En una semana marcada por la persecución judicial contra Cristina Fernández de Kirchner, las Madres de Plaza de Mayo —Sara Mrad (de la filial Tucumán), Irene Molinari (de la filial Mar del Plata), “Pina” de Fiore y Carmen Arias— encabezaron la Marcha de los Jueves N° 2461 en la histórica Plaza de Mayo, acompañadas por militantes, el periodista y docente Demetrio Iramain y Marcos Cianni, director provincial de Deporte Social de la provincia de Buenos Aires.
En un comienzo, Demetrio Iramain tomó la palabra con tono encendido y palabras contundentes: “Estamos rabiosos, furiosos, enojados con el fallo vergonzoso de esta Corte Suprema espantosa que tenemos en la Argentina, que ha terminado con lo poco que quedaba de democracia en la Argentina”. Desde la Plaza, símbolo de lucha y resistencia, expresó el repudio al máximo tribunal y la solidaridad con la expresidenta: “Desde aquí los repudiamos, los rechazamos, expresamos, por supuesto, toda la solidaridad con nuestra compañera Cristina Fernández de Kirchner”.
Más adelante, Iramain recuperó un momento clave de la historia reciente del movimiento: evocó un discurso de Hebe de Bonafini pronunciado pocos días después del intento de magnicidio contra Cristina en 2022. “Fue una situación que en algún punto también se asemeja a esta de ahora”, recordó. “Por supuesto, como decía Clarín, el tiro no salió, pero la condena sí va a salir. Bueno, la condena salió y el objetivo era sacarla a Cristina, proscribirla, atacar al peronismo por todo lo que representa”.
En ese sentido, remarcó que la embestida judicial no se dirige solo contra una persona sino contra un proyecto político y social mucho más amplio: “Cristina sintetiza esos 12 años y medio extraordinarios que tuvimos en la Argentina. Pero fue un proyecto nacional, político, cultural mucho más grande. Eso es lo que está en disputa, eso es lo que está en juego, eso es lo que se ha criminalizado con este fallo aberrante”.
Apoyándose en las palabras de nuestra compañera eterna, Iramain reforzó el llamado a no dejarse vencer por el miedo. “Hebe nos dijo que no había que tener miedo. Tan simple como eso: no hay que tener miedo”. Y profundizó: “¿Y cómo dijo Hebe que debíamos hacer para no tener miedo? Tener convicciones muy firmes y también una certeza: nosotros no somos víctimas, compañeros y compañeras, no somos víctimas. Nosotros elegimos estar acá, elegimos esta lucha, elegimos estar con las Madres, elegimos esta plaza, elegimos este camino tan duro…”.
Con el mismo ímpetu, diferenció la militancia de la resignación: “No podemos permitir jamás que nos acorralen en el lugar de la víctima. Las víctimas son los que no pueden elegir, los que no tienen ni siquiera fuerza para salir a pelear, los que no tienen para comer, las madres que tienen que elegir si mandan al hijo a la escuela o a trabajar”.
Sobre el final de su intervención, Iramain insistió en la necesidad de transformar la bronca en organización: “Este fallo nefasto solamente nos tiene que confirmar las convicciones, el compromiso y salir a redoblar, compañeros y compañeras, a cuidar todo lo que tenemos, a defender lo que tenemos y a ir por más, siempre por más”.
En el último tramo de su participación, Demetrio cerró recordando una de las últimas apariciones públicas de nuestra eterna compañera: “Acuérdense que sigue pendiente, compañeros y compañeras, la Pueblada. Y la vamos a hacer. Los vamos a echar a estos jueces, vamos a construir todo lo que merecemos y lo que nos va a hacer felices. Tenemos mucha potencia todavía. No estamos derrotados para nada”.
Más adelante, fue el turno de Marcos Cianni, director provincial de Deporte Social de la Provincia de Buenos Aires, quien visiblemente emocionado expresó su agradecimiento a las Madres por permitirle compartir la Marcha: “Gracias por dejarme compartir este momento… Gracias por dejarme compartir las marchas también con ustedes, con Pina —que parla italiano—, con Carmen, Irene, Sara… Gracias”. Desde el corazón de la Plaza, les transmitió un mensaje sentido: “El pueblo abraza a las Madres de la Casa. Y a través de ustedes, a nuestra querida Hebe, que tanto nos hace falta también hoy”.
En un tono íntimo y generacional, Cianni recordó sus inicios en la militancia durante los años ‘90. “En esa época también había mucha desazón, como hoy. El enemigo había avanzado mucho. La pobreza, el desempleo, la desesperanza”. Sin embargo, en medio de aquel panorama hostil, encontró una guía: “Había algunas señoras que nos daban esa esperanza para luchar en esa época: Hebe y todas las Madres. Eran nuestro reflejo, nuestro ejemplo de militancia. Nos enseñaban a no bajar los brazos, a ir para adelante. Eran nuestro faro”.
