Este jueves 15 de agosto, las Madres de Plaza de Mayo realizaron la Marcha de los Jueves N° 2418 junto a Demetrio Iramain, Andrés «El Cuervo» Larroque Ministro de Desarrollo de la Comunidad de la Provincia de Buenos Aires, y Luján Torrez, estudiante de la UNMa, militante de La Cámpora. Además, el cierre de Carmen Arias y Josefa «Pina» de Fiore, que nos puso la piel de gallina con un siniestro recuerdo de los años más oscuros de la dictadura.

En el inicio de la Marcha de los Jueves N° 2418, el poeta y docente de la Universidad Nacional Madres de Plaza de Mayo (UNMa), Demetrio Iramain, tomó la palabra para abordar con firmeza la situación crítica que enfrenta la universidad debido a la intervención decretada por el gobierno de Javier Milei.

«Hoy se cumplen tres semanas desde que el gobierno comunicó su decreto de intervención de la UNMa,» comenzó Iramain. En su discurso, el docente destacó el rechazo absoluto de la comunidad universitaria a la intervención: «El interventor (Eduardo Maurizzio) no ha podido ingresar a la universidad porque toda la comunidad de la universidad lo rechaza, lo repudia, lo invita a hablar, y el tipo no va». Recordó que el único intento de ingreso del interventor fue a través de un sótano, lo que él describió como una táctica indignante: «Los sótanos están siempre los roedores, las ratas… ahí intentó ingresar para sorprendernos, pero los compañeros y compañeras le explicaron que no iba a poder entrar».

Iramain subrayó la resistencia de la universidad ante el decreto ilegítimo de Javier Milei y resaltó que la institución sigue funcionando con plena autonomía: «La universidad está ya normalizada y rige por lo tanto la plena autonomía universitaria, como cualquier otra universidad nacional del país». El consejo superior de la universidad, agregó, se ha reunido nuevamente y también invitó al interventor a presentar sus argumentos, pero «por supuesto, el tipo no fue».

El orador continuó con un mensaje de aliento y resistencia frente a los ataques del gobierno. «A pesar de los hostigamientos y aprietes», dijo Iramain, «más de 1500 estudiantes se han inscrito para empezar las clases en el segundo cuatrimestre de la semana que viene». Destacó la unidad de los claustros de docentes, no docentes, estudiantes y gremios como una fortaleza que el interventor de Milei no ha podido quebrar.

En un tono reflexivo, Iramain recordó el impacto y la historia de la UNMa. «La universidad de las Madres no nació ayer, no nació con el decreto de Milei. Hace 24 años que está creando conocimiento. La UNMa ha tenido grandísimos docentes, y uno de ellos es el hoy gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, quien daba clases en nuestra universidad», recordó con orgullo. En el mismo tono mencionó a Cristina Fernández de Kirchner, subrayando el papel crucial que ella ha tenido en la lucha por la justicia y la defensa de los derechos.

Iramain también expresó su solidaridad con la compañera Cristina, quien había declarado como víctima en el juicio sobre el atentado contra su vida. «Cuando dicen que Cristina fue a declarar, hay que aclarar que fue a dar testimonio como víctima, no como imputada», dijo Iramain. Criticó la falta de avance en la investigación sobre los autores intelectuales del ataque, resaltando que «los intelectuales no están sentados allí. Los que financiaron el intento de matarla no están allí, y no están allí porque hubo una decisión política del partido judicial de no avanzar sobre esas responsabilidades».

El discurso de Iramain también abordó la reciente denuncia por violencia de género contra el ex presidente Alberto Fernández. Expresó su apoyo a la denunciante, Fabiola Yañez, y condenó el uso político de la causa: «No podemos permitir que el uso político de esa causa nos haga arrepentirnos de los avances en materia de género que hemos tenido». Recordó la importancia de las políticas de género implementadas durante los gobiernos anteriores, como la asistencia a mujeres víctimas de violencia, y criticó al gobierno actual por haber desmantelado estas políticas.

Más adelante, hizo un paralelo con eventos pasados, como la causa Schoklender, conocida erróneamente en algunos medios como «Sueños Compartidos». «Nosotros decimos la causa Schoklender, porque Sueños Compartidos fue un proyecto extraordinario de las Madres de Plaza de Mayo que hay que reivindicar siempre». Subrayó cómo, a pesar de los intentos de descalificación y la presión política, las Madres de Plaza de Mayo y sus aliados supieron responder con firmeza y unidad: «No pudieron quebrar moralmente a Hebe y a las Madres. Replicamos, salimos todos a defenderla y el gobierno tuvo que retroceder».

