Este jueves 8 de agosto de 2024, las Madres de Plaza de Mayo llevaron adelante la Marcha de los Jueves N° 2417, acompañadas por la militancia, incluyendo a Manuel Marín, Micaela Junco y Cristina Caamaño. En un contexto de resistencia frente a las políticas del gobierno de Javier Milei, los discursos reflejaron la determinación y el compromiso inquebrantable de las Madres y sus aliados. Carmen Arias fue la encargada de cerrar la jornada con un enérgico discurso que resonó en la Plaza, recordando la lucha histórica de las Madres y su solidaridad internacional.

Al principio, Manuel Marín tomó la palabra. Durante su intervención en la Marcha de los Jueves N° 2417, comenzó denunciando la visita reciente de legisladores a los genocidas presos, señalando que la foto de este encuentro «nos saca las dudas a todos». Marín observó con indignación la imagen de la legisladora Arrieta, quien aparecía sonriendo junto a «semejantes asesinos» como Alfredo Astiz, a quien calificó de «Cobarde». Recordó cómo Astiz se infiltró en las Madres de Plaza de Mayo y traicionó a tres de sus fundadoras, Ester Ballestrino de Careaga, María Ponce de León y Azucena Villaflor, quienes fueron secuestradas, torturadas y asesinadas.

Marín también planteó que los legisladores que participaron de esta visita están preparando un proyecto para intentar liberar a estos genocidas, recordando enfáticamente que «los delitos de lesa humanidad por cuestiones que tienen que ver con el derecho internacional no se proscriben, son de cadena perpetua y se tienen que pudrir en la cárcel». Advirtió a los presentes con la consigna: «alerta que están vivos todos los ideales de los desaparecidos».

Luego, Marín criticó la reciente reglamentación de la Ley Bases, una medida que, según él, estaba diseñada para facilitar el despido de empleados públicos, violando derechos laborales. Marcó que esto se daba en un contexto económico crítico, donde «uno de cada cinco argentinos es indigente» y «el 50% está bajo la línea de la pobreza». Subrayó que, a pesar de esta situación, el gobierno avanzaba en la eliminación de derechos y despidos, mientras «liberaron… le quitaron las retenciones al agro», beneficiando a los sectores más ricos.

Marín observó cómo se utilizaba la palabra «competitividad», un término positivo en el ámbito deportivo, para justificar políticas que en realidad implicaban «bajarnos el salario, quitarnos los derechos». Criticó que en nombre de la competitividad se favorecía a la parte más especulativa del capitalismo, que buscaba invertir en Argentina solo si los salarios se mantenían bajos y sin cargas sociales.

Concluyó su discurso alertando que «cuando nos vienen a chamar con la competitividad, nos están hablando de bajarnos los salarios, nos están hablando de quitarnos los derechos», dejando claro que para él, estas políticas eran una forma de perpetuar la explotación y aumentar las ganancias de unos pocos a costa del bienestar de la mayoría.

Más adelante, Micaela Junco comenzó su intervención en la Marcha de los Jueves N° 2417 agradeciendo a Carmen, a Pina, y a las Madres de Plaza de Mayo por permitirle estar presente. Explicó que asistía en representación de sus compañeros y compañeras de «La Patria es el Otro», quienes, además de participar en las marchas de los jueves y visitar la Casa de las Madres, se levantaban cada día con la premisa de luchar por una patria más justa. «Vengo en representación de los que tenemos a Hebe como bandera», dijo, destacando la influencia de Hebe de Bonafini en sus vidas y el compromiso de honrar su fuerza, coraje, valentía, amor y lealtad a la patria.

La integrante de Lealtad también subrayó los tiempos difíciles que enfrentaban, donde el odio y el negacionismo parecían gobernar. «Manu un poco nos decía, son tiempos muy difíciles donde el odio, donde el negacionismo gobierna», planteó, señalando que no pasaba una semana sin que sucediera algo impactante. Se refirió a la foto que se filtró, mostrando a los diputados de La Libertad Avanza posando con genocidas, algo que calificó como un acto descarado.

