Este jueves 27 de junio, las Madres de Plaza de Mayo realizaron la Marcha de los Jueves N° 2411, junto a la militancia, Demetrio Iramain, y los abogados de la Universidad Nacional Madres de Plaza de Mayo (UNMa) Pablo Cabral y Francisco Zannini. Además, el cierre de Carmen Arias y la presencia de Josefa «Pina» de Fiore.
En un comienzo, Demetrio saludó a la militancia, y mientras cantaban canciones al compañero Evo Morales y al pueblo boliviano, en referencia al intento de golpe de Estado en Bolivia de este miércoles 26 de junio, afirmó: «Y claro que sí, el pueblo está contigo, querido compañero Evo Morales y con el pueblo boliviano, bajo asedio del fascismo como ya lo conocemos en la región.», y nombró al texto que en el día de ayer las Madres de Plaza de Mayo publicaron en solidaridad con el pueblo boliviano y con el ex presidente del país hermano.
Hablando sobre el intento de golpe, declaró con firmeza: «Este golpe, este intento de golpe, tiene nombre y apellido. Fue dirigido a Evo Morales, por supuesto que a la democracia boliviana, pero además a la democracia boliviana que representa Evo Morales.» Criticó la situación, señalando que «una democracia domesticada, una democracia condicionada, arrodillada ante lo que ordene el Fondo Monetario Internacional, no necesita golpe de estado.»
Conectando los eventos en Bolivia con otros países de la región, afirmó: «Lo que está en juego en la región es atacar las democracias, si esas vuelven a ser lo que ya conocimos en el primer codo del siglo XXI.» Mencionó específicamente los casos de Néstor y Cristina Kirchner, Rafael Correa en Ecuador y Lula Da Silva en Brasil, diciendo que «es la misma matriz, exactamente la misma, que avanza fuertemente en América Latina.»
Sobre la situación en Argentina, criticó: «Es una vergüenza que hoy tengamos cinco compañeros presos todavía en las cárceles argentinas por la justicia de Comodoro Py, acusados de golpe de estado, y por el intento de matar a Cristina solamente están presos tres, que están siendo condenados y juzgados hoy.» Expresó su indignación diciendo que «una vergüenza que la justicia argentina se haya autoimpuesto no avanzar sobre las responsabilidades políticas», lamentó.
Finalmente, hizo un llamado a la resistencia y la lucha: «No nos tienen que hacer bajar los brazos, porque el triunfo de ellos empieza ahí, cuando nosotros decimos: ‘Bueno, está bien, no podemos ir por más, entonces aceptamos esta democracia condicionada por el endeudamiento externo.'»
A continuación, Pablo Cabral tomó la palabra. En su intervención, criticó al gobierno de Milei y destacó la labor que desempeña junto a Cristina Caamaño, rectora de la UNMa, y las Madres. «Con Francisco integramos un grupo de docentes de la UNMA y estamos trabajando desde hace unos años frente a la crisis y el ataque de este gobierno a la universidad», denunció.
Más adelante, manifestó su admiración hacia las Madres, e indicó que «por la historia de lucha que tienen y por admirar esa tarea, nos pusimos a disposición y pudimos dar una mano.»
Ante una Plaza atenta, Cabral nos compartió una historia junto a nuestra compañera eterna Hebe. «Yo soy de La Plata y soy militante docente de la Universidad de La Plata. Unos años antes de la pandemia pudimos llevar a Hebe a nuestra universidad, a la Facultad de Derecho», y recordó las palabras de Hebe de Bonafini en ese momento: «‘A mi edad, después de tantos años de luchas y de defensa de los Derechos Humanos, es la primera vez que puedo entrar a la Facultad de Derecho de la ciudad donde yo vivo para hablar de derechos a los estudiantes.'»
A su vez, Cabral destacó el papel fundamental de las Madres como defensoras de los Derechos Humanos en nuestra reciente historia. «Deberían otorgarles el título de abogadas, habría que considerarlo», aseguró y reflexionó sobre la importancia de la universidad popular y el compromiso con la inclusión y la educación pública: «Las Madres supieron transformar el dolor en amor y en construcción, en educación inclusiva.»
Cerca del final, apuntó contra el gobierno de Milei por su decisión política de atacar a las Madres y su Universidad. «Todos los que defendemos la universidad pública y salimos en la marcha tenemos que ver que, entre todas las universidades, la que está más perjudicada de forma artera por parte del gobierno es la Universidad de las Madres.» Concluyó su discurso con un mensaje optimista sobre el futuro de la universidad pública: «Con templanza, organización y paciencia, les vamos a ganar. Tenemos todo por delante.»
Posteriormente, escuchamos a Francisco Zaninni, abogado de la UNMa que trabaja junto a Pablo, que habló de defender la casa de estudios de las Madres. «La defensa de la universidad pública es fundamental, especialmente en estos tiempos donde los ataques a nuestras instituciones educativas son constantes», afirmó.
