Ayer, durante la tardecita, empezó a correr la noticia de que estaba enferma, que estaba internada y grave.
La gente empezó a llamarme a mi casa, a lo de mi hija, a lo de los amigos; a todas partes. Por suerte estaba bien, descansando en la casa de mi hija.
Pero después fue todo mucho más triste porque dijeron que había muerto.
Yo quisiera decirles que “los muertos que vos matáis, gozan de buena salud”.
Y también quería contarles que la O.E.A. y su presidente, Luis Almagro, enviaron sus condolencias. Eso muestra como la O.E.A. repite cualquier cosa que le diga cualquiera.
Hebe de Bonafini
Presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo
Hebe, todo mi amor