En un soleado 13 de noviembre, las Madres de Plaza de Mayo volvieron a la Plaza para la Marcha de los Jueves N° 2483, junto a la militancia Demetrio Iramain, Martín Suárez, periodista de AM530 y Tiempo Argentino recientemente amenazado, y Lucas Ghi, intendente de Morón. En el cierre, tomaron la palabra las Madres “Pina” de Fiore y Carmen Arias, quienes volvieron a poner el corazón en la Plaza.

En un comienzo, tomó la palabra Demetrio y recordó que “este lunes 10 de noviembre se cumplieron tres años de la última vez que estuvo Hebe en esta plaza. Hebe está cada vez más presente que nunca”, sentenció. En ese sentido, retomó aquellas palabras de Hebe que marcaron un rumbo: “Nos dijo lo de la pueblada, sí, pero también nos dijo contra quién tenía que ir esa pueblada: contra la Corte Suprema de injusticia de la Nación, contra el sistema judicial”. Para Iramain, la compañera eterna de las Madres “tenía muy claro que no hay posibilidad de un gobierno popular que le resuelva la situación material a nuestro pueblo con este sistema judicial”.

Con el mismo ímpetu, señaló que “la vergüenza mayor la tenemos hoy con una nueva causa, un nuevo show judicial, con la injusta detención del compañero Julio De Vido”, el ex ministro de Planificación de la década ganada. En el mismo tono, recordó que “Hebe y, por intermedio de Hebe, todas las Madres fueron criminalizadas por este sistema judicial. La Justicia Federal de Comodoro Py mandó casi que en cana a Hebe de Bonafini y a las Madres de Plaza de Mayo, mientras los verdaderos corruptos de este país están todos libres, están gobernando”.

Más adelante, el periodista y docente reflexionó que “de algún modo también terminó una época”, marcada por el intento de asesinato a Cristina Fernández de Kirchner, la posterior cambio de casa de nuestra compañera etera, y “esa plaza extraordinaria del 25 de mayo de 2023 bajo la lluvia torrencial, desbordante, para pedirle a Cristina que sea candidata a presidenta”. “Cristina no aceptó, y acá estamos. Llegó Milei”, expresó. “El ajuste, el cuento del déficit fiscal, la reforma laboral… todo para beneficiar al ca pital, nunca a los trabajadores”, advirtió.

En el mismo tono, advirtió que “estamos naturalizando que se choreen cientos de millones de dólares con el carry trade y que ningún fiscal pregunte nada”. También mencionó que el gobierno nacional “le debe al gobierno de la Provincia y al pueblo bonaerense 12 billones de pesos”, algo que calificó como “una locura y una injusticia”. “Todo eso es posible por la complicidad judicial, porque hay una causa en la Corte que no avanza: tienen cosas más urgentes, como meter preso a De Vido”, agregó.

Con la misma fuerza, Iramain afirmó que “si no tenemos un Poder Judicial democrático de verdad, que deje de responder a los capitales, a la embajada norteamericana y a los grupos mediáticos, no va a funcionar ningún proyecto popular”. Por eso convocó a “proponer desde ahora que en 2027, junto con la organización política, entremos muy fuertemente al Poder Judicial”. Recordó que “Hebe nos dijo: hay que tomar la Corte Suprema. Muchos se sorprendieron, pero se había quedado corta. Hay que entrar también a Comodoro Py y a los medios hegemónicos”.

Finalmente, cerró con un llamado a la acción y la memoria activa: “Nuestra potencia está en la calle, en las convicciones, en la capacidad de movilización que todavía tenemos, y en la fortaleza del pueblo para saber quién es el compañero y quién es el enemigo cuando las papas queman”. Y concluyó: “No digamos solo ‘vivan las Madres’, estudiemos su lucha. Tienen mucho para enseñarnos en sus 48 años de lucha para aplicar hoy. Miremos a las Madres de Plaza de Mayo, que ahí tenemos mucho para aprender”.

Con el mismo espíritu combativo, Martín Suárez tomó la palabra para agradecer “a Pina, a Carmen y a estas hermosas Madres que nos invitan cada vez que pasan cosas como estas”. Con la voz cargada de emoción, reconoció que “hoy no me gustaría estar acá, no porque rechace el mensaje de las Madres, sino porque hablar del hostigamiento y la intimidación que vivimos los trabajadores de prensa es doloroso”.

El periodista advirtió que “ya nos pasó con Macri cuando era presidente y nos pasa ahora con Milei: el hostigamiento, la intimidación y el amedrentamiento a toda la prensa”. En ese sentido, se solidarizó con “decenas de colegas que están siendo amedrentados, hostigados por el gobierno, a quienes no los dejan trabajar ni en la Casa Rosada, ni en el Congreso, ni en la calle”. Y subrayó: “Uno ama la adrenalina de estar en medio de las multitudes, del cara a cara, del saber quién te está macaneando cuando le hacés una pregunta. Pero eso hoy también se volvió un riesgo”.

