Hebe de Bonafini – Presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo
Quiero hablarle de mis hijos y a mis hijas, contarles tantas cosas que ellos me decían, y que parecían imposibles, y sin embargo, pasaron. Me hablaban del Fondo Monetario, y a mí me parecía que lo que decían no era verdad, que era demasiado. Me decían que cuando ellos avanzan, se llevan todo, son voraces. Y hoy lo tenemos a este ministro, este ministro de economía, que parece más ministro de los yanquis, que de nosotros, que no sabemos qué carajo hace, yendo y viniendo, qué arregla. Nos mienten: el presidente y él. Nos están poniendo la soga en el cogote, va a aumentar todo y no vamos a tener sueldo para vivir. Nos va mal. Si ahora, por suerte, tenemos esta vicepresidenta, que la queremos presidenta para siempre, vitalicia, a nuestra querida Cristina. Ella va a ser siempre presidenta en nuestro corazón. Es brillante en lo que hace y nos da mucha esperanza, uno siempre tiene que tener esperanzas y expectativas. Nuestros hijos, y nuestras hijas dieron un paso muy importante en su vida, y no es que no sabían lo que les podía pasar, sí que sabían, claro que sabían, estaban seguros que les podía pasar algo, la revolución es eso, por lo menos en aquellos años. Había un poco más de hambre, persecución, ya había estado López Rega que nos perseguía, a pesar de que estaba el peronismo. López Rega fue un gran asesino, y ya había desaparecidos en esa época. Ellos nos contaban, nos hablaban. La relación con los padres que ellos tuvieron, muchos de nuestros hijos, nos fueron cambiando el parecer. Nos mostraron qué era la solidaridad, una cosa es la beneficencia, y otra cosa la solidaridad. ‘Mamá, beneficencia es dar lo que te sobra, solidaridades dar lo que te cuesta dar’, Hoy estamos viviendo un momento muy difícil, pero tenemos que tener muy claro que Alberto está pateando para otro lado, no para el que nos prometió, no para lo que juró, porque él juró ante la Constitución, pero no cumple nada de lo que dijo. No tenemos prensa nuestra, y él le paga al enemigo, aunque Clarín le tire mierda con la pala, no sé cuantos millones le da cada vez. Él nunca recibió a un pobre, se la pasa recibiendo a los ricos, que cada vez quieren ganar más, y quieren tener más. ¿Saben por qué? Porque el Fondo le está exigiendo, el Fondo le está tirando la cuerda. Guzmán que es un descarado, es un hijo de mala madre, a veces me da gana de tenerlo cerca para trompearlo. Esa cara de piedra que tiene cuando habla, parece que nos está diciendo que nos va bien, y nos está apretando cada vez más la soga, es un descarado. Entonces, nosotros compañeros, en esta plaza que recordamos, y amamos, y que nos dio el nombre, porque nosotros no nos llamábamos Madres de Plaza de Mayo, éramos madres de la cocina a la plaza. Nos dio tanto amor, tanto compromiso y tanto cariño del pueblo y de la gente, a veces estamos asombradas. Nuestras compañeras, las que no están, y nuestros compañeros, y nuestros amigos, y la gente que nos escucha, a veces nos exige demasiado, nos llaman, quieren que vayamos acá y las Madres, a veces no podemos, estamos viejas. Viejas de verdad, tenemos muchos años. Cuando quieren que vaya a algún lado y llueve a cantaros, yo digo: ‘¿Y dónde está tu abuelita, ahora?’. ‘No, está recostada’. ‘¿Y vos queres que yo vaya?’