La Plaza de Mayo recibió, esta tarde -como todos los jueves desde hace 40 años- a las Madres, quienes realizaron su tradicional marcha alrededor de la Pirámide en la que lucieron una pechera con una consigna: “No pasarán”. Acompañadas por centenares de personas, las mujeres del pañuelo blanco realizaron su marcha número 2060, desde aquella primera vez, el 30 de abril de 2017.
Luego, en lugar del habitual espacio de La Hormiguita Colorada, la presidenta de la Asociación, Hebe de Bonafini, brindó una conferencia denominada “Para que el Pueblo sepa”, en la que brindó detalles de la persecución del gobierno a las Madres, a la vez que narró los permanentes ataques que recibió la Asociación a lo largo de su historia.
“Al ver que este Gobierno no cede en su idea de apoderarse de los archivos de las Madres, de apoderarse de nuestra historia para destruirla, de nuestra Casa para destruirla, por eso, las Madres hemos decidido contar a todos que es lo qué ha pasado a lo largo de 40 años”, así inició Hebe de Bonafini la conferencia “Para que el Pueblo sepa”, organizada por la Asociación Madres de Plaza de Mayo.
La presidenta de la Asociación denunció que desde el Gobierno nacional atacan y espían a las Madres pero destacó que “las puertas están abiertas todos los días para aquel que quiera ir”. También recordó que a pesar del terror nunca ocultaron sus tareas, entre las que incluyó la confección del primer boletín “con las ventanas de la casa abierta”. Y resaltó: “Siempre fuimos diferentes, por eso elegimos la plaza, un lugar abierto para no estar escondidas”.
Sobre las primeras marchas en la plaza reveló que “a pesar de los perros, los palos y la policía” una vez que lograron marchar sintieron que habían “ganado una batalla”. “El movimiento crecía y nos empezaron a llevar presas todos los jueves. Nos encerraban en una celda con un muerto y decidimos que si llevaban a una nos llevaban a todas. Íbamos de a 30 a la comisaría. Para terminar con esto empezamos a cantar el himno entre todas. Los milicos le tenían miedo al himno y se cuadraban, así, cantábamos varias veces seguidas”, relató Hebe, quien valoró el apoyo de “algunas embajadas amigas” a las que pedían que les alcancen “pasta dental, bebidas y alimentos” a la comisaría, mecanismo que encontraron para dar visibilidad a la persecución y el ensañamiento del Gobierno militar contra las Madres de Plaza de Mayo.
“Nunca dejamos de luchar. Abandonar la lucha es abandonar a nuestros hijos y nuestros hijos son ustedes”. Durante la conferencia, Bonafini también recordó las “palizas” recibidas, las veces “que pintaron y prendieron fuego las casas” y los robos que sufrieron las Madres. La persecución y el acoso a las Madres provocaron que “algunas se tengan que dar vuelta el saco o usen peluca para salir a la calle”, rememoró la histórica Hebe.
Un hecho que cambió para siempre a la Asociación Madres de Plaza de Mayo fue la desaparición de Azucena Villaflor, Esther Ballestrino de Carriaga y Mary Ponce de Bianco. Tras la infiltración del represor Alfredo Astiz bajo el seudónimo de Gustavo Niño, supuesto hermano de un desaparecido, las tres Madres de Plaza de Mayo fueron “secuestradas, torturadas y violadas” en un acto de cobardía absoluta por parte de una de las tres fuerzas responsables de la última dictadura cívico militar. “La Marina que siempre se vistió de blanco se llenó de sangre de las Madres”, expresó.
“No pudieron con nuestrxs hijxs, no van a poder con nosotras”. El relato de Hebe de Bonafini continuó hasta llegar a la presidencia del radical Raúl Alfonsín: “Lo esperamos con ansias pero nos dimos cuenta que era un fracaso cuando promulgó la Ley de Presunción de Fallecimiento”. Esa actitud del presidente radical y la decisión de “socializar la maternidad y quitar el nombre de lxs hijxs del pañuelo” fueron “el pie para la separación de las Madres que, por supuesto, fue por razones políticas”, explicó y, ante esto, fue terminante: “Seré mandona y gritona pero nunca voy a vender la sangre de mis hijos, de nuestrxs hijxs, de los 30.000. Le damos valor a la vida”.
