La Asociación Madres de Plaza de Mayo realizó, este jueves 13 y viernes 14 de diciembre, su 30ª Marcha de la Resistencia, bajo la consigna «No claudicar. No negociar. NO CALLAR. No perdonar. No olvidar. SIEMPRE LUCHAR»

La Marcha, que se extendió más 25 horas de manera ininterrumpida alrededor de la Pirámide de Mayo, atravesó diversas inclemencias climáticas: una feroz tormenta a lo largo de la primera jornada que impidió la realización del “juicio ético y político” a los jueces y al Poder Judicial, y un calor incesante a lo largo del viernes. Ninguna de estas cuestiones amainó el espíritu de los presentes ni logró torcer la voluntad de las mujeres del pañuelo blanco, que no se movieron un minuto de la histórica Plaza que terminó configurando su identidad territorial.

Imposibilitadas de marchar durante todas esas horas, las Madres lo hicieron en diversos intervalos, pero la muchedumbre, integrada mayormente por jóvenes, se convirtió en sus pies para no detenerse ni un minuto en su compromiso y resistencia.

Diversas organizaciones políticas, sociales y sindicales participaron activamente de ambas jornadas, nutriendo con militantes y dirigentes la actividad.

A las 18 del viernes comenzaron los discursos, a cargos de representantes políticos, gremiales, estudiantiles y periodísticos. El ex vicepresidente Amado Boudou, recientemente liberado de su injusta detención, que había estado el jueves, fue uno de ellos. La presidenta de la Asociación, Hebe de Bonafini, fue la encargada de cerrar, con sus palabras, las casi 26 horas de movilización continua.

Al inicio de los discursos, tomó el micrófono Diego Seimandi, trabajador de Astilleros Río Santiago, un emblema de la resistencia frente al ajuste. “Para toda la clase trabajadora fue un año muy duro”, sostuvo inicialmente. Luego, se refirió directamente al Astillero y la articulación entre la organización sindical y la sociedad: “Enfrentamos una brutal represión ordenada por María Eugenia Vidal, pero el pueblo argentino no se banca más la represión. No se banca más los presos políticos. Al otro recibimos un apoyo histórico de la sociedad y reventamos la Plaza San Martín con 40 mil personas”.

“El gobierno de Cambiemos paralizó el Astillero. Hoy, gracias a la lucha de los trabajadores, le torcimos el brazo y abrimos la fábrica a la comunidad”, agregó luego. Concluyó reclamando una unidad de acción para vencer al neoliberalismo: “Necesitamos conformar esa aclamada unidad para volver a ser gobierno en el 2019”, finalizó.

En segundo turno fue para Luna Vitale, responsable nacional de organización – La Cámpora Secundarios, quien agradeció a las Madres la posibilidad de estar allí representando a la juventud. “Nacimos en los años ‘dosmil’, criados al calor de la lucha colectiva, gracias a Néstor y Cristina, con la política al lado del pueblo”, señaló y agregó: “Las Madres, reivindicando a sus hijos y transmitiendo sus ideales, nos los transmitieron a nosotres para poder levantar sus banderas”.

Vitale le envió un mensaje al presidente Macri, al que exigió que “escuche al pueblo: “Estamos acá con las Madres y si ellas no aflojaron, nosotres no lo vamos a hacer”. La referente de secundarios aseguró que la juventud debe tener la misma convicción de lucha que “aquella juventud maravillosa, para luchar con la misma convicción cada vez que haya una injusticia”.

Visiblemente emocionada, recordó una reunión con la presidenta de la Asociación Madre de Plaza de mayo en la que Hebe transmitió un concepto que le enseñaron sus hijos: “la solidaridad no es dar lo que a uno le sobra, sino dar lo mejor que uno tiene”. Para finalizar, indicó: “Gracias por dejarnos ser sus piernas, por marcar el camino y seguir haciéndolo. Les pibes las abrazamos y lo vamos a seguir haciendo”.

En tanto, el periodista Ari Lijalad, integrante de El Destape, afirmó estar “muy honrado” por la convocatoria. Luego, se preguntó “cómo podemos resistir los trabajadores de prensa”. “Se trata de un gremio que ha sido brutalmente golpeado por este gobierno”, añadió. Seguidamente, enumeró las empresas y dependencias públicas que habían concretado despidos y sostuvo que había más de “3000 colegas” sin laburo. “Esa situación atenta el derecho a trabajar, la libertad pero de expresión, sobre todo, el derecho a la información”.

