Este jueves 16 de julio, la Marcha Nº 2205 de las Madres de Plaza de Mayo, se dio una vez más a través de las redes. En esta oportunidad, las palabras de la presidenta de la organización, Hebe de Bonafini, tuvieron la introducción de Demetrio Iramain y de la diputada de la Ciudad por el Frente de Todos, Victoria Montenegro.
Demetrio Iramain se refirió al proyecto en el que trabajan de manera conjunta el Ministerio de Educación de la Nación, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, el Servicio Penitenciario Federal y el Instituto Universitario Nacional Madres de Plaza de Mayo (IUNMA): “El proyecto consiste en llevar educación primaria, secundaria y universitaria a las cárceles federales y provinciales, y recoge una preocupación de las Madres desde los primeros años de lucha: observar la situación de los personas que están privadas de libertad”.
La presidenta de la comisión de Derechos Humanos de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, Victoria Montenegro, contó sobre lo acontecido en las manifestaciones contra el gobierno, en las que agredieron verbal y físicamente a periodistas, y en las que terminaron manchando con pintadas los pañuelos de la Plaza de Mayo. “Fuimos y los limpiamos con los compañeros de ATE. Los pañuelos de las Madres siempre van a estar blancos y radiantes en la Plaza, representando el símbolo de lucha y de dignidad. Y además representando ese valor supremo que tenemos los que luchamos por la Memoria, que son los 30 mil Desaparecidos”.
“Estamos en un momento difícil, tratando de llegar a todos los que lo necesitan, después del desastre que hizo el gobierno de Mauricio Macri en los cuatro años que gobernó la Argentina. Esperando que esta pandemia termine para poner de pie al país, para inyectar trabajo, para que nuestro pueblo vuelva a encontrarse en esa fuerza de poder transformarlo todo. Es fundamental que nos cuidemos para que podamos hacerlo realidad”.
Hebe de Bonafini se refirió en primer lugar a Venezuela, a donde –contó- empezó a viajar “hace 40 años”. “Porque Venezuela le abrió los brazos a muchos compañeros” que tuvieron que irse durante la dictadura. “Y nos empezaron a invitar a las Madres para dar conferencias. Y empecé a conocer a ese pueblo. Es un pueblo muy luchador, que no tenía nada, y sin embargo le abría los brazos a nuestros compañeros, sin preguntar de dónde venían, ni quiénes eran. Y les dieron los mejores lugares para estar”.
Hebe recordó la lucha del pueblo venezolano, la llegada de Hugo Chávez al poder y la transformación del país: “Las Madres nos fuimos comprometiendo con los problemas de Venezuela: cuando querían privatizar una empresa eléctrica que era de los trabajadores y del pueblo, y cuando hubo desapariciones, hicimos conferencias y nos hicimos más amigos. Y llegó Chávez, que yo no lo quería porque era militar, hasta que él me llamó un día y me dijo: ‘¿Por qué usted no me quiere? Y le contesté ‘porque yo no quiero tener contacto con ningún milico’. ‘Pero yo no soy un milico igual a los que usted conoce’. Yo había visto el golpe de él. Lo que no había visto es cómo se había comportado con los estudiantes. Él no quería reprimir, porque sentía que eran sus compañeros, jóvenes como él. Y los otros no lo querían porque él estaba vestido de militar. A él le costó mucho también que los estudiantes lo reconocieran como un compañero”, relató.
“Chávez me invitó y fui, y me mostró lo que iba a hacer por Venezuela. Y fue muy rápido para hacerlo”, remarcó. “Las Madres fuimos veedoras cada vez que ellos tuvieron elecciones. Cuando fuimos a su reelección, ya había hecho un montón de cosas. Venezuela estaba pintada de colores, ya les había hecho casas a los más pobres, ya todos los paredones eran una expresión de la Revolución. Desagües, agua corriente, médicos cubanos en cada barrio pobre, llegaron vacunas, que no existían. Y se hacían actos increíbles. Y ahí estuvimos las Madres, respetadas por ese pueblo”, señaló.
“Un pueblo con un gobernante unidos. Y le creó tanta confianza al pueblo, que es la misma confianza que ahora el pueblo le tiene a Maduro. Maduro se hizo al lado de Chávez, por eso el pueblo lo quiere, lo eligió y lo sigue eligiendo”.
“La burguesía de Venezuela es más repugnante que la macrista, que ya es decir”, afirmó Hebe. “Por eso cuando ahora denuncian violación de los derechos humanos, y lo denuncia Bachelet, me da mucha preocupación de saber si es verdad. Yo a Bachelet no le creo, y sí le creo a Maduro. Que pongan presos a los que delinquen me parece bien, no es una violación a los derechos humanos. Es hacerse respetar como presidente”, sostuvo.
“No le creo a Bachelet la denuncia que hace. Que denuncie lo que pasa en Chile, que hicieron pelota a un montón de gente y ella ni habló de eso. ¿Eso no es violación a los derechos humanos? ¿O no le importa, porque son chilenos que ella tampoco quiere?”
“Son días muy duros y muy difíciles. Tenemos que tener muy claro qué pasa. Quieren sacar a Venezuela, pero no lo quieren sacar a Maduro porque sí. Los yankis se quieren quedar con el petróleo. Por eso trabajan con Bachelet, con algunos gobiernos que también van aflojando”.
“Y me parece muy importante que el presidente aclare, pero me gustaría que aclare para que no oscurezca. Porque a mí me quedan dudas, porque él dice que defiende los derechos humanos, y es verdad, pero no le puede creer a Bachelet”, insistió.
Hebe remarcó que “esas organizaciones son de Estados Unidos, y las utilizan contra nosotros. Ellos necesitan el petróleo de Venezuela, y van a mandar otra vez a ese pueblo a la miseria. Así que tenemos que ser muy claros en nuestras declaraciones”.
“En momentos difíciles, la Plaza tiene que servir para juntarnos, para aclarar, no para que oscurezca. A mí me gustaría que no haya que aclarar nada cada vez que habla el señor presidente. Yo lo respeto muchísimo y lo quiero. Y me gustaría que no tenga que aclarar, porque si tiene que aclarar es porque no está claro”, señaló.
“Dejemos que el pueblo de Venezuela elija que lo gobierne quien quiere, no nos metamos. Amo a lo venezolanos, sé lo que han sufrido, cómo han hacho esa patria nueva. Pienso en Chávez, y las ilusiones que tenía, de llevar la patria hasta donde él quería. Dio todo por su pueblo. Con Néstor eran uno solo. Con Evo y con Correa. Miren qué cuatro. Dos se nos fueron, pero están. Están sus discursos, está su historia y lo que nos dieron. De eso no nos podemos olvidar”.
“Y para terminar esta Plaza de hoy, esta Plaza que nos da la vida, y que las Madres tienen tantas ganas de volver a ocupar, que la ocupamos desde mi cocina, cierro con estas palabras:
“Primero se llevaron a los judíos, como yo no era judío no me importó. Después se llevaron a los comunistas, pero como yo no era comunista tampoco me importó. Después se llevaron a los obreros, pero como yo no era obrero, tampoco me importó. Más tarde se llevaron a los intelectuales y a los curas y tampoco me importó. Ahora vienen por mí, pero ya es tarde”.
Hasta el jueves que viene.