Con un llamado a la unidad y la resistencia, Iramain concluyó su discurso: «No nos arrepentimos de nada de lo que hicimos en esos 11 años y medio maravillosos con Cristina, con muchos avances en materia de políticas de género». La convicción y el compromiso de Iramain resonaron fuertemente entre los presentes, subrayando la importancia de seguir defendiendo los derechos y la justicia a pesar de las adversidades.

En segundo término, Luján Torrez, estudiante de la Universidad Nacional Madres de Plaza de Mayo (UNMa) y militante de La Cámpora, tomó la palabra con un discurso que destacó tanto su compromiso personal como la situación actual de la universidad y el contexto político más amplio.

Torrez comenzó su intervención destacando el papel de La Cámpora en tiempos difíciles: «Primero voy a hablar desde mi rol de militante de La Cámpora, un rol que hoy está más que estigmatizado y denigrado». Enfatizó que el compromiso de la organización va más allá de la búsqueda de reconocimiento o cargos: «Hay personas a lo largo y ancho del país dispuestas a dejar un montón de cosas de lado por ayudar a quienes más lo necesitan. No lo hacemos ni por la foto ni por los cargos, sino por ese sueño en común y ese proyecto colectivo de la felicidad del pueblo».

En su discurso, Torrez también valoró el trabajo cotidiano de sus compañeros: «Sé de la cantidad de cosas que mis compañeros de La Cámpora en Villa Urquiza dejan de lado todos los días para sostener en este contexto tan difícil una biblioteca popular y un centro de jubilados y jubiladas». Subrayó que esta labor es parte de un sueño colectivo que ha sido vivido y experimentado durante años, especialmente con los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner: «Si hablamos de dejar individualidades de lado y de proyectos colectivos, ¿qué ejemplo más grande que el de las Madres que con su acto de amor, de lucha y de revolución socializaron su maternidad y orgullosas de sus hijos e hijas, siguieron siempre el legado de ellos estando al lado del pueblo?».

Con un tono firme y decidido, Torrez se dirigió a la situación de la UNMa, afirmando que es necesario defenderla con convicción: «Ahora nos toca a nosotros y a nosotras estar con ellas defendiendo la universidad». En referencia a la intervención de la universidad por parte del gobierno de Javier Milei, afirmó: «El interventor quiso entrar como la rata que es por el sótano y no pudo. Ahora se dedica a mandar mails recontra truchos, hostigando, amenazando y difundiendo información falsa». Criticó las tácticas engañosas del interventor y subrayó la importancia de estar informados y unidos: «Nuestra tarea también, además de defender la universidad con el cuerpo, es defender y difundir todo lo que está pasando».

Torrez también abordó el contexto político más amplio, haciendo hincapié en la falta de investigación sobre el intento de asesinato de Cristina Fernández de Kirchner: «Hay un pacto de impunidad. No quieren investigar a los financiadores y a los intelectuales del intento de asesinato. No quieren investigar a Milman, a Bullrich, ni el financiamiento de Caputo». Enfatizó la necesidad de romper este pacto y exigir justicia: «Como la justicia para sorpresa de nadie no lo quiere hacer, nosotros tenemos también esa obligación de romper el pacto de impunidad y exigir que se investigue quién mandó a matar a Cristina realmente».

Finalmente, Torrez concluyó su discurso expresando su gratitud y su compromiso con la causa: «Como les dije al principio, soy parte de una construcción y no estaría acá sin mis compañeros de Villa Urquiza». Agradeció a quienes la apoyan y a las Madres de Plaza de Mayo por la oportunidad de ser parte de la marcha: «Gracias a las Madres por esta enorme oportunidad, por estar siempre y por permitirme hoy acompañarlas desde este lado. Para mí es un honor inmenso». Con un llamado a la resistencia y a la acción colectiva, cerró su intervención con una referencia a las consignas de la marcha: «Como cantamos todos los jueves en la plaza con Cristina y con las Madres, ya cambiamos la historia. Entonces, compañeros y compañeras, ¡ni un paso atrás!».

A continuación, Andrés «El Cuervo» Larroque se dirigió a las Madres de Plaza de Mayo y a la multitud reunida en la Marcha N°2418. Desde el primer momento, Larroque dejó claro que hablar en ese espacio es un honor y un desafío. «Este es un lugar sagrado», afirmó, resaltando la carga emocional y el compromiso que implica estar ante las Madres.

Larroque comenzó su intervención abordando la realidad que atraviesa el país bajo la presidencia de Javier Milei, marcando la diferencia entre la gestión nacional y el esfuerzo realizado en la Provincia de Buenos Aires. «No hay un día en Argentina en el que no sucedan cosas bochornosas, dolorosas, complejas», expresó con evidente preocupación.

