Las Madres realizaron su marcha número 2048 hoy, en Plaza de Mayo, acompañadas por una multitud que se concentró allí para ir, luego, al Ministerio de Justicia, al cumplirse 30 días de la “permanencia pacífica” de estudiantes y docentes del IUNMa en repudio a la intervención. La marcha tuvo como eje, también, repudiar la brutal represión contra los trabajadores de PepsiCo, esta mañana.
En el espacio de los discursos hicieron uso de la palabra el periodista Demetrio Iramain, director de la revista “Ni un paso atrás”; Luis Medina, delegado de la Comisión Interna de PepsiCo; Rubén Ayala, del Sindicato Químico de Zárate y Ariel Puebla, Secretario Adjunto de UOCRA-Zárate. El cierre estuvo a cargo de la presidenta de la Asociación, Hebe de Bonafini.
Iramain condenó la represión que sufrieron lxs trabajadorxs de la fábrica PepsiCo en Vicente López e invitó a Luis Medina, delegado de la Comisión Interna de la planta, quien agradeció a las Madres por la posibilidad de expresarse en Plaza de Mayo y recordó que son más de 600 familias las que han quedado en la calle desde que el pasado 20 de junio la patronal “planteó el cese de actividades de la planta con una hoja A4 pegada en la pared”. Medina denunció “el cierre fraudulento” presentado por la multinacional y criticó a la burocracia sindical a quienes acusó de “dar la espalda a los trabajadores” y actuar en connivencia con el Gobierno nacional y los empresarios vaciadores.
El delegado de PepsiCo condenó las balas de goma, gases y palazos con que la policía desalojó la planta por la mañana y comparó la situación con la vivida en distintas fábricas en tiempos de dictadura cívico militar. “Fue una represión brutal lo que pasó en las inmediaciones de la fábrica”, indicó y destacó la ayuda y la solidaridad que recibieron por parte de los vecinos que se acercaron a repudiar el accionar policial, que no hizo distinción, y llevó a que deban ser evacuadas dos escuelas y un jardín de infantes ubicados en las inmediaciones.
“De casualidad no hubo un muerto”, finalizó Luis Medina.
Luego fue el turno de Rubén Ayala, del Sindicato Químico de Zárate, partido que hace pocas semanas fue declarado en Estado de Emergencia Laboral por el Concejo Deliberante. Ayala saludó a las Madres, a quienes agradeció la posibilidad de hablar en la histórica plaza y denunció que “pasando la Av. General Paz es difícil romper el cerco mediático”.
Además, indicó que la rama química ha sufrido la pérdida de más de 500 puestos de trabajo y denunció que esta situación es posible por la pasividad del Gobierno nacional y su decisión de implementar políticas de ajuste neoliberal. “Este Gobierno nos está matando”, expresó el trabajador químico pero recalcó que a pesar de que los quieren “con la cabeza gacha”, el pueblo trabajador “está de pie, firme para luchar”.
Por su parte, Ariel Puebla, Secretario Adjunto de UOCRA Zárate, sostuvo: “Hace más de un año venimos denunciando lo que está pasando en nuestra región. Los trabajadores queremos trabajo. Se cayó la industria, se cae el comercio, se cae todo. No quieren escuchar a los trabajadores, pero nosotros estamos en la calle, manifestándonos”. “Estamos de pie, los trabajadores van a defender su trabajo, desde su corazón y sus entrañas están defiendo sus puestos con sus familias”. Por último, afirmó: “Me tiemblan las piernas de estar acá con las Madres, de saber con quién estamos”.
Para finalizar, la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo se hizo eco de los discursos previos: “Lo que dijeron los compañeros a una le taladra el alma. Sabe qué significa. Cuántos hogares están llorando. Cuántas mujeres que no saben qué les van a dar de comer a sus hijos, aunque las madres somos capaces de sacar de dónde sea. Sabemos de la entereza de los trabajadores. Hoy me daba terror de que los maten porque era una furia”.
En otro tramo, afirmó: “Estoy enojada con los dirigentes. Estoy dolida porque con la PASO se olvidaron de que hay conflictos. Esta mañana lloraba porque veía que éramos pocos. Una cosa era si iban muchos dirigentes, diputados y senadores, compañeros trabajadores a la puerta de la fábrica. Me da tristeza, me da dolor, me da vergüenza”.
Hebe también se refirió a la CGT, que brilla por su ausencia en los conflictos laborales: “La CGT no existe. Podemos hacer un habeas corpus a ver si la encontramos. Hay un grupo trabajando mucho, pero otros son un bloque que se hicieron ricos con los trabajadores. Nunca trabajaron. Están atrapados y encerrados en su propia mierda. ¿Se creen que se van a quedar adentro porque ellos no salen? El pueblo ya está saliendo”.
“No importa de qué partido sean los que pierdan los trabajos, los que sean reprimidos. A mí lo que me importa son los hombres y mujeres que se quedan sin trabajo. Eso es lo que nos preocupa a las Madres: la gente que tiene que ir a los comedores, la que duerme en la calle. Tenemos que hablar más de la lucha de clases”. “Les pido mucho perdón, un perdón muy hondo por los que no fueron. Ojalá yo fuera más joven. Hubiera estado ahí, como fui muchas veces, a las 4 de la mañana”, añadió.
Por último, convocó a sumarse a la manifestación al Ministerio de Justicia, que se realizó tras sus últimas palabras: “Vamos a marchar al Ministerio para acompañar la lucha de los jóvenes que acamparon en la universidad. Las Madres le vamos dando la Plaza a ustedes: a los desocupados y a los que tienen algo para decir. Poco a poco tiene que ser de ustedes, esta Plaza no se puede perder y no debe morir cuando no estemos más las Madres”.
Tras los discursos, las Madres encabezaron, con su camioneta, la columna que se movilizó, por la calle Reconquista, hacia el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Atrás, las acompañaba una numerosa columna integrada por más de 50 organizaciones, centros de estudiantes universitarios, sindicatos, partieron, en la combi. Al llegar a la sede del Ministerio, en Sarmiento al 300, se realizó una clase pública, en la que participaron estudiantes y docentes de diferentes universidad públicas.