. A veces creen que no soy tan vieja. Por eso, el recordar a nuestros hijos, traerlos a esta plaza, es también aprender qué es la solidaridad, qué es la lealtad, qué es el amor por el otro. ‘El otro soy yo tiene que ser una realidad’, la política no es un camino para encontrar trabajo, la política es el alimento de la cabeza, del cerebro. Lo único que alimenta el cerebro es la política, la política no es una entelequia, es algo necesario de todos los días, y de todas las horas, no se puede vivir sin hacer política. Y el que dice que no hace política, hace la peor política, porque se hace el pelotudo, pero no es pelotudo. Compañeros, la política es hermosa, la política nos da vida, nos da fuerza, nos da ganas cuando se hace bien. Hagan política desde que se levantan, no con la ilusión de conseguir un puesto, la política no es un puesto, no es un trabajo, la política es una acción permanente, diaria, y constante de un paso a la revolución. Y la revolución se hace todos los días cuando nos despertamos y vemos qué podemos hacer por el otro. Cada día tenemos que hacer eso, qué vamos a hacer hoy por los otros, por lo que no tienen, por lo que no comen. Basta de comedores, la gente tiene que comer en la casa. Basta de ‘precios cuidados’ que es mentira, basta de decir que la carne bajó, ni de la estantería bajó la carne porque vale un disparate que nadie puede pagar. ¿A qué estamos jugando? El presidente sigue mintiendo, y tuvo el coraje de hacer como una felicitación a las Madres. ¿Tiene coraje? ¿Tiene el coraje de hablar, ese hombre? Me parece que es como un desvergonzado, no le importa más nada. No he conseguido qué me diga cuánto gasta en darle de comer a Dylan porque claro, como Dylan come carne, yo quiero saber. Para comer un niño en la escuela pagan 33 pesos por niño, para comer ellos en la casa de gobierno pagan mil y pico de pesos para cada uno. ¿A dónde está la igualdad? ¿A dónde está que le importan los pobres? Es una desvergüenza total, le dan basura a los pibes. Los niños se desmayan porque no comen y lo que le dan en la escuela no sirve. No, no es una cosa sola la que nos pasa, compañeros: no hay vacantes en las escuelas, los chicos no pueden comer lo que tienen que comer, los niños no juegan, no tenemos niños felices, niños que rían. Vas a un barrio y todos tiene caritas tristes, que a veces te esquivan, no te quieren mirar, y a veces necesitan más un caricia, y un amor que un plato de sopa. Los chicos necesitan disfrutar, necesitan cantar, necesitan bailar porque necesitan ser felices. No podemos tener un montón de niños que no juegan, que no ríen y que terminan tomando paco, y no toman paco porque se envician, es que la mamá les da paco para que no les duela el estómago porque no comen. Esa es la verdadera realidad, no les estoy contando un cuento, he hablado mucho con las madres del paco. Es un país rico, ¿qué me están diciendo, que los tipos no pueden poner un mango más? Hay que sacárselos de prepo, y si no sacarle los campos. Que nos den un cacho de campo para que la gente siembre, y se alimente, y no estoy diciendo un disparate, porque esos campos que ellos tienen los afanaron, no son de ellos, los escrituraron pero antes eran de otros, del gobierno, andá a saber de quién, pero como son señores gordos y hacen tan buenas, cómo les vas a decir que son chorros. El ladrón cree que son todos de la misma condición. A los obreros no les pagan, la gente del campo va con sus hijos, hacen trabajar a los hijos, a la mujer y no les pagan, les dan miseria, no tienen donde vivir, no tiene quién los defienda. El peón de campo sigue sirviente terrible de estos hijos de mil puta que ganan cualquier cantidad de dólares por mes, por rato, por hora, y después no quieren poner nada. Yo le sacaría la mitad de la fortuna ¿Saben cómo viviríamos todos? Mama mía, ni les cuento. Ellos no quieren dar nada, como todos los ricos. ¿Y saben qué les pasa cuando se mueren? Los hijos se pelean por la guita, y se la gastan toda en cualquier pelotudez porque