En una jornada histórica tras la media sanción de la interrupción voluntaria del embarazo en la Cámara de Diputados y la movilización de miles de trabajadores en otra jornada de lucha, las Madres realizaron su marcha 2096 en Plaza de Mayo.
Con el calor popular que recibieron no tuvieron posibilidad de sentir la ola de frío que azota la Ciudad. Al arribar a la Plaza en la combi en la que se trasladan, fueron recibidas por las y los trabajadores que ya estaban concentrados allí.
En ese clima, realizaron su marcha alrededor de la Pirámide rodeadas de decenas de personas. Luego, cuando estaban por comenzar los discursos que habitualmente se realizan tras la movilización, las Madres recibieron el saludo de varios dirigentes gremiales que se acercaron a abrazarlas. Entre ellos, estaban Pablo Moyano (Camioneros) y Omar Plaini (Canillitas).
Posteriormente, sí pudieron comenzar las palabras que cierran la movilización, esta vez a cargo del periodista Luis Zarranz, coordinador del área de Prensa; y Hebe de Bonafini, presidenta de la Asociación.
Zarranz comenzó ponderando el abrazo entre las Madres y los dirigentes sindicales que le “están haciendo un paro a las políticas de Macri”. “Es un día histórico: todavía nos estamos cayendo de la felicidad por la media sanción a la interrupción voluntaria del embarazo, aprobada hace horas, que ya hay una nueva plaza colmada, otra vez, marchando en repudio a las políticas de ajuste”, expresó.
Luego, destacó la “marea verde” que ganó las calles durante la jornada de ayer para exigir la media sanción, finalmente lograda: “Fue contundente. Emociona mucho ver estos pañuelos verdes que son, de alguna manera, la continuidad del pañuelo blanco. Del pañuelo blanco al pañuelo verde: la única lucha que se pierde es la que se abandona”, sostuvo emocionado. “Vamos ahora por la aprobación de la ley”, agregó.
En otro tramo, afirmó: “Si hemos llegado hasta acá fue por impulso de las mujeres y el movimiento que construyeron del cual las Madres tienen, sin duda, un lugar reservado en la historia”.
El periodista exigió “estar atentos” a lo que el Mundial y el uso del debate de la Ley de Aborto Legal, Seguro y Gratuito puedan tapar. “Estemos atentos, compañeros, por lo que quieran colar debajo de la alfombra”, sugirió. En ese tono, mencionó la “intervención de hecho” que el gobierno del radical Gerardo Morales hizo a la sede central de la Tupac Amaru, tomándola con una fuerza de ocupación. Además, nombró el acuerdo entre el gobierno y el FMI cuyos detalles se hicieron públicos hoy, a partir de la Carta de Intención que el Poder Ejecutivo elevó al organismo internacional y en el que se evidencia la profundización del ajuste. “Se vienen más recortes de subsidios, una nueva carta orgánica del Banco Central, ajuste en los haberes de los jubilados, despidos de trabajadores públicos y recorte de lo que ellos denominan ‘gasto social’”. “Nos quedamos cortos con lo que decían era ‘la campaña del miedo’. Miedo da ver lo que está sucediendo”, finalizó.
En el inicio de su discurso Hebe de Bonafini remarcó la importancia de que el movimiento obrero organizado transite el mismo camino que las Madres.
“Tienen que apretarnos el cogote, llevar adelante un plan de ajuste y pegarnos para que se den cuenta que esta Plaza es de todos y que es esta plaza la que mantiene viva con mucha fuerza todo lo que nos han ido sacando. Esta plaza mantiene vivo todo lo que nos dieron Néstor y Cristina, mantiene vivo a los desaparecidos y nos mantiene vivos en momentos muy difíciles del país”, enunció la presidenta de la Asociación.
Bonafini también se refirió a la histórica jornada de lucha vivida ayer mientras diputadas y diputados trataban la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Hebe destacó la importancia de la juventud en la gesta: “Cuando surgió lo del pañuelo verde, uno ve tantos pibes y tantas pibas jovencitos, tan claros, que hacen que algunos diputados se revuelquen. Los pibes jóvenes son un avión. No se callan, no paran un segundo. Son una máquina y son los que nos dan esperanza”.
“La lucha de nuestros hijos no fue inútil”, advirtió Hebe y apuntó contra la Iglesia y el Episcopado: “Al Episcopado le digo…Ustedes que ahora hablan de la vida tenían sacerdotes encargados de bendecir los vuelos de la muerte; esos vuelos donde tiraron vivos a nuestros hijos al río, los vuelos desde donde tiraron a nuestras compañeras al río. Parte de la Iglesia bendecía este accionar”, denunció.
En el mismo sentido, continuó: “La iglesia tenía obispos que percibían sueldos de un Juez de Instrucción y eran peores que esos jueces. La Iglesia tenía curas, adentro de las cárceles, para sacarles información bajo tortura a nuestros hijos. La Iglesia sabe muy bien que Monseñor Plaza y otros iban a los campos de concentración donde tenían estaqueados a nuestros hijos. Eran ellos los que los golpeaban y decían que si no hablaban los iban a dejar morir al sol. A esa Iglesia no le importó la vida de nuestros hijos, ni de los hijos de nuestros hijos. Entonces, ahora que se callen bien la boca y se queden quietitos porque son una manga de cínicos”, criticó Bonafini y agregó: “Se ponen a hablar de la vida cuando a ellos no les importó que mataran a 30.000 pibes y pibas, no les importó que hubiera 500 niños que no sabemos dónde están. ¿Entonces de qué vida están hablando? ¿De qué amor? Si realmente son cristianos, la vida que vale es la de las madres y de las mujeres que tienen que poder decidir si quieren tener un hijo o no”, señaló.
Hebe apuntó contra aquellos funcionarios y legisladores oficialistas que intentan llevar agua hacia su molino tras la media sanción de la Ley: “Hoy es un día de felicidad, entre comillas, por haber podido sacar una parte de esa Ley aunque ellos quieran apropiársela poniéndose el pañuelo verde. Se lo vamos a poner en el cogote y lo vamos a apretar hasta que les salga la lengua”, les advirtió.
Hebe de Bonafini volvió a denunciar a parte de los integrantes de la coalición gobernante a quienes acusó de “ser los mismos que aprobaron y aplaudieron que mataran a los 30.000”. “A nuestros hijos los torturaron hasta hacerlos mierda”, puntualizó y, luego, continuó con una historia personal: “Yo tengo una carta, que nunca di a conocer, en la que mi hijo mayor me cuenta que quería morirse. Quería morirse porque no daba más de tanto que lo habían torturado durante un año y medio, compañeros. ¿Y quién dijo algo, hijos de re mil puta? Son puro cinismo”, fue el descargo de la presidenta de la asociación.
Para finalizar celebró nuevamente el encuentro con los líderes sindicales en Plaza de Mayo y recordó que “el 54% de los que ya no están, de los torturados, de los tirados al río bendecidos por la Iglesia, eran trabajadores”.