“Nunca nos quedamos ni un minuto quietas”, continuó Hebe y aseguró que tanto ella como el resto de las Madres que integran la Asociación están “dispuestas a pelear hasta el último día”. Recordó los atentados sufridos: “Quisieron matarme a mí y a mi hija, nos vaciaron la casa dos veces. A Juanita Meller de Pargament le entraron a la casa y le dejaron una publicación de derechos humamos con un cuchillo clavado en la tapa”, relató, y agregó que durante el gobierno de Carlos Menem “entraron once veces en 45 días y se robaron las fotos de todos los represores y de los campos de concentración” que poseían las Madres en su histórico archivo, el mismo que hoy el Gobierno nacional intenta destruir.
“Saben que no nos pueden comprar ni nos van a hacer callar porque nuestro compromiso es con ustedes. Estamos en el único camino posible” apuntó y denunció las maniobras del Gobierno nacional y el Partido Judicial que intenta “vaciar” la Asociación. “Creen que pagando jueces van a vencer a las Madres. Sabemos muy bien quienes son, los mismos que no querían recibir los habeas corpus y que cuando lo hacían te pedían 3 mil dólares”.
El discurso especial, en formato conferencia, llevado a cabo por Hebe prosiguió con el recuerdo de otro presidente radical, Fernando De la Rúa, que “cerró la Plaza de Mayo con vallas pero no pudo evitar nuestra marcha”. De la Rúa es también responsable político de la represión a las Madres durante el estallido de diciembre de 2001. Y recordó que cuando denunció al presidente provisional, Eduardo Duhalde, por “regentear el juego, la droga y la prostitución” grupos operativos ingresaron a su casa donde torturaron a su hija Alejandra. “No les alcanzaba con pegarle a las Madres”, lamentó.
Antes de finalizar destacó que “a pesar de todo la fuerza está intacta”. “Somos capaces de ser felices, de mirarlos a los ojos, de acariciarlos. La vida es eso, es luchar, es el amor y la comprensión que solo tuvimos durante los doce años de Cristina y Néstor Kirchner, aquel que nos dio fuerza cuando dijo que éramos sus Madres”.
Ante los tiempos de zozobra y crisis que atraviesa el país, Bonafini aseguró que “vienen por todo, con mucha ferocidad y están entregando el patrimonio nacional. Ya se llevaron el oro, no sé cómo sigue esto”. La presidenta de la Asociación recalcó que la única posibilidad de acción “es colectiva” y pidió que todxs y cada unx salgan a las calles a reclamar “por los miles y miles de trabajadorxs que quedaron en la calle, sin trabajo, sin casa y sin comida”.
Hebe de Bonafini, presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo informó que el próximo sábado 7 de octubre se realizará una “marcha silenciosa y pacífica” en la nave central de la Basílica de Luján con motivo de los 40 años de la primera vez que las Madres utilizaron el pañuelo blanco. La cita es las 12hs y culminará con los discursos de Hebe de Bonafini y Agustín Ronconi, integrante de la banda Arbolito. Además, reveló Hebe, el domingo 15 de octubre, Día de la Madre en Argentina, se llevará a cabo una marcha en la Plaza del Vaticano, en Roma. Allí se repetirá la consigna del día de hoy: “No pasarán” y las mujeres marcharán con el pañuelo blanco sobre sus cabezas.
“No pasarán” rezaba la pechera que hoy lucieron las Madres. “No pasarán, esa es la consigna. No los vamos a dejar entrar. No les vamos a dar el gusto de llevarse la historia argentina. No les vamos a dar el gusto de que una Madre se muera de angustia. Con nosotras no van a poder”. Ante los aplausos de las cientos de personas que hoy acompañaron la marcha Nro. 2060 ratificó: “No van a poder con nosotras ni con ustedes, nuestrxs hijxs. La historia de la Madres tiene que ver con la vida”