En otro tramo, Lijalad se refirió a los “enemigos” del pueblo y señaló a “jueces y al Poder Judicial”. “Tenemos que identificar a los enemigos dentro del Poder Judicial. Para eso era el ‘Juicio Ético y Político” que no pudo realizarse ayer’”. “Los periodistas tenemos que hablar de eso: de quiénes son los enemigos en lo que llamamos la Santa Trinidad: jueces y fiscales, medios de comunicación y servicios de inteligencia que operan todos los días y se retroalimentan para generar operaciones jurídico mediáticas que terminan con opositores presos” seguró entre aplausos. En esa tríada pidió sumar a la “embajada de Estados Unidos y su injerencia”. No se puede hacer un periodismo cobarde. Hay que nombrarlos con nombre y apellido”, finalizó.

A continuación fue el turno de Gustavo bellingeri, Secretario Gremial de SATSAID, quien le pegó al gobierno de la alianza Cambiemos por intentar culpar a los trabajadores por la crisis económica. “Nos quieren hacer creer que la razón de la crisis eran los convenios colectivos de trabajo… y no la recesión económica y la devaluación. Usan la crisis para atacar a los trabajadores”.

“Tenemos que discutir el país que queremos con una mirada desde la clase trabajadora. Hoy nos gobiernan los empresarios, queremos un gobierno con ojos de trabajadores y no uno que solo busque una plusvalía espuria”, manifestó y, a continuación, añadió: “Estamos decididos a construir un país donde lo que ordene sea el trabajo y no donde lo que gobierne sea de qué manera los que tienen el capital y el poder tengan más capital y más poder, siempre, al servicio de los extranjeros”.

“Trabajamos para luchar en unidad, cuesta y es difícil, pero no hay pelea que no merezca ser dada. Unamos las fuerzas políticas que luchen contra este gobierno neoliberal, derrotemos al gobierno actual y volvamos a poner en el país la esperanza”, señaló Bellingeri quien sostuvo que Plaza de Mayo “es la plaza de la dignidad del pueblo”. Para finalizar, llamó a continuar la lucha y le marcó la cancha al gobierno: “Fue un año difícil pero no van a poder con la capacidad de lucha de este pueblo”.

Por su parte, el secretario general de los trabajadores de ANSES (Secasfpi), Carlos Ortega, comenzó ponderando la labor de ANSES durante la gestión anterior, de la que Amado Boudou, fue su director ejecutivo entre 2008 y 2009. Luego, se detuvo en el gobierno actual: “Es antipatria”, aseguró y agregó que “duelen las atrocidades contra los trabajadores”. En ese sentido, consideró que había que resistirlas en conjunto: “No hay solución gremial sino hay solución política”, afirmó.

Además, se preguntó “con quién” debería ser la unidad. Se respondió a sí mismo: “Con los que resisten. La unidad la haremos con los que luchan, con las Madres, y no con los traidores. No quiero unidad con Pichetto, con Bossio ni con ninguno de esos traidores”, finalizó.

Luego fue el turno del ex vicepresidente, Amado Boudou, quien pidió “no olvidar a las y los presos políticos de este régimen injusto”. Amado, quien visitó a las Madres durante la primera jornada de la 30va. Marcha de la Resistencia, señaló que “estas mujeres son un faro: cambia la luz y están ahí, cambian el viento, la marea y también están ahí”.

“Estamos acá para entender que la dictadura no fue solo militar, fue una dictadura cívico-militar donde esos ‘cívicos’ se escondían detrás del trabajo sucio de los militares. Y hoy son esas mismas familias las que pretenden quedarse con el ingreso de los argentinos a través de otros métodos”, manifestó.

En otro tramo se refirió a la unidad, de cara al año electoral: “Queremos unidad con el pueblo y los trabajadores, con los jóvenes, los que se atreven a decir lo que hay que decir… esa es la unidad que queremos”. Y pidió “no dar bola a los nombres sino prestar atención al programa de gobierno”.

“El desastre de este gobierno no es solo material; han destruido la instituciones: desde la justicia hasta el sistema jubilatorio. Por eso sin duda el 11 de diciembre de 2019 va a haber otro gobierno en el país”. Para eso, pidió “no pensar en los nombres ni en que lugar va a ocupar cada uno”. “La pelea es colectiva y eso es lo que todas y todos los compañeros debemos entender. Tenemos ue trabajar para que no haya una sola madre que no pueda llevar el pan a su casa”, explicó.

El ex vicepresidente también se refirió a la reciente cumbre del G20, festejada con bombos y platillos por la alianza Cambiemos: “No queremos organizar fiestitas que salen muy bien en los medios pero que no sirven al país”, lamentó y recordó las experiencias de los gobiernos kirchenristas en dichas cumbres: “Cuando nos tocaba ir al G20, era para decirle al mundo que no íbamos a permitir que el sistema financiero se lleve puesto a los trabajadores, que no íbamos a permitir que los consejos del FMI terminen con el sistema jubilatorio… no eran fiestitas”, señaló.

