Este 5 de septiembre, las Madres de Plaza de Mayo realizaron la Marcha de los Jueves N° 2421 junto a Demetrio Iramain, Daniela Vilar, Ministra de Ambiente bonaerense, y Esteban Guillén, Miembro del Consejo Superior de la Universidad Nacional Madres de Plaza de Mayo (UNMa) en representación del claustro docente. En el cierre, escuchamos a Carmen Arias.
En un comienzo, tomó la palabra el compañero de las Madres, Demetrio Iramain, quien se refirió a la reciente presencia de uniformados en la Universidad de las Madres y a la importancia de mantener la resistencia frente al «gobierno criminal». Con tono contundente, recordó cómo el lunes pasado la Policía Federal intentó bloquear el acceso a la universidad: «El proyecto de las Madres, quizás el más ambicioso que han desarrollado, que es su universidad, sufrió una nueva embestida por parte del gobierno criminal… Mandaron a la Policía Federal para impedir el ingreso de su comunidad a las aulas».
Iramain destacó la reacción inmediata de la comunidad universitaria y de las organizaciones sociales que se movilizaron para defender este espacio de construcción colectiva: «Apenas nos enteramos, nos movilizamos a la puerta de la universidad… no tuvimos ningún compañero ni compañera detenido, ningún lastimado, ningún herido». En el mismo toon, subrayó que fue «Gracias al compromiso y la conciencia que tiene nuestra comunidad, que sabe que no es por ahí el camino. El camino es el que nos enseñaron las Madres».
El docente de la UNMa también relató el momento en que la presencia de las Madres en la Plaza logró que la Policía Federal se retirara, permitiendo el ingreso a la universidad: «Cuando vinimos acá, santo remedio: la policía se fue, porque ya era ridículo, estaban solos ahí parados en la puerta y se tuvieron que ir».
En su intervención, Iramain también reconoció el esfuerzo de la comunidad por resistir, afirmando que el único objetivo es seguir construyendo conocimiento para el pueblo: «Así pudimos ingresar a nuestra universidad para hacer lo único que queremos hacer: dar clases, construir conocimiento colectivo… conocimiento para liberarnos y para ponerlo al servicio del pueblo».
Finalmente, dedicó una parte importante de su discurso a destacar la figura de Axel Kicillof, a quien llamó «un grandísimo hijo de las Madres». Valoró las acciones del gobernador, como la compra de vacunas contra el dengue para la población más vulnerable: «Axel comunicó que el gobierno de la provincia dispuso la compra de medio millón de dosis de vacunas contra el dengue… Los que tienen plata pueden ir a los vacunatorios, pero los pobres no». En este sentido, elogió las políticas contra cíclicas del gobernador, subrayando que siempre ha estado del lado de los más desfavorecidos: «Axel siempre está dando respuesta a todos los agredidos por este gobierno criminal».
Iramain también enfatizó el rol de Kicillof en la defensa del salario docente, así como su compromiso con la creación de empleo: «No es la primera vez… Axel también firmó aumentos paritarios, discutidos con los gremios estatales y docentes, de un 8% superior al índice oficial de inflación». Recordó, además, cómo el gobernador asistió a los docentes cuando el gobierno nacional eliminó el Fondo de Incentivo Docente: «Ahí estuvo Axel para asistir al salario de los docentes».
Cerrando su discurso, expresó su firme apoyo al gobernador y lo vinculó al legado de Néstor y Cristina Kirchner: «Axel nos devolvió el orgullo de ser kirchneristas… Son las mismas políticas, el mismo espíritu, en la línea de lo que hicieron Néstor y Cristina».
Más adelante, tomó la palabra Esteban Guillén, miembro del Consejo Superior de la Universidad Nacional de las Madres en representación del claustro docente. Guillén inició su intervención compartiendo la profunda emoción que siente por estar en la marcha, recordando su juventud durante el proceso de recuperación de la democracia. Expresó que para quienes atravesaron esa época, «dándole el último empujoncito a través de las elecciones a una dictadura feroz», la situación era extremadamente emotiva.
Guillén subrayó que, en esos años, fueron los organismos de Derechos Humanos, y en particular las Madres de Plaza de Mayo, quienes se constituyeron como la principal referencia ética y política para los militantes. Según sus palabras, «fueron las Madres las que cimentaron, con su accionar y principalmente con su conducta y posicionamiento ético, a todos los que creíamos en la democracia y queríamos terminar con ese nefasto capítulo de la dictadura». Este compromiso con las Madres dejó una huella que ha trascendido más allá de las fronteras nacionales, posicionándolas como una referencia ética internacional.
