Este jueves 16 de abril de 2020, la Marcha Nº 2192 de las Madres De Plaza De Mayo se dio una vez más a través de las redes, a raíz de la situación sanitaria por la pandemia de coronavirus. El tradicional discurso de la presidenta de la organización, Hebe De Bonafini, contó con las palabras introductorias de Demetrio Iramain, Raúl Zaffaroni, Rodrigo Codino (Rector Organizador del IUNMa) y Ana María Sabio (Grupo de apoyo a las Madres, Suecia).
Demetrio Iramain comenzó contando que desde el 3 de abril el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y el Ministerio de Educación designaron Rector en el IUNMA (Instituto Universitario Nacional Madres de Plaza de Mayo) a Rodrigo Codino. Demetrio explicó que el recorrido de la Universidad Popular de las Madres de Plaza de Mayo se inició el 6 de abril del año 2000, “en un contexto de urgencia en el que las Madres plantearon la necesidad de formarnos, de estudiar, de aprender, para estar en mejores condiciones de enfrentar al enemigo tan poderoso que nos estaba asfixiando, con la idea de formar cuadros políticos”. “El proyecto fue nacionalizado en el 2014, se creó el Instituto Universitario Nacional Madres de Plaza de Mayo. Y en el 2015 el macrismo lo intervino, sacó a los docentes, al rector y a quienes llevaban adelante el proyecto, y designó un interventor: el juez Javier Buján, que hizo lo imposible por destruir a las Madres desde su puesto en el IUNMA, hasta el punto de querer expropiar el archivo por mandato del gobierno de Macri”. “Las Madres lo resisitieron y finalmente ganaron. Mantuvieron el archivo y la sede. Ahora el macrismo se fue y también le llegó el turno a Buján. Y como parte del proceso de reconstrucción que empezó Argentina desde el 10 de diciembre de 2019, le ha llegado ahora al IUNMA”. Ahora se producirá la transición y “lo que viene es la creación de la Universidad Nacional Madres de Plaza de Mayo”.
Luego, el Juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Raúl Zaffaroni expresó que “el Instituto Nacional de Derechos Humanos Madres de Plaza de Mayo y su renovación con la designación del Rector es un renacimiento” y celebró la iniciativa de elevarlo a la condición de Universidad Nacional. Resaltó la importancia de una Universidad “en la que todas las ramas del saber” tengan una orientación “desde la proyección de los Derechos Humanos”.
El Rector Organizador del IUNMA, Rodrigo Codino, manifestó su gratificación celebrando los 20 años de la creación de la Universidad Popular y la presentación del proyecto de ley para la creación de la Universidad Nacional Madres de Plaza de Mayo. Además pidió el perdón institucional por el accionar de su predecesor, por el intento de desalojo sufrido por las Madres y por haber pretendido tocar el archivo histórico, que tanta lucha y sacrificio costó construir y sostener. “Las Madres son nuestra brújula”, dijo.
También estuvieron presentes las palabras y el saludo de Ana María Sabio, del Grupo de Apoyo a las Madres, en Suecia. Contó la situación de aquel país, las decisiones tomadas por su gobierno en el contexto de pandemia por el coronavirus y describió detalladamente las consecuencias de las políticas neoliberales. También manifestó su alegría y orgullo por que nuestro país “tenga un gobierno que lo cuide, que ponga el cuerpo por su gente y sea un ejemplo a nivel internacional”. Saludó a las Madres por ser el “faro histórico de las políticas que anteponen la vida ante cualquier valor material”.
Hebe de Bonafini comenzó saludando desde su cocina, como los últimos jueves: “Ya saben: mi corazón y mis pies están en la Plaza. Y la cabeza la tengo acá en la cocina para imaginarme que estoy ahí. Y me los imagino a todos, cuando voy llegando, los pañuelos, los gritos, los cantos, los abrazos, los besos”.
