En otro jueves soleado de octubre se llevó adelante la Marcha de los Jueves N° 2478. Marcharon junto a las Madres de Plaza de Mayo Carmen Arias y Josefa “Pina” de Fiore, la militancia, Demetrio Iramain y dos invitadas: la escritora y periodista feminista española María Xosé Porteiro y Constanza Schmuckler —consejera escolar y secretaria de Juventud del PJ de Vicente López e integrante de la Juventud de Descamisados—. La plaza se llenó de banderas y cantos por los sueños de los 30 mil; la convocatoria mantuvo el tono de reclamo y de abrazo que caracteriza a estas jornadas, y la marcha volvió a convertirse en punto de encuentro entre la memoria y la política cotidiana.
El primero en hablar fue Demetrio Iramain, quien comenzó su intervención con una noticia que tiñó de tristeza el inicio de la jornada. “Esta mañana tuvimos la novedad de que nuestra compañera Martita, que venía siempre aquí todos los jueves con su compañero Pastor, se mudó de casa, se nos fue Martita”, contó con emoción, y pidió “un aplauso enorme para ella, para Pastor, para su familia”. Recordó que Martita y Pastor fueron “de los pocos compañeros» que nuestra compañera eterna Hebe alguna vez hizo subir a la combi de las Madres, y evocó con ternura aquellos días de pandemia cuando “Hebe grababa el discurso de los jueves en la casa de las Madres” y decidió volver a invitar de a poco a los compañeros de la plaza: “Los primeros en venir, la primera vez que pasó eso, fueron Martita y Pastor”. Cerró esa evocación asegurando que “Martita va a seguir siempre con nosotros en esta plaza, en esta marcha que es su marcha”.
Luego, Iramain giró hacia la actualidad política y judicial, haciendo foco en el fallo dictado en Comodoro Py contra los principales responsables del intento de asesinato a Cristina Fernández de Kirchner, aunque se evitó investigar a los ideólogos del atentado. “Se dictó finalmente el fallo que condenó a muy poquitos años de prisión a los que quisieron matar a Cristina”, dijo, y enseguida aclaró: “Más allá de la discusión sobre si son pocos o muchos años —para mí son pocos, muy pocos—, lo que tenemos que hacer notar es que en ese juicio nunca estuvieron sentados los responsables intelectuales”. En esa línea, fue categórico al afirmar que “el poder judicial argentino nos debe una explicación de quiénes son los que quisieron matar a Cristina y por qué quisieron hacerlo”, y denunció que los jueces “se negaron sistemáticamente a investigar” porque “hay muchas evidencias de que los que quisieron matarla hoy son parte de los que nos están gobernando”.
Con tono firme, sostuvo que “seguiremos luchando para aclarar judicial y políticamente quiénes fueron los autores intelectuales del intento de magnicidio”, y advirtió que esa condena “no solo tiene que ser judicial, también política”. “Para condenarlos políticamente —dijo— los tenemos que sacar del gobierno de una buena vez, compañeros y compañeras.” En ese sentido, celebró la acción de la madre de la filial Mar del Plata, Irene Molinari, que “el martes estuvo en Mar del Plata repudiando a Milei junto con un montón de compañeros y compañeras”, y lanzó un mensaje de resistencia: “A donde vayan los iremos a putear, compañeros y compañeras, va a pasar. A donde vayan los iremos a buscar”.
En el mismo tono, apuntó contra el show que el presidente realizó días atrás: “Por más que haga ese espectáculo bochornoso que hizo el otro día no tapa el bochorno de su gobierno, no tapa las evidencias que lo complican cada vez más”, señaló, y añadió que “empiezan a caer otros funcionarios y personajes de este gobierno”. En contraposición al show presidencial, Iramain resaltó que “más importante que lo que cantó Milei fue lo que empezó a cantar Fred Machado al día siguiente”, en referencia al empresario condenado por narcotráfico y que salpicó a varios dirigentes del oficialismo. “Se viene una batalla muy dura —advirtió—, que es la batalla del 26 de octubre. Ahí tenemos que estar todos juntos y juntas, muy claros, en ir a votar Fuerza Patria y abrir la puerta de salida para este gobierno criminal.”
