En una jornada dominada por las alternativas de la Cumbre del G-20, las Madres realizaron, esta tarde, su marcha 2120 en Plaza de Mayo. Ante la amenaza latente de encontrarse con la Plaza vallada, las integrantes de la Asociación decidieron adelantar su llegada a la Plaza que les dio el nombre, por lo que arribaron unos minutos pasado el mediodía, después de brindar una conferencia de prensa junto a dirigentes sindicales, en la sede de la organización, para denunciar, ante corresponsales extranjeros, la situación del país, en el marco del G-20.

Desde las 12 y hasta las 15:30, las Madres estuvieron en la Plaza, pese a la lluvia que se posó sobre Buenos Aires, recibiendo múltiples muestras de apoyo y agradecimiento. Luego, al horario señalado, comenzaron a marchar, como cada jueves desde hace más de 41 años. Tras ellos, llegó el momento de los discursos políticos, de la mano del periodista Luis Zarranz, integrante del área de Prensa; y la presidenta de la Asociación, Hebe de Bonafini

Zarranz ponderó la coherencia y el compromiso de las Madres para realizar la marcha, pese a que la Ciudad está sitiada: “No es un jueves más porque estamos asistiendo a otra jornada épica protagonizada por las Madres de Plaza de Mayo en este encuentro con sus hijos; 2120 marchas de manera ininterrumpida”, afirmó. Luego, frente a la amenaza de vallar la Plaza, agregó: “Pensaron que iban a poder impedir este encuentro, esta revolución de amor y pasión que ocurre todos los jueves”. “Para poder lograrlo, las Madres vinieron antes de las 12, hace casi cuatro horas, con sus 90 años encima, para permitirnos también marchar a nosotros y vivir esta jornada histórica, este encuentro con sus hijos que nada ni nadie puede parar”, completó.

Posteriormente, sostuvo que “hace 40 años, en el marco del Mundial de 1978, la prensa extranjera en vez de cubrir el Mundial cubrió la marcha de las Madres y hoy hay también muchos corresponsales extranjeros que decidieron estar la marcha de las Madres”. Acto seguido, pidió “un aplauso” para todos ellos.”

En otro tramo, el periodista afirmó que “allá está la cumbre del G-20 y acá está la cumbre del G-30, las Madres con los 30.000 compañeros, siempre vivos: esta es la Cumbre G-30.000”.

Por último, se refirió a las declaraciones del presidente Mauricio Macri, quien había asegurado que su intención era que los presidentes extranjeros que participan de la Cumbre se llevaran una “buena impresión”. “La realidad del país no se puede ocultar. Nueve personas fueron asesinadas en una comisaría en la provincia de Buenos Aires, que se prendió fuego, y les dijeron que murieran como ratas”. En ese sentido, criticó “el silencio” de la gobernadora de lo que constituye la mayor masacre de la historia argentina en una comisaría. “El hambre, la desocupación, la miseria planificada, que es lo que genera siempre la política neoliberal, no se pueden tapar”, finalizó.

La presidenta de la Asociación hizo mención a otras cumbres y contra cumbres a las que asistieron a lo largo de sus más de 41 años de historia. “Las madres tenemos experiencia en estas reuniones”, comenzó Hebe y recordó el Foro Social Mundial (FSM) de Porto Alegre, en enero de 2001, al que las Madres fueron invitadas a participar. Ese foro se realizó en Brasil, mientras en Suiza se llevaba a cabo el Foro de Davos, estandarte de las corporaciones y los gobiernos neoliberales.

Durante el Foro Social, rememoró Hebe, se realizó una videoconferencia con Davos, donde intervendría George Soros, multimillonario y magnate húngaro. De la teleconferencia participaron estudiantes, sindicalistas y políticos de países emergentes. Hebe hablo “desde el lugar de Madre”. La anécdota de Hebe continúa cuando advirtió que “el camarógrafo francés no era francés sino uruguayo”. Ese camarógrafo se acercó a Hebe y, en voz baja, le apuntó que iba a poder decir lo que quisiera, además de asegurarle que “no iba a mover la cámara”.

El resto de la historia es conocida: “Cuando me tocó hablar con Soros le dije de todo, le dije lo que yo sentía que era él, una basura. Una basura por los niños que mata de hambre, nadie se había animado a decirle nada”, destacó la referente de la organización y sostuvo que “los pueblos no pueden dialogar con estos tipos, son los que matan a los pueblos”.

Otro manifestación ocurrió en 2001 en Génova, Italia, donde en aquella ocasión se reunía el G8. La histórica ciudad estuvo sitiada en lo que se conoció como “La Fortaleza de Génova” durante varios días pero el pueblo se manifestó contra la globalización y la miseria planificada del modelo neoliberal. “Pudimos gritarles de todo y escupirles la cara”, recordó.

Con el G20 a la vuelta de la esquina, las movilizaciones contra los 20 líderes más poderosos del mundo prometen ser masivas. “Ojalá mañana en la marcha se animen a escupirles la cara y a gritarles todo lo que tenemos adentro de las tripas a estos tipos”. En palabras de Hebe: “No vienen por nosotros. No podemos creer que la gente más rica del mundo, la que nos oprime y somete va  a venir a ayudarnos. Saquen sus manos de encima y dejen que vivamos tranquilos”, exigió.

En ese sentido continuó: “Nosotros trabajamos y levantamos el país para que ellos vengan a chuparnos la sangre. No los queremos ni ver, son una vergüenza, afirmó.

Luego se refirió a las idas y vueltas en la organización del G20 y aseveró que “Macri no sirve ni para perro, se olvidó a Emmanuel Macron (presidente de Francia) en el aeropuerto; no sabe lo que es el protocolo, lo único que sabe es contar billetes”. Bonafini ridiculizó las exigencias de los mandatarios y lamentó que “tengan que vivir encerrados, con un montón de gente que los cuida y que algún día los terminan traicionando y matando”.

La Presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo sostuvo que “a un país lo hacen y sostienen los trabajadores” pero que “lo defienden los buenos políticos”. “Por eso cuando estaban Néstor y Cristina tuvimos todo lo que tuvimos, porque el Estado estaba presente”. También reivindicó a Hugo César Chávez Frías y recordó que cuando vino a Mar del Plata en 2005 “le dijo al carajo al ALCA; y al carajo los mandamos”.

“Necesitamos que estos hijos de puta nos dejen vivir tranquilos. Hay que decir lo que son, prisioneros de su propia basura. Por eso Lula da Silva está preso, no quieren  a un presidente que le da al pueblo lo que necesita”, denunció y a continuación denunció la persecución a Rafael Correa, Evo Morales y Nicolás Maduro.

A tono con la agenda de presidentes internacionales, Hebe envió su apoyo y saludo a Andrés Manuel López Obrador, presidente electo de los Estados Unidos Mexicanos que debido a su ceremonia de asunción no estará presente en Buenos Aires. “Lo quiero mucho a López Obrador y ojalá pueda hacer lo que sueñan los mexicanos, un pueblo que necesita y se merece tener un gran país”. A continuación la dirigente pidió un fuerte aplauso “para el pueblo mexicano y para López Obrador”.

Hebe también aprovechó su discurso en Plaza de Mayo para expresar una vez más su apoyo a Cristina Fernández de Kirchner y pedir un aplauso especial: “Para nuestras compañeras que hoy habitan la plaza desde arriba pero que seguro nos están mirando”.

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