“Hoy quiero empezar haciendo un pequeño homenaje, desde lo más profundo de nuestro corazón, a Eduardo Galeano. Hace pocos días se cumplieron cinco años de que nos dejó en este mundo, aunque está en otros, y en sus libros. Él escribió algo sobre Mariano Moreno, en Memoria del fuego: “Las grandes fortunas en pocas manos, creía Moreno, son aguas estancadas que no bañan la tierra. Para no mudar de tiranos sin destruir la tiranía, había que expropiar los capitales parasitarios amasados en el negocio colonial. ¿Por qué buscar en Europa, al precio de desolladores intereses, el dinero que sobraba tanto adentro? Del extranjero había que traer máquinas y semillas, en vez de pianos lujosos y jarrones chinos. El Estado, según Moreno, crecía y debía convertirse en el gran empresario de la nueva nación independiente. La revolución debía ser terrible y astuta. Implacable con el enemigo y vigilante con los expectantes”. Eso pensaba Mariano Moreno y es tan actual que no se puede creer, en ese escrito maravilloso de nuestro amigo Galeano”.
Hebe adelantó que para el 30 de abril se está armando un homenaje: “estamos preparando un gran homenaje a nuestras compañeras asesinadas, que fueron secuestradas, violadas, torturadas y tiradas vivas al río. Asesinadas por la “gran Marina”, que nunca dijo una palabra, que cometió uno de los crímenes más grandes, de asesinar a tres Madres indefensas, con dos monjas francesas y un grupo de jóvenes. Todos de la misma mano: Astiz, Massera, podríamos nombrar un montón. No hay juicio que pague todo esto”.
Como la situación de cuarentena nos mantiene aislados, Hebe describió cómo la pasan las Madres en estos días particulares, en estos jueves distintos: “También les quiero contar qué hacen algunas Madres los jueves. Algunas ponen el pañuelo en la ventana a la hora en que estaríamos caminando en la Plaza, y lo sacan cuando calculan ellas que la Plaza termina. Y hay muchas compañeras que los jueves nos hablamos por teléfono. Muchas extrañan un montón la Plaza. Así que hay unas presencias implícitas aquí, en mi cocina, que me provocan hablar lo que tengo que hablar. Si uno no tiene un estímulo, es muy difícil poder hablar y poder decir. Y si bien es cierto que el gran estímulo son mis hijos, son nuestros hijos, nuestras hijas, el otro estímulo que está pegadito a eso son las Madres”.
“Algunas queda la familia, quedan las hermanas, o quedan las hijas de esas Madres, que llaman por teléfono. Eso hace al núcleo duro y fuerte y conciente de que las Madres estamos presentes todos los días, todas las horas, como les hemos prometido a nuestros hijos, más allá de esta cuarentena larga que tenemos que cumplir, haciéndole caso al presidente, y a los ministros, gobernadores, intendentes, a los que no vamos a terminar de agradecerles. Junto con los médicos, con las enfermeras, con los camilleros, con las que limpian los hospitales”.
“Yo les quiero decir que la solidaridad, de la que tanto hemos hablado las madres, la que no nos abandona nunca, es lo que marcó a nuestros hijos. Nuestros hijos comenzaron la lucha por ser solidarios, y la comenzaron cuando eran muy chiquitos, quince años a lo mejor. Como ahora hay mucho pibe de quince años que también es solidario, y hace grupos y va a los barrios a ayudar. Eso es lo que se necesita: formar jóvenes en la solidaridad. Y después viene la política. La política en base a la solidaridad. Que es lo que nos está demostrando el señor presidente”.
Para finalizar, Hebe dejó algunas preguntas, ligadas a la justicia y a los sueños: “¿No será posible, señor presidente, que le saquemos a los campos improductivos, por lo menos la mitad? ¿Por qué tiene que haber campos improductivos con gente que no tiene casa, ni terreno, ni comida? Sacarles parte de esas tierras improductivas y dárselas a los que menos tienen, sería un gran acto de justicia. Yo sé que es como un sueño. Pero, Cristina, y Alberto: ¿no les parece hermoso que a los casi 92 años que tengo todavía sueño con expropiarles tierras a los más ricos? Hasta el jueves que viene”.