La Plata, 10 de abril de 2021
Respetado Papa Francisco;
Sus palabras explotan en nuestros cuerpos como bombas de sabiduría.
Sus deseos son toneladas de amor para los que menos tienen.
Sus pensamientos representan los sueños y las esperanzas de nuestros pueblos en un momento en el que sólo se habla de estadísticas, contagios y muertes.
Usted enfrenta a los mismos mercaderes que Jesús echó del templo y les habla desde el corazón sangrante de dolor por ver tanta miseria humana.
Usted sufre por todos los pueblos del mundo más empobrecidos, bombardeados, hambreados, y arriesga su vida para acercarse a abrazarlos y bendecirlos como en su último viaje.
Sus acciones, Papa Francisco, nos unen más allá de política y religiones, para afrontar una lucha común, porque como usted dice «nadie se salva solo».
Que la solidaridad nos inunde de amor, camino a un mundo nuevo, en el que el hombre no sea lobo del hombre.
Con amor y respeto;
Hebe de Bonafini
Maravillosa Hebe,te quiero sos una ídola,cuánta razón ben tus dichos,yo también me sentí ofendida ante.lis dichos del nuevo ministro de transporte, saludos simplemente de tu admiradora desde siempre Eve