El 6 de abril del año 2000, con la presencia de representantes de la Universidad de Salamanca (España), del Instituto Martin Luther King (Cuba), así como de diversos intelectuales de América Latina, se concretó un viejo anhelo de las Madres: el de ensamblar cultura y política en la formación de las y los estudiantes. La idea había surgido en año anterior con el objetivo de crear un nuevo espacio de resistencia. Así nacía la Universidad Popular, con el propósito de estimular el pensamiento crítico y organizar ámbitos grupales de reflexión creativa. Articular la teoría y la práctica, generar herramientas para disputar la hegemonía intelectual, abrir un espacio para que los sectores populares y los nuevos movimientos sociales puedan participar y crear formas de construcción política. La aventura cultural se propuso superar las prácticas educativas del sistema, legitimadoras de la opresión para recuperar las tradiciones de resistencia popular y transformar la sociedad, en saber y lucha.