En otro jueves caluroso de febrero, las Madres de Plaza de Mayo protagonizaron la Marcha de los Jueves N° 2447, acompañadas por militantes, Demetrio Iramain y Mónica Ruejas, presidenta de la comisión vecinal del barrio Los Piletones en Villa Soldati. Al final, Carmen Arias tomó la palabra.

Demetrio Iramain comenzó su intervención refiriéndose a los brutales despidos que el gobierno de Javier Milei había ejecutado en el Ministerio de Capital Humano. «Hace unos días, el gobierno llevó a cabo una nueva tanda de despidos. Arrasó, literalmente, con lo que antes era el Ministerio de Desarrollo Social. Digo ‘antes’ porque, en el nuevo organigrama impuesto por este gobierno, el Ministerio de Desarrollo Social quedó absorbido por el área de Capital Humano. ¡Qué nombre tan horrible: Capital Humano! Si algo no tiene nada que ver con la humanidad, es el capital. El capital es lucro, es plusvalía, es sufrimiento y padecimiento humano.»

Desde el principio, Iramain dejó claro que los despidos no solo afectan a los trabajadores cesanteados, sino que generan un impacto social profundo. «Han despedido a miles de trabajadores del Ministerio de Desarrollo Social, lo que implica un sufrimiento enorme para esas familias que perderán su fuente de ingresos. Desde aquí, les enviamos un abrazo solidario a esas familias, a esos trabajadores, a esas organizaciones sindicales que luchan por el derecho al trabajo.»

Iramain también reflexionó sobre el papel histórico del Ministerio de Desarrollo Social y cómo su función se fue transformando a lo largo de los gobiernos. «Cuando se creó el Ministerio de Asistencia Social, en 1955, tras el derrocamiento de Perón, fue como respuesta a la pérdida de derechos de los trabajadores. Cuando el salario deja de ser el organizador social y la gente pierde el empleo, el Estado tiene que asistir a esas personas.»

En su análisis, Iramain contrastó los enfoques de diferentes administraciones sobre la política social. «Durante los años de Néstor y Cristina, la asistencia social buscaba devolver el trabajo a la gente. Se promovió el movimiento cooperativo en torno al Ministerio de Desarrollo Social. Con Macri, la situación fue inversa: el Ministerio de Trabajo fue desmantelado y se extendieron las políticas de asistencia, quitando derechos a los trabajadores.»

Pero la llegada de Javier Milei, según Iramain, marcó un cambio aún más brutal. «Con Milei, se arrasan tanto los derechos de los trabajadores como el propio Ministerio de Desarrollo Social. ¿Qué pasará con los compañeros que antes recibían ayuda de ese Ministerio? No son solo números, el capitalismo produce pobreza rápidamente. La fábrica más eficiente del capitalismo es la de hacer pobres.»

Iramain también advirtió sobre los efectos destructivos de estas políticas en el tejido social. «Lo que queda en los barrios populares son salarios miserables de 78.000 pesos, sin ninguna contraprestación laboral. Esto deshace el tejido social, cierra comedores, merenderos, salitas de primeros auxilios y otros espacios de contención.»

Denunció que lo que está ocurriendo no es solo una política económica, sino un ataque sistemático a la organización popular: «No es casualidad que hayan despedido a miles de trabajadores de programas esenciales. Saben lo que hacen y lo hacen con plena conciencia. Por eso, la respuesta debe ser contundente: organización, unidad y lucha.»

Iramain concluyó haciendo un llamado a no caer en la desesperanza. «Tenemos la obligación de transformar lo que se rompe en una alternativa política. No caigamos en espejitos de colores. Lo que tenemos para ofrecer es lucha, militancia y convicciones. Esta Plaza, esta Marcha, es la de los que no estamos dispuestos a ceder ni un poco ante este gobierno criminal.»

En la misma Marcha, Mónica Ruejas, presidenta de la comisión vecinal de Los Piletones, tomó la palabra para denunciar el despido de 380 trabajadoras del programa de veredas limpias en la Ciudad de Buenos Aires. «Este proyecto no fue del Estado, lo pensamos y peleamos nosotras mismas en la Legislatura», recordó Ruejas, quien explicó que, después de 18 años de trabajo, el Gobierno porteño decidió abandonar el programa, dejando en la calle a cientos de mujeres, en su mayoría jefas de hogar. «Somos trabajadoras tercerizadas, limpiamos nuestros barrios: Bajo Flores, Soldati, Villa 20, la 31, estamos en todos lados.»

Ruejas señaló la responsabilidad de los gobiernos de Jorge Macri en la Ciudad y Javier Milei en la Nación, afirmando que ambos comparten una misma línea de ajuste. «Cada vez queda más claro que tanto en la Nación como en la Ciudad, son iguales. Pero nosotras seguimos luchando. Como bien dijo Carmen hace un rato, aquí no hay rendición, aquí hay lucha y trabajo.»

Subrayó la importancia de la organización popular para sostener y conquistar derechos. «No solo somos trabajadoras, somos militantes. Construimos cosas para nuestro barrio sin cargos políticos. Somos movimientos sociales, juntas vecinales, vecinas y vecinos que luchan por el bienestar de sus barrios. Pero este gobierno quiere destruirnos.»

Ruejas evocó la lucha que permitió la inauguración de un jardín de infantes en su barrio, un proyecto nacido de la lucha vecinal. «Nos preguntamos: ‘¿Por qué no podemos tener un jardín?’ Lo presentamos, lo peleamos y hoy existe. Ahora, nuestras vecinas pueden dejar a sus hijos e ir a trabajar.»

En el mismo tono, denunció la represión sufrida en una sentada en el Obelisco, donde más de 200 policías rodearon y desalojaron a las manifestantes con violencia. «Cuando nos sacaron a patadas y detuvieron a compañeras, no sentí miedo. Sentí la enseñanza de las Madres: no tener miedo. Porque a ellas les hicieron lo mismo cuando intentaron sacarlas de la Plaza, y esa imagen no la olvidamos.»

Ruejas también criticó el discurso de Milei sobre la inflación, cuestionando sus afirmaciones mientras la desocupación y los precios siguen subiendo. «¿Qué nos quiere decir? ¿Cree que somos idiotas?», afirmó, y llamó a quienes votaron por este gobierno a unirse a la lucha: «Esos votos son de la gente, y si hoy no están de acuerdo, que se sumen a reclamar.»

Por último, reafirmó la disposición a seguir resistiendo y organizándose. «Estamos dispuestas a hacer lo que sea para recuperar nuestro trabajo y seguir construyendo en nuestros barrios. Porque cada cosa que logramos nos cuesta mucho.»

Concluyó destacando la historia de lucha de las Madres y el legado de los 30 mil: «Muchas compañeras y compañeros iban a nuestros barrios, salían de sus trabajos para organizar, para construir en los sindicatos. Siempre estuvieron en la lucha y la resistencia.»

Ruejas cerró con un mensaje claro: «Más orgullosas estamos de nuestras Madres, porque ellas nos marcan el camino.»

Finalmente, Carmen Arias, con la firmeza que la caracteriza, volvió a tomar la palabra, esta vez con un mensaje contundente contra Javier Milei. Denunció la amenaza de intervención provincial que el presidente había lanzado días atrás, reafirmando el respaldo inquebrantable de las Madres al gobernador Axel Kicillof. «El viernes pasado, antes del feriado largo, el presidente estafador lanzó una amenaza de golpe institucional contra el pueblo y el gobierno de la Provincia de Buenos Aires», comenzó Arias, en referencia a los dichos de Milei, quien instó a Kicillof a «correrse» para permitir la intervención.

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