En el último jueves de julio de 2025, en una tarde gris pero agradable, las Madres de Plaza de Mayo realizaron la Marcha Nº 2468, reafirmando, una vez más, su compromiso inclaudicable con la lucha por los sueños de los 30 mil. Acompañadas por militantes, marcharon junto a la directora ejecutiva del Organismo Provincial de la Niñez, Andrea Cáceres, y al periodista y docente Demetrio Iramain. En el cierre, como cada semana, tomó la palabra Carmen Arias, quien estuvo acompañada por su compañera Josefa «Pina» de Fiore.
Demetrio Iramain abrió su intervención compartiendo con emoción los ecos del reciente viaje que realizaron las Madres a Caracas, Venezuela, en el marco de las elecciones comunales del pasado domingo. “Todo, pero absolutamente todo lo que dicen sobre Venezuela en los medios hegemónicos es mentira, una flagrante mentira”, advirtió. Luego relató que durante seis días recorrieron “un pueblo feliz, organizado, alegre, politizado”, que “ama la política”, a diferencia de “acá, que nos quieren hacer odiarla”.
“El ninguneo y el ataque constante que reciben las Madres de Plaza de Mayo en la Argentina es inversamente proporcional al amor, al respeto, a la veneración que generan en América Latina”, aseguró. Contó que fueron invitadas por el presidente Nicolás Maduro a participar del Foro Internacional por la Paz y en Contra de la Guerra, donde compartieron su experiencia con madres venezolanas cuyas hijas e hijos fueron detenidos al intentar migrar hacia EE.UU., para terminar encerrados en cárceles salvadoreñas. “Aprendieron que nadie se salva solo, que el destino es colectivo”, relató, subrayando la importancia de “hacer la revolución en Venezuela, en Argentina, en Uruguay, en Perú, en Bolivia”.
Entre las actividades más conmovedoras del viaje, Iramain destacó el encuentro en la Plaza Bolívar en un tribunal antifascista, donde hablaron Carmen y la Madre de Plaza de Mayo de la Filial Tucumán Sara Mrad, y donde compartieron un emotivo momento con Aleida Guevara. “La hija del Che recordó a Hebe con precisión y habló de sus enseñanzas revolucionarias”, contó. También estuvieron presentes el domingo, acompañando a Maduro en las elecciones comunales: “Fue la elección número 33 desde el inicio de la Revolución Bolivariana. El PSUV ganó con el 85% de los votos. Es un pueblo que la tiene clara”.
Más adelante, Iramain celebró el acuerdo institucional firmado entre la Universidad de las Madres y la Universidad Internacional de las Comunicaciones (UICOM), que funciona en el antiguo edificio del diario golpista El Nacional. “Es como si hiciéramos la Universidad de las Madres en el diario Clarín. Solo posible en una revolución”, sostuvo. Además, denunció la reciente censura a la comunicadora Luana Pascual, echada de una radio por querer contar su experiencia en Venezuela: “Vergüenza nos da esa radio Kamikaze. Son kamikazes del poder, de Clarín, de Milei”.
Antes de concluir, Demetrio destacó la participación clave de Jorge Drkos, integrante de la Comisión Permanente por la Memoria de Berisso, ex senador provincial y uno de los coordinadores del Foro de San Pablo. “Estuvo a nuestro lado todo el tiempo, presentándonos en cada espacio. Las Madres no precisan presentación, pero Jorge fue un gran compañero, muy amigo de ellas, y queremos agradecerle”, expresó. Y cerró con una definición tajante: “Tenemos que hacer aquí la revolución en la Argentina, porque esa es la mejor solidaridad para la Revolución Bolivariana. Dejemos de dar vueltas y hablemos de las cosas como son. Desde la Plaza de Mayo difundiremos con más fuerza que nunca las verdades de la Revolución Bolivariana”.
En la misma línea, tomó la palabra Andrea Cáceres, directora ejecutiva del Organismo Provincial de Niñez de la Provincia de Buenos Aires, quien comenzó reconociendo que hablar en la Marcha de las Madres era “un profundo honor” y que incluso “da nervios estar en este momento acá”. Agradecida por la invitación, remarcó que formaba parte de un gobierno provincial “que encabeza el compañero Axel Kicillof, un gobernador que sí está siendo asediado, no solo mediáticamente, sino también perseguido económicamente”. Esa presión, subrayó, no ha impedido que se mantenga una política de cuidado hacia las infancias: “Nos hace sentir dentro de un espacio muy cuidado, y eso es lo que tratamos de hacer desde este organismo, con muchísimas dificultades, pero con un compromiso inquebrantable”.
Más adelante, Cáceres trazó un diagnóstico contundente sobre la situación actual de las niñeces en la Argentina. “Hoy tenemos un gobierno nacional que le da la espalda al pueblo argentino, y particularmente a los pibes y las pibas”, denunció. Apuntó directamente contra las prioridades del oficialismo nacional: “Lo que proponen es encierro en vez de más escuelas, más espacios de salud, más espacios de juego y de diversión”. Y fue precisa con las cifras: “Tenemos más del 60% de niños pobres y más del 20% en situación de indigencia. Eso significa que muchos no pueden cubrir ni siquiera sus comidas diarias, y que otros directamente están pasando hambre”.