El discurso se volvió más punzante cuando mencionó la alarmante situación social: «Un millón de chicos y chicas en la Argentina se van a dormir sin cenar», recordó, citando datos de UNICEF. También señaló que desde la llegada de Milei al poder, la pobreza en la niñez y adolescencia ha crecido a un 70%, con un 38% de indigencia. En este contexto, cuestionó las declaraciones del presidente sobre el supuesto triunfo de los salarios y jubilaciones sobre la inflación: «Contate otro, Milei. La Argentina no está para chistes».

Larroque lanzó una advertencia directa al presidente, recordando las lecciones del pasado: «Cuidado presidente, cuidado… nuestro pueblo es manso y prudente, pero no es tonto». Y añadió: «En junio del año 2000, De la Rúa tenía 60% de imagen positiva. Todos conocemos la historia». Sus palabras resuenan como una clara advertencia de que la paciencia del pueblo tiene un límite, y que ese límite está siendo probado.

A diferencia de la gestión nacional, Larroque destacó la firmeza y decisión del gobernador Axel Kicillof, quien desde el primer día de la administración de Milei, se plantó en defensa de la justicia social. «Axel no dudó un momento en pararse en frente el mismo 11 de diciembre», señaló con orgullo.

El dirigente describió las políticas sociales que se implementan en la Provincia de Buenos Aires, subrayando la prioridad absoluta que se les otorga en un contexto de crisis. Habló de la inauguración de un centro de desarrollo infantil en Exaltación de la Cruz, parte de un proyecto de 85 centros que el gobierno nacional había discontinuado. «Gracias a la decisión política de Axel, la provincia asumió la tarea de continuar con estos centros, a pesar de la asfixia financiera que vivimos», enfatizó.

Larroque también se refirió al reciente aumento del 25% en la inversión social de la provincia, que ahora alcanza los 16,000 millones de pesos mensuales en 17 programas, principalmente enfocados en la política alimentaria. Este es el tercer aumento en lo que va del año, lo que suma un 142% de incremento en la inversión social. «Lo hacemos porque Milei dice que no hay inflación, pero todos sabemos que la hay», afirmó.

Un punto central del discurso fue el programa MESA (Módulo Extraordinario para la Seguridad Alimentaria), que Larroque describió como «el programa alimentario más grande del país». Con 272,000 beneficiarios, este programa es fundamental para complementar la alimentación que los niños y niñas reciben en las escuelas. «El programa MESA tiene más beneficiarios que la Asignación Universal por Hijo», destacó, subrayando la magnitud del esfuerzo provincial para mitigar la crisis.

Larroque cerró su discurso con un llamado a la militancia para ser ejemplares en su labor. «La política no es un lugar de disfrute, la política es un lugar de servicio», declaró, instando a los compañeros y compañeras a reflexionar sobre el verdadero significado de hacer política. En un contexto en el que la política está bajo ataque constante, el dirigente pidió un examen de conciencia y una renovada dedicación al servicio del pueblo.

La marcha terminó con la convicción de que, a pesar de las adversidades, la Provincia de Buenos Aires se mantiene firme en su compromiso con la justicia social, bajo el liderazgo de un gobierno que no solo enfrenta las dificultades, sino que lo hace con una sensibilidad y una responsabilidad inquebrantables.

Previo a que Carmen tomara la palabra, Josefa «Pina» de Fiore nos relató en primera persona como ella, junto a otras Madres, acompañaba al genocida Alfredo Astiz, que se infiltró en la Asociación Madres de Plaza de Mayo para hacer inteligencia a favor de los militares, para despues secuestrar a las tres mejores Madres, Azucena Villaflor, María Ponce de Bianco y Esther Ballestrino de Careaga, junto a militantes y monjas en la Iglesia de la Santa Cruz.

«Yo era una de las Madres que acompañaba a Astiz hasta la parada del colectivo, porque él se infiltró con nosotros diciendo que tenía un hermano desaparecido. Yo era una de las Madres que lo acompañaba, y le decía: ‘No quiero que te pase lo mismo que le pasó a tu hermano’. Mira lo que resultó de todo eso; eso también lo hice yo», recordó Pina dejandonos a todos helados.

Acto seguido, su compañera de lucha Carmen Arias tomó la palabra para abordar dos temas cruciales: el papel de las Madres en la declaración de Cristina Fernández de Kirchner y la falta de justicia en el intento de asesinato de la expresidenta.

Arias comenzó su intervención destacando el reciente apoyo a Cristina Fernández de Kirchner en su rol de víctima. «Ayer las Madres, junto a la rectora de nuestra Universidad, Cristina Caamaño, y nuestra compañera Patricia Barroso, acompañamos a Cristina en su declaración en calidad de ‘víctima’ y no acusada, en la causa que juzga a los autores materiales del intento de asesinarla».