Antes de cerrar, fue enfático en que “no es solamente Milei” quien debe responder por la crisis actual y apuntó contra la vicepresidenta: “Como dijo Irene la semana pasada, la mosquita muerta de Villarruel tampoco se la tiene que llevar de arriba. No hay ningún recambio si sigue Villarruel. Todo este gobierno tiene que caer, y si hay que llamar a elecciones anticipadas, que se haga”. Su discurso terminó entre aplausos y cantos, con el tono encendido que caracteriza cada jueves a la Plaza, donde la voz de las Madres y de quienes marchan junto a ellas sigue marcando el pulso político y moral del país.
Acto seguido, Demetrio presentó a la primera invitada del día, la escritora y periodista feminista gallega María Xosé Porteiro. “Es periodista, fue diputada allí en Galicia, hoy tiene un cargo en la Justicia de allá, y por supuesto se interesó por la lucha de las Madres de Plaza de Mayo”, la presentó Iramain, destacando su compromiso con los derechos humanos y con las causas feministas en España y América Latina.
Porteiro comenzó su intervención agradeciendo la invitación y subrayando el vínculo entre su militancia y la de las Madres. “Toda mi vida llevo trabajando en una lucha feminista, a favor de los derechos humanos”, expresó, y añadió que las Madres son “uno de los mayores ejemplos que yo conozco de feminismo, porque el feminismo pide la visibilización de las mujeres, que las mujeres ocupen el espacio público que nos fue negado”. En ese sentido, señaló que ellas “demuestran que hay muchos caminos por recorrer, y los están recorriendo desde hace mucho tiempo”.
Conmovida, definió a las Madres como una inspiración que “nos da el ejemplo de que no somos propietarias ni siquiera de nuestros hijos, ni de nuestras hijas: somos propietarias de nuestro compromiso, de lo que queremos hacer por la sociedad en la que estamos”. En un pasaje más personal, celebró su coincidencia con Carmen Arias, a quien llamó “paisana”: “Somos gallegas las dos. Y a veces a las gallegas en Argentina se nos ha asociado con la gente más humilde, tal vez más pobre. Pero aquí tenemos un gran ejemplo de que estamos donde hay que estar, luchando por lo que se cree que hay que luchar”, dijo entre sonrisas. “Ella es más argentina que nadie, pero lo siento, también eres gallega”, agregó entre aplausos.
Más adelante, introdujo una reflexión sobre el lenguaje y la identidad desde una perspectiva feminista. “En Galicia hay una palabra que se usa poco y que significa mucho: matria. Esa palabra, que ya se usaba en la Grecia antigua, habla del sentimiento de patria, pero de una manera más honda, más cercana”, explicó. A partir de esa idea, celebró que las Madres encarnen “un movimiento de matriotas”, porque “esa también es una revolución: cambiar el lenguaje y cambiar el mundo”. Y amplió: “Como es una revolución que las mujeres salgan a pecho descubierto, con un pañuelo en la cabeza, ocupando el espacio que les estaba negado, para asumir una lucha colectiva, no desde la sangre o la familia, sino desde una colectividad que necesita reparación y justicia”.
Antes de concluir, la escritora quiso compartir un homenaje a la poeta gallega Rosalía de Castro, a quien definió como “una de las principales escritoras de la literatura en lengua española, poeta de la patria gallega, de la matria gallega”. Leyó un fragmento de su manifiesto Leers, donde Rosalía afirmaba:
“No quiero ceñirme a las reglas del arte. Mis pensamientos son vagabundos, mi imaginación errante… Solo cantos de independencia y libertad han balbucido mis labios, aunque alrededor hubiese sentido desde la cuna ya el ruido de las cadenas… Pues no, no. Las mujeres también luchamos contra los grilletes de la esclavitud.”
Con esas palabras, Porteiro cerró su intervención alzando la voz: “Y como ustedes, decía Rosalía, yo soy libre. Nada puede contener la marcha de mis pensamientos. Que así sea —dijo— por la patria argentina, por la matria argentina.”
A continuación habló Constanza Schmuckler, que se presentó contando que lleva “10 de militancia” y un nudo de emoción: dijo que “nunca me sentí tan orgullosa de hablar en un lugar como hoy acá, ni tan nerviosa, porque esta plaza tiene algo distinto”. Contuvo la voz y describió la atmósfera: “en esta plaza se respira historia, se camina memoria, se siente la lucha”.