Ese faro —continuó— fue clave para una generación golpeada por la ausencia de quienes debían realizar el trasvasamiento generacional: “Nuestros 30 mil eran quienes tenían que transmitirnos el ejemplo de militancia. Pero no estaban, por culpa de la dictadura, por culpa de los poderes económicos. Entonces fueron las Madres las que nos trasvasaron ese ejemplo de lucha”. En ese contexto, destacó que hoy, más de 30 años después, “estar acá me llena de mucha emoción y me revitaliza, a mí y a toda mi generación”.
En el mismo tono, recordó cómo aquellas primeras marchas de la resistencia y cada 24 de marzo alimentaban las fuerzas militantes para sostener la lucha durante todo el año. “Pero después vino Néstor y vino Cristina, y cambiaron la historia. Me acuerdo de la ESMA, de ese acto que estuvimos presentes, del No al ALCA, que hizo que muchos compatriotas no cayeran en la pobreza como planificaban los poderes económicos”. Para Cianni, esos años fueron una transformación profunda: “Hasta el 2015 fue otro país. Uno que jamás hubiéramos imaginado en los 90”.
Sin perder de vista el presente, alertó que las mismas fuerzas que atentaron contra la democracia en el pasado están hoy al mando, con otras herramientas: “Hoy siguen gobernando. No con la dictadura militar, pero sí con otros tipos de dictadura: el poder judicial, los medios hegemónicos. Eso es lo que está detrás de esta persecución judicial a Cristina. No soy abogado, pero sé que fue condenada injustamente, políticamente, por haber garantizado justicia social y soberanía”.
Cerca del final, Cianni destacó la figura de Andrés “el Cuervo” Larroque, a quien definió como “parte de nuestra generación, que nos conduce con cautela y esperanza. Que nos va encuadrando en una posibilidad real de salir de esto, de este gobierno de Milei”. Y fue tajante con la caracterización del actual gobierno: “Este gobierno sigue las mismas políticas que Martínez de Hoz en la dictadura. Lo hicieron con el partido militar, con Cavallo, con la Alianza, con Macri… y hoy con Milei. Es un gobierno de hambre y ajuste”.
Por eso, remarcó que el camino está en la organización y en la construcción de una alternativa: “Hay que tener esperanza. Porque estamos construyendo una alternativa para sacar en el 27 a este nefasto que nos está gobernando hoy. A este terrorista, como decíamos recién en la marcha. Y es con Axel Kicillof. Para que Cristina esté a salvo, para que el pueblo esté a salvo, necesitamos un gobierno peronista que nos dé felicidad, que nos dé amor, pero también soberanía y justicia social”.
Conmovido, cerró con una promesa de lealtad: “Muchas gracias, Madres. Acá tienen un soldado para siempre. A disposición, y gracias por dejarme compartir esta marcha con ustedes”.
De cara al cierre de la Marcha, tomaron la palabra las Madres de Plaza de Mayo. La primera en hablar fue Sara Mrad, de la filial Tucumán, que regresaba de Colombia tras participar, junto a Irene Molinari, de la X Conferencia Latinoamericana de Ciencias Sociales (CLACSO), realizada días atrás en el auditorio León de Greiff de la Universidad Nacional de Colombia. Apenas llegaron a Bogotá, un terremoto sacudió la tierra, y Sara, fiel a su estilo combativo, no dejó pasar la ocasión para convertirlo en mensaje político: “Es cierto que hemos llegado a Colombia y la tierra tembló. Así tenemos que hacer temblar la tierra para liberar a Cristina”.
Con convicción y firmeza, denunció que “la condena a Cristina es condena a todos nosotros”, pero inmediatamente contrapuso esa injusticia con la esperanza que nace en la lucha colectiva: “Nosotros tenemos la alegría de la lucha, compañeros, y con eso la vamos a rescatar a Cristina de las garras de estos infames que nos quieren dominar”.
La Madre tucumana remarcó el enorme valor del encuentro de CLACSO, no sólo por la masividad y el entusiasmo que se vivió durante las jornadas, sino también por el afecto recibido: “Ha sido muy importante, no sólo por la participación de las Madres, sino por todo el afecto que hemos recibido de la mayoría de los que estaban en la conferencia. La verdad, eran momentos muy emocionantes. Estábamos permanentemente con un nudo en la garganta con Irene”.
Desde ese espacio académico y popular, la voz de las Madres resonó con fuerza. Mrad celebró que apenas llegaron, junto a Molinari, lograron que se visibilizara la denuncia contra la intervención del gobierno autoritario de Milei en la Universidad Madres de Plaza de Mayo: “Lo primero que conseguimos dentro de la conferencia fue que se expidan en contra del secuestro de la Universidad de las Madres”.
