En una tarde soleada de agosto, las Madres de Plaza de Mayo marcharon una vez más en la Plaza que las vio nacer hace 48 años. Allí, rodeadas de militancia, se realizó la Marcha de los Jueves N° 2471, junto a Demetrio Iramain y Victoria Montenegro. La jornada estuvo atravesada por el repudio al imperialismo, el recuerdo de Hebe de Bonafini, el llamado a la participación popular en las próximas elecciones y la reivindicación de las convicciones como sostén de toda lucha.
Desde el comienzo, Demetrio Iramain puso el foco en la situación internacional y denunció las maniobras de Estados Unidos contra Venezuela: “Repudiamos al imperialismo norteamericano que amenaza con ponerle una flota enfrente de las costas de Venezuela con la excusa de combatir el narcotráfico. Quieren amenazar con una invasión militar a Caracas y a Venezuela. Así que desde acá, todo el abrazo revolucionario: no van a poder”. Y remarcó la fuerza del pueblo chavista: “Nosotros estuvimos ahí y sabemos la fuerza que tiene ese pueblo organizado, consciente, solidario, dispuesto a la batalla. Hace 26 años que están amenazados por el imperialismo norteamericano desde que empezó la revolución. Esta de ahora es una nueva amenaza, pero no la podemos separar de lo que vino pasando en estas últimas semanas”.
Iramain recordó las sucesivas ofensivas de Washington sobre el proceso bolivariano: “Primero, acuérdense, una recompensa de 50 millones de dólares para quien entregue a Maduro y lo mande preso. Después, el cuento de que habían secuestrado a una dirigente de derechos humanos, que fue amplificado lastimosamente por partidos de izquierda y organismos de derechos humanos que se comen siempre la mague del imperialismo. Y ahora esto. Esperemos que la corten acá, pero sepan que hay un pueblo valiente en Venezuela y muchos pueblos en América Latina dispuestos a frenar al imperialismo frente a esta revolución hermosa, gloriosa que es la Revolución Bolivariana”.
Más adelante, el orador llevó la mirada hacia la política nacional. Con la certeza de que la participación popular sigue siendo decisiva, destacó la importancia de las elecciones en la provincia de Buenos Aires: “Ya tenemos listas cerradas. La más importante de todas, por el peso político que tiene, es la elección del 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires. Ahí se concentra casi la mitad del padrón nacional. Por eso, compañeros y compañeras, lo que siempre decimos: hay que ir a votar el 7 de septiembre. Si vamos a votar, ganamos. Es tan sencillo como eso. Necesitamos esa participación, es lo poco que nos queda de democracia en la Argentina”.
En ese marco, celebró el acuerdo alcanzado en el distrito más grande del país: “Tenemos lo que nos dijo Axel Kicillof, que es el gran logro político de haber alcanzado una lista de unidad en la provincia de Buenos Aires y en la Capital Federal, a pesar de las cosas que no nos gustaron”. Y para reforzar la idea de que la política se sostiene en convicciones y no en cargos, trajo a la plaza el ejemplo del intendente de Ensenada: “Mario Seco ganó la intendencia por primera vez en el 2003, cuando asumió Néstor, pero él no iba en la boleta de Néstor. A pesar de eso, convencido de lo que tenía que hacer, ganó por 3.000 votos. Después la volvió a ganar en 2007, 2011, 2015, 2019 y 2023, cuando el país se caía a pedazos y ganó Milei, pero en Ensenada Mario Seco ganó con el 63% de los votos. Ese es el valor de las convicciones”.
Iramain recordó además la relación cercana entre Seco y las Madres, forjada en la lucha callejera: “Hebe lo conocía desde antes porque Mario era el secretario general de los trabajadores municipales de Ensenada. Una vez, en una protesta frente a la municipalidad, las patotas del intendente los corrieron a balazos, pero en la plaza estaba Hebe haciéndole el aguante. Hebe se bancó los tiros junto a Mario Seco y ahí se demostró quién era quién. Desde entonces, hasta el último día, Mario Seco se la jugó por las Madres”.
