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Las Madres de Plaza de Mayo inauguraron, esta tarde, la sala de lectura para niños y adultos La Torre de Cubos y le pusieron el nombre de la escritora María Laura Devetach a su librería, en un emotivo acto realizado en la sede de la Asociación, Hipólito Yrigoyen 1584.

La actividad contó con la presencia de las Madres, de la propia escritora y de público diverso, que participó entusiastamente. Devetach no podía disimular la emoción en su rostro.

La torre de cubos es un libro infantil de su autoría, publicado en 1966 y prohibido por decreto por la dictadura militar, entre otras razones por el “exceso de imaginación de su contenido”. El libro marcó un punto de inflexión en la literatura infantil de la época, porque se distanció del didactismo e incluyó a los niños como protagonistas y transformadores de lo cotidiano de la vida. Precisamente por ello logró convertirse en uno de los textos más leídos de este género en habla hispana.

Tras descubrir el nombre de la librería y la sala de lectura, la escritora se dirigió al público presente, compartiendo su emoción. “Quiero agradecer muchísimo este honor. Me parece algo que no es real, pero me encanta estar acá”, sostuvo”. Luego leyó el cuento Monigote en la arena y, posteriormente, respondió diversas preguntas del público.

Previamente, la presidenta de la Asociación, Hebe de Bonafini, celebró la sensibilidad de la autora y ponderó la calidad y calidez de sus textos. “Es un honor compartir esto con María Laura porque una persona que escribe cuentos para niños con muchísima sensibilidad. Imagínense que la dictadura censuró estos cuentos para niños: qué cosa más tremenda”, sostuvo. Además, detalló el propósito de la sala de lectura: “Nos encantaría que los chicos y los padres vengan a leer. Y si alguien se lleva un libro, no hay mejor destino que un libro que camina”, expresó.

María Laura Devetach (Reconquista, provincia de Santa Fe, Argentina, 5 de octubre de 1936) es una reconocida escritora, poeta, narradora y docente argentina. Se dedica especialmente al público infantil. También ha escrito obras teatrales y libretos para radio y televisión. Ha ejercido la docencia a nivel primario, secundario, terciario y universitario. Ha sido, junto a escritores argentinos como María Elena Walsh, Graciela Montes, Ema Wolf, Ricardo Mariño o Elsa Bornemann, precursora de la literatura infantil como literatura en sí misma, más allá de ser material educativo. Sus libros estuvieron prohibidos durante la dictadura militar. Publicó más de noventa obras, la mayoría infantiles, si bien hay ensayos y libros de poesía y cuentos que apuntan a un público adulto. Estos libros acompañaron y formaron varias generaciones de lectores, desde 1965. Muchos de esos títulos aún hoy continúan siendo reeditados.

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