nunca les enseñaron a trabajar. Eso pasa con la guita de los ricos, no se la pueden llevar al cajón, no se la pueden comer, la ponen afuera…Hay que traer la plata que tienen afuera, traerla y repartirla, yo quiero que me toque algo, los jubilados ganamos una mierda, los jubilados no podemos comer, no nos alcanza la plata. Es mentira que los jubilados estamos bien. He discutido mucho con la gente del ANSES porque me querían hacer creer que el sueldo de los jubilados alcanzaba, y yo hablé con la persona que dirige y le mostré que si no pagas impuestos, tenes que pagar alquiler, ya eso te saca la mitad de lo que ganas, y ni te cuento lo que tenes que gastar: la comida, la luz, el gas. Yo le mostré las boletas pagas de lo que hay que tener en este mundo de velocidad, y discutió que estábamos bien, ahora no, parece que se dieron cuenta que estamos mal. No nos alcanza y a la gente en los barrios no les alcanza. Y los trabajadores no tienen trabajo, y creen que su único derecho es la comida o la sopa, y se olvidaron que su único derecho y el más grande es el trabajo. El trabajo para vivir y comprarse lo que ellos quieren poco o mucho pero con el sudor de su frente. Así que compañeros esta plaza sirve para eso, para gritar, para denunciar, para decir, para hablar, para soñar. Es muy hermoso soñar, y hay que hacer las cosas con alegría, y hay que hacer las cosas con amor. La revolución se hace con amor, no se hace solamente con armas, la revolución se hace de muchas maneras, se hace transformando un país, se hace diciendo lo que uno piensa, sin andar negociando se quedo bien con Juan y con Pedro. Cuando nosotras tomamos esta plaza, el día que asumió Macri y no lo dejamos pasar ni de ida ni de vuelta por acá, porque dijimos que ese hijo de puta no podía pasar por la Plaza de Mayo, nos criticaron todos. Nos dijeron que estábamos equivocadas, que un hombre rubio y de ojos celestes no podía ser malo. Ese hijo de re mil putas de Macri. Y estuvimos acá un día y medio, y no pasó ni de ida ni de vuelta. Pasaban las pelotudas que lo acompañaban ‘Yo sí puedo, yo sí puedo’ con un globito amarillo. Eran tan taradas que se sacaban fotos con nosotros, con un globito amarillo, no entendía nada, las minas para qué estaban. Estamos tan orgullosas del ‘Pará la mano, Macri’, fuimos las que nos paramos primero y le dijimos lo que teníamos que decirle. No nos equivoquemos compañeros, estos tipos nunca son buenos. Ahora, Milei, se está agarrando a la juventud porque todos hablan bien, pero te llenan de mentiras, y a mí me preocupa mucho porque Alberto se está copiando y nos miente con el mismo descaro que miente Macri. ‘Que vamos a estar bien, que tenemos todo, que no sé cuánto nos entra’ entonces, la gente está esperando. Esta última plata que dio todavía no llegó, porque no estaba puesto en la Internet, porque tardaron, porque no está toda la gente anotada, porque el banco no sabe. Y lo peor de todo es que el Movimiento Evita quiere cobrarle no sé cuanto por ciento a cada compañero si quiere cobrar ese bono, y eso está denunciado. ¿Por quién? Por veintiocho mujeres que tuvieron las pelotas para ir a denunciar al Movimiento Evita. Baste de vivir de la gente pobre. Yo les agradezco el amor, el amor de ustedes es como el oxigeno para vivir, es el oxigeno que nos permite ver y agradezco a los que vinieron, a los que hablaron. El otro día hablamos del rock, y yo me olvidé de nombrar a Charly García, que fue él que hizo más recitales en esta plaza, que tocó gratis para toda la juventud. Así que perdóname, Charly, que jueves me olvidé de nombrarte, pero quiero remendar un poquito ese olvido. Todos los jueves 15.30 Plaza de Mayo.