En su discurso, Guillén no solo rindió homenaje a las Madres, sino que también destacó la relevancia del proyecto universitario que ellas impulsaron. Recordó la figura de Vicente Zito Lema, el primer rector de la universidad, como un ejemplo de compromiso. Describió a Zito Lema como «un precursor del psicoanálisis, psicólogo social, abogado, periodista, filósofo, dramaturgo, poeta», y resaltó que su obra y pensamiento siguen siendo un faro para la universidad y la sociedad.
Además, citó dos versos de una de sus poesías: «Pobrecita la vida, ante tanta muerte», y explicó que estas palabras sencillas capturan la realidad actual del país, marcado por un gobierno que «no se ocupa de las poblaciones más desprotegidas, debilita y vacía el estado nacional, desoye la voz del pueblo».
Guillén también abordó la figura de Floreal Ferrara, un destacado sanitarista argentino. Recordó su definición de salud: «La salud es la capacidad de ponerle frente a las situaciones que limitan la vida.» Guillén vinculó esta definición con la realidad actual del país, donde los discursos de odio y el negacionismo representan una amenaza para la justicia social y el bienestar de las poblaciones más vulnerables.
Comentó sobre su trayectoria en la universidad, desde la Universidad Popular hasta el Instituto Universitario Nacional, y ahora en la Universidad Nacional. Explicó que ha estado involucrado en el proceso de normalización de la universidad, trabajando en el Consejo Superior y participando en la elección de una nueva comisión directiva en la asociación docente, encabezada por Mariela Canesa. Este proceso, según Guillén, «le imprimió a la asociación gremial y al cuerpo docente una sed de protagonismo dentro de lo que es la escena universitaria».
Guillén también hizo un reconocimiento especial a Liliana Amato, describiéndola como «un ángel protector» que ha sido fundamental en la vida de la universidad. La elogió por su capacidad para recibir y apoyar a cada docente, «honrando la calidad universitaria humanitaria que quiso darle a esta universidad».
Finalmente, Guillén cerró su intervención evocando un memorable 24 de marzo bajo un gobierno negacionista anterior, cuando mariposas llenaron la plaza en una imagen conmovedora. En sus palabras finales, recordó la canción de María Elena Walsh, popularizada por Mercedes Sosa y León Gieco, «Como la cigarra», citando el verso: «Tantas veces me mataron, tantas veces me morí, sin embargo, estoy aquí resucitando.» Con esta referencia, Guillén reafirmó el compromiso continuo con la universidad, afirmando que «seguimos defendiendo una universidad que ya está normalizada» y que no habrá intervención que los detenga.
Más adelante, tomó la palabra Daniela Vilar, Ministra de Ambiente de la Provincia de Buenos Aires y militante de La Cámpora. Vilar comenzó su intervención expresando su emoción y honor por estar en la marcha, no solo en lo personal, sino en nombre del colectivo al que representa. Agradeció a Carmen y a todas las Madres, así como a los compañeros y compañeras que apoyan la causa, destacando la importancia de la lucha y el esfuerzo que realizan todos los jueves.
En su discurso, Vilar hizo una referencia a La Cámpora y sus líderes, incluyendo a Lucía Cámpora y Máximo Kirchner, así como a los jóvenes militantes que siguen el legado de los 30.000 compañeros y compañeras detenidos y desaparecidos. Agradeció el esfuerzo de Carmen y las Madres, diciendo: “En nombre de todos nosotros y de todas nosotras es que te agradecemos a vos Carmen y a todas las madres y a todos los compañeros y compañeras por semejante lucha, por semejante trabajo, por semejante esfuerzo.”
Hizo un saludo especial a los compañeros de Lomas de Zamora, y recordó que ese partido abraza a las Madres todos los días, mencionando al compañero Intendente y a los más de 300 detenidos desaparecidos de la región. Vilar destacó que, como parte del gobierno provincial, enfrentan la realidad de una provincia que representa el 40% de la producción nacional y que sufre una profunda desigualdad histórica, exacerbada por un gobierno «profundamente cruel». Expresó su indignación por el hecho de que la provincia de Buenos Aires no votó a este gobierno en ninguna de las tres elecciones, resaltando que «el peronismo popular ganó y es lo que votaron los bonaerenses».
Refiriéndose a la invitación de Carmen para hablar en la marcha, Vilar recordó que fue en el Instituto Patria, un lugar simbólico donde «sentís que está Cristina mirándote todo el tiempo». Relató su ansiedad y emoción ante la responsabilidad de dirigirse a la audiencia, diciendo: “Me temblaban las piernas hasta hoy, pensando en la responsabilidad de poder charlar con ustedes aquí en este lugar, en esta plaza, en esta marcha.”
