Las Madres realizaron, esta tarde, su marcha número 2061 en Plaza de Mayo, bajo una persistente lluvia que, no obstante, no pudo detener el rito de cada jueves. Lo hicieron acompañadas por cientos de personas, entre ellxs, integrantes de Conurbanos por la Diversidad y la Comisión de Justicia por Diana Sacayan, quienes se manifestaron para exigir justicia, a dos años del crimen, aún impune, de la activista trans, asesinada en su departamento. Sacayan fue una luchadora incansable por el derecho a la vida y por la reivindicación de las personas trans y travestis.

En el espacio de los discursos, hicieron uso de la palabra el hermano de Diana, Sasha Sacayan, también integrante del colectivo LCGT; el periodista Demetrio Iramain, director de la revista ¡Ni un paso atrás!, y la presidenta de la Asociación, Hebe de Bonafini.

Inicialmente, Sasha agradeció a las Madres de Plaza: “Nuestra lucha está relacionada con la de las Madres y estar hoy acá es reivindicar a todxs aquellxs que luchan”.

El referente de Conurbanos x la Diversidad resaltó también a otra referente de la comunidad trans y travesti, Lohana Berkins, amiga y compañera de las Madres de Plaza de Mayo: “Nuestro movimiento tiene dos líderes. Mi hermana Diana y Lohana, luchadora, y de gran relación con las Madres”. Y agregó: “Nosotrxs aprendimos de su lucha. Lohana era una especie de madre para todxs lxs que luchamos. Aprendimos de ella”.

A dos años del asesinato de Diana, cuyo juicio oral aún no tiene fecha, su hermano Sasha pidió “recordar esta fecha tan especial que representa la lucha por la justicia” y exigió a los miembros del Poder Judicial que, ante las pruebas existentes, se refieran a la muerte de su hermana como un “crimen de odio y travesticidio. Jamás los hemos oído pronunciarse ante estos hechos”. Tras los aplausos de las cientxs de personas que escucharon atentamente su discurso, pidió “justicia por Diana y todxs lxs compañerxs trans y travestis asesinadas y cuyos crímenes no son investigados”.

 

Por su parte, Iramain leyó la carta que 17 trabajadores del Instituto Universitario Nacional de Derechos Humanos Madres de Plaza de Mayo (IUNMa) le enviaron al ministro de Justicia, Germán Garavano, para explicar los motivos de su renuncia forzada al instituto, en repudio a las desacertadas decisiones de su rector organizador, Javier Buján, que niega a las Madres como impulsoras y al proyecto educativo institucional que ellas parieron.

A su turno, la presidenta de la Asociación, Hebe de Bonafini, afirmó: “Me llena de orgullo que 17 compañeros hayan dejado el trabajo en un momento en que nadie tiene trabajo y todo el mundo se queja porque los echan”. “Ellos decidieron renunciar, por voluntad propia, por honor, por ser hombres y mujeres que aprendieron de las Madres qué significa la libertad, la coherencia, el amor a la vida, el respeto hacia los demás, renunciar al trabajo”, agregó.

Continuó: “Son dignos, los indignos son los que se quedan y bajan la cabeza y están postrados a estos tipos que no valen nada y quieren seguir haciendo del Instituto una porquería, que ya no tiene nada que ver con la idea de las Madres, de la creación, cómo lo habíamos inventado: el trabajo por y para los otros, el trabajo en territorio y el amor a lo que significa la formación política de izquierda”. “Este Instituto no tiene nada que ver con lo que creamos: el que se quede tiene que saber que se queda para aprender la doctrina Macri, de persecución y destrucción de los que menos tienen. Así no va y estos compañeros lo entendieron perfectamente”, completó. “Estamos orgullosísimas de esta decisión única, ejemplar e histórica”, afirmó.

En otro tramo, Hebe invitó al público presente al acto que realizará por el Día de la Madre: “Los quiero invitar para el domingo a la iglesia Nuestra Señora de Carupá, en Larrea 500, Tigre, en donde en la época de la dictadura mataron al Pancho Suárez, un cura comprometido. Allí le vamos a entregar el pañuelo, un símbolo político de amor, de paz, de compromiso, a los curas en opción por los pobres. Será un acto, en el Día de la Madre, dado que es un día tan especial, para algunos muy comercial, y para nosotros de mucho amor, recuerdo y compromiso por ser Madres de 30.000 y de miles y miles que nos fueron naciendo en este camino”. “Completamos este acto con uno que se va a desarrollar a la mañana en el Vaticano, en donde van a ir compañeras con el pañuelo blanco, y Francisco, el Papa, las va a mandar a buscar para estar en la basílica del Vaticano, en la primera fila, para recordar, en el Día de la Madre, a las Madres que nos faltan los hijxs, pero que nos nacieron otrxs, que no son de la panza, sino del corazón”, añadió.

Por último, sostuvo: “Estamos honradísimas de saber que hemos sembrado bien fuerte la semilla y que los compañeros nos hicieron notar que la semilla se plantó fuerte y ya creció”.

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