Más adelante, Suárez denunció la represión sistemática del gobierno a los sectores más vulnerables: “Nuestros jubilados y jubiladas son sistemáticamente reprimidos, pero vamos a seguir estando como cada miércoles para cubrir sus jornadas de lucha y resistencia”. Luego fue contundente: “Ya pasamos por esta etapa de hostigamiento a la prensa. Lo pasamos con Macri y lo repetimos con Milei. Son lo mismo. Pónganle el color que quieran, pero el macrismo y el mileísmo son exactamente lo mismo”.

En el mismo tono, señaló que “el macrismo iba a paso de hombre y Milei con la pata en el acelerador, pero con el mismo punto de partida: hambrear al pueblo y enriquecer a los ricos”. Finalmente, cerró agradeciendo nuevamente a las Madres y a sus compañeros de trabajo, recordando a Rodolfo Walsh: “La prensa tiene que ser libre, si no, es una mentira. Hacia eso vamos, compañeros”.

Con el mismo espíritu de compromiso, Lucas Ghi, intendente de Morón, tomó la palabra y comenzó destacando que era “un honor enorme compartir esta Plaza con Pina, Carmen, Martín, Demetrio y con las queridas Madres”. Llegado “desde el oeste, con compañeros como Gustavo Moreno, José María Ghi y Estefanía Franco, trajo “el abrazo militante de un pueblo que viene a renovar su admiración por las Madres en estos tiempos flacos en cuanto a referencias y modelos”.

Más adelante, Ghi resaltó que “en momentos donde escasean los ejemplos, el faro de las Madres sigue iluminando el camino del coraje, de la resistencia, de la organización, de la entrega y de la militancia”. En ese sentido, reivindicó a Hebe de Bonafini como una figura con “capacidad estratégica para mirar más allá, articular luchas y ponerse al frente de causas que parecían ajenas, pero que siempre tenían detrás el dolor y la injusticia de un pueblo”.

En el mismo tono, transmitió “el saludo del compañero Axel Kicillof, que la viene peleando frente a un gobierno nacional despiadado que no vacila en quitar recursos, difamar, descalificar y discriminar”. Ghi denunció que “ese gobierno alegremente decide dejar afuera de la mesa a quien representa a casi el 40% de la población, desconociendo los mandatos institucionales y constitucionales”. Y agregó: “No solo lo apartan: no cumplen la ley y cada día se levantan con una nueva idea para hacerle daño, no a Axel, sino al pueblo bonaerense”.

Más adelante, reflexionó que “este es un momento de repliegue de la historia que nos obliga a volver a organizarnos para cobrar impulso y volver a constituir un sujeto social, político y económico que nos devuelva al gobierno nacional en 2027”. “No puede haber un pueblo próspero con una comunidad desdichada, desolada y desconcertada, con desocupación creciente, sistemas de salud desfinanciados y una educación vilipendiada”, señaló.

Con el mismo ímpetu, subrayó que “frente a la sacralización del mercado, necesitamos de la política, de la capacidad de reflexión, de organización y de multiplicación de la militancia”. Y retomando las palabras de Iramain, sostuvo: “Hay que entrar en los medios, pero sobre todo en la cabeza de nuestra gente. Es con debate, con presencia, con organización, con cuerpo en la calle”. Finalmente, cerró con un llamado profundo: “No hay lugar para vacilaciones ni especulaciones. Hay que poner el cuerpo y el pecho en defensa de los 30 mil, de las Madres y de los que más necesitan de nosotros”.

“Un inmenso honor estar acá —dijo Ghi—, porque las Madres demuestran que la transformación es posible. Hay un país que nos espera”.

Con la firmeza de siempre, Carmen Arias, referente histórica de las Madres de Plaza de Mayo, cerró la Marcha con un mensaje directo y cargado de preocupación por la situación actual del país.

“Como siempre, tenemos que hablar del miércoles, no queda otra”, comenzó Carmen, en referencia a la represión que sufrió nuevamente el Padre Francisco “Paco” Olveira durante una manifestación. “Nuestro apoyo al Padre Paco, que siempre se la toman con él, que lo tuvieron preso un rato junto con un compañero fotógrafo, y a una de nuestras compañeras que también le pegaron en el ojo, tuvo que ir a parar al Santa Lucía”, relató.

Visiblemente conmovida, Arias expresó: “Ya no sé más cómo hacer para echar este gobierno. Cada semana, cada día estoy más nerviosa, más preocupada, sin saber qué hacer, porque realmente son de una calaña que no tiene comparación. Estuvimos momentos muy difíciles, pero como este, desde la dictadura, creo que no hubo otro”.

Con la memoria de nuestra eterna compañera Hebe siempre presente, recordó también a Visi, quien le pidió “deciles a todos que tenemos que salir a la calle a gritar, a gritar en contra del gobierno”. Carmen retomó ese mandato: “Vamos a hacerle caso, a unirnos y salir a protestar, salir a la calle todos juntos, todos unidos para poder echar este gobierno”.

Antes del cierre final, Pina tomó el micrófono para enviarle un saludo a todos los presentes y una invitación tierna directa para Visi: “Yo hace muchos años que estoy acá, así que quisiera que Visi venga también acá con nosotros. Te estamos esperando. Yo entre poco llego al 95, así que todavía estoy, así que espero que venga. Un beso para todos”, cerró Pina, sellando con su mensaje una nueva jornada de resistencia y compromiso de las Madres en Plaza de Mayo.

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