NUNCA TE OLVIDAREMOS, FRANCISCO
Las Madres de Plaza de Mayo nos quedamos más solas. Los pobres del mundo se quedan más solos.
Francisco nos devolvió la fe. Nos hizo entender que no todos son iguales en esa institución cuya jerarquía nos cerró las puertas de la Catedral en la cara tantas veces en plena noche de la dictadura.
Gracias, Francisco, por recibir a Hebe en Roma después de que quisieran detenerla.
Gracias por tus cartas cuando la procesó este sistema judicial tan injusto que ahora quiere proscribir a Cristina y si puede, meterla presa.
Gracias por tus encíclicas. Gracias por tu compromiso y tu entrega.
No te olvidaremos. A partir de ahora marcharás cada jueves en nuestra Plaza, frente a tu Catedral.
Hasta siempre.
Carmen Arias, Asociación Madres de Plaza de Mayo,
y filiales Mar del Plata, Mendoza y Tucumán