En otra tarde fría de julio, las Madres de Plaza de Mayo realizaron la Marcha de los Jueves N° 2465, como cada semana desde hace 48 años. Esta vez, estuvieron acompañadas por la militancia, por el periodista y docente Demetrio Iramain, y por Facundo Grande, estudiante secundario y militante estudiantil. En el cierre, la Madre Carmen Arias, junto a «Pina» de Fiore, volvió a alzar la voz desde el centro de la Plaza.
Como es habitual cada jueves Demetrio Iramain fue el primero en tomar la palabra. Saludó a todas y todos los presentes y recordó el sentido profundo de este espacio de lucha que las Madres vienen sosteniendo desde 1977. “Qué visionarias las Madres, ¿no? Porque haber planteado en el 77 que había que ocupar la Plaza para tener un espacio de acumulación política, de denuncia de lo que pasaba… pero haberlo sostenido 48 años, eso no lo hace cualquiera”, dijo. Y remarcó que no se trata de un lugar cualquiera: “Todo el campo popular sabe que la Plaza de Mayo cada jueves es el momento, el lugar para escuchar la palabra de las Madres de Plaza de Mayo, sin mediaciones, sin tergiversaciones, sin nadie que la cuente en el medio. Son las Madres en directo con su pueblo”.
Agradeció el esfuerzo inmenso que representa haber sostenido la marcha durante casi medio siglo: “Han puesto mucho esfuerzo para sostener ese espacio. El cuerpo… hay que estar 48 años sin faltar un jueves a la Plaza. Pero ese es el prestigio que tiene esto. Y nos han dado un ejemplo extraordinario de que lo último que tenemos es el cuerpo. De ahí no nos va a correr nadie y con él podemos hacer mucho”.
Desde esa legitimidad que nace del cuerpo puesto en lucha, Iramain celebró el acuerdo de unidad electoral que se alcanzó en la provincia de Buenos Aires, aunque aclaró que eso no puede ser un punto de llegada: “Ese tiene que ser el piso, el puntapié inicial, el kilómetro cero. Haber logrado el compromiso de una unidad electoral es importante, pero ahora hay que construir una unidad política, compañeros y compañeras, del movimiento nacional y popular”. E insistió en que esa unidad no puede ser sólo una cuestión del peronismo: “Por supuesto que el peronismo es el actor central, pero esto es mucho más grande que el peronismo”.
Advirtió sobre los errores del pasado reciente y la necesidad de aprender de ellos. “Ya nos pasó que ganamos las elecciones, gobernamos, y no hubo una línea clara de lo que se quería hacer. Parte de eso es lo que nos trajo hasta acá. Así que también hay que aprender de los errores”, sostuvo. Y destacó que, a pesar de los debates, las diferencias y los dolores que atravesó el campo popular, “hemos logrado superar la primera barrera. Ahora vamos por todo lo que viene, que insisto, es la unidad política para ganar las elecciones y para hablarle a nuestro pueblo”.
Con el mismo tono, hizo una reivindicación explícita de Cristina Fernández de Kirchner como la principal referente política de este tiempo. “Yo, la verdad, como las Madres siempre nos dijeron, escucho mucho a Cristina. Es la líder y tiene mucho para darnos”. Y citó una de sus advertencias: “Cristina viene diciendo con absoluta claridad: por más que me metan presa, esto no va a solucionar los problemas que tiene nuestra gente. Nuestra gente no come presos políticos. Nuestra gente no come policías en las manifestaciones. No come represión. Nuestro pueblo tiene que comer comida. Nuestro pueblo tiene que tener salud con los médicos, no con palos de la policía”.
Aun así, Iramain señaló que la libertad de Cristina no puede ser el único eje de la militancia popular. “Tampoco va a comer nuestro pueblo con Cristina libre. Eso también lo tenemos que entender. Por eso la contradicción mayor hoy es enfrentar a Milei. Ganarle políticamente a Milei, empezar a construir una victoria política contra este gobierno y empezar a hablar con nuestro pueblo de cómo vamos a salir de la situación que nos está complicando la vida a todos”.
Puntualizó los temas urgentes que debe recuperar el campo popular en su agenda: “¿Cómo vamos a hacer para que el salario otra vez nos permita vivir con dignidad? ¿Cómo vamos a hacer para volver a tener salud? ¿Para volver a tener la aspiración de alcanzar la vivienda? Eso es lo que tenemos que hablar con nuestro pueblo”.