Andrés Larroque – Ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires
Siempre que uno viene a la plaza a escuchar a las Madres, viene a aprender. Ya casi es medio siglo de lucha y de ejemplo, y de prestigio. No es fácil, es muchísimo tiempo para sostener la conducta, la coherencia y la admiración que despiertan las Madres. Y eso se fue forjando desde aquel día del 77, pero también en esta democracia que todavía tiene muchas materias pendientes. Fíjense, ustedes, que de aquella noche oscura, donde quizás muy pocos se animaban a esa expectativa que generaba el regreso de la democracia, pero las Madres advirtieron desde el primer momento que nos daban una democracia con cepo, una democracia condicionada y, quizás, sonaba antipático por el nivel de esperanza que se generaba. Sin embargo, el tiempo demostró que las Madres tenían razón. Fueron también las Madres en los años 90, con la irrupción de la segunda ola de neoliberalismo, cuando lamentablemente un sector del peronismo ‘defaulteaba’ ideológicamente, fueron las Madres que siguieron de pie para mostrarnos el camino. Nosotros éramos jóvenes en aquel tiempo, y mirábamos ese ejemplo, ese faro. Fueron las Madres las que estuvieron acá el 20 de diciembre de 2001 cuando pergeñaban un autogolpe los asesinos que estaban al lado de De la Rúa, dejando tantos compañeros, y compañeras en las calles, tirados. Fueron las Madres también las que a partir del 25 de mayo del 2003 cuando volvía a emerger el sol en esta patria fueron a abrazar a Néstor Kirchner como a un hijo más para empezar a dar vuelta la historia. Fueron las Madres las que acompañaron a Cristina hasta su último día de mandato, frente a todos los ataques, las operaciones, los golpes blandos, duros, medianos y del que queramos. Y fueron las Madres las que el 10 de diciembre del 2015 estuvieron acá, mientras muchos se escandalizaban y se rasgaban las vestiduras. Vamos a decir las cosas como son, en todo caso nos faltará coraje a nosotros para entender y comprender a las Madres, porque las Madres no se equivocan, y no se equivocaron. Seamos humildes, y hagámonos cargo de que a veces no nos da el cuero. Fueron estas Madres, con todo lo que vivimos en esos 4 años terribles, las que siempre estuvieron al frente de la lucha. Y llegamos a este tiempo, a este momento complejo, difícil de explicar, pero yo creo que nadie se tiene que enojar. Miren, a veces cuando hacemos alguna declaración, en aras de poder encontrar una salida, una solución a este momento que nos toca atravesar, enfrentar, muchos se enojan, y dicen: ‘No, che, cuidemos la unidad, no discutamos porque vamos a perder en 2023.’ A mí me preocupa el 2022, en primer lugar, me preocupa que en 2022, se resuelvan los problemas de la gente, pero también les quiero avisar algo; ya perdimos hace 5 meses las elecciones. ¿Por qué no nos despertamos y hacemos lo que tenemos que hacer? ¿Por qué no nos despertamos? ¿Cómo puede ser que nos quieran venir a explicar (personajes que desconocíamos en los años de lucha contra el macrismo) que ellos pueden hacer las cosas mejor que Néstor y Cristina? No cameliemos más a la gente, si lo que quieren es un modelo de producción pero con salarios bajos, tengan el coraje de decírselo a la sociedad. Basta. Las cosas por su nombre. Para tener en claro qué discutimos: ¿Aquel golpe genocida contra quién era? Era contra un pueblo que había decidido ser artífice de su destino, había forjado una identidad, que había generado una cultura y había sido parte de una transformación revolucionaria con Juan Perón y Eva Perón. Vinieron por el peronismo, como volvieron a hacerlo durante todos estos años de democracia, como se lo hicieron a Néstor y a Cristina. Y como lo están haciendo hoy, por favor, entendamos las cosas. Lo que estamos discutiendo hoy es el sentido del peronismo, y este país sin peronismo no tiene posibilidad de existir, entendámoslo. El peronismo tiene que hacer peronismo, y el peronismo es justicia social. Por favor, hagámonos cargo de las cosas, en el peronismo el protagonista es el pueblo, y las transformaciones se dan con el pueblo como protagonista. Y no tenemos que tener miedo a enfrentar cualquier interés que venga. Esa es nuestra historia, por eso, en defensa de esa cultura política, en defensa de esa doctrina, en defensa de la memoria de nuestras compañeras, y compañeros desaparecidos, en defensa de la memoria de Néstor Kirchner, en defensa del esfuerzo de Cristina, yo les digo dejémonos de pavear, a organizarnos, a movilizarnos, a despertar la conciencia, a transformar la historia.