Vilar reflexionó sobre la importancia de tener una referencia en momentos complejos. Afirmó que, en un contexto donde el mundo y el país parecen hacer una oda al individualismo y la violencia, las Madres de Plaza de Mayo y su legado son el faro que guía la militancia. Hizo una emotiva mención de Hebe de Bonafini, diciendo: “Pensaba cuánto la extrañamos, cuánto la necesitamos a esa genia, esa crack, esa enorme madre de todos, esa rebelde, esa irreverente… Hebe. Cuánto la extrañamos.” Agregó que, aunque nuestra eterna compañera no está presente, su influencia sigue siendo una guía, y se preguntó: “¿Qué diría Hebe ahora?”
Vilar continuó imaginando qué acciones tomaría Hebe en la actualidad. Pensó que estaría “recontra enojada y obligando como sea a que los pibes no tengan hambre, a que se reparta la comida”, y lucharía por la justicia social y los derechos de los más vulnerables. Destacó que Hebe también estaría “llamándonos a todos para que nos paremos en la puerta acompañando a Cristina” y defendiendo la universidad que es de los trabajadores y del pueblo, una universidad construida con perspectiva en derechos humanos.
La ministra bonaerense también criticó al gobierno actual por desoír la ley que declaró a la Universidad Nacional de las Madres y por reprimir a los jubilados que pacíficamente reclamaban por sus derechos. Expresó que el gobierno actual “llegó mintiéndole a la gente, diciendo que iban contra una malograda casta, cuando en realidad la casta eran los estudiantes, los trabajadores, los jubilados.”
En su discurso, Vilar subrayó la necesidad de seguir resistiendo y luchando, tal como lo haría Hebe de Bonafini. Afirmó que el legado de Hebe y las Madres de Plaza de Mayo es una inspiración para seguir organizándose y defendiendo los principios de justicia social. Concluyó diciendo: “La misión fundamental que nos da Hebe y nos dan las Madres es resistir, resistir. Eso es lo que a ellos les da pánico, les da odio, les da terror. Utilizan todas las armas, pero el pueblo organizado es capaz de ser profundamente revolucionario.” Vilar reiteró el compromiso de seguir luchando por una patria más justa, libre y soberana, en honor al legado de las Madres y los compañeros caídos.
Para cerrar, Carmen Arias, Madre de Plaza de Mayo, recordó un momento crucial en la historia reciente del país y de las Madres. «El 10 de diciembre de 2015, cuando comenzó el gobierno de Mauricio Macri, se inauguró una secuencia histórica que aún no hemos logrado revertir. Ese día, las Madres de Plaza de Mayo estuvimos en esta Plaza, marchando durante 24 horas, para impedir que el macrismo celebrara su llegada al poder en la Plaza que nos dio el nombre: la Plaza del 25 de mayo; la Plaza de Evita y Perón; la Plaza de Néstor, de Cristina y próximamente de Axel.»
Arias continuó, destacando el logro de las Madres en ese día decisivo:
«Y lo logramos.»
Recordó el momento preciso en que concluyó esa jornada maratónica: «Cuando finalizamos la jornada que había comenzado 24 horas antes, apenas Cristina terminó su acto de despedida del 9 de diciembre», relató Carmen y leyó las palabras de Hebe:
“Resistir es estar sosteniendo y defendiendo los principios en los que uno cree, con los que mucha gente se debate y nosotros los tenemos muy claros, muy directos y muy fuertes. Por eso, no podemos decir que le vamos a pedir un reportaje ni le vamos a pedir una entrevista al presidente Macri. Con el enemigo no se discute, no se dialoga; al enemigo se lo combate.
Y eso es lo que las Madres queremos hacer: combatirlo de todas las maneras posibles. Y esta es una manera: resistir en la Plaza, no haberle dejado que use la Plaza como él quería. Para él era muy importante usar la Plaza, además es un símbolo. Y las Madres no se la dejamos usar.
Pasaron algunas cosas, desde gente que gritaba mal y otra que venía a pedir disculpas por lo que decían. Muchos se vinieron a sacar fotos con las Madres, otros venían a querer catequizarnos y yo les decía: “No, no se gasten porque no es posible. Ustedes tienen un pensamiento y nosotras otros”. Pero las respetamos.
Así que, creo que van a venir momentos muy difíciles. Creo que vamos a perder muchas cosas, pero nosotros tenemos que crear otras. Todas las formas posibles de comunicación. Tenemos que crearlas, apostar a las que tenemos y hacerlas crecer. No conformarnos con cómo están.
Y me parece que va a ser complicado porque hay mucha gente que hace política diciendo que hay que esperar un poco y esto es como cuando un hombre se desangra. Si esperas un poco se muere. Este Presidente va a desangrar el país. Nosotros tenemos que impedírselo», leyó Carmen.
«Eso dijo Hebe en 2015. A Milei tampoco tenemos que darle tiempo para que siga desangrando el país, y matando de hambre a los más pobres. Hay que impedírselo desde ahora», cerró.