Según Iramain, si el pueblo ve que un proyecto político realmente responde a esas necesidades, va a acompañarlo. “Cuando el pueblo visualice que eso se va a lograr a partir de ganar las elecciones y de volver a tener un gobierno popular en la Casa Rosada, nos va a apoyar”. Y aclaró: “Después, sí, por supuesto, lo primero que tenemos que hacer es lograr la libertad de Cristina. Es terminar con esta proscripción. Pero a mí me parece que el eje tiene que ser la oposición a Milei. Pasa por ahí”.
“Pasa por hablarle a nuestro pueblo de los problemas reales, angustiosos, acuciantes y urgentes que tiene hoy”, insistió. “Primero la política. Y a partir de ahí las demandas democráticas como el fin de la proscripción, el fin de la persecución, el fin de la prisión injusta para Cristina. Pero eso va a derivar de aquella lucha, de esa contradicción mayor”.
Hacia el final de su intervención, Iramain condensó todo su mensaje en una consigna potente: “Hoy más que nunca, compañeros y compañeras, es patria o exterminio. Patria o proscripción política. Es patria o persecución. Es patria. Si no, no vamos a tener trabajo, compañeros y compañeras”.
Celebró también que el nombre de la nueva coalición electoral haya recuperado una palabra que, según dijo, sintetiza el espíritu de lucha del campo popular: “Celebro que el nombre de esta nueva oferta electoral contenga la palabra ‘patria’, porque es una palabra que nos une a todos y todas y que de algún modo conversa con lo que venimos construyendo”.
Y cerró con un llamado a la acción urgente: “Fuerza Patria y fuerza pueblo también, porque los que tenemos que llevar adelante y sostener la patria somos nosotros. Si nosotros no nos ponemos las pilas, no va a haber patria, no va a haber futuro, no va a haber Argentina, no va a haber nación. Y eso lo tenemos que construir ahora”.
Finalmente, trazó un horizonte concreto: “No podemos ni siquiera imaginar cómo puede ser la Argentina si en el 27 no ganamos nosotros. No hay posibilidad, no hay chance. Tenemos que ganar nosotros. Tiene que volver el pueblo a gobernar a partir del 27. Y como nos dicen las Madres, si es antes, bueno, será antes. Pero si no, el 27. Del 27 estos tipos no pasan”.
Más adelante, Demetrio presentó “a la compañera Betina, esposa de Leonardo Bertulazzi, que va a hablarles a todos ustedes”. Entonces ella tomó la palabra, visiblemente conmovida, para relatar el caso de su compañero, detenido y en riesgo de ser extraditado a Italia.
“Muchas gracias por escucharme”, comenzó diciendo. “No es la primera vez que estoy en la Plaza de Mayo buscando apoyo”. Betina explicó que Leonardo había sido detenido por primera vez en el año 2002, y que en aquel entonces la jueza Servini de Cubría le había denegado la extradición solicitada por Italia. “Estuvo ocho meses preso hasta que la jueza le negó la extradición y lo liberó. En 2004 fue reconocido como refugiado político. Desde entonces vivimos acá bien, insertándonos. Estamos bien acá, tranquilos”.
Contó que Leonardo, diseñador gráfico de formación, había aprendido en Argentina a construir instrumentos de cuerda como violines, violas y charangos. “Pero actualmente no está haciendo nada de eso porque está otra vez detenido, en la alcaidía de Cavia, donde ya había estado en agosto del año pasado”. Según explicó, fue entonces cuando la CONARE (Comisión Nacional para los Refugiados) le quitó su estatus de refugiado con una “argumentación absurda”.
Betina remarcó que el caso fue asumido por dos abogadas de la Defensoría General de la Nación, a quienes agradeció públicamente: “Hacen un gran trabajo”. Recordó que después de haber estado en Cavia, Leonardo fue trasladado a prisión domiciliaria. Sin embargo, en una decisión que calificó de inexplicable, la misma jueza que en 2002 rechazó la extradición esta vez la aprobó: “Dijo que la fiscalía de Italia promete hacerle un nuevo juicio. Pero eso no es verdad. La defensa lo comprobó, pero no les interesó”.
En otro tramo de su intervención, Betina denunció que las causas por las que se lo quiere extraditar están prescriptas: “Las condenas que Leonardo tiene en Italia, para la justicia argentina, están prescriptas desde hace tiempo, porque son de hace 50 años. Él salió de Italia en 1980 y nunca más regresó”.
Según detalló, todo el proceso judicial parece haber estado manipulado. “Se encontraron varias veces Milei y Meloni, y hay un interés de intercambio también”, sugirió. Habló del caso del sacerdote Franco Reverberi Boschi, acusado de participar en torturas en Mendoza durante la dictadura, y cuya extradición fue denegada por Italia: “En cambio, a Leonardo lo entregan, a alguien que desde hace 20 años vive en Argentina y que no tiene ninguna acusación de sangre”.