Renato Di Nicola – Grupo de Apoyo a las Madres en Italia “Kabawil – El otro soy yo”
Yo vengo de un país, Italia, que tendría que pedir perdón por lo que pasó en este país. Cuando fue el golpe de estado en Chile, mucha gente se refugió dentro de las embajadas extranjeras, también dentro de la italiana. Mientras que acá, un mes antes del golpe, la embajada italiana, y otras embajadas europeas levantaron los muros para evitar que la gente pueda escaparse. Esto significa que son culpables como los otros porque no impidieron la dictadura, porque sabían ya antes que iba a ocurrir la dictadura, por eso pedimos perdón. Se tiene siempre que empezar con la historia y se tiene que decir lo que uno es. Reivindicamos también el hecho de que luchamos, que estuvimos acá en esta plaza, que visitamos cuando hubo la crisis del 2001, junto a las Madres, y por qué. Porque nosotros reivindicamos cada paso que hacemos, cada lucha que hacemos en nuestra patria. Somos 13 personas las que vinimos acá. Vienen acá para conocer un ejemplo revolucionario. Acá se puede decir, en Europa si dices revolucionario parece que tuvieras una bomba, no es así, la revolución es mucho más como dicen las Madres. Es lucha campesina cotidiana, lucha obrera, de todos los días. También es una lucha de amor, porque la lucha sin amor es burocracia, y amor sin revolución es individualismo. Por eso estamos acá, pera reivindicar nuestra lucha de liberación, porque también nosotros tuvimos miles de compañeros y compañeras que pusieron el cuerpo para tener este mínimo de democracia que tenemos. Tenemos que recordar siempre lo que pasó, en Argentina, en Italia, en cualquier lado. ¿Por qué? Porque la memoria da miedo a los que mandan, un miedo terrible, aunque estén los medios de comunicación, las ideas revolucionarias pasan, porque tenemos cabeza, tenemos corazón. Tenemos capacidad. Cuando vengo a Buenos Aires, y veo a un padre de familia recogiendo cosas con su hijo de 8 años, yo digo que hay una parte de este país, que no tiene amor por su patria, porque no se puede vivir de ese modo. Esto puede cambiar solo si nosotros luchamos. Tenemos un deber renovar lo que han hecho las Madres, de pensar lo que tenemos que hacer ahora, y de continuar soñando la revolución con amor. Gracias, Madres.
Pablo Llonto – Periodista, abogado y defensor de Derechos Humanos.
Esta fecha es muy especial porque también fue un sábado aquel 30 de abril de 1977, no sabemos cómo habrá estado el cielo aquel sábado, solo sabemos que las Madres en aquel momento danzaban solas, estaban solas, y miren cómo están ahora, cómo está la plaza, cómo está el país con las Madres. Cómo nuestra historia supo reconocer, de aquel grupo de Madres, a las miles de Madres que luego poblaron todas las plazas para admirarlas y decirles que esta democracia no hubiese sido posible sin las Madres. Echar a los milicos no hubiese sido posible sin las Madres, hacer los juicios que se están haciendo ahora, no era posible sin la lucha de las Madres. Los lunes ‘Juicio de los vuelos de la muerte’, los martes ‘el Juicio por los Pozos de Banfield, de Quilmes y El Infierno’, los miércoles el ‘Juicio de Campo de Mayo’, los jueves el ‘Juicio de la Quinta El Pastoril’, los viernes el ‘Juicio del Regimiento VI de Mercedes’. Eso solamente aquí en Capital Federal, Gran Buenos Aires y La Plata. En el resto del país, juicios con los milicos sentados allí y con las condenas a los responsables del genocidio, y esto era aquella consigna «Juicio y castigo a los culpables» que se cantó, se gritó y por la que se peleó, a partir de estos pañuelos blancos. Esa es una etapa, ¿no? Una etapa donde las Madres pusieron el acento en la lucha por la defensa de los derechos humanos, por el juicio y castigo a los culpables, hasta que llegó otro momento de enseñanza de las Madres. Cuando las Madres decidieron tomando las consignas de sus hijos, la lucha de sus hijos, dar un paso mucho más adelante que era ensañarnos también a nosotros que toda esa lucha se iba a completar cuando peleáramos por cada uno de los sueños de sus hijos y de sus hijas. Ese momento bisagra, que también fue una enseñanza para nosotros, para que en los juicios reivindiquemos esa militancia de los hijos, esos sueños, y esas convicciones de los hijos. Por eso, hoy los juicios no son solo para hablar de los hechos que ocurrieron o para buscar las condenas, en los juicios alegamos explicando quién era cada compañera, cada compañero desaparecido. Explicando qué soñaban, qué país, y qué mundo soñaban. Qué leían, qué cantaban, qué querían. Esa es la idea de militar los juicios de lesa humanidad. Eso lo aprendimos en esta plaza, en la casa de las Madres, en la Universidad de las Madres. Nuestro agradecimiento, sin duda, va a ser para siempre. En esta plaza se aprende, primero, dignidad, segundo, coraje, y acá se aprende a luchar. Y ese aprendizaje, como decía Vallejo, llevarlo a cada hueco de nuestra tierra. Gracias por 45 años de enseñanzas.
