Las Madres volvieron a marchar en Plaza de Mayo, esta tarde, acompañadas por cientos de personas que se dieron cita para participar del ritual que cada jueves, a las 15:30, las convoca en la Plaza. Luego de dar dos vueltas alrededor de la Pirámide, hicieron uso de la palabra el periodista Luis Zarranz, coordinador del área de Prensa de la Asociación; el diputado provincial (FpV) Miguel Funes; y el ensayista y crítico Alejandro Kaufman, docente de la universidades de Buenos Aires, Quilmes y La Plata.

Zarranz comenzó celebrando el encuentro de cada jueves en la Plaza: “Cuánta falta nos hacía este abrazo con los 30.000”, sostuvo. Luego, convocó a Rosa de Camarotti, una de las Madres, y a Norma Castillo, una de sus colaboradoras, para que le entregasen un presente a Alfredo, compañero que realiza trabajos en cuero para que las Madres puedan vender en su puesto en la Plaza. Alfredo recibió un pañuelo en venecitas muy emocionado, sorprendido y conmovido.

Posteriormente, el coordinador del área de Prensa de la Asociación dijo estar “consternado” con lo que está pasando: “Es una fase de profundización del ajuste y, en consecuencia, de la represión. Ajuste y represión son dos palabras siamesas, que siempre van de la mano”, aseguró. “Esta ley previsional más que una ley es un saqueo a los jubilados, a beneficiarios de la asignación universal por hijo y por embarazo, y a ex combatientes de Malvinas”, sostuvo en ese sentido.

En otro tramo, afirmó: “La respuesta del gobierno al rechazo social de la ley y el ajuste fue un virtual estado de sitio que convirtió la zona de Congreso y la 9 de Julio en una zona de caza; una cacería de las fuerzas de seguridad, actuando salvaje e impunemente, tirando gases y balas de goma, actuando con efectivos infiltrados. Hasta la madre de uno de ellos confesó que su hijo fue herido cuando estaba de civil, generando disturbios para justificar la represión”.

El periodista contó también cómo afectó a las Madres la furia de gendarmes y efectivos policiales: “El jueves, cuando las Madres estaban por salir para sumarse a la marcha, la sede de la Asociación fue gaseada, con policías en la propia vereda reprimiendo. Hebe, hoy está acá en la camioneta, pero no puede hablar producto de esos gases, que afectaron complicaron su situación crónica de asma y le produjeron una intoxicación del hígado, el estómago y los pulmones. El lunes hubo una escena similar, con gente que incluso tuvo que ser atendida con disparos en el ojo, que finalmente perdieron la visión”.

Por último, expresó: “Represión y ajuste van de la mano. El ajuste es la miseria planificada. Nos cansamos de hablar de los fondos buitres sin dimensionar que los buitres estaban acá. Son estos diputados que les sacan 100 mil millones de pesos a los jubilados. Buitre es este modelo saqueador, asesino y violento”. “La respuesta social al saqueo, al ajuste y la represión es salir a la calle, movilizarse y poner el cuerpo”.

Luego fue el turno del diputado provincial Miguel Funes quien preguntó cómo es posible dejar de estar consternado “ante dos años de atropellos continuos”. Y agregó: “Rescato la hidalguía y la coherencia de Hebe cuando, el 10 de diciembre de 2015, dijo sin grises ni ambigüedades, a riesgo de ser criticada por propios y extraños, que el enemigo volvía a estar en la Casa de Gobierno. Algunos se rasgaron las vestiduras y criticaron las palabras de la compañera”.

El edil provincial aseguró que “las Madres son un faro para todos. Y más en estos días” y sostuvo que “a diferencia de los gorilas que no comprenden el campo nacional y popular, como planteaba Rodolfo Walsh hace décadas, no quieren que el pueblo tenga historia. Pero nosotros tenemos un espejo y un faro para seguir”.

“Tenemos que hacernos cargo del momento histórico. ¿Qué vamos a hacer estos días? Hay que poner los puntos sobre las íes, no hay que tener miedo al intento de estigmatización que llevan adelante los medios de comunicación”, exigió para, luego, fustigar al gobierno nacional: “¿Qué esperan del pueblo? Un pueblo que están esmerilando y acorralando. Pretenden que el pueblo caiga al abismo”. El diputado manifestó que deben ser los dirigentes políticos, gremiales y sociales los que pongan el cuerpo para evitar caer al abismo.

“Entendemos a Hebe. No catalogamos de otra manera que como un enemigo a aquel que no puede ser denominado adversario”, sostuvo. Luego, desarrolló: “Un adversario discute ideas, con armas nobles, en el Parlamento. No encarcela compañerxs del campo popular para disciplinar. No vamos a entregar a ningunx de lxs nuestrxs. Nos solidarizamos con todxs lxs presxs políticxs a lo largo y ancho del país”.

En otro tramo de su discurso hizo mención al violento ataque sufrido por el concejal de San Martín y director del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), Hernán Letcher, quien se encontraba en su domicilio junto a su familia cuando, según narró, “ingresó a su hogar un comando armado que intentó intimidarlo. Fue golpeado, amenazado de muerte, al igual que sus hijos”. “¿Hasta dónde pretenden llegar?”, se preguntó y agregó que Letcher había difundido un estudio sobre el aumento de la represión en la cuestión social denunciando su aumento desde el inicio del gobierno de la Coalición Cambiemos.

