El fallo del juez Julián Ercolini es vergonzoso. Nunca pensamos otra cosa de él. Sabemos que es una reverenda porquería, un falso, un facho, un fascista. Nos avergüenza que las declaraciones de sufrimiento de Lidia Papaleo no sean tomadas en cuenta. ¿Qué es eso de que no había otra persona? ¿El juez no sabe que se los llevaban de a uno y los torturaban entre cinco? ¿No se enteró el juez de que a nuestros hijos les hacían eso? Los llevaban de a uno y los torturaban entre cinco, ¿qué quiere este señor?

Lo que él no sabe es que las cosas también se pagan en esta vida. Para el que cree en Dios, a algún lado van a ir a parar, seguramente al reverendísimo infierno; para los que creemos que las cosas también se pagan en esta vida, va a recibir tanta maldición, él y toda su familia cómplice, para sentir en carne propia lo que es la injusticia. Lo va a sentir en carne propia él, toda su cría y todos los que lo acompañaron en este fallo.

Hebe de Bonafini

Presidenta de la Asociación

Madres de Plaza de Mayo

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