A pesar de la amenaza constante de la lluvia sobre la Ciudad de Buenos Aires, cientos de personas estuvieron junto a las Madres, quienes cumplieron 2019 jueves de marcha en la histórica Plaza de Mayo.
Una vez finalizada, hicieron uso de la palabra Demetrio Iramain, director de la revista ¡Ni un paso atrás!, y Hebe de Bonafini, presidenta de la Asociación. Previamente, las Madres reconocieron a un compañero que siempre las ayuda y acompaña, y le otorgaron un ejemplar de los “Ladrillos del amor”, la campaña basada en los cimientos históricos de la sede de la organización.
En el tramo de los discursos, Iramain comenzó recordando las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001: “Todos tenemos en la memoria esa imagen épica que ocurrió aquí mismo, donde siempre están las Madres. Se plantaron para gritarle a la Infantería, mientras una columna de la policía montada las embestía desde atrás. Eran golpeadas con la fusta, mientras adelante las tiroteaban con balas de goma”, sostuvo. “Hubo siete Madres heridas esa mañana”, agregó luego. También expresó: “La rebelión se volvió imparable, no se pudo frenar a la gente que salía en oleadas a la calle”.
Recordando aquellos días, afirmó: “Hay que valorar la posición política que adoptaron las Madres ese día, el día anterior y durante todo el 2001. El 19, cuando el estado de sitio era casi un hecho, las Madres convocaron a la Plaza al mediodía, con el argumento de entregar una carta a De la Rúa y garantizar estar en la plaza a las 15:30, hora de la marcha de los jueves, para resistir al estado de sitio. A pesar de lo sucedido durante la noche del 19, las Madres no levantaron la convocatoria y fueron la única organización que la sostuvo. Tanto, que vinieron más temprano al ver lo que sucedía en la Plaza”. “Era un gobierno terrorista que lo único que le quedaba era reprimir, asesinar al pueblo en la calle y por eso se tuvo que ir”, concluyó.
Por su parte, la presidenta de la Asociación, Hebe de Bonafini, comenzó agradeciendo la participación y respuesta en la campaña ‘El vuelo de los pañuelos blancos’, cuyo propósito era fomentar la solidaridad para aquellos que más lo necesitan. “Superó todo lo que pensábamos, así que quiero agradecer a los que vinieron de lejos y de cerca que trajeron más y mejor que lo que esperábamos. Ayer mismo dos organizaciones vinieron a buscar los aportes para que les lleguen a quienes menos tienen”, sostuvo.
Luego, se refirió a cuestiones de actualidad. En ese sentido, afirmó: “Hoy me llamaron de El Bolsón para decirme que Macri acordó con los yanquis para hacer un emprendimiento al pie del cerro Perito Moreno y al mismo tiempo modificar la ley de tierras que prohíbe entregar el patrimonio nacional. La gente de El Bolsón está acamando para resistir. También me llamaron de Córdoba para decir que están quemando los bosques porque también se va a modificar la Ley de Bosques para otro emprendimiento extranjero. Es todo muy tremendo”
“Ayer mataron a un pibe, en medio de la calle, en San Cristóbal, con un balazo en la cabeza. Son cosas muy graves, compañeros. Que maten a un pibe con un balazo en el medio de la cabeza y que nadie hable, que los diarios saquen sólo 5 centímetros”, comentó indignada. “No nos quieren, es un odio de clase y nos hacen hablar de lo que ellos quieren que hablemos y todo lo demás se oculta. ¿Cómo puede ser que no valga la vida de un pibe? ¿Cómo puede ser que nadie lo saque en primera plana? ¿Cómo puede ser que entreguen los recursos naturales? ¿Cómo puede ser que no se sepa? ¿Cómo puede ser que permitamos que se oculte?”, se preguntó.
“Basta, pongamos lo que ocurre, juguémonos. Para eso, tenemos las redes sociales: hay que usarlas para eso. Denunciemos que matan a los pibes como perros en las villas y que los milicos se visten primeros de narcos, para matarlos y perseguir familias. Pongamos en claro las cosas que están pasando, que no nos sigan matando a los pibes, nosotros no queremos más eso. Ya pasó con el Pocho Lepratti que gritó ‘no tiren, acá hay sólo pibes comiendo’. Hay sólo pibes comiendo y los siguen matando; denunciémoslo, compañeros. No nos queda otra opción”.