Funes también expresó su solidaridad con el intendente de Ensenada, Mario Secco, sobre quien fue negada la eximición de prisión, en una causa armada por la gobernadora María Eugenia Vidal. “Secco no forzó nada para ingresar al recinto. Fue a decir que no puede tratarse una reforma que desguace al Estado, una reforma que elimina áreas y deja en el limbo y la zozobra a parte de la clase trabajadora del Estado provincial”. El parlamentario mencionó que en dicha imputación también habían sido mencionadxs la presidenta del bloque provincial, Florencia Saintout; el legislador provincial Lauro Grande y él mismo. “Nos importa un carajo que nos imputen si es a costa de defender al Pueblo. ¿De qué sirve hablar de la resistencia peronista, los 30.000 y las Madres si al momento de poner el cuerpo corcoveamos y nos vamos a casa callados?”.

“Compañerxs, hay que poner blanco sobre negro. Debemos seguir movilizadxs en las calles y construir poder popular. El temor nos deja solos y en muestras casas”, afirmó y, a modo de cierre, destacó una diferencia entre el contexto actual y el vivido en el año 2000: “Antes el grueso de la clase política estaba desprestigiada y, los que no, eran tratados peyorativamente. Ahora tenemos una compañera como Cristina Fernández de Kirchner en el Senado y como conductora del movimiento nacional y popular”.

Por último, el ensayista Alejandro Kaufman comentó que cuando lo invitaron sintió “urgencia” por estar: “Estar todos hoy aquí dice algo muy potente sobre lo que está pasando ahora”. Seguidamente, analizó las producciones de sentido de los medios de comunicación: “Es interesante ver qué pasó después de estos días, de qué manera comenzaron a narrarse los hechos en los medios. Fundamentalmente, fue una discusión de los ‘Dos Demonios’, de una violencia nueva y una mala, el que tiró la piedra, el que no la tiró. Esa discusión borró el modo en que habíamos llegado a este punto, que es una situación de sinceramiento, con ese blindaje inmenso de los medios y el poder judicial, en el que muestran un rostro que habían disimulado”. “El sinceramiento es que digan ‘te tenemos que hacer daño’. Es el discurso del abuso, el del violador, el discurso depredador. ‘Quedate quietita’. Están haciendo eso con el pueblo, nos están tratando de una manera depredadora. Y eso se produce con gran sinceridad”, añadió.

En ese sentido, afirmó: “Lograron una cosa gravísima, que no conozco antecedente: legitimar la represión de una manifestación masiva. Hacer pasar eso con un discurso de los ‘Dos Demonios’. Nos hacen caer en ese discurso, lo instalaron. Hay que cambiarlo, no hay que aceptar una discusión sobre lo que pasó respecto de quién hizo qué, porque el escenario que construyeron fue una agenda parlamentaria inevitablemente conflictiva. ‘Te vamos a hacer daño, te vamos a ganar y te la tenés que aguantar en estado de pasividad’. Eso es el fin de la democracia. Es un golpe gravísimo a la democracia. Que no haya muertos en la represión es provisorio”.

En otro tramo, ponderó las herramientas de lucha creada por las Madres, para aplicar en el actual contexto político: “Los pueblos van aprendiendo y hay muchos repertorios. Hoy algo muy importante para decir acá: este lugar creó para los pueblos un repertorio en las formas de luchas, que es de una riqueza extraordinaria. No hay más extraordinaria intuición que la idea que teníamos que volver acá y venir todos los jueves. Este lugar es donde se derrotó la dictadura. Este repertorio se creó un año después de la dictadura y consiste en ocupar la calle. ¿De qué manera? De esta manera, una que puede resistir décadas cualquier brutalidad. No hay sólo heroísmo, que sobra, sino que hay inteligencia popular de cómo disputar la calle. Y eso en este momento es muy importante. La calle tiene que ser disputada de esta manera. Hay que recuperarla, habitándola y derrotando las condiciones que victimizan a los represores”.

Kaufman analizó también el avance represivo del gobierno: “Hace varios meses que tenemos un Estado que organiza actos criminales de represión y los remite a una nebulosa judicial y eso se impone en la esfera pública y lo que hay que debatir es cómo el Estado construye situaciones que una vez que ocurrieron, ocurrieron. Tenemos que prevenirnos de este tipo de violencia criminal que está cometiendo el Estado, que está tratando de volverla legítima. La ilegalidad de los hechos no es clandestina como en la dictadura, se muestra, se goza. Hay una multitud que la promueve. Esto es lo nuevo”.

Entre los aplausos, criticó que las instituciones del Estado funcionen valladas, separadas del pueblo soberano: “Las calles son el lugar de la democracia. Una institución separada de la calle por una barrera militarizada no tiene nada que ver con la democracia. Un parlamento que no puede discutir una ley sin una barrera militarizada no es un parlamento democrático. Los extravíos de las democracias ocurrieron gradualmente del modo que lo estamos viendo ahora en estos últimos tiempos. Cuando uno se quiere dar cuenta, es tarde”.

Por último, afirmó: “Este recurso creado por las Madres es fundamental. Es una forma de resistencia que no le da al adversario la posibilidad de demonizarlo desde la violencia. Es un aporte fundamental, histórico, mundial. Hay que reivindicarlo. Es lo que han hecho las Madres durante todos estos años. No somos muchos, pero somos millones aquí y en este momento, ahora”.

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