Además, la representante de «La Patria es el Otro» mencionó el asesinato de Susana, la madre de un compañero de Hijos de Córdoba, y cómo las Madres de Plaza de Mayo repudiaron ese terrible hecho, acompañando a sus compañeros en Córdoba. También expresó su preocupación por la intervención de la Universidad Nacional de las Madres de Plaza de Mayo (UNMa), que describió como «nuestro sueño de EEVE». Subrayó la importancia de defender esta universidad, creada por las Madres, y resaltó que, a pesar de las adversidades, los jóvenes seguían apoyando con la fuerza de las Madres, creyendo en un futuro mejor.

La militante del Ateneo Néstor Kirchner de Moreno enfatizó que, a pesar de todas las dificultades, seguían luchando porque «un futuro mejor es posible», una esperanza que vinculó con el peronismo y la militancia. «Nosotros sabemos que con militancia lo vamos a conseguir», aseguró, señalando que las Madres enseñaron la fuerza de seguir adelante, incluso cuando todo parecía estar en contra. «Qué más que en esta plaza, que es la muestra de que la fuerza sale hasta de donde no la tenemos», expresó, reafirmando su compromiso con la causa.

En su cierre, la integrante de Lealtad agradeció a las Madres por su amor, coraje, valentía y lealtad al pueblo. «Gracias madre por el amor, gracias madre por el coraje, gracias madre por la valentía, gracias madre por la lealtad al pueblo», dijo, reconociendo que sin ellas no podrían estar donde estaban. Finalmente, declaró que, a pesar de las dificultades, seguían firmes en su lucha. «Este jueves en esta ceremonia de la tormenta demostramos que a pesar de las bombas, de los fusilamientos y de todos los que nos quieren vender, no nos han vencido ni nos vencerán», concluyó con un enérgico «¡Viva la Madre de Plaza de Mayo y aguante la gloriosa juventud peronista!».

Cristina Caamaño inició su intervención comentando sobre los recientes eventos relacionados con la intervención de la Universidad Nacional Madres de Plaza de Mayo (UNMa) por parte del gobierno de Javier Milei. Ayer, explicó, el interventor había insinuado que se reuniría con los representantes gremiales y los distintos claustros de la universidad, pero finalmente no cumplió con su promesa. «Bueno, esta semana, ayer mejor dicho, amagó con venir a conversar con las distintas gremiales y los distintos claustros, pero por supuesto, no vino», señaló Caamaño, evidenciando la falta de compromiso del interventor.

Para remarcar la gravedad de la situación, Caamaño mencionó que habían llevado a Carmen Arias, para que acompañara en la espera, pero que nuevamente, en el último momento, el interventor envió un mensaje cancelando la reunión. «Estuvimos esperando y nuevamente, a último momento, ya cuando era la hora que tenía que juntar, nos manda un mensaje diciendo que no va a venir», expresó Caamaño con evidente frustración.

Esta fue la segunda vez que el interventor fue invitado por el consejo para dialogar y, sin embargo, no se presentó en ninguna de las dos ocasiones. «Dos veces fue invitado por el consejo, justamente para que venga a conversar y sin embargo no ha venido en ninguna de las dos oportunidades», subrayó Caamaño, mostrando la falta de interés por parte del interventor en establecer un diálogo constructivo.

A pesar de estas dificultades, Caamaño reafirmó su posición como rectora de la UNMa, asegurando que la universidad sigue funcionando con normalidad. «Yo sigo siendo la rectora porque seguimos trabajando como todos los días», afirmó, destacando que el trabajo en la UNMa no se ha detenido. Comentó que, a pesar de las adversidades, siguen tomando exámenes para cerrar el cuatrimestre, abriendo inscripciones y manteniendo la universidad en marcha. «Seguimos tomando examen para cerrar el cuatrimestre, seguimos abriendo las inscripciones, ya tenemos, así como estamos, que la gente hace 8 meses que no cobra, tenemos 315 inscritos para el próximo cuatrimestre», informó Caamaño, subrayando la resiliencia de la institución.

Finalmente, Caamaño cerró su discurso con una frase que resonó en la Plaza, recordando las palabras de Hebe de Bonafini: «Ni un paso atrás, como diría Hebe». Esta declaración reafirmó el compromiso de la comunidad universitaria de seguir adelante con su misión, a pesar de los obstáculos.