El relato se enlazó con la figura de Victoria Montenegro, cuya candidatura fue respaldada por las Madres: “La semana pasada fuimos todos y todas a bancar con las Madres al frente la candidatura de Victoria Montenegro como diputada nacional, porque sabemos lo que representa. Pero más importante que estar en una lista electoral es estar en la lista de las Madres de Plaza de Mayo, en la lista de los 30.000 compañeros desaparecidos, en la lista de los que siempre luchan”.
Con el mismo énfasis, señaló que la esperanza es una condición indispensable para conquistar el futuro: “Con la compañera Victoria Montenegro, más allá del lugar que le toque estar, estamos construyendo la victoria porque estamos construyendo la esperanza. Sin esperanza no hay victoria. No vamos a volver si no tenemos esperanza. Si vamos creyendo que estamos perdidos, no vamos a ganar nunca”.
Por último, evocó las enseñanzas de Hebe de Bonafini para explicar el lugar de la militancia en la historia: “Hebe decía: ‘Nosotras nunca nos metimos a candidatas porque la mejor candidatura nos la dieron nuestros hijos, que es ser madre de revolucionarios’. Y eso es para toda la vida. Los cargos duran 4 o 6 años, pero los cargos con convicciones son para siempre”. Y concluyó: “Ahí la tenemos a Victoria Montenegro para toda la vida. Por eso está en esta plaza, la plaza de las Madres de Plaza de Mayo”.
La tarde avanzaba en la Plaza y tras las palabras de Demetrio fue el turno de la compañera Victoria Montenegro. Con la emoción a flor de piel, la legisladora tomó el micrófono y arrancó con un saludo cálido: “Bueno, buenas tardes, compañeros, compañeras. Yo la verdad estoy sumamente emocionada por este encuentro. Son días de muchísima emoción y la verdad que las Madres, con todo lo que representan, principalmente en el trabajo y la coherencia, me inviten a encontrarme con su militancia, me parece realmente hermoso”.
Montenegro no eludió la coyuntura política y se refirió a los cierres de listas: “Independientemente de cómo se dan los cierres, la compañera Verez siempre dice que no necesariamente son actos de justicia, son cierres de lista. Lo que sí entendemos que es sumamente importante, sobre todo en este tiempo, tiene que ver con honrar lo que uno realmente quiere representar”. En esa línea, apuntó a una de las problemáticas de la política actual: “Estamos como estamos porque hay una gran crisis de representación. Lo que se dice en los canales de televisión, en los streaming, en las redes sociales después hay que sostenerlo con el cuerpo y con la coherencia, porque si no terminamos todos bastante confundidos”.
Con la mirada puesta en la militancia, la diputada profundizó: “La representación institucional es circunstancial, y lo tenemos clarísimo todos los que somos militantes. Pero tiene sentido solo si representa un colectivo de compañeros y compañeras. Si se desconoce ese colectivo, si se desconoce el trabajo sostenido que está haciendo Axel Kicillof y la esperanza genuina de un grupo importante de militantes que sienten profundamente que la política tiene que poder ser otra cosa, entonces tenemos la responsabilidad de quedarnos al lado de los compañeros que creen que hay otra forma de construir políticamente”.
En esa línea, reafirmó que la prioridad es sostener la coherencia por encima de cualquier especulación electoral: “Nosotros preferimos la coherencia y por supuesto acompañar a los compañeros y compañeras, incentivar a la militancia, que no baje los brazos”. Y contrastó esa convicción con la gravedad de la realidad actual: “En un ratito, en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, un negacionista va a exponer su libro que habla acerca del mito de los desaparecidos. Está en riesgo nuestra memoria histórica, está en riesgo la salud de nuestros chicos que no tienen sus camas en el Hospital Garrahan, está en riesgo el derecho de las personas con discapacidad, está en riesgo el derecho de nuestros adultos mayores, está todo en riesgo. La patria misma está en riesgo y eso necesita de una militancia organizada”.
Con fuerza, Montenegro advirtió sobre el momento histórico que atraviesa la Argentina: “Yo creo, compañeros y compañeras, que se vienen tiempos de muchísima resistencia, se vienen tiempos de más organización y de más lucha. Estamos en esta plaza donde las Madres no especularon al momento de plantarse acá y enfrentar a la dictadura cívico-militar. No calcularon cómo les convenía, se abrazaron y salieron a enfrentar el terror. Estamos en tiempo de terror, compañeros y compañeras. Cambiaron la forma nada más. Hay otros modos en los cuales el Estado puede perseguirte, puede hacerte daño, puede asesinarte. Lo están haciendo con los pacientes oncológicos que no tienen sus remedios”.