Más adelante afirmó con énfasis que “acá están ustedes, las Madres, madres que nos enseñaron con sus pañuelos blancos que la dignidad no se negocia y que el amor no se rinde”. Recordó la valentía de quienes salieron a la calle cuando “la dictadura llenaba de miedo todas las calles, todas las casas de la Argentina”: “se animaron a salir a la calle, a mirarse a la cara con sus compañeras, a organizarse mientras que tronaba el miedo y la angustia”, y subrayó que de esa experiencia quedó una lección clara: “nada se logra en soledad y la historia se construye colectivamente”.
En su intervención convocó a la juventud a tomar la posta: “esa es nuestra tarea como juventud, revivir la llama, mantenerla, poner la justicia social en el centro”. No escatimó en ejemplos concretos y puso el drama social en primera persona: “sé que hay un montón, miles de pibes y pibas que sueñan, que se rompen el alma todos los días por una patria más justa… Pibes que tienen que elegir entre estudiar o salir a comer. Es eso lo que estamos viviendo”. Por eso pidió que “la palabra militancia vuelva a dar orgullo” y que se recupere “la épica del peronismo”.
Con la misma intensidad denunció la frialdad de la política reciente: “la política en los últimos años ha sido muy paupérrima, ha estado alejada de la gente, ha sido fría, sin alma y eso es lo que nosotros tenemos que recuperar”. En ese sentido fue explícita en su apoyo territorial: “nosotros bancamos al gobernador Axel Kicillof. Nosotros bancamos a Axel porque en él vemos compromiso, en él vemos compasión, en él vemos amor, vemos alma, porque mientras que Milei acá atrás destruye, la provincia resiste y Axel construye… construye con gestión, con territorio en la calle”.
En el mismo tono denunciatorio, dejó flotando su enojo por la persecución política: “estoy enojada que nuestra compañera Cristina Fernández de Kirchner esté presa injustamente por esta justicia gorila, por esta justicia de derecha, porque además está presa por todo lo que hizo bien. Está presa por habernos devuelto la sensación de que podíamos soñar… Eso por eso está presa. Y eso no se lo perdonan”. Y añadió una certeza que quiso convertir en mandato: “las ideas no se encarcelan”.
Concluyó apelando a la unidad y al coraje juvenil: “siendo cagones no se transforma la patria”, afirmó con claridad, y pidió que las diferencias políticas no los encontraran “separados, divididos”, porque “mientras nosotros estamos discutiendo, la mitad de nuestro país se está de hambre”. Cerró con un llamado directo a la acción: “les pido, compañeros, compañeras, salgamos a pelear, a luchar sin miedo, al igual que las madres”, y la plaza respondió con aplausos que recogieron la urgencia de su mensaje por los sueños de los 30 mil.
Con su inconfundible tono entre la bronca y el humor, Carmen Arias, en representación de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, cerró la Marcha con un mensaje directo al gobierno nacional y, en especial, al presidente Javier Milei. Señaló que al mandatario “le está saliendo todo mal” desde la puesta en escena que realizó el lunes, donde —según describió— intentó mostrarse como cantante y actor, pero “hasta para actuar es horrible”.
En la misma línea, se refirió con ironía a la situación del ex jefe de Gabinete Guillermo Francos, recordando que, aunque haya pedido licencia, “sigue con los fueros”, y que su salida “también le está saliendo mal” al gobierno.
Más adelante, Arias mencionó el creciente rechazo popular que enfrenta Milei en cada una de sus apariciones públicas, y recordó el episodio en Mar del Plata, donde “creyó que eran todos de él y se tuvo que ir como rata por tirante”.
Con el mismo ímpetu, llamó a fortalecer la participación electoral, convencida de que “en manos del pueblo está lograr que se vayan de una vez”. Insistió en la importancia de no faltar al voto el próximo 26 y en tener “bien claro a quién hay que votar para echarlos de una buena vez”.
Fiel a su estilo, cerró con una sonrisa que sintetizó la convicción y la persistencia de las Madres, afirmando que “como dice todos los jueves, a ella le gusta desde el 27”, y agradeció a los compañeros y compañeras presentes.