Finalmente, al referirse a la reciente sentencia contra Cristina Fernández de Kirchner, reveló que CLACSO no dudó en tomar posición: “Después de la exposición de Irene, nos quedamos con la noticia de lo que pasaba con Cristina. También se reunió CLACSO y mandó un comunicado solidario y repudiando esta condena a Cristina”.
Luego fue el turno de Irene Molinari de Chueque, Madre de Plaza de Mayo de la filial Mar del Plata, quien también regresaba del encuentro internacional en Colombia, donde participó junto a Sara Mrad de la X Conferencia Latinoamericana de Ciencias Sociales (CLACSO). Con la emoción a flor de piel, Irene tomó el micrófono para reforzar el mensaje de lucha: “Compañeros, no bajemos los brazos. Sigamos adelante. La vida es nuestra”.
Con el temple de las Madres y la memoria de Hebe de Bonafini siempre presente, Molinari reivindicó el legado de quien encabezó por décadas la lucha en la Plaza: “La fuerza que nosotros tuvimos era porque Hebe los acompañaba. Hebe no se fue, no se fue, está con nosotras, y eso es lo que nos empuja a seguir”.
En un tono firme y decidido, advirtió que el pueblo no puede resignarse ni esperar pasivamente: “El 27 está muy lejos. Hay que luchar ahora y siempre. Tenemos que sacar a estos jueces vendidos que se arrodillan”. Como ya había expresado Sara, Irene también apeló a una metáfora poderosa para describir lo que vendrá: “Va a temblar la tierra, porque el pueblo se rebelará”.
Frente a la persecución a Cristina Fernández de Kirchner y el avance del poder judicial sobre los derechos del pueblo, Irene llamó a redoblar el compromiso con la historia y la militancia: “No vamos a permitir que sigan avanzando sobre nuestros representantes, sobre el pueblo, sobre esta sistemática miseria que quieren implantar”. Y cerró su intervención con una arenga clara, sin rodeos ni concesiones: “Nosotros tenemos la fuerza suficiente para echarlos. Y no en el 27: antes. Ni un paso atrás, compañeros”.
La última en tomar la palabra fue Carmen Arias, histórica integrante de la Asociación Madres de Plaza de Mayo. Con visible enojo y angustia, se refirió a la ofensiva judicial contra Cristina Fernández de Kirchner, que dominó el tono general de la jornada. “La verdad que no está nada fácil, ¿eh? Yo la verdad que estoy muy enojada, con mucha bronca por todo esto que le están haciendo a Cristina y, en rebote, a todos nosotros, por supuesto”.
Con la claridad de siempre, Carmen apuntó contra la doble vara del Poder Judicial y la impunidad con la que se protege a sectores del poder económico y político: “¿Por qué no se siguió el curso de la condena a Macri por la cuestión del Correo? ¿Por qué tampoco se investigó por qué atentaron contra Cristina? Esperan 48 horas después de que ella dice que se va a presentar como candidata para salir a hacerle todo esto. ¿Por qué tenemos que tolerar eso?”.
En consonancia con lo expresado por Irene Molinari, Carmen sostuvo que no hay que esperar al 2027: “Tenemos que echarlos antes. No puede ser que nos estén pasando por arriba así, de esa manera. No saben ya más cómo traicionarnos”.
Sobre el final, no disimuló su bronca, pero tampoco su convicción: “Nos quieren llevar a la angustia, a las ganas de no sé qué hacer. Ya iba a decir una mala palabra, pero no se puede. Claro que son unos hijos de… eso, seguro”. Y cerró con un llamado claro a no abandonar la lucha: “No tenemos que dejarlos que se lleven el gusto. Tenemos que luchar, apoyar a Cristina todos los momentos que se pueda, y conseguir que la dejen en paz, por lo menos. Que no nos sigan haciendo lo que nos hacen al pueblo”.
Luego de la Marcha de los Jueves N° 2461, las Madres de Plaza de Mayo Sara, Irene y Carmen, se dirigieron hasta el lugar donde se encontraba Cristina Fernández de Kirchner. Allí la saludaron, la abrazaron y le expresaron, una vez más, su apoyo incondicional.
También estuvo presente, aunque por cuestiones de salud no pudo bajar de la camioneta, nuestra querida “Pina” de Fiore, que acompañó la jornada desde su lugar, junto a la militancia que salió a la calle a bancar a Cristina y repudiar la proscripción judicial.
En un encuentro profundamente emotivo, las Madres respaldaron a la presidenta que, al igual que su compañero Néstor Kirchner, nunca soltó las banderas de nuestros 30 mil compañeros y compañeras detenidos-desaparecidos. Fue un gesto cargado de historia, de memoria viva y de firmeza militante. Porque como enseñó Hebe, las Madres no abandonan. Y si a Cristina la quieren condenada, ahí estarán ellas, una vez más, luchando junto a la militancia por los sueños de los 30 mil.