Zaninni continuó, subrayando el compromiso de la UNMa: «En nuestra universidad hemos trabajado incansablemente para garantizar que nuestros estudiantes tengan acceso a una educación de calidad, inclusiva y comprometida con la justicia social.»
«Ellas han convertido el dolor en una misión educativa, edificando un legado de memoria y justicia que se refleja en cada rincón de nuestra universidad», agregó levantando aplausos de la militancia.
Al abordar los desafíos que enfrenta la UNMa en este cruel escenario, Zaninni señaló: «No solo lidiamos con la falta de recursos y el desinterés gubernamental, sino también con un ataque ideológico que busca desacreditar nuestro trabajo y nuestra misión.»
Con respecto al gobierno, aseguró con determinación: «Este gobierno ha demostrado un especial antagonismo hacia nuestra universidad, pero no nos vamos a rendir.»
En otro fragmento, Zaninni hizo un llamado a la acción: «Cada uno de nosotros tiene un papel que jugar en esta lucha. No podemos permitir que destruyan lo que hemos construido con tanto esfuerzo y dedicación.»
A su vez, subrayó el impacto positivo de la educación en los estudiantes de la UNMa: «En nuestra universidad hemos visto de primera mano cómo la educación transforma la vida de nuestros estudiantes», y agradeció a los presentes por su apoyo: «Quiero agradecer a todos los que están aquí hoy, respaldando esta causa.»
Finalmente, Zaninni cerró su participación con llamado de unidad. «Juntos, con templanza, organización y paciencia, vamos a vencer. Sigamos adelante, convencidos de que estamos del lado correcto de la historia.»
Con un tono más que amigable, Zannini llamó a «cumplir la palabra y la memoria de estas viejas divinas que nos dejan el camino y nos marcan hacia dónde tenemos que ir», dijo entre risas.
«Nos dicen todos los días que no podemos aflojar, que no podemos tranzar, que no podemos negociar, que no podemos portarnos bien para caerle bien a uno o al otro. Nos dicen todos los días que no podemos bajar las banderas, que no podemos tranzar con la oligarquía y que tenemos que levantar nuestra bandera para volver lo más rápido que podamos», cerró emocionando a toda la plaza en un gran aplauso.
Por último, escuchamos a Carmen Arias. La Madre de Plaza de Mayo trajo este jueves un nuevo discurso de nuestra compañera eterna, y previo a leer explicó que «la decisión de leer sus discursos tiene el objetivo de señalar las similitudes entre los contextos en los que esos discursos fueron emitidos y traerlos al presente para que nos sirva, nos permita interpretar la actualidad y, sobre todo, proyectar las luchas de hoy y de mañana».
Carmen pasó a leer el discurso que Hebe lanzó el jueves 6 de septiembre de 2018, en en la Marcha de los Jueves N° 2108:
«Compañeros, cuando escucho a algunos organismos de Derechos Humanos decir que esto no es una dictadura, me pongo a pensar: crímenes hay muchos más de los que sabemos, desapariciones hay. ¿Qué es un trabajador al que en la fábrica no le dejan entrar más y no cobra sueldo? Está desaparecido para el sistema, no tiene salud, no tiene ningún resguardo, no tiene jubilación. La dictadura tardó casi 7 años en hacer lo que Macri hizo en dos años. Entonces, ¿esto no es una dictadura? ¿Son o no son asesinos? Tienen que ser juzgados y condenados, porque juzgarlos está bien, pero hay que condenarlos. Es que eso es siempre lo más difícil.
Por eso, compañeros, hay que fijarse bien cómo hablan, cómo se expresan, cómo se empiezan a dar vuelta cuando algunos periodistas ven que están tambaleando. Por eso yo les pido que no les escuchen, porque envenenan el alma. Apaguen la televisión, pongan música, lean si tienen ganas, pero no se dejen envenenar. Hay que considerar que esto es una dictadura. Es cierto, lo votó el pueblo, pero bueno, también los pueblos votan dictadores. No es la primera vez que pasa en el mundo. Se equivocaron. Para nosotros, esto es una dictadura.
Y mientras hablamos si sube el dólar o baja el dólar, nos siguen matando y los pobres siempre pasan a último lugar. Es el cinismo más grande. Son cínicos, mentirosos y asesinos. Es cierto que hay que organizar la bronca, pero no hay que organizar pequeñas cosas porque no sirven. No podemos hacer 20 marchitas cada día, hay que parar el país tres días hasta que estos digan basta. Y eso tiene que estar en manos de los trabajadores. El pueblo los va a acompañar. Si paran el país por tres días, el pueblo los va a acompañar. Paremos el país, compañeros.», leyó Carmen.
«¡Cuánta razón las Madres! Hoy volvemos a decir lo que decíamos entonces: paremos el país y vamos a ver cuánto aguanta el gobierno. Si paramos el país, nos va a gobernar el pueblo. No tenemos ninguna duda. ¡Hay que animarse!», cerró Carmen.
Entre los presentes, se encontraba el ex Secretario de Legal y Técnica Carlos Zannini, la rectora de la UNMa Cristina Caamaño, entre otros compañeros y compañeras.