“Quitarle el refugio con ese argumento absurdo demuestra la persecución del Estado italiano”, denunció. Relató que la prescripción de sus condenas había sido reconocida en Italia, pero luego fue revocada. “Dicen que como en 2002 fue arrestado acá en Argentina, eso interrumpe la prescripción. Pero eso no tiene sentido. La razón que dan para quitarle el refugio es que fue al consulado italiano a pedir un pasaporte. Dicen que eso muestra confianza en la justicia italiana. Pero es una tergiversación total de los hechos”.
Leonardo Bertulazzi lleva ya diez meses detenido. “Estuvo con domiciliaria, pero desde el primero de julio está de nuevo en Cavia. En tiempo récord, la Corte Suprema confirmó la extradición. Ahora la única esperanza que tenemos es la presión pública”.
Betina también explicó que la cesación del refugio debería pasar por tres instancias en lo contencioso-administrativo, y que aún no está resuelta, pero el Gobierno argentino lo está tratando como un simple trámite. “El problema es que cualquier rato lo pueden llevar”, advirtió. Ya se solicitó una medida cautelar ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Sobre las causas judiciales, precisó que “lo condenaron según leyes especiales en Italia en los años setenta y ochenta, a 27 años, sin ninguna acusación de hechos de sangre. Lo acusan por participación en banda armada y en un secuestro, pero todo se basa en declaraciones de arrepentidos, personas que bajaban su condena si denunciaban a otros”.
“Leonardo tiene 73 años, tuvo un ACV en febrero, está con presión arterial alta, toma medicación y necesita estudios médicos para saber por qué lo tuvo. Eso también es parte del reclamo”, concluyó. Y cerró su intervención con un pedido claro y directo: “Yo quisiera pedirles apoyo y que firmen para frenar esta injusticia”.
Después del testimonio de Betina, fue el turno de Facundo Grande, estudiante secundario y militante de la Ciudad de Buenos Aires, quien comenzó agradeciendo a Demetrio Iramain y, sobre todo, a las Madres de Plaza de Mayo por el espacio que históricamente han sabido brindar a la juventud:
“Es una alegría inmensa, un orgullo gigante estar acá hablando con las Madres en esta plaza histórica, en esta ronda de tantos años”, dijo. Y remarcó el valor simbólico y político de esa presencia: “Gracias a las Madres por el lugar que le han dado siempre a la juventud, a los pibes y a las pibas, sobre todo en este contexto, donde se piensa que los jóvenes están todos con Milei, que hay toda una incertidumbre, y nunca se piensa qué piensa la juventud, qué dice… o mejor dicho, qué hace la juventud. Porque sabemos bien que mejor que decir es hacer”.
Facundo relató con claridad las acciones recientes del movimiento estudiantil frente al intento de proscripción a Cristina. “A pesar de la incertidumbre, a pesar del desgano que se vive, nosotros nos antepusimos a todo eso. En los centros de estudiantes de la Capital y el AMBA se tomaron 21 colegios en contra de la proscripción a la compañera Cristina. Eso hay que decirlo y dejarlo en claro”, expresó con firmeza.
“Así como hay apatía, también hay decenas de centros de estudiantes del AMBA, de la provincia y de la ciudad que deciden tomar los colegios, que deciden salir a marchar, que deciden movilizarse por el país y por la democracia. Porque, básicamente, eso es lo que está atacando este gobierno constantemente: la democracia, el país, la República”.
En esa línea, denunció la persecución sistemática a quienes defienden causas populares. “No es casualidad lo que le hacen a los dirigentes que defienden al pueblo y a la gente. Por eso también quiero agradecer a las Madres por escucharnos siempre, por inspirarnos. Porque la lucha de ustedes es nuestra guía”.
Grande también se refirió al lanzamiento del nuevo frente político Fuerza Patria, y lo tomó como punto de partida para llamar a la militancia a redoblar esfuerzos. “Como militantes, como compañeros, como compañeras, tenemos que resistir unidos, organizados. Pero también tenemos que salir a hablar, a convencer, a explicar con humildad y detalle. Incluso a aquellos que quizás votaron a este gobierno”.
Fue en ese punto donde apuntó directamente contra el oficialismo: “Siempre se dice que son antisistema, anticasta, que son un contrapunto a lo establecido. Pero la verdad es que uno ve las cosas que pasan y lo único que hacen es volver a implementar las mismas políticas, el mismo modelo que ya fracasó tantas veces. Un modelo que deja a millones afuera y hace un país para pocos. Eso es lo que hace este gobierno, compañeros”.