Facundo Grande – Militante estudiantil agrupación La 25 – Colegio Nacional de Buenos Aires
Acá hay mucho amor, aquí se respira mucha emoción, mucho sentimiento pero ante todo aquí se respira convicción, lealtad, e historia. Y acá las Madres que hace 45 años que caminan esta Plaza de Mayo marchando por la memoria, la verdad y la justicia. Las Madres no solo dan vueltas a la pirámide, sino que dan vuelta a la historia, dejando atrás el pasado más nefasto de nuestro país que fue la última dictadura militar. Hoy la consigna que nos reúne, reivindicamos la lucha Revolucionaria de nuestros compañeros que ya no están, la tenemos que tener presente todos los días porque el homenaje a los compañeros desaparecidos no la hacemos una vez al año, o una marcha al año, la hacemos todos los días, creyendo en las mismas banderas que creyeron ellos. Tenemos que tenerlos siempre presentes a ellos en cada bandera que levantemos, en cada lucha que llevemos adelante, así como tenemos a las Madres que son nuestra guía, que son nuestro faro, que son las compañeras que siempre tenemos que tener presentes. Nosotros creemos en las mismas cosas que creían aquellos compañeros, creemos en Patria justa, en una Patria libre, en una Patria soberana, creemos en lo mismo. Y a aquellos compañeros los desaparecieron por una razón, ellos militantes políticos comprometidos con el destino de su Patria, eran militantes que dudaban en organizarse, en unirse para poder llevar adelante el proyecto de liberación nacional, el cual nosotros también queremos llevar adelante. Un proyecto nacional y popular, donde el pobre sea cada vez menos pobre, y el rico sea cada vez menos rico, ese es el proyecto que militamos. El poder real siempre le tuvo miedo a un pueblo organizado, a una juventud organizada, a una juventud que sale a creer en lo que tiene que creer, y en levantar las banderas que tiene que levantar. Nosotros tenemos que saber significar esta valentía, tenemos que saber significar este coraje que siempre tuvieron las Madres, y exigir ese mismo coraje en todos aquellos dirigentes que tengan ambición de dirigir los destinos de nuestra Patria allí en la Casa Rosada. Todos tendrían que tener la valentía y el coraje que les sobra a las Madres. Yo pertenezco a una generación que no vivió las épocas dictatoriales, una generación que nací y viví en democracia, y aún así entendemos perfectamente que nuestra democracia fue forjada por las Madres de Plaza de Mayo porque se la jugaron, cuando nadie se la jugaba por el futuro, cuando nadie se la jugaba por la historia, ellas se la jugaron más que nadie. Nosotros estamos orgullosos de vivir en un país donde se pueda votar pero para nosotros la democracia perfecta es aquella donde los gobiernos defiendan el interés de los pueblos, el interés de las grandes mayorías populares. No existe democracia sin justicia social, sin dependencia económica. En eso creemos nosotros.