La legisladora subrayó la necesidad de estar a la altura del desafío: “A ese tiempo de terror, la militancia que está decidida a construir un futuro se organiza e intenta aportar desde su lugarcito un poco de coherencia, madurez y sensatez. Si hay propuestas individualistas, tendrán que entender que nosotros representamos colectivos militantes que no aceptan ser espectadores de un momento de terror. Nosotros queremos ser combativos frente a este terror. Nosotros queremos combatir por nuestro pueblo”.
El cierre de su intervención estuvo marcado por la memoria y la convicción de seguir la huella de las Madres: “Nosotros y nosotras vamos a honrar la lucha de las Madres donde sea que estemos. Somos militantes de un proyecto nacional y popular que nunca jamás se va a rendir. Muchas gracias, Madre. Gracias, compañeros y compañeras”.
La tarde continuó con la palabra de Carmen Arias, que compartió más vivencias del viaje recientes a Venezuela y reflexionó sobre la importancia de la solidaridad internacional y la militancia organizada. Con voz firme y pausada, comenzó relatando la fuerza del proyecto bolivariano: “En la elección de legisladores, el partido oficial sacó casi el 85% de los votos”, subrayando la magnitud del apoyo popular al gobierno de Nicolás Maduro.
Carmen evocó la visita que hicieron al Fuerte 4F, donde descansa Hugo Chávez, y describió con detalle la solemnidad del lugar: “Se trata de un Fuerte sobre una montaña desde la que se puede observar toda la ciudad, y que le sirvió a Chávez para organizar la Revolución Bolivariana. Dentro del fuerte hay un museo que muestra la vida de Hugo Chávez, y su féretro está expuesto con guardias que lo escoltan de 9 a 17 hs, y que cambian cada 2 horas. Vimos un cambio de guardia, lo que resultó pintoresco para nosotros”.
El relato se hizo más emotivo al compartir un momento de profunda humanidad: “Cuando estábamos por entrar al Fuerte, había una mujer con un ramo de flores que quería dejarle a Chávez y, como tenía que esperar para ingresar, nos lo entregó con la condición de que se lo colocáramos a Hugo Chávez. Y así lo hicimos cuando nos acercamos al féretro”. La anécdota reflejó, según Carmen, la conexión afectiva que mantiene el pueblo con su líder y con la Revolución Bolivariana.
Carmen también destacó la experiencia académica e institucional vivida en Venezuela: “El último día, fuimos a la Universidad Internacional de las Comunicaciones, donde firmamos un Memorándum de Entendimiento entre nuestra Universidad Popular y ellos. Vale la pena contar la historia de ese edificio: pertenecía al diario El Nacional, que se cansó de difamar al gobierno hasta que el gobierno le hizo juicio. Al no poder probar nada de lo que decían, perdieron ese juicio, que eran millones de pesos. Pero Maduro, en lugar de cobrar el dinero, pidió el edificio y lo transformó en la UICOM, donde además de firmar el Memorándum participamos de la inauguración de la cátedra libre Hugo Chávez”.
Finalmente, Carmen sintetizó la esencia del viaje y el aprendizaje político que les dejó: “Con este último relato queda concluido nuestro viaje, quedando muy agradecidas por el trato recibido, los eventos internacionales de los que participamos, y donde también nos dimos cuenta de las mentiras que dicen de Venezuela y especialmente de Nicolás Maduro. Encontramos un país pujante, donde no hay desabastecimiento ni pobreza. En Caracas no vimos gente pidiendo ni durmiendo en la calle como en la ciudad de Buenos Aires”.
Sus palabras fueron recibidas con aplausos y reflejaron la convicción de que la lucha y la organización deben trascender fronteras. Y mientras la plaza aún vibraba con su relato, la Marcha N° 2471 quedó lista para el cierre, con Carmen dejando el micrófono abierto para que la voz de las Madres, como cada jueves, continuara resonando entre los presentes.