Carmen Arias comenzó su discurso recordando la resistencia que las Madres de Plaza de Mayo y la comunidad de la Universidad Nacional continúan manteniendo frente a la intervención decretada por el gobierno de Javier Milei. Con firmeza, señaló que para llevar a cabo esta intervención, el gobierno utilizó a personas que estaban infiltradas en las aulas de la Universidad. «Para hacerlo, usó de forros a algunos que estaban metidos adentro de nuestras aulas», afirmó Arias, dejando en claro que las Madres ya habían denunciado a esos individuos, Jacobo Grossman, Elena Patzer y Eduardo Maurizzio, el 7 de diciembre del año anterior en la misma Plaza.

La intervención no ha sido vista como una simple disputa administrativa, sino como un intento de quebrar la lucha histórica de las Madres. Arias dejó claro que si el interventor de facto cree que puede manipularlas prometiéndoles el dinero adeudado a la Universidad desde enero, está profundamente equivocado. «Si el interventor de facto cree que va a quebrar nuestra lucha prometiéndonos el dinero que el gobierno adeuda a nuestra Universidad desde enero de este año, no nos conoce», subrayó con contundencia.

Arias recordó que las Madres llevan 47 años luchando en la calle, y que no sería una extorsión tan baja la que lograría doblegarlas. «Hace 47 años que estamos en la calle, luchando, como para doblegarnos con una extorsión tan baja», afirmó, reafirmando la fortaleza y determinación de las Madres.

Describiéndose como «duras, tercas, apasionadas», Arias dejó en claro que las Madres nunca han negociado con los enemigos, siguiendo el ejemplo que les enseñaron sus hijos. «Las Madres somos duras. Tercas. Apasionadas. Y nunca aceptamos negociar con los enemigos, como nos enseñaron nuestros hijos», puntualizó.

A su vez, Carmen Arias reiteró el compromiso de las Madres con las luchas internacionales contra el imperialismo, destacando su apoyo continuo a Venezuela y a su revolución bolivariana. «Por eso siempre estamos al lado de los que luchan, de los pueblos que se enfrentan al imperialismo. Y por eso seguimos al lado de Venezuela Bolivariana, apoyando su revolución y el triunfo electoral de hace unas semanas», concluyó, reafirmando el espíritu combativo y solidario que caracteriza a las Madres de Plaza de Mayo.

Para terminar, trajo al presente el discurso de nuestra compañera eterna que «En esta Plaza, en nuestra marcha 1894, del jueves 7 de agosto de 2017, explicó ese vínculo con nuestros hijos. Que primero fue materno, y luego fue volviéndose puramente político», dijo Carmen y pasó a leer:

Dijo Hebe aquel jueves.

“Ustedes saben el amor que las Madres tenemos por los hijos. Los queremos con pasión. Reivindicamos su lucha y por eso estamos trabajando en los barrios.

A veces la gente nos pregunta por qué no descansamos. Y no descansamos porque nosotras estamos muy felices de hacer lo que creemos, en lo que creemos, en la socialización de la maternidad, en la igualdad.

Nosotras estamos convencidas que eso que dice Cristina todo el tiempo de la inclusión, que es el trabajo que hacían nuestros hijos.

Incluir es igualdad.

Todos somos iguales. Y esa es una cosa que para nosotras fue fundamental desde el principio.

Socializamos la maternidad porque todos los desaparecidos para nosotros son iguales. A pesar de que muchos de nuestros hijos, de los desaparecidos, eran hijos nacidos en clases altas.

Sin embargo, se juntaron y dijeron: «Tenemos que pelear por la inclusión, por la igualdad, por la solidaridad».

Las Madres seguimos este camino. Un camino inclaudicable.

Amamos a nuestros hijos apasionadamente.

De la misma manera amamos a los hijos de nuestros hijos. A los hijos de nuestros hijos los amamos de la misma manera. A todos los nietos los queremos igual. Y todos ellos para nosotras son lo mismo. No hay diferencias”, leyó Carmen.

«Eso dijo Hebe. Y sí: nuestros hijos no hacían diferencias entre ellos. Todos juntos peleando por el mismo ideal revolucionario. Y ustedes también son nuestros hijos. Nunca hagan diferencia entre ustedes. Hagan como hicieron ellos, como hacemos las Madres que hasta nos desbordamos el nombre de cada uno de ellos de nuestros pañuelos», aseguró y remató: «¡Ni un paso atrás!».

Para cerrar, Carmen invitó a toda la militancia a la Marcha de los Jueves N° 2418 del próximo jueves 16 de agosto.

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