En su discurso, Arias expresó su indignación por la falta de avances en la investigación del atentado: «A dos años de ese hecho, nos avergüenzan los jueces y fiscales de Comodoro Py que no investigaron quiénes mandaron a matar a Cristina, quiénes instigaron el asesinato y quiénes lo encubrieron». Lamentó que el intento de magnicidio, que denota una preparación meticulosa, haya sido desestimado por los magistrados: «Ese magnicidio fallido supone una preparación muy bien orquestada previamente, que los magistrados federales se auto impusieron NO INVESTIGAR».

Arias hizo un llamado a la reflexión y a la acción, uniendo el reclamo de justicia con la memoria histórica: «Desde esta Plaza, desde esta marcha histórica de los jueves, nos sumamos al reclamo que recorre a los argentinos con buena memoria: ¿Quién mandó a matar a Cristina? ¿Por qué lo hizo?». Esta pregunta insistente subraya la demanda de verdad y justicia que resuena en la comunidad.

También criticó el papel de los medios hegemónicos en la construcción de un clima social que favoreció la impunidad: «En la paciente construcción del clima social que rodeó el atentado, y en la posterior impunidad sobre el evidente móvil político del hecho, los medios hegemónicos de comunicación jugaron un papel relevante». Arias sostuvo que estos medios buscan marginar a Cristina: «Quieren sacar definitivamente del medio a Cristina. Y no se dan cuenta que Cristina ya vive para siempre en el corazón de millones de argentinos».

Además, Arias recordó la importancia que las Madres siempre han dado a la comunicación en su lucha: «Las Madres siempre le dimos una importancia decisiva a la comunicación». Con esta declaración, reafirmó el compromiso de las Madres con la verdad y la memoria, y la necesidad de seguir visibilizando las injusticias.

Para cerrar, trajo al presente el discurso de nuestra compañera eterna Hebe de septiembre de 2015, durante el acto de cierre del Congreso de Comunicación y Periodismo, junto a Jorge Halperín y Martín Sabatella, donde dijo lo siguiente:

“No hay cosas imposibles ni pequeñas. Lo que les pido es que sean buenas personas para ser buenos periodistas. Periodistas que amen la profesión, que sean apasionados, que sean fanáticos de lo que hacen y que tengan un concepto sobre qué significa un proyecto nacional y popular.

Como no vamos a tener medios, estos cuatro años nos van a costar sangre, sudor y lágrimas. Vamos a tener que pelear, vamos a tener que luchar, vamos a tener que hacer de todo porque todos tenemos una responsabilidad. No hay nadie que no tenga una responsabilidad. Hay que comprometerse, no hay periodismo sin compromiso.

A veces escucho a algunos periodistas decir: «Yo soy un plural»…, sí, un pluralista bárbaro. Cuando trae a uno de los nuestros lo interrumpe 50 veces y cuando trae a un facho lo deja que escupa mierda para dónde le quede.

¿Dónde está el pluralismo? ¿Quién se lo puede creer? No tengan miedo del hacer cosas, compañeros. No tengan miedo. No hay nada chiquito. No hay nada pequeño.

Porque si las Madres hubiéramos pensado así, no hubiéramos llegado a nada de lo que tenemos. Cuando íbamos a poner la Universidad decían: “No, están locas”. Y la pusimos, clandestina, ilegal, de todo nos dijeron, y hoy tiene muchos años y mucho prestigio.

No hay que dejar que nos instalen de qué tenemos que hablar. Hace un montón de tiempo que peleo y discuto con la televisión, con la radio y con la gente para que no se dejen embaucar con lo que ellos te dicen, porque es lo que quieren que después vos hables.

No hay que hablar de lo que dicen ellos, compañeros. Nos pudren la cabeza. Te amargan la vida. Es muy importante que no nos instalen de qué hablar, compañeros.

Hablemos de tantas cosas maravillosas que nos pasan y que hacemos todos nosotros. De eso tenemos que hablar con los compañeros, allí donde sea. No de lo que ellos quieren. No tenemos que hablar de ellos. Ya sabemos quiénes son, ya sabemos lo que piensan. Ya sabemos dónde están parados.

Instalemos nuestras propias cosas, nuestro propio lenguaje, de qué queremos hablar. Sobre todo en los grupos más fuertes, los colectivos que podamos armar entre compañeros y compañeras. No hay que ver ni oír programas basura.  Si vos querés educación, apaga la televisión», leyó Carmen levantando a la plaza en aplausos.

«Hebe siempre con la palabra justa y el remate perfecto. Apaguemos la televisión y pongámonos a militar por Cristina y Axel, que son lo mejor que tenemos», cerró la Madre de Plaza de Mayo e invitó a toda la militancia a la Marcha de los Jueves N° 2419 del próximo 22 de agosto.

 

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