Luego volvió a referirse al “gobierno que vendrá en 2019” y aseguró que “va a pelear para no ser el que le lustre las botas a los que mandan sino para cambiar la relación de fuerzas en el mundo y que sea más jsuto para poder tner un país más justo”. En ese sentido, continuó: “El próximo gobierno no va a permitir que sea el sistema financiero el que regule las decisiones del país, esto no da para más”.

“No puede ser que los servicios públicos sean un mecanismo apra que tres o cuatro se lleven la plata afuera, no peuden ser una variable de rentabilidad para los empresarios. Los servicios públicos son la variable estratégica en la productividad del país. No puede haber un país que quiera ser justo, libre y soberano con empresas públicas en manos privados”, indicó y deslizó que este último punto “debería ser una consigna para el año que viene”.

“Nos dicen que seamos ‘abiertos’ y ‘racionales’… lo somos. Pero si nos quieren definir la racionalidad como que el 1% de la población tenga la mitad de la riqueza; el 30% no tiene que tener nada; y el otro 20%, muy poquito; entonces no, no quiero ser racional, no quiero explicar una realidad que ofende y mata”, desarrolló quien se desempeño como titular de ANSES y, luego, como ministro de Economía durante el primer mandato de Cristina Fernández de Kirchner.

Amado Boudou aseguró que “el mundo está ahí para cambiarlo y la Argentina está ahí para cambiarla: organicémonos para que el 11 de diciembre de 2019 podamos cambiar la realidad” y pidió “ir para adelante y luchar como nos enseñaron las Madres”. “Convirtamos el dolor el amor, la tristeza en alegría y la desesperación en acción para terminar con esta situación que agrede y ofende al pueblo”, finalizó.

Por último, la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, inició sus palabras preguntándole a Macri si lo escuchaba: “¿Macri escuchás?” Luego, sostuvo que las Madres era una “organización política que defiende la vida, no un organismo de derechos humanos”.

Así continuó: “En algún momento nos dimos cuenta que no íbamos a volver a ver a los hijos y que nuestra lucha iba a ser mucho más grande, mucho más dura. Y dimos un paso más: nuestros jóvenes podían ser nuestros hijos porque nuestros hijos viven en ellos, en los que pelean”.

En otro tramo afirmó que “la política no es un camino para llegar a un puesto. Es una forma de vida. Es ver qué podemos hacer por el país y por los que nos necesitan. Es el arma más poderosa que tiene un pueblo y a veces no la aprovechamos”. En línea con lo dicho previamente por el resto de los oradores, expresó que “la política no se hace con los que nos traicionaron”.

Hebe también reclamó que se multiplique y agigante la solidaridad para que cuando cierren una fábrica vayan a manifestarse las mismas cantidad de personas que van a ver a un artista.

En sus palabras, también se refirió a las persecuciones del gobierno: “Es un honor que los enemigos nos pongan presos. Es porque nos tienen miedo”, aseguro.

Posteriormente, centró su discurso en la necesidad de lograr la felicidad de las y los niños: “No podemos tener una niñez que no coma, que no vaya a la escuela, que no tenga sueños. Somos responsables de eso, no hace falta que venga un gobierno popular. Tenemos que aprender a ir a los barrios. Entender a esos pibes que necesitan una caricia o un pedazo de pan”. “Si no somos capaces de hacer sonreír a un niño, no me interesa más política. Tengo confianza porque hay miles y miles de pibes trabajando pero a veces los referentes no le dan ni bola”, completó.

Respecto a la mentada unidad del campo popular, expresó la firme postura de las Madres: “Tenemos que juntarnos con un proyecto de país, no con la basura”, en referencia a la oposición que no ejercita su rol.

Hebe también se dirigió a sus hijos, las y los 30.000, que la formaron con su ejemplo, según mencionó.

“No nos vamos a mover ni un milímetro de lo que pensamos. La revolución es el hecho más maravilloso que le puede pasar a un país y sucede cuando uno se despierta casa mañana y dice ‘qué voy a hacer por los otros’”.

Antes de terminar, anticipó que el juicio ético y político a los jueces, suspendido por el temporal, se realizara “antes de fin de año” y se denunciará “con nombre y apellido”.

“Un día dije que no habían podido con nuestros hijos y que no iban a poder con nosotras y ahora, hoy aquí, les quiero prometer a mis hijos que tampoco van a poder con ustedes”, finalizó.

 

 

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