Reivindicó el rol de la juventud como sujeto político activo, capaz de organizarse y disputar sentidos. “Nuestro rol es hablar, reconstruir, rearmar con la fuerza de la juventud y de las luchas que se están dando en todo el país. Pero, sobre todo, con la certeza de que más temprano que tarde un gobierno que priorice la justicia social va a volver a la Casa de Gobierno. Yo no tengo ninguna duda de eso”.
Y completó su razonamiento con una lectura histórica: “La historia muestra que estos gobiernos siempre terminan mal. Y siempre termina volviendo el peronismo para poner las cosas en su lugar. A las llamadas ‘fuerzas del cielo’, nosotros les vamos a anteponer con orgullo, con lucha, con el ejemplo de las Madres, esas que llevan 48 años de lucha ininterrumpida. Nosotros vamos a tomar su ejemplo para estos cuatro años y para lo que venga”.
Con ese impulso, cerró con la consigna que hizo vibrar la Plaza: “Vamos a volver. A volver, a volver, vamos a volver”, coreó. Pero antes de despedirse, quiso sumar una denuncia concreta: “Yo pertenezco a un preuniversitario de la UBA, y quiero dejar en claro que los salarios de los docentes de la UBA están por el suelo. Eso repercute en la calidad académica, en el día a día de los colegios. Están cobrando menos que los docentes de la Ciudad, algo inédito y gravísimo”.
También mencionó el deterioro del sistema de salud: “Este gobierno castiga la educación, pero también castiga a los médicos del Garrahan. Realmente son tantas las cosas que estamos viviendo…”.
Finalmente, llamó a responder a todo eso con unidad y organización: “Con fuerza, con ideas, con esperanza, pero sobre todo con la certeza de que vamos a volver”.
Para cerrar la Marcha, tomó la palabra Carmen Arias. En esta oportunidad, la Madre de Plaza de Mayo dio lectura a un contundente documento titulado “Derechos Humanos contra la proscripción: Cristina Libre”, que fue firmado por organismos de derechos humanos, comisiones por la memoria, áreas de derechos humanos de sindicatos, universidades, instituciones públicas y representantes legislativos.
“Nos reunimos porque entendemos que este hecho afecta a nuestra democracia y a los derechos constitucionales de todo el pueblo argentino”, leyó Carmen, en referencia a la persecución política y judicial que pesa sobre Cristina Fernández de Kirchner.
El comunicado denunció sin rodeos que la cobarde proscripción a Cristina forma parte de un proceso más amplio de disciplinamiento social que nos quiere someter el macrismo y Milei: “La persecución a Cristina —con su plus de misoginia— es parte de la violencia y el odio a quienes pensamos distinto, a quienes defendemos los derechos humanos, a quienes participamos de alternativas políticas ante el modelo de entrega del país, a quienes luchamos por un país justo”.
La lectura recordó que este proceso no comenzó hoy: “Empezó en 2016 con Milagro Sala, por quien seguimos reclamando la libertad”, y se encuadra dentro de lo que se ha denominado lawfare: la utilización del sistema judicial para perseguir, proscribir y encarcelar a referentes populares.
“Cuando hablamos de la libertad de Cristina Fernández no hablamos solamente de su detención, sino también de su libertad para participar en política”, advirtió el documento. “La detención y proscripción son dos formas de persecución con un mismo objetivo: limitar sus derechos civiles y políticos mientras se disciplina a la sociedad en su conjunto. El ‘no te metás’ versión 2025”.
A lo largo del texto, se trazó una línea clara entre el actual gobierno de Javier Milei y la continuidad de las políticas de miseria planificada iniciadas en la dictadura. Se recordó la represión a manifestantes, la impunidad judicial, la estafa de Libra y la ausencia total de justicia en causas como el intento de asesinato de Pablo Grillo. “Esta persecución que estamos sufriendo tiene responsables”, leyó Carmen. “Los mismos que cada vez que pueden endeudan al país, entregan nuestra soberanía, y construyen un Poder Judicial a medida de su impunidad”.
Los jueces Ercolini, Gorini, Giménez Uriburu, Basso, Borinsky, Hornos y Barroetaveña, junto con los fiscales Luciani y Mola y los ministros de la Corte Rosatti, Rosenkrantz y Lorenzetti, fueron mencionados como “eslabones de la puesta en escena de un juicio que terminó en condena, detención y proscripción”. “Casi todos ellos conducen a Mauricio Macri o a otros sectores del poder real”, denunció la declaración.
“El país necesita una democracia en serio”, concluyó Carmen, con la voz cargada de convicción. “Sin libertad política, la democracia está en peligro”, sentenció. De esta forma, terminó otra jornada de lucha en Plaza de Mayo, donde las Madres, la juventud militante y las voces de la resistencia se encontraron nuevamente para decir presente. Una vez más, por los sueños de los 30 mil.