo y la palabra aferrándonos a nuestra militancia porque estamos convencidas de que con la fertilidad de nuestra memoria se puede construir un presente y un futuro más digno para todos y para todas, sobre todo para quienes más lo necesitan.
Para las Madres sostener nuestra lucha es urgente. La patria y nuestro pueblo están en peligro. Estamos en medio de una campaña electoral perversamente contaminada. Tenemos a la derecha recalcitrante asediando, amenazante, privilegiando la violencia, la intolerancia, la mentira, la difamación, para continuar imponiendo planes de miseria, pobreza, desesperanza, porque su único objetivo es el control social y el sometimiento.
Por eso más que nunca tenemos que ser conscientes de los tiempos que corren, de la agresividad de esa derecha avara y acaparadora de las riquezas de nuestro tiempo que abusa del esfuerzo de nuestros trabajadores y trabajadoras y que en muchos casos con su accionar impiden que muchos de esos trabajadores ni siquiera puedan acceder a la dignidad identitaria del trabajo. Esa derecha impúdica, obsecuente, y obediente a los designios de Estados Unidos y de su Fondo Monetario Internacional pretendiendo conculcar nuestros derechos conseguidos con el resultado de tantas luchas que se llevó la vida de tantos militantes.
No reconocemos en ellos ni un pequeño esbozo de generosidad. Ni el más mínimo de solidaridad. No reconocemos en ellos ni un solo proyecto abarcativo para las grandes mayorías populares que tanto necesitan. Mucho menos la defensa de nuestra soberanía, ya sea sanitaria, alimentaria de nuestro territorio. Por eso quieren dolarizar nuestra economía. En definitiva, están en contra de nuestra soberanía monetaria.
Sólo les reconocemos el odio que despliegan, y la obscenidad acaparadora de privilegios económicos en desmedro de las grandes mayorías. Para ello utilizan el recurso de contaminar e infectar la lucha política valiéndose de los medios de comunicación hegemónico y de un Poder Judicial corrupto, putrefacto, y mal oliente.
Por eso las Madres estuvimos en la marcha de Tribunales. Porque sólo reconocemos en Cristina Fernández a la única persona capaz de proyectar e implementar un proyecto nacional, popular, inclusivo, que nos permita desarrollarnos como pueblo, como país soberano.
Por eso decimos no a la proscripción Cristina conducción”, pronunció.
Para cerrar, Sara le habló a nuestra compañera eterna: “Hebe querida no tenemos la obligación de extrañarte. Esa es una decisión personal de cada uno que sabe, que siente en lo más profundo de su pecho. Sin embargo, te extrañamos. Pero sí tenemos la obligación y el compromiso de mantener encendido por siempre el fuego irredento y rebelde de amor y solidaridad que has sabido encender en cada uno de nosotros”.
La segunda Madre en hablar fue Irene Chueque, de la filial Mar del Plata:
“Todos estos días han sido muy emocionante, como muchas emociones. Recordando, viviendo sentimientos de muchos años. Cuando veníamos las Madres a los actos que se organizaban acá en la Capital qué tranquilas que estábamos. Nos sentábamos y esperábamos que Hebe nos dijera, nos condujera. Que tranquilas. Ahora Hebe nos dice ‘Vamos Madres, levanten el culo de la silla, comprométanse’.
Eso es lo que quiere Hebe y eso es lo que aprendimos. Aprendimos la lucha de nuestros hijos e hijas. Su valentía, su dignidad, su fuerza y compromiso por cambiar este mundo. Eso hemos aprendido a sangre y fuego.
Estos días que he caminado por Corrientes, por Avenida de Mayo, se me estrujaba el corazón ver a los jóvenes, a las familias, a niños, acostados durmiendo en las veredas, en los rincones, que parecieran no tener futuro. Y es Larreta, Bullrich que quieren gobernar nuestro país. ¿A eso nos quieren llevar? A la miseria y el hambre en un territorio tan pequeño con recursos de todo el país. Tienen miles de personas viviendo en la calle.
Tenemos que luchar para que estos no vuelvan. Son piratas, como decía el Ché Guevara y como decía Hebe. No vuelven en los barcos, vuelven en autos modelo de último diseño, desde la Rural, de los grandes campos, de los medios de comunicación. Nos quieren robar todo.
No vienen con el ojo tapado, pero nos quieren robar todo. Nos quieren robar la conciencia, pero no van a poder porque nuestro pueblo es luchador, no se rinde. Y la responsabilidad es de todos. No podemos dejar solamente a una persona que haga todo. Todos somos responsables por cambiar esta Argentina, por la dignidad de nuestro pueblo.
¡Luchemos siempre compañeros, hasta la victoria siempre!
La próxima Madre en hablar fue Pina de Fiore, quien saludó a la militancia y a todos los presentes. “El 23 de septiembre de 1977 empecé a estar en Madres porque había desaparecido mi hijo como desaparecieron todos los chicos que no pensaban para ellos, pensaban para los demás. Así que gracias chicos. Los amo a todos y los 30 mil están presentes con nosotros. Gracias”, cerró Pina.