Frente a ese escenario, reivindicó la tarea del Ministerio de Desarrollo de la Comunidad, encabezado por Andrés “el Cuervo” Larroque, y de todo el gobierno bonaerense. “Axel Kicillof, con sensibilidad y con voluntad política, no deja que ningún pibe pase hambre”, aseguró, aunque aclaró que esa política no puede reducirse únicamente a la asistencia alimentaria. “Hebe decía hace un tiempo, y a mí me quedó muy grabado: no podemos pensar solamente en el plato de sopa. Tenemos que hacer niños felices”, recordó. Y agregó: “Quienes somos militantes políticos, quienes estamos hoy en esta plaza, tenemos que ser portavoces de todo lo que sí se puede hacer distinto”.
En ese sentido, enumeró políticas concretas que impulsan una mirada integral de las niñeces: la inversión de más de 80 mil millones de pesos en el Servicio Alimentario Escolar (SAE) y el programa MESA, el fomento a la participación infantil a través de Decisión Niñez, la implementación de orquestas juveniles, centros de día, espacios culturales, deportivos y recreativos, y la aprobación de una Ley de Buen Trato para sensibilizar al mundo adulto. “Esa ley busca interpelar a una sociedad adulta que muchas veces también le da la espalda a los pibes y las pibas”, explicó.
Con tono firme, Cáceres denunció además el abandono por parte del gobierno nacional de obras claves para la infancia: aulas, escuelas, salas de salud. “No solamente nos enfrentamos a discursos de odio: también nos enfrentamos al desmantelamiento concreto del Estado. Y eso pega directamente en la vida cotidiana de nuestros chicos y chicas”, advirtió. “Nos dicen que la pobreza bajó, pero cuando desagregamos los números, vemos que la población más impactada es la de los pibes y las pibas”.
Hacia el final, retomó la enseñanza fundamental que dejan las Madres: la idea de la maternidad como una tarea colectiva. “Nos han enseñado que tenemos que pensar las crianzas de manera colectiva”, dijo, e invitó a seguir ese ejemplo. “No vamos a poder construir una patria grande, una patria feliz, si no miramos a los pibes y a las pibas. No alcanza con que tengan un plato de comida: tienen que poder reírse, jugar, ser felices, no ser violentados, y contar con adultos que estén presentes”.
Cáceres cerró su intervención con un emotivo agradecimiento a las Madres y a su ejemplo de lucha inagotable. “Ayer llegaron de Venezuela, y hoy están acá nuevamente en la Plaza dando la batalla. Nos enseñan que no tenemos, ni podemos darnos el lujo de cansarnos. Que lo único que no se puede hacer es bajar los brazos. Muchísimas gracias, de todo corazón, por enseñarnos tanto”.
La Marcha de las Madres del jueves cerró con la palabra de Carmen Arias, quien compartió su reciente experiencia en Venezuela, donde representó a la Asociación Madres de Plaza de Mayo en un importante encuentro internacional de madres víctimas del fascismo. Conmovida, Carmen no ocultó la emoción: “Fue la primera vez que me tocó hacer un viaje así con las Madres y la verdad que fue una experiencia maravillosa”.
Agradeció especialmente a Penélope Alsina y Karlin López, quienes acompañaron a la delegación durante toda la estadía: “No lo hacían por obligación, lo hacían con cariño y con un respeto impresionante”, destacó. Además, valoró el trato recibido: “Nos alojaron en un hotel impresionante, donde nos atendieron como corresponde”.
Pero el eje no fue solo afectivo, sino profundamente político. “En todos los actos se elogió a las Madres de Plaza de Mayo. Cuando habló Maduro de las Madres fue una cosa maravillosa. Fue muy fuerte ver cómo nos reconocen”, relató Carmen. Y agregó una reflexión que apunta de lleno contra el discurso mediático dominante: “Ahora tengo la claridad y la fuerza para decirle a cualquier venezolano que se queje en Argentina que miente. Porque realmente están muy bien y se les nota felices. No vimos chicos pidiendo ni gente durmiendo en la calle. Ojalá podamos hacer nosotros una revolución y conseguir eso”.
En ese contexto también mencionó la participación del senador Jorge Drkos, referente de la Comisión Permanente por la Memoria de Berisso y coordinador del Foro de San Pablo, a quien agradeció por haber acompañado a la delegación: “Era más conocido allá que nosotros, lo saludaban en todos los actos”.
Uno de los momentos más impactantes fue el acto contra las guerras, con representantes de más de 80 países. “Cuando nombraron a Milei, algunos argentinos presentes empezaron a cantar ‘Milei basura, vos sos la dictadura’. Fue espontáneo. La consigna está viva en todos lados”, contó. Carmen también recordó con emoción la firma del convenio entre las Madres y organizaciones venezolanas, donde se proyectaron los himnos de ambos países, con imágenes de desaparecidos y la voz de Mercedes Sosa entonando el himno argentino. “Fue muy emocionante. Cantamos todos juntos. Fue un sueño cumplido”, aseguró.
Antes de cerrar, Carmen desplegó una bandera que estudiantes de la UICOM firmaron y regalaron a las Madres con decenas de mensajes de amor.
Con esa mezcla de ternura y firmeza que distingue a las Madres, Carmen cerró prometiendo más anécdotas para el próximo jueves. Y como siempre, bajo el sol o la lluvia, en dictadura o en democracia, volvieron a marchar una vez más. Por los sueños de los 30 mil.
Entre la militancia, se encontraba el compañero Daniel «El Tano» Catalano de ATE Capital, que en todo momento estuvo cerca de las Madres y marchó junto a ellas en la histórica Plaza que las parió y 48 años después sigue siendo testigo de la lucha de las Madres de Plaza de Mayo y los 30 mil hijos e hijas.