Este jueves 26 de marzo de 2020, la Marcha Nº 2189, la tuvo a Hebe en su cocina:
“Otra vez la cocina de mi casa convertida en la Plaza. Otro jueves. Siendo absolutamente obedientes. Las Madres nos estamos cuidando, y mucho. Ojalá todos se cuidaran igual”.
Así inició sus palabras Hebe de Bonafini, en el marco que la pandemia de coronavirus generó en Argentina y en el mundo. Aun desde la cuarentena y el aislamiento obligatorio, la Presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo dio su mensaje:
“Tengo algunas cosas para decir, que me preocupan muchísimo. Señor presidente, estamos muy contentas de lo que se está haciendo, pero ¿le podemos agregar alguna preocupación más de las que ya tiene? Permítame, porque no me dejan dormir. Escucho y veo casi todo lo que puedo, y me parece que todavía a los barrios más pobres y más humildes no hemos llegado”.
Hebe reconoció que “es importante que los alquileres no aumenten, es importante lo de lo cheques sin fondo, sé que es importante lavar la vereda donde cagan los perros. Pero, sabe, señor presidente: es más importante que los chicos coman. Y en muchísimos lugares -hoy lo dijo un intendente- no está llegando la comida. Esos famosos bolsones que entregó el ejército. No llegaron. Y las Madres estamos trabajando con esa gente”.
“Saben que en Lanús hay una villa que se llama La Fe en Monte Chingolo, que ya casi no tienen comida los chicos. Y hoy nos decía un sacerdote: a los curas no les está llegando la comida a los comedores”.
“Y sí, es muy importante lo que se está haciendo, y son muy importantes los 10mil pesos para los que no tenemos. Es muy importante todo, pero ¿no será que estamos dándole mucha más importancia a ese lavar la vereda con la caca de los perros, a que no aumenten los alquileres, a que los cheques sin fondo no sé qué pase, y estamos olvidándonos que los niños no comen? No digamos más que se laven las manos con agua y con jabón, porque no hay jabón ni agua, señor presidente. No hay agua”, alertó Hebe.
Y las palabras directas para Alberto Fernández continuaron: “Si bien es cierto que usted no va a arreglar ahora lo que no se arregló en tantos años, por favor que no falta la comida. ¿Usted sabía esto que le estoy diciendo? Mande su gente a la villa La Fe. Nosotros habíamos conseguido forrarles las casas por dentro para que no tengan frío. ¿Y sabe por qué no se las pudimos forrar? Porque son tan angostos los pasillos que no podíamos sacar las camas afuera. Y hoy que no podemos juntarles la comida que les mandábamos siempre (carne, arroz, fideos, todo lo que pudimos) a tres villas, casi 2 mil niños, a esos lugares no ha llegado la comida. Y menos el agua, ni para tomar. En algunos barrios todavía van a una canilla, a una canilla que gotea”.
“No es que quiera protestar. Me parece que es el mensaje de las Madres, que es lo que hemos hecho siempre. Yo estoy muy orgullosa del gobierno que votamos. Muy orgullosa. Pero también siento la obligación por con los míos, con los de abajo. Con esos que mucha gente habla, pero poca gente los conoce”.
Asimismo, Hebe reflexionó y recordó el contexto de su infancia para advertir las diferencias con la situación actual: “Cuánto hace falta la solidaridad. Usted nos está haciendo ver muchas más cosas, señor presidente. Por suerte. A los que no las quieren ver y a los que ya las habíamos visto. Pero es mi obligación, no me puedo acostar sin pensar en ellos. Y no me levanto sin pensar en ellos. ¿Sabe por qué? Porque yo nací en un lugar como ese. Pero nunca la pobreza fue tan indigna como ahora. Siempre tuvimos para comer. Mis padres trabajaban muchas horas. Salíamos a cortar acelga del campo, hinojo del campo, pero nunca nos faltó la comida. Teníamos plantas de frutas en la casa. Mi mamá cuidaba un tambo y le pagaban con siete litros de leche cada tres días, con lo que hacíamos queso y manteca. Ahora eso no existe. La pobreza es indigna. Solo hambre, solo humedad, solo despojo, solo niños que recorren la villa sin lavarse la cara, sin lavarse las manos con jabón como tanto les pedimos”.
“Es muy importante todo lo que usted está haciendo, pero la comida no está llegando a todos los lugares. Dígale a Arroyo que vaya, dígale a la gente que tiene cerca suyo”, reclamó.
También mencionó las acciones por el último y particular 24 de marzo, una jornada de Memoria en medio del aislamiento, agradeciendo especialmente: “Y a los compañeros de la Plaza, a los que van siempre, a los que sienten la Plaza hoy, que la sienten en la carne: gracias por poner tantos pañuelos en tantos lados. Gracias a los compañeros que en Suecia, en Malmoe, pintaron paredes y pusieron pañuelos. Y en Génova llenaron los balcones de pañuelos blancos. Gracias a todos los que les hicieron hacer y pintar pañuelos a sus hijos. Me emociona que tan chiquitos ya sepan qué es un pañuelo. Es la libertad, es la solidaridad, es el amor y es la justicia.
Y gracias a todos los compañeros que trabajaron tanto el otro día para toda esa imagen que pasamos. Porque trabajamos muchas personas. Las Madres hemos puesto el cuerpo mucho tiempo, pero ahora hay muchos otros que lo ponen, y que nadie los conoce. Gracias a los compañeros que me llaman, de los sindicatos, muchos compañeros que me llaman siempre. Diputados que no se han olvidado de las Madres”.
Sobre el aislamiento que impide marchar en la Plaza expresó que “también quiero que sepan que sigo al pie de la letra todo lo que usted dice, señor presidente. Voy para los 92 años y me estoy cuidando mucho. No salgo de mi casa. Aunque se me van los pies para la Plaza, y la cabeza para la Plaza. Pero me aguanto. Me aguanto porque sé que no quiero contagiar a otro, que no quiero que otro por mi culpa se enferme”.
Hebe finalizó pidiendo y agradeciendo: “Ojalá venga rápido una medicación, una vacuna, un algo que aunque sea nos alivie. Gracias a todos lo médicos que están trabajando, a los enfermeros, a los camilleros, a las mucamas, a las enfermeras, a las que lavan los pisos, y que después llegan a sus casas cansadas, para volver a salir al otro día. Gracias, en nombre de mis hijos. Gracias en nombre de todos ellos, de mis hijos y de mis hijas, que dieron la vida tan hermosa que tenían por esta patria mejor que queremos construir junto con usted, señor presidente”.