La próxima en hablar fue Visitación de Loyola, quien se puso de pie y mirando a todos a sus 98 años dijo “acá estoy, vivita y coleando, dando las gracias a mi hijo que tanto me cuida”, comenzó.
“Pero ¿Qué voy a pedir? Hebe sabía lo que hacía como toda esta juventud. No hay porqué pedirles que hagan otra cosa más que la lucha y lo que tienen en su conciencia.
El 17 de octubre cumplo 99 años y acá estoy. Hebe me enseñó a llevar el pañuelo con orgullo. Que nadie lo puede dar, sólo la Asociación Madres de Plaza de Mayo que nunca faltaron a la Plaza un jueves.
Llueva, o nieve, siempre estuvimos y siempre vamos a estar luchando. Aquí estoy y contenta, porque ustedes me van a ayudar a no tener miedo. A saber, que vamos a ganar con los 30 mil detenidos desaparecidos, con este orgullo de bandera que tenemos. Llueva, que nieve todos los jueves, nunca la Asociación Madres de Plaza de Mayo faltó a la Plaza, y no va a faltar.
Por los 30 mil, con Hebe a la cabeza y con Cristina conduciendo no tenemos miedo a nadie ni a ninguno, y vamos a seguir en la lucha”, cerró “Visi” levantando a toda la militancia.
Por último, llegó el momento de escuchar a Carmen Arias. “Después de esto es difícil hablar, es muy difícil”, planteó.
“Para nosotras el 30 de abril fue siempre una celebración y también debe serlo hoy que cumplimos 46 años de lucha. Debe serlo a pesar de que nos falte Hebe desde hace tan pocos meses estamos seguras de que ella estaría feliz de vernos a sus compañeras firmes, erguidas, orgullosas marchando cada jueves en la Plaza, en Mar del Plata, activas en Tucumán, y atentas y militantes en Mendoza.
El 30 de abril siempre tiene algo en particular, es la fecha en que las Madres, aunque hablemos de temas coyunturales y de política siempre nos miramos hacia adentro entre nosotras y celebramos nuestra lucha.
Hebe decía que ella lo había aprendido todo de Azucena, Mari y Esther, nuestras tres Madres secuestradas y desaparecidas. Nosotras lo aprendimos todo de Hebe. Ella nos enseñó a ser autónomas siempre y mantenernos en nuestras posiciones que son el producto de la ética de nuestros hijos.
Seguimos su ejemplo, por eso primero que ninguna y sin importarnos el costo de nuestra decisión las Madres rechazamos en aquel 17 de octubre en la Plaza de Mayo el acuerdo con el FMI.
Ella nos enseñó que en política no es tan importante agradecer a los compañeros y compañeras porque en definitiva todos queremos lo mismo. Lo que sí es importante es saber pedir disculpas cuando nos equivocamos como le pedimos a Néstor Kirchner en 2003.
Del que vive agradeciendo, pero nunca pide disculpas porque cree que siempre hace todo bien, de ese hay que desconfiar. Ella nos marcó el camino de apoyar decididamente a Cristina y la seguimos apoyando.
Ella nos enseñó que los jóvenes no son el presente del país, son el futuro. Y que el futuro propiamente no queda lejos ni es mañana, sino hoy mismo.
Ella nos alertó que el futuro está pasando hoy, ahora, y que todo tiempo futuro fue mejor y también se los enseñó a los más jóvenes. Vengan, hagan, discutan, proyecten, pero siempre dentro de un marco: la defensa de las Madres, el respeto a nosotras y en nuestra lucha de casi medio siglo.
Todo lo que hicimos no lo hicimos solas. Por eso les pedimos que nos sigan acompañando todavía más a partir de ahora. Las Madres dejamos varios proyectos en movimiento, la radio, el Ecunhi, la Universidad, ustedes que nos acompañan siempre deben ser los garantes de que estos espacios nunca se desvíen del camino que les impusimos al crearlos.
De nuestro archivo histórico que pronto estará en Ensenada nos encargaremos nosotras todavía y cuando ya no estemos será el momento de que alumbre las verdades documentadas de todas nuestras posiciones y les sirva a las nuevas generaciones para continuar la lucha con las enseñanzas que puedan recoger de nuestra experiencia.
Se avecinan tiempos difíciles para el país y la región. Aún ganando las elecciones la potencia y el poder concentrado que tienen los medios de incomunicación los jueces y fiscales, los grupos económicos más poderosos, son brutales. Pero, aunque muchas veces parezca lo contrario todo tiempo futuro fue mejor. Siempre. Porque si el presente es de lucha el futuro será nuestro.
Mientras nos queden fuerzas, las Madres seguiremos por el mismo camino de siempre, sin dar ni un paso atrás”, cerró Carmen.
Entre los presentes, se encontraban también los compañeros Daniel «El Tano» Catalano de ATE Capital, Roberto Baradel de SUTEBA bonaerense y la CTA, el Subsecretario de Articulación y Comunicación Comunitaria del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación Lauro Grande, que junto a la militancia que colmó la Casa de las Madres, no paró de aplaudir a estas incansables luchadoras de la Asociación Madres de Plaza de Mayo.